Llevo yo esta etiqueta Se bien poco sobre ella, ahora algo mas gracias a la indicacion de Manuel que me ha llevado a Páginas Amigas: Asociación PLURAL 21, a la derecha encontrareis una columna y en ella ¿hepatitis c?
Un dossier interesante, aunque a mi me gustaria conocer algo mas cercano, quizas alguien tenga una opinion sobre la misma .
En el dossier nombrado se expone la poca consistencia de la teoria para la existencia de la hepatitis C con parecidos argumentos que para el VIH.
Yo poco puedo aportar excepto que en una prueba di positiva y que en la vida diaria no me afecta para nada. A ver si alguien se anima y nos cuenta algo.
Respuestas
Una paciente
cuenta.
Antes de comenzar he de decir que como esta señora no he encontrado muchas. Tiene la carrera de Magisterio pero no ejerce y enseña piano. Presenta buen aspecto y aparentemente no se la consideraría enferma.
Sus síntomas son los siguientes: cierto cansancio; a veces cefáleas pasajeras; molestias en zona lumbar; dificultad en conciliar el sueño; hormigueos y manchas en piernas; dos dedos de la mano empiezan a deformarse. En años pasados tuvo cistitis de repetición y litiasis.
Se le ha detectado una hepatitis C desde hace 15 años. ¡Pero si hace 15 años todavía no se había descubierto el virus C!, le dije. Bueno -respondió ella- entonces se le llamaba no A no B.
Ahora le diagnostican una hepatitis C crónica.
Le propusieron hacerse una biopsia pero ella se negaba, intuyendo que no le iba a servir para nada. Ante los ruegos de su familia tuvo que ceder y someterse a ella y lo pasó muy mal. Juró que, en adelante, pasara lo que pasara, ya no se la haría más.
Después de la biopsia le propusieron el «interferón». Como consecuencia de la primera inyección tuvo una reacción brutal: todo el cuerpo se le hinchó y se le puso rojo, las manos se le agarrotaron, tenía dificultad en respirar y el corazón le latía tan fuerte que hasta acostada su cuerpo daba saltos al ritmo cardíaco. Tuvo que ser ingresada en urgencias. Notificó lo sucedido a su médico, quien en vez de consolarla y animarla le riñó y la responsabilizó de lo sucedido por estar mentalizada que el «interferón» le sentiría mal. Su médico le advirtió que el 20% de los casos se maligniza, que puede degenerar en cirrosis o en cáncer pero le respondió: «¿y por qué quiere Ud. que me sitúe en el grupo de los 20%?. Yo seré de los 80% y seguiré bien!».
No pudiendo recibir el «interferón» se le recomendó que estuviera en cama las 24 horas del día, a lo cual también se negó. «¿Cómo es posible que una mujer tan activa como yo, con cuatro hijos, y sin dolencias aparentes me quede inmovilizada de continuo?. Entonces sí que me hubiera entrado una depresión a fuerza de pensar en mi estado y hubiera sido mil veces peor para mí!».
De mi reconocimiento he deducido que su problema no le provenía del hígado (¡oh, sorpresa!) sino de los riñones. De hecho, los síntomas actuales apuntan más a una patología renal que hepática: molestia en zona lumbar, insomnio, hormigueos y manchas en piernas y deformación de dedos por una acumulación de toxinas que los riñones no han sido capaces de expulsar!
El tratamiento que recibe se encamina a remediar una deficiencia renal importante, probablemente desde hace muchos años. Le calculo que los riñones le funcionan al 50% en tanto que el hígado al 80%.
Conclusión: hay personas que a pesar de no tener una información especial, intuyen lo que les conviene. Ella no era favorable ni a la biopsia, ni al «interferón», ni a considerarse en los 20% de casos problemáticos. Ha adoptado una posición optimista que la ha mantenido en buen estado relativo.
Revista «Memorándum». Número 10, invierno de 1997/1998.
Hepatitis C.
¿Realidad o Invento?.
Después de haberse publicado en el número precedente de MEMORANDUM el sugestivo cuento: «El reino envenenado» por el que se entrevé el poder apabullante de los «sistemas de decisión» sobre la población indefensa, en lo que a enfermedades y remedios se refiere, yo quisiera ser más concreto respecto de la denominada HEPATITIS C, antes no-A, no-B.
Ya desde los años 80, al discutir entre colegas, teníamos muy claro que el origen de esta hepatitis era tóxico (alcohol), bautizado como HEPATITIS C porque, «finalmente», se habría descubierto el virus que la causa. Yo no soy quién para pronunciarme sobre la autenticidad de ese supuesto virus. Me fío del reputado virólogo alemán STEFAN LANKA quien ha demostrado que el virus de la HEPATITIS C no existe. Lo que sí existe en ciertos organismos son proteínas estresadas, moléculas o trozos de ARN provenientes de múltiples virus, o lo que es más probable, de nuestro propio material genético estresado.
