Elena Corrales es licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad de Navarra , asesora y experta consagrada en nutrición energética y salud, entiende la medicina basada en la evidencia y busca el conocimiento más allá de lo políticamente correcto.
Se introdujo en el mundo de la medicina natural hace 21 años. Con su espontánea simpatía y capacidad didáctica nos relata que fue una cuestión del destino. Su hijo nació con problemas de salud y como los médicos no daban con el diagnóstico, acudió a una consulta de homeopatía. “Yo era muy escéptica y academicista, pero seguí las pautas que me marcaron y a los diez días se curó con una dieta”. Decidió investigar y comenzó a estudiar todas las artes curativas, incluida la nutrición, descubriendo que los alimentos, además de tener nutrientes, tienen unas características bioenergéticas por las que calientan o enfrían, contraen o dilatan, son impulsores o estancadores...
Tiene un sentido riguroso de la profesionalidad y opina que el dinero debe ser la consecuencia de la actividad profesional, pero no la finalidad. Se sensibiliza con el sufrimiento del paciente y trata de despertar la conciencia del mismo. Para ellas es importante que la persona no vaya con la idea de que le solucionen la vida, dado que con dinero sólo se compra medicina, pero la salud no.
El pilar de su éxito es enlazar los conceptos de la medicina oriental con la occidental. La Medicina Biológica en su criterio actual surge con los postulados del científico alemán C.W. Hufeland (1762-1836) y su obra Macrobiótica o el Arte de Prolongar la Vida, en la cual distingue con agudeza entre la medicina académica y el ejercicio de la medicina que se orienta hacia su globalidad.
Contrapuesta a la medicina formal como ciencia exacta y materialista, cuya finalidad es la eliminación de los síntomas para aliviar al enfermo, la Medicina Biológica busca el restablecimiento del equilibrio de la persona con el entorno, es decir, no sólo la desaparición de los síntomas, sino de la enfermedad en sí misma. El fundamento básico de la Medicina Biológica es la forma holística de entender a la persona en su salud y en su enfermedad, considerándola de forma individual, tanto física como psíquicamente y buscando la integración con el medio que le rodea.
Cada enfermo reacciona de diferentes maneras, ya que no hay dos personas iguales, y depende de su edad, herencia genética, etc. y también de los factores particulares del entorno que le rodean.
Elena Corrales asegura que la Medicina Biológica no es una alternativa a la tradicional, sino que es complementaria, en el sentido de que potencia los mecanismos de defensa, que son los que hacen que disminuya la necesidad real de utilizar fármacos convencionales. El organismo tiene la respuesta para conseguir su propio equilibrio. La mejoría se va produciendo progresivamente, se ordenan sus mecanismos biológicos y fisiológicos y, en consecuencia, se alivian los síntomas. La Medicina Biológica emplea métodos como nutrición, fitoterapia, homeopatía, electromedicina, homotoxicología y terapia neural.
mi herbolario: ¿Cómo se definen los términos salud y enfermedad en la Medicina Biológica?
Elena Corrales: Es un planteamiento que tiene que ver con el organismo del ser humano, un sistema de flujo controlado cibernéticamente, un sistema de entradas y salidas. El sistema de flujo es un concepto no contemplado en la medicina científica y es esencial para entender la salud y la enfermedad. Los desechos los eliminamos por el sudor, saliva, bilis... La salud es la expresión del equilibrio entre las entradas y las salidas. La enfermedad es un intento del organismo de encontrar el equilibrio perdido, entonces se produce una reacción, y a través de la inflamación se eliminan toxinas. En la fase de reacción las toxinas pueden ser de origen externo o interno. La medicina científica suprime con fármacos la fase de reacción, por ejemplo un jarabe que alivia los síntomas del resfriado, pero las mucosidades se quedan dentro. Cuando las toxinas no salen se depositan, es cuando salen verrugas, pólipos, miomas, nódulos en el tiroides, aquí aún no se produce una lesión. Cuando la enfermedad avanza se expresa como resultado de daños tóxicos, es cuando hablamos de las fases de impregnación, degeneración, y neoplasia donde se producen daños estructurales en el ámbito celular.
