En psicoanàlisis y en otras terapias verbales, se da mucha importancia a la palabra.
Seria absurdo decir que no la tiene. Sin embargo la experiencia de muchos anos en Diafreo ha demostrado que la comprensiòn intelectual, el dar palabra, no es suficiente para que haya un cambio real en la vida cotidiana; un cambio en la estructura del "yo", que es la base de nuestra personalidad. Poque a pesar de la comprensiòn, del proposito y de la voluntad, surgen nuevamente las memorias almacenadas, automatizadas que activan los circuitos de inhibiciòn latentes y actuamos o sentimos reiteradamente de la forma que habiamos decidido no perpetuar. La mayor parte de la informaciòn que recibimos por la via verbal, visual, auditiva se almacena en nuestro cortex cerebral. Esta infromaciòn queda como informaciòn de tipo intelectual, la llamada memoria explicita. No obstante, para que este conocimiento sea integrado a otro nivel, es preciso que sea aplicado y experimentado. Que se cree una nueva experiencia y que esta experiencia se repita una y otra vez para que las informaciones de tipo intelectual pasen a fromar parte de nuestro proceder, se fijen neurològicamente y se manifiesten en un cambio real. Asi se generaran, a partir de nuevas informaciones, nuevas experiencias, nuevos circuitos en nuestro sistema nervioso.
Los nuevos conocimientos solamente transformaran nuestras vidas, nuestra acciòn, nuestro pensamiento en la medida que pasen al LOBULO FRONTAL y formen parte de la estructura de nuestro patron. integrandose entonces en lo que se llama la memoria implicita. Es el lòbulo frontal, el que nos distigue por su tamano de los primates; es el ejecutivo, el que decide la acciòn, el que parece determinar el comportamiento. Tambièn es el que permite a los seres humanos cambiar patrones de comportamiento que en los mamiferos quedan fijados. Podiramos decir que es el centro de la intenciòn y el proposito. El lòbulo frontal està en actividad equilibrada cuando la intenciòn y el comportamiento coinciden, el pensamiento se alinea con la acciòn. Cuando no hay barreras que distorsionan lo que sentimos y lo que mostramos. Nos explica la neurologia que la infomaciòn se almacena en el cortex cerebral mediante la memoria explicita. Solamente pasa a ser memoria implicita cuando esta informaciòn pasa al lòbulo frontal. Es entonces cuando va formando parte de nuestro esquema inconsciente, que està en la base de nuestras acciones espontaneas.
un ejemplo: alguien nos pregunta por un nuemro de telefono. Solo podemos recordarlo en parte (falta memoria explicita) . Sin embargo, si es un nùmero que hemos marcado con frecuencia (experiencia) y empezamos a marcarlo, nuestros dedos automàticamente lo completaràn (ha aparecido la memoria implicita). Por lo tanto existe un factor anadido que es la memoria corporal. En Diafreo como fruto de nuestra experiencia de trabajo cotidiano, no podemos desligar una memoria de otra. Probablemente sean lo mismo. Hemos experimentado una y otra vez que, para crear o cambiar nuevas memorias implicitas, ha de estar libre de bloqueos inhibitorios el camino de la acciòn. Estas memorias, estos actos, no han de estar ligados a circustancias dramàticas que los inhibieron y condicionaron en su dia. y se han de poder liberar las tensiones de nuestro cuerpo, que son las que conservan fijados los circuitos de tensiòn, manteniendo de esta forma, latentes ciertas respuestas a determinadas situaciones, a pesar de nuestro intelecto. Sòlo asi se encontrarà de nuevo la via de expresiòn directa y espontanea. Siendo la espontaneidad de las nuevas respuestas la que nos permitiràareconocer un cambio real en nuestra estructura del "yo".
Juan sonaba de forma recurrente que, al llegar a su casa se encontraba con que habia sido invadida por personas con aspecto agrasivo. Sin embargo, quedaba paralizado y sin defenderse; no podia soltar las bolsas que llevaba en sus manos que parecian fijadas de forma indisoluble. Esta sensaciòn no era desconocida para èl en su vida cotidiana, pues aunque tenia muy claro el por què no se defendia y el como le gustaria hacerlo, cuando se sentia agredido se quedaba paralizado. Necesitò tiempo para no solo para buscar y compender su historia sino que necesitò sobre todo soltar las tensiones que paralizaban sus movimientos,permitir las agitaciones internas y recuperar los movimietnos expresivos de su cuerpo. Entonces su pesadilla se transformò. Llegò el dia en que por fin pudo, en su sueno, soltar las bolsas y su sola actitud desanimo a sus agrasores. La consecuencia fuè que este cambio apareciò tambièn en sus reacciones espontaneas de la vida cotidiana.
Esto explica lo que ocurre muchas veces. Muchas personas en diversos procesos terapeùticos o por su propio proceso, llegan a comprender el por què de su forma de actuar y de enfrentarse a la vida, pero a pesar de ello no pueden cambiar ni sus pensamientos, ni su forma de actuar, ni su respuesta a determindas situaciones. La informaciòn la comprensiòn no son suficientes. Los cambios desedos continuan en la memoria explicita. Para integrase en la estructura de la personalidad es preciso pasar por la experiencia una y otra vez. Una informaciòn se integra cuando se convierte en experiencia. Desde la mirada diafrista la experiencia consistirà en despertar de nuevo los circutos de estres internos latentes, encerrados en las contracciones profundas que condicionan las conexiones de nuestro sistema nervioso. Utilizamos para ello el trabajo corporal tanto para desbloquear estas memorias como para incorporar una nueva respuesta que las resuelvan. Pero esto no serà suficiente: deberà vivirse una y otra vez la experiencia de esta nueva respuesta porque estos circuitos tienen memorizada una respuesta de inhibiciòn que necesitarà encontrar repetidamente, en contraposiciòn, otra respuesta eficaz hasta que èsta se integre en la memoria implicita.
La emociòn es la respuesta directa de nuestro cuerpo ante las circustancias. Intentamos ecuperar, sin negar ni reprimir lo que aparece ante un desbloqueo o algunas circustancias precisas de la vida. debe de pasar por el proceso de reconocer,aceptar y encontrar la forma equilibrada de expresiòn. Aqui se situan, en Diafreo, los trabajos para habitar cada vez màs todos los espacios del cuerpo, permitiendo que aparezcan las imagenes e informaciones que permanecian enmascaradas, dandoles sentido e interactuando con ellas. Los movimentos de expresiòn emocional del cuerpo o descarga, permiten explorar nuevas respuestas. Buscamos expresar corporalmente, emocionalmente y verbalmente aquello que no pudo expresarse en su dia. Viviendo estas experiencias, la informaciòn se transformarà en memoria implicita, es decir, una vez integradas, ocuparan nuestras interacciones futuras porque iràn formando cada vez màs parte de nuestro "yo". Porque la funciòn sana del "yo" es la capacidad de sentir con todo el ser y aceptar lo que surge de nuestro interior, y adecuar la expresiòn a las circustancias exteriores, teniedo en cuenta cual es la realidad actual.
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