Complemento alimenticio combate el VIH
17 de septiembre 2009
Ned Stafford / Hamburgo, Alemania
Un suplemento nutricional médica puede retrasar la disminución de la inmunidad en los pacientes VIH positivos, según los resultados de los ensayos clínicos presentados esta semana.
La investigación, llevada a cabo por la unidad de nutrición médica de la compañía francesa Danone alimentos, sugiere que una formulación que ataca el sistema inmune y el intestino ayuda a reducir el deterioro de las células de los pacientes con VIH-CD4, que ataca el VIH para ayudar a la replicación del virus.
William Green, de la filial de Danone Nutricia Nutrición Médica Avanzada, dijoChemistry World que los resultados, presentados el 14 de septiembre en la Conferencia Interscience sobre Agentes Antimicrobianos y Quimioterapia, en San Francisco, superó las expectativas y que la compañía planea ahora para acelerar el desarrollo hacia los productos potenciales basados en el concepto de nutrición, actualmente conocido como NR100157.
NR100157 se produce como un polvo que se disuelve en un líquido o mezclado en los alimentos. Contiene cinco grandes grupos de compuestos: los oligosacáridos prebióticos (que ayudan a disminuir la activación CD4 sistémica), N-acetil cisteína (un precursor del glutatión), el calostro bovino (que mejoran la permeabilidad del intestino), de cadena larga de ácidos grasos poliinsaturados (que disminuyen la inflamación y la permeabilidad del intestino ), y micronutrientes, para ayudar a prevenir el agotamiento de micronutrientes.
En 2007, la compañía comenzó un estudio doble ciego ensayo clínico controlado en ocho países de prueba del concepto NR100157 en varios cientos de pacientes VIH-positivos que aún no reciben terapia antirretroviral.Un análisis intermedio previsto a principios de este año mostró que los pacientes que tomaban el suplemento mostraron una disminución significativa reducción en el recuento de células CD4 en comparación con el grupo control.
Los resultados fueron tan fuertes y unidos a la falta de preocupaciones de seguridad, que el comité de datos y control de la seguridad que supervisa el ensayo en cuenta que no tenía ningún sentido real de la continuación del juicio. Green dice que la compañía tiene previsto publicar el estudio en una revista revisada por pares, y ahora la compañía se centrará en acelerar el desarrollo de productos potenciales basados en el concepto NR100157.
Green dice que es imposible predecir cuando el primero de estos productos podrían llegar al mercado, pero agrega: ". No creo que sería más de cinco años" Danone también está en las etapas finales de desarrollo de una bebida llamada Souvenaid para aliviar los síntomas de Alzheimer.
Green dice que si bien el juicio NR100157 clínicos centrados en los pacientes con VIH, el prouct podría tener otros usos. "Creemos que ahora tenemos la posibilidad de desarrollar productos en diversas condiciones relacionadas inmunológico, no sólo el VIH".
Kimberly Stewart, director de la Boulder, Colorado-basado en ingredientes funcionales, dice: "La evidencia es cada vez mayor de que las cepas probióticas específicas de hecho puede tener aplicaciones importantes para la mejora inmunológica. Este estudio apunta a la necesidad de más investigación sobre los probióticos y las enfermedades autoinmunes como el VIH y el lupus sistémico (LES). Si esta investigación es prometedora, ya que un paciente con LES mí mismo, veo esto como un descubrimiento muy positivo. "
http://gtt-vih.org/actualizate/actualizacion_en_tratamientos/21-09-09
Formulación nutricional vinculada a una menor pérdida de células CD4 en pacientes sin tratar
Una compleja formulación nutricional puede ayudar a ralentizar el descenso de células CD4 y reducir la activación inmunitaria en personas con VIH que aún no han empezado la terapia antirretroviral, según las conclusiones de un estudio internacional presentado en la 49 Conferencia Interciencias sobre Agentes Antimicrobianos y Quimioterapia [ICAAC, en sus siglas en inglés], celebrada recientemente en San Francisco (EE UU).
Liz Highleyman - 21/09/2009
Está claro que la nutrición contribuye a poder disfrutar de una buena salud, pero no se comprenden por completo los distintos modos en que diversos nutrientes afectan a la función inmunitaria, así como a otros procesos biológicos.
Para estudiar este tema, Pedro Cahn y un equipo de investigadores del estudio BITE decidieron comprobar si una fórmula nutricional denominada NR100157 era capaz de reducir la pérdida de células-T CD4 en pacientes con VIH que no siguen un tratamiento antirretroviral.