En la medicina sintomática, los medicamentos son antagónicos, de sustitución, supresión, compensación, de tipo placebo y así se neutraliza el dolor, las convulsiones, hacer que el páncreas funcione cuando no produce insulina, es decir, con la visión sintomática estaríamos sólo poniendo un parche al paciente.
Por el contrario, la Medicina Biológica con sus diferentes métodos terapéuticos, como son la nutrición, los preparados antihomotóxicos, la terapia neural, los preparados ortomoleculares (antioxidantes) los elementos probióticos... tiene una finalidad biológica. Estaríamos hablando de una medicina no sintomática sino causal.
m.h.: ¿En qué se basan los tratamientos que realiza a sus pacientes en su consulta del Centro de Medicina Biológica?
E.C.: Básicamente en la dieta, aunque también utilizo la homeopatía y fitoterapia como complemento. Si el paciente no se compromete a seguir la dieta, no puedo tratarle, porque considero que es fundamental. Cada paciente tiene una dieta específica y también le marco unas pautas en la forma de cocinar, ésta es muy importante en la resolución de la enfermedad. El resultado en el cuerpo de los alimentos es diferente según la forma de cocinar. Por ejemplo, los aceites proporcionan temperaturas de cocción de más de 200º C, lo que conlleva la aparición de sustancias tóxicas en los alimentos, como la acroleína, así como la saturación de las grasas insaturadas. De ahí que los fritos sean una forma de cocción poco recomendable.
m.h.: ¿Cuál es su método de diagnóstico?
E.C.: Uno de los principales que utilizo es la organometría funcional, que consiste en hacer un registro eléctrico del nivel funcional de los órganos a través de los meridianos de la acupuntura. Este método permite reconocer alteraciones funcionales cuando las pruebas analíticas clásicas no encuentran nada anormal, es decir, cuando nuestros síntomas no tienen causa conocida porque los análisis salen bien, a veces las radiografías no muestran nada atípico. Este método me permite hacer un diagnóstico precoz, preventivo de las enfermedades antes de que aparezcan. Se trata de un registro eléctrico del funcionamiento de los órganos, si marca entre 40 y 60 se halla el estado de salud. Antes los médicos miraban la lengua y el pulso, en Medicina Biológica esto es un método de diagnóstico.
m.h.: ¿Cuáles son las patologías más comunes en su consulta y qué media aproximada necesitan de tiempo para curarse?
E.C.: Considero que con tres visitas al Centro de Medicina Biológica deben ser suficientes, entre otros motivos porque mi filosofía es ofrecer una serie de instrucciones, intentaríamos “dar la caña y enseñar a pescar en vez de dar los peces”. Lo que es importante es que la persona no venga con la idea de que le solucionen la vida. Con dinero sólo se compran los medicamentos, pero la salud no.
La mayoría de los pacientes vienen con problemas de tipo crónico y degenerativo. Trato enfermedades que los médicos desahucian, como las enfermedades autoinmunes, por ejemplo el lupus, y graves como el cáncer. También tengo personas que vienen a cuidarse y no tienen ningún problema de salud.
m.h.: Teniendo en cuenta una economía doméstica ¿Cree que la medicina natural está al alcance de la población?
E.C.: Realmente, sí. La medicina privada es aún más cara, pienso que sí se le puede permitir cualquier persona. Es importante invertir en salud, de hecho a mi consulta vienen de todas las clases sociales.
m.h.: ¿Cuál cree que es y cuál debe ser el papel de los herbolarios o dietéticas en España?
E.C.: Es muy importante, tiene que ser un servicio y no un negocio. La gente no va a comprar, va a pedir consejo y orientación. El problema es que no hay ninguna formación oficial, y cualquier persona que quiera puede poner un herbolario, en cambio para poner una farmacia hay que estudiar una carrera. El herbolario tiene un papel importantísimo como “botica tradicional” y la persona que atiende el mostrador tiene que tener formación, esa es la clave tanto del éxito profesional como económico.
m.h.: ¿Piensa que el público tiene suficientes conocimientos sobre alimentación y conductas de vida sana?