Los tests actuales no detectan ningún virus sino la presencia de ciertas proteínas anómalas que se interpretan errónea o tendenciosamente como pertenecientes a tal o cual virus. ¡Nada!, que es lo mismo que está ocurriendo con el SIDA: que no hay virus VIH y que los tests solo evidencian proteínas anómalas.
En general, cuando un paciente viene con un diagnóstico de HEPATITIS C, tiene una deficiencia hepática; pero a veces ni eso. No es el hígado el responsable sino los riñones, lo cual nos lleva a concluir que los tests hepáticos no son tan fiables. Me imagino que el proceso es el siguiente:
Digo esto porque hemos tenido varios casos diagnosticados de HEPATITIS C con transaminasas elevadas en los que hemos constatado el buen funcionamiento del hígado pero el mal funcionamiento de los riñones. Sin dar ningún tratamiento para el hígado pero sí para los riñones, hemos constatado que las transaminasas se normalizan, lo cual nos lleva a concluir:
En los pacientes de HEPATITIS C en los que constatamos una deficiencia hepática y renal con transaminasas elevadas, éstas no se suelen normalizar hasta que los riñones funcionen correctamente, a veces al cabo de varios meses.
Los médicos hospitalarios dirán a un paciente diagnosticado de HEPATITIS C que tiene un 20% de posibilidades de desarrollar una cirrosis y posteriormente un cáncer de hígado. Pero algún médico va más allá. Uno afirmó a uno de nuestros pacientes que desarrollaría una cirrosis y un cáncer. Este paciente nos confesó: «Si no fuera porque soy creyente me hubiera suicidado ante ese veredicto».
Nosotros que tratamos con gente no solo del Estado español sino de América, África, Europa, todos nos dicen lo mismo: «Me han diagnosticado una HEPATITIS C y el médico me dijo que podía degenerar en cirrosis y cáncer. Me hicieron una biopsia y me dieron «interferon»». Que todos los médicos del mundo reciten la cartilla uniformemente ante un caso de HEPATITIS C no es casualidad. Responde a una estrategia lanzada desde Estados Unidos para vender el «interferón» y pronto otro antivírico asociado. Cada paciente que acepte el tratamiento ingresará en las arcas de los «tan necesitados» Estados Unidos aproximadamente un millón de pesetas al año.
¡Pero si realmente el «interferón» curara!, hace más de 10 años que se está utilizando y su eficacia en la HEPATITIS C está todavía por demostrar. Por lo menos a los cientos de pacientes que nos visitan no solo no les ha ayudado sino que muchos sufren de sus efectos secundarios. Todos nos preguntamos: ¿Cómo es posible que un producto tan caro e inútil se mantenga en el mercado durante tanto tiempo?. La respuesta es fácil de encontrar. ¿Sabéis que los beneficios a los tratamientos de la HEPATITIS C superan ya 20 veces a los del sida?.
De seguir así, dentro de unos años media humanidad será declarada seropositiva respecto al virus de la HEPATITIS C. Ya no interesará el SIDA como fuente de ingresos y por tanto podrá ir desapareciendo. Los débiles estados manipulados por las multinacionales tendrán que dedicar cada vez más fondos a sanidad... hasta que se produzca un «crack» o se descubra el fraude.
Hola a todos. A mí me detectaron la Hepatitis C genotipo 3 en el año 1996 y me dijeron que ya era antigua. Evité el tratamiento con interferón todo lo que pude porque me aterraba los efectos secundarios. No tuve síntomas de ningún tipo. Quizá hinchazón en la barriga, pero como estaba con ARVS desde el 2001 pues no le daba mucha importancia. Me hice biopsias y todo bien. Ya en el 2010 que me quedé en paro, decidí ponerme en tratamiento con interferón alfa (pegasys + rivabirina). Me preparé psicológicamente porque sabía lo que se me avecinaba, me aislé y así estuve 6 meses. La experiencia fue de lo peor que he vivido. (depresión, síntomas gripales, sinusitis, me destrozó la boca, ideas suicidas, debilidad, exageraba lo negativo y lo positivo me dejaba indiferente, angustia, ansiedad, insomnio...). Me iba a caminar al campo todos los días, era lo mejor que podía hacer, dado mi estado de ánimo. Al 5º mes tomé antidepresivos porque no aguantaba más. Al sexto mes el médico me dijo que no había rastro del virus y estaba curado. ¡Qué alivio me dio! Porque no vuelvo a repetir la experiencia, fue horrorosa. Ahora estoy bien y estoy dejando los ARVS, poco a poco. Bueno tengo un poco de rencor porque hace poco me he enterado que todo es otra falacia. Pero he pasado página sobre este tema y en este sentido estoy estupendo.
yollevo 25 años con hepatitis c muchos de esos años todavia bebiendo ydrogandome bastante y tengo el higado bien eso si me colocaron el tratamiento y lo puse si lo se no lo hubiera hecho veremos el dia de mañana las consecuencias por que tambien tome retros durante 8 años pero bueno pienso en hoy y estoy muy bien de salud y asi espero seguir como sano la crema buldingw todos los dias ando casi todos los dias 12 km y duermo mis horas y todo va bien saude e liberdade
Según Peter Duesberg la Hepatitis C NO es infecciosa:
https://www.google.com/#sclient=psy-ab&hl=en&source=hp&...