La fórmula NR100157 contiene numerosos ingredientes que, de forma individual, han demostrado tener efectos beneficiosos sobre la función inmunitaria:
- Oligosacáridos prebióticos, o cadenas de azúcares simples, que ayudan a mantener una flora intestinal (bacterias naturales) saludable.
- Calostro bobino (líquido producido en la ubre antes de la leche) y ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, que mejoran la integridad del recubrimiento intestinal y reducen su permeabilidad. Esto ayuda a prevenir la entrada de bacterias y la activación inmunitaria sistémica, considerado uno de los mecanismos a través de los cuales se produce la pérdida de células CD4.
- N-acetilcisteína, que ayuda a mantener el suministro de glutatión (un importante antioxidante) en el organismo. El producto también incluye una variedad de micronutrientes, como vitaminas y minerales.
Este ensayo clínico con control fue diseñado para incluir a 800 pacientes adultos con VIH en Argentina, Australia, Brasil, Italia, Holanda, Tailandia, Reino Unido y EE UU. Se eligió de forma aleatoria a la mitad de los participantes para que recibieran la fórmula NR100157 durante un año, mientras que el resto tomó un producto control con la misma cantidad de calorías y proteínas, pero sin los ingredientes activos.
El estudio fue interrumpido de forma prematura cuando sólo contaba con 340 personas inscritas después de que un análisis interino planificado evidenciara la existencia de un beneficio importante en el grupo que recibió NR100157, que además no presentó problemas de seguridad.
Los participantes inscritos hasta ese momento eran principalmente hombres (algo más del 80%), tenían de media unos 40 años de edad y habían adquirido el VIH hacía algo más de un año. La mediana en el recuento de CD4 fue de cerca de 400 células/mm3 y la carga viral rondó las 32.000 copias/mL. Los participantes aún no necesitaban terapia antirretroviral en el momento de entrar en el estudio. Cada vez que los responsables determinaban que un participante necesitaba iniciar el tratamiento, éste fue apartado del estudio nutricional.
Los participantes que recibieron NR100157 perdieron un número significativamente menor de CD4 a lo largo del período de seguimiento. Así, los que tomaron el producto inactivo experimentaron un descenso anual de 68 células/mm3 (dentro del intervalo esperado de 50-70 células/mm3 al año), frente a las 28 células/mm3 al año de los participantes que recibieron NR100157. No hubo diferencias significativas respecto al porcentaje de CD4, el recuento de CD8 o el cociente CD4/CD8. La carga viral en plasma permaneció estable y fue similar en ambos grupos.
En general, el producto NR100157 se toleró bien y la adhesión declarada fue elevada: un 85%. Sin embargo, en torno al 60% de los pacientes abandonó la terapia de forma precoz, a menudo debido a los acontecimientos adversos (cerca de un 13%) o porque necesitaron iniciar la terapia antirretroviral (un 16%). Los síntomas de tipo gastrointestinal (principalmente gases e hinchazón) fueron el motivo declarado con más frecuencia para los abandonos y fueron más habituales en el brazo de NR100157.
El equipo de investigadores de BITE concluyó que NR100157 reduce de forma significativa el descenso en el recuento de CD4 en pacientes con VIH que no siguen una terapia antirretroviral. “Estos hallazgos evidencian el potencial que ofrecen las estrategias nutricionales para convertirse en una parte integral del manejo de la infección”, sugieren los autores.
El desarrollador del producto -Danone, más conocido por su destacada posición en el mercado de los alimentos lácteos- afirmó hoy que sus planes son desarrollar NR100157 como un producto nutricional que puede llegar al mercado en los próximos años.
Referencia: Lange J, et al. Reduced CD4+ T cell decline and immune activation by NR100157, a specific multi-targeted nutritional intervention, in HIV-1 positive adults not on antiretroviral therapy (BITE).. 49th Interscience Conference on Antimicrobial Agents and Chemotherapy, San Francisco, abstract 1230b, 2009.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
Respuestas
Un exhaustivo estudio de las heces es una herramienta útil y no invasiva para evaluar la salud del tracto intestinal y prever posibles alteraciones futuras, como consecuencia de un desequilibrio en la flora intestinal fisiológica o por la presencia de virus o formas parásitas en las heces. La alteración de la flora intestinal se conoce con el nombre de Disbiosis y actualmente se reconoce como una de las causas del desarrollo del Síndrome del Intestino Permeable (Leaky Gut Syndrome).
