Toxicidad Mitocondrial (TM)
¿QUÉ SON LOS MITOCONDRIAS?
¿QUÉ ES LA TOXICIDAD MITOCONDRIAL?
¿CUÁLES SON LOS SIGNOS DE TM?
¿COMO CAUSAN TM LOS ARVs?
¿QUÉ DEPARA EL FUTURO?
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¿QUÉ SON LAS MITOCONDRIAS?
Las mitocondrias son como pequeños “órganos” dentro de las células. La mitocondria es la planta de energía de las células. Utilizan oxígeno, grasa y azúcar para producir ATP (adenosina trifosfato). Este proceso se llama “respiración celular”. Cuando la célula necesita energía, procesa moléculas de ATP que liberan la energía acumulada.
Cuánta más energía necesita una célula, mayor cantidad de mitocondrias contiene. Una célula puede tener desde unas pocas hasta miles mitocondrias. El mayor número se encuentra en las células nerviosas, musculares y del hígado.
Algunos científicos creen que las mitocondrias son la clave del envejecimiento. A medida que envejecemos, nuestras mitocondrias acumulan más y más mutaciones. Las células de nuestro cuerpo son capaces de corregir errores durante la multiplicación (mutaciones), pero las mitocondrias no pueden.
Eventualmente, las mutaciones o la disminución de la cantidad de mitocondrias reducen la cantidad de energía disponible para las células. Si la energía disminuye demasiado, la célula puede funcionar mal. Si disminuye aún más, puede dejar de funcionar por completo.
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¿QUÉ ES LA TOXICIDAD MITOCONDRIAL?
La toxicidad mitocondrial (TM) es el daño que disminuye el número de mitocondrias. Si hay muy pocas mitocondrias en una célula, ésta puede dejar de funcionar adecuadamente. No sabemos cuanta reducción de mitocondria puede ocurrir antes de la pérdida de función celular.
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¿CUÁLES SON LOS SIGNOS DE TM?
Uno de los signos más comunes es la debilidad muscular (miopatía). Si las células musculares no obtienen suficiente energía a través de la respiración celular tienen que hacerlo sin oxígeno. Esta producción “anaeróbica” de energía genera ácido láctico como producto de deshecho.
El ácido láctico causa dolor muscular. El dolor que se siente después de correr una maratón se debe a la acumulación de ácido láctico. Algunas personas que padecen TM tienen niveles altos de ácido láctico en la sangre. Esta rara condición se llama acidosis láctica. Existe un análisis para medir los niveles de ácido láctico pero los expertos no están de acuerdo en cómo interpretarlos. El ejercicio físico antes del análisis de sangre (subir escaleras o caminar rápido) puede aumentar los niveles de ácido láctico y alterar los resultados.
Es difícil saber si tiene MT. Sin embargo, puede estar atento a los signos de acidosis láctica:
■Náuseas
■Vómitos
■Fatiga severa
■Pérdida reciente de peso
■Respiración rápida y profunda
■Calambres, adormecimiento, cosquilleo o dolores musculares
■Debilidad muscular que empeora rápidamente
La acidosis láctica puede ser mortal. Si tiene alguno de estos síntomas consulte con su proveedor de servicios de salud inmediatamente.
La TM también puede causar daño nervioso (neuropatía periférica, vea la hoja 555). Se la ha asociado con daño en los riñones y pérdida de audición. Algunos investigadores creen que la TM puede contribuir con la redistribución de las grasas (lipodistrofia, ver la hoja 553) en personas que toman medicamentos antirretrovirales (ARVs).
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¿CÓMO CAUSAN TM LOS ARVs?
Las mitocondrias tienen una enzima que las ayuda a multiplicarse. Esta enzima se llama gama polimerasa. Es similar a la enzima transcriptasa reversa del VIH. Lamentablemente, esto significa que los medicamentos que inhiben a la transcriptasa reversa también inhiben a la gama polimerasa. Cuando esto sucede, se produce una menor cantidad de mitocondrias.
Los inhibidores nucleósidos de la transcriptasa reversa (AZT, 3TC, ddI, d4T, y abacavir) inhiben la gama polimerasa hasta cierto punto. Cuanto más tiempo tome los medicamentos, mayor es la posibilidad de desarrollar toxicidad mitocondrial.