ORTHO HCV versión 3.0 Sistema de Prueba de ELISA se limita a la detección de anti- VHC en suero o plasma humano. La presencia de anticuerpos anti - VHC no constituye un diagnóstico de la hepatitis C , pero puede ser indicativo de una infección reciente y / o en el pasado por el virus de la hepatitis C . Un resultado no reactivo no excluye la posibilidad de que la exposición al virus de la hepatitis C . Los niveles de anti- VHC pueden ser indetectables en la infección temprana .
Los datos obtenidos de las personas de prueba en mayor riesgo o de bajo riesgo para la infección por el VHC sugieren que las muestras repetidamente reactivas con altos valores de absorbancia son más propensos a demostrar la presencia de anticuerpos anti - VHC en prueba complementaria . Reactividad en o ligeramente por encima del valor de corte es más frecuentemente inespecíficos, especialmente en muestras de personas con bajo riesgo de infección. Sin embargo , la presencia de anticuerpos anti - HCV en algunas de estas muestras puede ser demostrada por las pruebas suplementario .
El control positivo en el kit de prueba no es para ser utilizado para cuantificar la sensibilidad del ensayo . El control positivo se utiliza para verificar que los componentes de los kits de prueba son capaces de detectar una muestra de reactivos siempre que el procedimiento de la prueba se ha cumplido estrictamente .
Cuando los valores de control positivos están más allá del rango lineal del lector de micropocillos , el control positivo no se puede utilizar para evaluar la precisión del ensayo . Dado que los valores verdaderos de densidad óptica más allá del rango lineal no son conocidos , las diferencias entre estos valores y los valores dentro del rango lineal no se pueden cuantificar .
http://www.fda.gov/downloads/BiologicsBloodVaccines/BloodBloodProdu...
El COBAS ® AMPLICOR ® Test VHC, v2.0 no está diseñado para su uso en la detección de sangre o productos de sangre para detectar la presencia de hepatitis C Virus.
http://molecular.roche.com/assays/Pages/COBASAMPLICORHCVTestv20.aspx
Edorta dijo:
Alimentarse con una dieta equilibrada que contenga una variedad de frutas y legumbres frescas, carnes magras, cereales integrales y alimentos con fibra es muy importante. Suprime los alimentos con alto contenido en grasa o con
una cantidad elevada de azúcar o sal. El exceso de grasa, (sobre todo saturada), azúcar, (sobre todo si es azúcar refinado), o sal. El exceso de grasa, azúcar y sal puede sobrecargar tu hígado.
Los fritos, las comidas rápidas, quesos y carnes procesadas y muchos alimentos procesados empaquetados y congelados pueden ser perjudiciales. Hacer comidas pequeñas pero más veces puede ayudar a quitarle trabajo al hígado.
Bebe mucha agua y otros líquidos para eliminar las toxinas del cuerpo. Se aconseja para la mayoría de las personas ocho vasos de agua al día.
Además de lo anterior, hacer ejercicio físico regular ayuda a reducir el estrés en tu vida. Ambos ayudan a promover un cuerpo saludable, que a su vez ayuda al hígado. Consumir una cantidad adecuada de proteínas y mantener un peso normal es esencial. Buenas fuentes de proteínas son la carne magra, el pescado, los huevos, el pollo, habas, nueces y lácteos, (sobre todo yogurt, cuajada, kéfir, queso fresco, evitando la leche y mantequilla). Incluso el exceso de proteínas puede sobrecargar de más el hígado.
Tener peso de más o tener diabetes puede suponer mayor riesgo de ¡desarrollar un problema hepático grave llamado esteatohepatitis no alcohólica (NASH).
Frutas, verduras y carnes se deben lavar bien antes de usarlas. Ojo con los alimentos si no conoces su origen. No comas pescado crudo o mal cocinado o crustáceos, como sushi, ostras, camarón o bien ostras, si tienes un sistema inmune más débil. Cualquiera que tenga un hígado tocado o sobrecargado de medicamentos no tiene necesidad de sobrecargarlo más.
http://www.projectinform.org/info/liver/07.shtml