Una buena salud exige una adecuada digestión y absorción de los nutrientes. Las enfermedades que afectan al tránsito intestinal se caracterizan por presentarse con una alta prevalencia en la población y pueden ser indicativas de transtornos propiamente digestivos o bien ser manifestaciones acompañantes de cuadros patológicos de otros sistemas u órganos.
El interés en el mantenimiento de la flora intestinal fisiológica dentro de los límites normales estriba en que algunas de éstas bacterias pueden producir factores dañinos o beneficiosos para el hospedador en forma de toxinas y/o componentes celulares que pueden modular la respuesta inmunológica, promoviendo o inhibiendo parte de sus funciones. Asimismo, la flora intestinal fisiológica protege al tracto intestinal de la infección o proliferación de determinadas bacterias patógenas.
Los microrganismos dentro del ser humano constituyen un importante ecosistema, albergando éste, unos 100 millones de bacterias de 400 especies distintas. Un 95% de las mismas se encuentran en el tracto digestivo y dentro de éste, especialmente en el colon.
La importancia de la conservación y man-tenimiento de la flora intestinal fisiológica reside, entre otras funciones, en: conferir integridad a la mucosa intestinal, favorecer la resistencia a la colonización de gérmenes patógenos, permitir la producción de vitaminas B y K y promover el sistema inmunitario local(aumentando la produc-ción de IgA, la concentración de los macrófagos, la producción de interferón y la activación de la fagocitosis).
Hay factores que coadyuvan el desarrollo del Síndrome del Intestino Permeable, como la ingesta importante de alcohol y cafeína, el uso de fármacos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID, ácido acetilsalicílico y ibuprofeno), antiácidos y analgésicos / antiagregantes plaquetarios, dietas ricas en carbohidratos refinados, uso de algunos aditivos alimenticios, contaminantes ambientales, disminución de las enzimas digestivas, tensión crónica y alteraciones de la función hepática (Sabater G. y Sabater J., 2005. Notas Informativas nº 50). Otras patologías o consecuencias asociadas a desequilibrios en la flora intestinal o Disbiosis son, déficits de vitamina B12, esteatorrea, síndrome del intestino irritable, y enfermedad inflamatoria intestinal entre otras.
Perfil de Disbiosis: Técnicas
El Perfil para la evaluación de la Disbiosis intestinal incluye la realización de cultivos microbiológicos específicos que permiten la determinación de la concentración de cada una de las especies que conforman la flora intestinal esto es, flora residente, flora pasajera y posible presencia de flora enteropatógena. Asimismo se realiza un estudio micológico al objeto de evaluar la presencia de levaduras y mohos.
Flora residente
Entre las especies que conforman la flora residente habitual del intestino se encuentran las especies E. coli, Enterococcus sp., Lactobacillus sp., Bifidobacterium sp., Bacteroides sp., Prevotella sp., y Clostridium difficile. Las concentraciones óptimas o normales de cada una de las especies anteriores para una muestra con flora conservada, oscilan entre valores de 103 y 108 excepto para la especie Clostridium difficile que si bien se encuentra presente en la flora fisiológica su concentración no debe de exceder recuentos superiores a 105.
Según Mouton (2004), la microflora intestinal está constituida por bacterias que, en función de los sustratos que metabolizan, pueden clasificarse en cuatro grupos:
• Bacterias proteolíticas. Sustratos energéticos:
Proteinas, péptidos, aminas.
• Bacterias sacarolíticas. Sustratos energéticos:
Hidratos de carbono (monosacaridos, oligosacáridos, polisacáridos).
• Bacterias sulfato-reductoras. Sustratos energéticos: Sulfatos, sulfitos, tiosulfatos, nitratos.
• Bacterias metanógenas. Hidrógeno, lactato, succinato, etanol.
La fermentación bacteriana de tipo sacarolítico (metabolismo de los hidratos de carbono) tiene lugar fundamentalmente en la primera parte del colon (colon ascendente). En esta parte del intestino el pH es 5,9. Progresivamente se avanza en el colon, esta clase de metabolismo disminuye para dar lugar a la aparición de procesos de putrefacción (metabolismo de las proteínas). Estos procesos se realizan principalmente en el colon descendente y siempre en condiciones de pH superiores (6,6-6,9). Los procesos de putrefacción en el colon descendente se caracterizan por un aumento en la concentración de moléculas de amoniaco, indoles (derivados del triptófano) y fenoles (derivados de la fenilalanina).
