Origen de los bloqueos

La liberación emocional es una de las manifestaciones más comunes cuando trabajamos a fondo y, sin embargo, en general se suelen tener ciertos problemas para entender este proceso.

Una liberación no es más que una muestra evidente del profundo proceso de sanación que está llevando a cabo una persona. La conexión con nuestro Yo interior y con la energía universal o energía del Amor, es el primer paso y a continuación, entramos en contacto con lo que somos, eliminando aquello que no nos hace falta.

¿Qué Hace la Energía Bloqueada?

La energía bloqueada actúa como un "filtro" de nuestra percepción. Nosotros percibimos nuestro entorno a través de unos sentidos. Esos sentidos producen unas reacciones neurológicas y químicas en nuestro cuerpo. Por lo cual, podríamos decir que todo lo que percibes, es el resultado de unas reacciones neurobiológicas en tu cuerpo.

Pero la energía actúa sobre esas percepciones. Nuestro cuerpo es energía. La materia es energía vibrando a un nivel que nosotros definimos como "materia", pero sigue siendo energía.

Cuando percibimos nuestro entorno, "filtramos" dicho entorno a través de la energía bloqueada en nuestro cuerpo.

Así que liberando la energía bloqueada, cambiamos dichas percepciones de nuestro entorno. ¿El resultado? Dejamos de crear nuestra realidad a través de patrones de energía bloqueada que nos causa sufrimiento.

En Todo Amor, sales del "Juego de las Emociones" y recuperas esa energía bloqueada. Cuando eso ocurre, literalmente se modifica tu realidad, ya que dejas de percibirla a través de los bloqueos que tenías anteriormente.

las emociones y la energía

"...trabajaremos concretamente con Todo Amor, cuya función es la de conectarnos de forma personal con la Fuente, con la energía pura del Amor."

Hemos de saber que una liberación emocional es la eliminación de energía acumulada que ya no nos resulta útil. La energía ocupa un lugar físico en nuestro cuerpo. Cuántas veces hemos dicho alguna frase como: 'siento un nudo o una bola en el estómago'.

La energía vital en nuestro interior nos sirve para gestionar nuestras actividades diarias. Somos seres equilibrados por naturaleza y de manera automática repartimos nuestra energía vital por nuestro cuerpo proporcionando lo que necesita cada órgano, músculo y proceso fisiológico. Este reparto automático de la energía también se produce para gestionar situaciones de estrés y peligro, de forma que nuestro cuerpo redistribuye la energía, concentrándola, si hace falta, en un lugar preciso.

un ejemplo real

La mejor manera de entender esto es con un ejemplo. Imagina que vas a cruzar la calle, y un coche que se ha saltado un semáforo está a punto de atropellarte. Tus sentidos y tu cuerpo reaccionan para salvarte la vida. Tus sistemas de defensa se preparan y envían esa energía extra a donde se necesita para activar los mecanismos necesarios para salvar tu vida. Tal vez das un salto de vuelta a la acera o bien aceleras tu paso, llegando incluso a correr al otro lado para evitar el atropello.

En ese momento, a nivel físico sentirás ciertas cosas: tu corazón bombea más rápido, la respiración se acelera, etc. A nivel fisiológico también ocurren cosas. Si estás en plena digestión, ésta se cortará y toda la energía vital que se usa en dicho proceso irá al lugar donde se necesita, en este caso, tus piernas. ¿Cómo crees que te sentirás después de este incidente? Con toda seguridad te sentirás mal. Notarás tu corazón y respiración acelerados, temblor en tu cuerpo o incluso un fuerte dolor en el estómago a causa del corte de digestión. En casos de pánico extremo puedes llegar a vomitar incluso.

los animales hacen lo mismo

"... hace ciertas cosas para liberar esa energía: estiramientos, bostezos, sacudidas, etc."