E.C.: No, ni el público ni los profesionales de la salud, cualquier “experto” habla de nutrición, todo el mundo habla de dietas. En los medios de comunicación ocurre lo mismo, por ejemplo sale un cocinero famoso hablando de que el pescado azul baja el colesterol, o una presentadora escribe un libro sobre dietas de adelgazamiento. En la carrera dietética se estudia nutrición, pero sólo el aspecto calórico. No se estudia los aspectos bioenergéticos de los alimentos, el yin y el yang y sus efectos terapéuticos. En mi terapia tengo en cuenta una serie de funciones: hay alimentos contractivos de origen yang, de naturaleza caliente, alimentos equilibradores y alimentos expansivos de origen yin, de naturaleza fría. Por ejemplo, el frío está frecuentemente ligado a los procesos debilitadores del riñón. Los riñones son particularmente sensibles al consumo de alimentos y bebidas heladas, sobre todo si se presentan con una concentración elevada de azúcar, por lo que recomiendo evitar su consumo. Otros alimentos como las frutas tropicales, las plantas de la familia de las solanáceas, espinacas, espárragos, etc. son susceptibles de crear desequilibrios. Estos alimentos no sólo debilitan los riñones creando un terreno adecuado para las infecciones del aparato urinario, sino que también tienen un efecto perjudicial sobre la vitalidad sexual. En estos casos recomiendo evitar los alimentos de naturaleza fría como las frutas y las ensaladas.
m.h.: ¿Cree que la tendencia del consumo de productos ecológicos en España crece día a día?
E.C.: Estadísticamente crece más la producción de alimentos ecológicos que el consumo. Mucha producción se destina a la exportación, el consumo de producto ecológico es superior en otros países europeos como Alemania. En Europa hay supermercados Bio, y un sector de la población con nivel de conciencia de no comer alimentos contaminados. Estuve en la última edición de Biofach y allí la tendencia es consumir de todo, vino, carne... pero con el certificado de ecológico. Aquí el consumo crece pero muy despacio.
m.h.: ¿Cómo ve el futuro del sector de la medina convencional y el de la natural a medio plazo?
E.C.: El de la medicina convencional tocando fondo. Si comparamos la visión microscópica con la técnica de pintura que se denomina puntillismo la medicina en ese acercamiento tanto al punto, llega hasta el genoma, pero acercándose tanto a los puntitos, se pierde la perspectiva. En cambio, la Medicina Biológica ve el detalle y también se aleja para ver el contexto, tiene por lo tanto una visión global holística. Un paciente no es una colitis ulcerosa, es una persona que además de un intestino inflamado, tiene otros desequilibrios, familiares, laborales...
El futuro de la medina natural es incierto porque no hay una legislación. En la actualidad hay intentos en Cataluña de que las instancias académicas reconozcan la practica de la medicina natural. Esto estaría bien, lo que no puede ser es que algunos terapeutas hagan un curso de cinco fines de semana y se pongan a ver pacientes y dar dietas. También incierto porque hay intereses supranacionales como son los de la industria farmacéutica que pueden estar por encima de las directrices políticas de un determinado gobierno. Igual que en el símbolo del Tao en todo la blanco hay un poco de negro y a la inversa, siempre va a haber una coexistencia, de las dos aproximaciones la científica-analítica y la holística-analógica.
La medicina científica es imprescindible para salvar vidas en situaciones de urgencias, como en accidentes, hay que respetarla. Pero después, en temas como el profundizar en la etiología de la enfermedad y en dar al paciente recursos para salvaguardar la salud, tiene unas deficiencias notables. Por eso es correcto afirmar que sólo hay una medicina que es la que salva al paciente.
Ref - Macrobiotica.
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