Los diferentes medicamentos se acumulan en diferentes partes del cuerpo. Esta explica por qué la toxicidad mitocondrial causada por medicamentos diferentes puede producir efectos secundarios en distintas partes del cuerpo.
Sabemos que la TM causa debilidad muscular en personas que toman AZT. Es probablemente la causa de la esteatosis hepática (hígado graso) y los altos niveles de ácido láctico que se observan en quienes que toman medicamentos nucleósidos. Lamentablemente no hay demasiada información acerca del nivel de daño mitocondrial que causan los diferentes ARVs. Tampoco sabemos qué combinaciones de medicamentos causan TM en mayor grado.
Los investigadores pueden medir la cantidad de mitocondrias en las diferentes células y compararla con la cantidad normal. Lamentablemente, no se sabe cuántas mitocondrias debe perder una célula antes de que comiencen a aparecer problemas.
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¿QUÉ DEPARA EL FUTURO?
Lamentablemente, se están llevando a cabo muy pocos estudios acerca de la TM causada por los nucleósidos. Los estudios hechos en animales demuestran que causa daño nervioso. No se han hecho estudios en seres humanos.
En los próximos años, los investigadores estudiarán más a la TM. Se desarrollará un análisis para detectarla y estudiarán la conexión entre la TM y los efectos secundarios. Algunos investigadores creen que ciertas vitaminas y minerales pueden mejorar los efectos de los ARVs en los mitocondria.
Mientras tanto, las personas VIH positivas deben saber cuáles son los síntomas de la acidosis láctica, un efecto secundario que puede ser mortal.
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Respuestas
Hasta ahora, si me voy a tener a lo que yo he visto, es un problema que se va a ir solucionando, al menos en parte, con el tiempo, claro que eso depende también del tiempo que se haya estado con los arvs. Otra cosa que quizás pueda ayudar es el ejercicio físico, sin pasarse, sobre todo al principio, comer bien y variado, dormir bien y no preocuparse demasiado por las cosas, sin que eso signifique abandonarse.
James dijo:
Buenas tardes doctor,
Luego de dejar de tomar los ARVs, hay alguna forma de recuperar los efectos de pérdida de grasa y volumen corporal y facial?
Abrazos.
Manuel Garrido Sotelo dijo:
marcos muñoz dijo:
http://timefortruth.es/
Pablo Martín Casado dijo:
Desconocía totalmente el daño mitocondrIial, ya que en el prospecto no pone nada, y desconocía que la transc, inv. es un proceso de reparación celular que muchas células propias tienen, mi historia antiretroviral es esta: 2 años inicialmente con 500 mlgms de azt, después otros tres o cuatro sin nada, después de la tuberculosis diseminada y caida de los cd4 a menos de 100, 12 años con 500 mlgms de azt, un viramune, (ademas de un año de profilasis de la tb con rifampicina).
Tengo que añadir que jamas he tomado las pastillas a las horas, que olvidos de 10 dias al mes eran habituales, (tengo mi empresa, conduzco un camión, y cuando había que hacer un viaje para un cliente que es muy a menudo no llevaba pastillas) .
mis recuentos desde hace 12 años mas o menos son: cd4 1300, cv indetectable, pèro esto no me consuela.solo que me ha hecho dudar aun mas de mi enfermedad, hasta que me he topado con la información que corrobora mis sospechas de siempre,
Hace como un año mi médico (que por lo que se ve flipa conmigo bastante) me dijo que el cree que la causa de que esté tan bien es que trabajo mucho. !nos ha jodido! jamas quise una pension , eso hubiese sido mi muerte por depresión,
y para llevar una empresa con 7y trabajadores hay que trabajar bastante.
Pero ahora que me encuentro mejor que nunca, sin medicación de ningún tipo me preocupa el daño que estos "medicamentos" hayan hecho en mí.
saludos
La verdad se robustece con la investigación y la dilación; la falsedad, con el apresuramiento y la incertidumbre. Tácito
gracias lila es mi deseo poder contar la verdad
lila dijo:
http://free-news.org/arieff01.htm
Casos relacionados con el AZT muestran extraños efectos secundarios.
Dr. Allen I. Arieff.
Profesor de medicina en la Universidad de California.
Traducción: Maria Jesús Baldonedo.
Un ejemplo más de la superdesinformación en nuestro país ya que este trabajo publicado en los medios de comunicación cotidianos en Estados Unidos no ha sido recogido por ninguno de nuestros medios que se supone tienen el deber de informarnos, en contraste con su descarada promoción del medicamento AZT para el tratamiento del SIDA pero que según numerosos científicos produce SIDA.