Esta distribución automática de energía ocurre igual en los animales. Ellos generan energía extra en determinadas situaciones: caza, pelea entre ellos, etc. Pero existe una gran diferencia. Los animales, en estado salvaje, no se sienten mal después de algo así, ni enferman. Y ¿por qué a nosotros no nos pasa lo mismo? En realidad, la pregunta correcta es ¿cómo gestionamos toda esa energía que hemos generado? ¿Qué hacemos con ella una vez pasado el peligro?

Volvamos al ejemplo de los animales salvajes. Si los observamos después de una pelea, veremos que hace ciertas cosas para liberar esa energía: estiramientos, bostezos, sacudidas, etc. Después, por regla general, se tumban a descansar para recuperar su equilibrio.

la diferencia en los seres humanos

Pero nosotros no hacemos todo esto. Por nuestra educación, cultura, situación social y conceptos preestablecidos, no nos permitimos sacar o liberar esa energía acumulada. Es más, de forma inconsciente controlamos todo eso que estamos sintiendo. En la situación explicada anteriormente del coche, probablemente, después de unos segundos para recuperar el aliento, continuaremos con nuestra marcha, intentando controlar la respiración y evitando así cualquier posible liberación de esa energía que ya no necesitamos: como llorar o gritar, por ejemplo.

Día a día, acumulamos en nuestro cuerpo físico energía que, en su momento fue útil, pero que después, debimos liberar. Sentimos incluso la necesidad de "protegernos" con esa energía, para evitar o tratar de evitar que se repita el suceso, creando entonces patrones de conducta que nos llevan a padecer ansiedad o incluso, en casos más graves, ataques de pánico ante cualquier ruido de un coche frenando. Nuestra mente ha relacionado la energía generada (situación extrema para el cuerpo) con las imágenes del hecho que lo provocó (coche y frenazo) de forma que, en el futuro, podemos tener reacciones desmesuradas ante una situación que nos "recuerde" a la ya vivida. Al cabo del tiempo, esa energía no liberada y que ya no nos sirve, nos provoca la enfermedad.

Bien, con todo lo expuesto, tenemos una idea más precisa de para qué se producen las liberaciones energéticas y podemos llegar a entender que, incluso, son necesarias.

cómo liberar esa energía

"La energía ocupa un lugar físico en nuestro cuerpo, llegando incluso a sentirla de manera clara, con sensaciones físicas concretas."

¿Cómo hacer que se produzcan estas liberaciones de energía acumulada? Existen muchos métodos para entrar en contacto con nuestro Yo interior y tomar conciencia de los aspectos que tenemos que trabajar. En este caso trabajaremos concretamente con Todo Amor, cuya función es la de conectarnos de forma personal con la Fuente, con la energía pura del Amor.

Como dijimos antes, la energía ocupa un lugar físico en nuestro cuerpo, llegando incluso a sentirla de manera clara, con sensaciones físicas concretas. Trabajando con Todo Amor, la entrada de la energía que se produce tras tu conexión personal es también muy física y palpable, y es aquí donde, por regla general, podemos sentir una liberación energética. Nuestro canal energético central se asemeja a una tubería y cuando "abrimos el grifo" de la energía del amor, se produce una limpieza profunda de ese canal. Cualquier energía retenida saldrá al exterior "empujada" por el flujo de energía.

Por supuesto, es un proceso que nosotros "decidimos" de manera consciente. Nada que no queramos o podamos asumir saldrá a la superficie. La energía liberada, en la mayoría de las ocasiones, suele venir acompañada de la emoción con la que asociamos el evento, de forma que, la liberación energética llega con llanto si el evento nos ocasionó dolor emocional o con gritos si la emoción asociada fue la rabia.

En cualquier caso, la energía liberada, el hueco físico que ocupaba es sustituido por energía pura, con la energía de la Fuente, proporcionándonos una sensación de liberación y, sobre todo, de sanación a nivel muy profundo.

 

Aquí cito el enlace del propietario.

http://www.todoamor.net/origen_bloqueos.htm

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