Alfredo Embid.
Allen I. Arieff se acuerda del día en el que se enteró por primera vez acerca de la muerte inesperada de pacientes con SIDA que tomaban la droga AZT.
«Yo era profesor de la Escuela de Medicina Mount Sinai, en Nueva York, hace tres años» recordaba Arieff ahora profesor de medicina en la Universidad de California en San Francisco.
«Me presentaron dos casos de pacientes de SIDA que habían fallecido con inexplicable «acidosis láctica», un crecimiento de los productos metabólicos en células». «No me podía imaginar lo que les había ocurrido».
Arieff no pudo olvidar los casos. En realidad, cuando volvió a su casa, comenzó a buscar si podría haber más. Cerca del verano de 1991, había encontrado siete casos de personas con el virus VIH que habían adquirido un desorden conocido como Tipo B acidosis láctica. Cuatro de ellos estaban tomando la droga AZT y los otros tres la habían tomado anteriormente. En noviembre de ese año, presentó su serie de casos en una asamblea en Baltimore, Maryland.
Arieff no se encuentra sólo. Una docena más de científicos en los Estados Unidos también habían notado lo mismo. Algunos de ellos, sabían que en casos donde una autopsia había tenido lugar, a menudo el hígado del paciente estaba distendido y repleto de grasas, un signo de severo (aunque no siempre mortal) daño orgánico.
Cuestión de tiempo y suerte:
Este raro efecto de la droga más popular para combatir el SIDA fue como descubrir el lejano pulsar de una galaxia en el espacio. Estaba allí siempre, pero la ciencia necesitaba tiempo, suerte y trabajo para finalmente oír su mensaje entre los otros sonidos del cosmos.
Más evidencias de los peligros del AZT surgieron en junio (1993), durante un estudio controlado de un tratamiento para hepatitis B. Cinco pacientes fallecieron después de que sufrieron daño en el hígado y «acidosis láctica».
La aceptación de lo que parece estar relacionado con fallo hepático, acidosis láctica y la droga AZT, demuestra lo difícil que es detectar efectos secundarios de drogas, especialmente en pacientes muy enfermos.
Seis años y medio después de que el AZT comenzó a ser usado libremente, unas 300.000 personas han tomado dosis variadas. De estas, sesenta y cinco han desarrollado casos inexplicables de acidosis láctica y fallo hepático, según Burroghs Wellcome, fabricante del AZT.
El AZT pertenece a una clase de drogas llamada «nucleoside analogs», que funcionan interrumpiendo la construcción del ADN, el depósito de instrucciones genéticas en el núcleo de las células. La hipótesis actual es que estas drogas también pueden ocasionalmente dañar la estructura mitocondrial. La Mitocondria produce las energías bioquímicas concentradas que cada célula necesita para sobrevivir. Una célula puede contener más de 1.000 de estos «organitos» o mitocondrias.
Las células hepáticas tienen gran necesidad de estas energías concentradas y una quinta parte de su volumen está ocupado por Mitocondrias. Cuando la Mitocondria deja de funcionar, un proceso mucho menos eficiente comienza a actuar y produce acidosis láctica como resultado.
Cuando ésto ocurre en células hepáticas, el resultado es que la grasa (uno de los materiales comunes en la producción de energías bioquímicas) se acumula en gotas visibles.
En 1989, Tung Chi Cheng, un farmacólogo de la Universidad de Yale, publicó un estudio que describía como el DDC, una droga similar al AZT, dañaba la Mitocondria en cultivos de células. El AZT no era, al parecer, el único culpable.
Urgencia y entendimiento:
El segundo estudio apareció en el «Molecular Pharmacology Journal» y se publicó bajo el título «Comunicación Acelerada» (debido a la urgencia).
Esta publicación, sin embargo, no es una de las que los doctores que tratan pacientes de SIDA leen a menudo. Incluso, los investigadores que estaban al tanto de los experimentos de Cheng no estaban seguros de la relevancia que el complejo y, a veces, desorganizado mundo de la terapia de drogas del SIDA tiene sobre los pacientes.
Aunque parezca que el daño hepático y la acidosis láctica podían haber sido predichos, sólo el hecho de que podamos observar lo ocurrido hace que las cosas parezcan más claras. En general, los clínicos investigadores no van buscando efectos tóxicos sugeridos por la ciencia básica.
«Lo que ocurre generalmente es que comenzamos con un fenómeno y después estudiamos el mecanismo de éste» dijo David Feigal, Director de la División de Productos de Drogas Antivíricas de la FDA.
En este caso, había algunas noticias de mal funcionamiento del hígado en pacientes que tomaban AZT. Pero el virus suele dañar al hígado y los pacientes de SIDA que son susceptibles a infecciones del hígado. Además, las infecciones sanguíneas pueden producir acidosis láctica. Por esta razón, era difícil discernir qué hacer con esos estudios.
Mirando cada caso:
A mediados de 1990, un epidemiólogo de la FDA decidió examinar cada uno de los casos reportados que demostraban reacciones adversas al AZT, que habían llegado a esa agencia o a B.Wellcome Co. Había centenares.
Los agrupó por sistema orgánico y notó que algunos, en la categoría del hígado, eran extraños y similares. Al mismo tiempo que Freiman comenzaba su proyecto, le llamaron del Instituto de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID).
Médicos de esta institución habían revisado la historia clínica de pacientes de SIDA y habían encontrado tres casos inexplicables de hígado graso.
Para agregar a la coincidencia, la compañía B.Wellcome Co. (que recibe la mayor cantidad de reacciones negativas antes de pasarlas a la FDA) estaba notando varios casos curiosos de enfermedad hepática.
«Fue muy interesante», recordaba Freiman.
En 1991, catorce casos se habían complicado. Investigadores de NIAID fueron alertados. Pero todo se sumió en el silencio. Ocasionalmente, algunos casos eran discutidos en grupos médicos pero pocos casos fueron reportados por investigadores del gobierno o de la Compañía Farmacéutica.
Un año más tarde, Freiman presentó un estudio de ocho casos nuevos, seis de ellos eran mortales. Otros científicos presentaron otros tres casos nuevos.
En enero de 1993, los estudios de Arieff fueron publicados, lo que provocó que aún más casos se dieran a conocer.
Los científicos aún no están seguros si el síndrome es el resultado directo del efecto del AZT o si hay otras causas.
Food and Drug Administration.Para el mes de junio de 1993, las sospechas eran suficientemente grandes para que la FDA le pidiera a B.Wellcome Co. que enviara una carta a 12.000 médicos especialistas de enfermedades infecciosas alertándoles acerca del posible problema1.
En agosto de 1993, la misma carta fue enviada a 194.000 doctores, mientras el Gobierno y la compañía tienden una red para atrapar algo que todavía no han podido identificar.
Fuente: Washington Post, 20 de septiembre de 1993.
No tengo mayores datos en estos momentos acerca de la polimerasa.
No es muy conocido el mecanismo por el cual los arv provocan la lipodistrofia, una explicación que se propuso es que tiene relación con una mala utilización de los azúcares, puesto que se observa una elevación en la glucosa en la sangre y del colesterol, es probable que exista un efecto contrario a la insulina, (esta reduce el nivel de glucosa y de grasas en la sangre), al no poder usarse bien la glucosa para la producción de energía, las células deben producirla a partir de las proteínas, (lo que provoca atrofia muscular por ejemplo, adelgazamiento, ...) o de las mismas grasas, ..
theiban dijo:
LA SALUD QUE VIENE
Nuevas enfermedades y el marketing del miedo
(Península, 2009)
MIGUEL JARA
Nuestro estilo de vida está generando nuevas enfermedades relacionadas con la contaminación ambiental. Además, se desarrollan otras patologías para aumentar los beneficios por la venta de vacunas y fármacos, entre otros productos. Es el negocio de crear temor para vender su tratamiento.
Miguel Jara comenzó las investigaciones que conforman este libro al descubrir que, en los últimos años, miles de personas están perdiendo la salud por patologías que antes no existían o que permanecían latentes. De manera paradójica y en paralelo a este fenómeno asistimos a la invención o tráfico de enfermedades. Jara estaba escribiendo sobre esto y sobre la gran campaña de lobby y expansión del miedo entre la población como manera de hacer marketing en el caso de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) cuando comenzó a atisbarse en el horizonte el tsunami de la gripe porcina o gripe A.
Manuel Garrido Sotelo dijo:
Y por qué los ARVs provocan lipodistrofia?