Flora pasajera
Las especies que constituyen la flora pasajera son bacilos gram negativos y cocos gram positivos que ingresan en el intestino a través de la dieta y que en condiciones normales han de ser eliminadas por las heces. Un aumento en la recuperación de las mismas en las heces, puede ser indicativo de una alteración en la flora intestinal fisiológica. Las especies que conforman este grupo son las siguientes: E. coli lactosa negativa, Klebsiella sp., Proteus sp., Enterobacter sp., Pseudomonas sp., Bacillus spp. Staphilococcus sp. y Streptococcus sp.
Flora enteropatógena
Ocasionalmente puede hallarse en las heces, especies que constituyen la denominada flora enteropatógena causantes de infecciones agudas, las cuales pueden permanecer de forma crónica en el paciente convirtiéndose éste en portador de las mismas. Las especies que pertenecen a este grupo son: Salmonella sp., Vibrio sp., Yersinia sp., Campylobacter sp., etc.
Estudio micológico
El estudio micológico tiene por objeto analizar la presencia delevaduras (diferentes especies del Género Candida) así como de mohos filamentosos, hialinos o dimórficos (Aspergillus sp. Mucor sp. Geotrichum sp.).
Las especies de levaduras mas frecuentemente recuperadas en análisis de Disbiosis son las siguientes:
Candida albicans 60-75%
Candida tropicalis 15-25%
Candida glabrata 10-15%
Candida parapsilosis 5-15%
Candida krusei 2-5%
en proporción menor C. guillermondii, C. inconspicua, C. lambica, C. rugosa, C. stellatoidea (Mouton, 2003).
Arriba: Antibiograma para Candida albicans.
Izquierda: Medio de cultivo específico para el crecimiento de Candida.
Importancia del mantenimiento de la flora intestinal
Entre las funciones que desempeñan las especies que constituyen la flora residente beneficiosa, lactobacilos y bifidobacterias, se encuentra la de producir substancias antimicrobianas que impiden la adherencia de bacterias como E. coli entero-patógena ySalmonella enterica. Modificar el pH intestinal por la producción de ácido láctico y otros ácidos de cadena corta, radicales peróxido, diacetilo. Establecer competencia por los lugares de adherencia y los nutrientes con especies patógenas susceptibles de colonizar el intestino.
Es por ello, que se hace necesario conocer la concentración de las mismas que ayudará a prevenir posibles situaciones de desequilibrio intestinal o Disbiosis.
Factores desencadenantes de Disbiosis intestinal
La alteración o desequilibrio en la flora intestinal ha sido definido bajo el término de Disbiosis (Mouton, 2004). La Disbiosis puede ser consecuencia de muchos factores entre los que se destacan los siguientes: Uso de antibióticos que pueden eliminar la flora intestinal fisiológica beneficiosa permitiendo la proliferación en su lugar de otras poblaciones bacterianas e incluso de especies enteropatóge-nas; presencia de un pH intestinal alcalino y mantenimiento de dietas pobres en fibra que impiden el correcto tránsito intestinal (ritmo enlentecido) favorenciendo procesos metabólicos bacterianos de putrefacción y fermentación. En este sentido, Mouton (2004), señala la importancia de una inadecuada alimentación como desencadenante de los procesos de Disbiosis. Este autor señala que dietas ricas en hidratos de carbono, orientan los procesos metabólicos de la flora intestinal hacia reacciones de fermentación dependientes de microorganismos sacarolíticos y permiten la proliferación de levaduras o candidiasis intestinal. Si por el contrario, la dieta es proteica, los procesos de Disbiosis condicionan un aumento en la flora proteolítica y como consecuencia metabolismo de putrefacción.
Clasificación de los procesos de Disbiosis
Diferentes autores clasifican los procesos de Disbiosis en cuatro categorías. Esta clasificación considera el origen del transtorno y consecuentemente la alteración tanto cuantitativa (déficit o proliferacíón de especies bacterianas) como cualitativa (ausencia de bacterias beneficiosas o presencia de especies enteropatógenas) de la flora intestinal.
Las categorías consideradas son las siguientes:
• Disbiosis intestinal asociada a procesos de putrefacción.Estos procesos son el resultado de dietas ricas en grasas y proteínas, y bajas en fibras insolubles. Estas dietas favorecen el tránsito intestinal y la llegada del alimento al colon, donde se sucederán procesos de putrefacción. Desde el punto de vista microbiológico se observa un incremento en las poblaciones de bacteroides y por el contrario un descenso en el recuento de las bifidobacterias. Este desequilibrio conlleva consecuencias bioquímicas que afectan al intestino. Entre otras se observa, un aumento de enzimas bacterianos intestinales los cuales juegan un importante papel en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal. Asimismo, la disminución en la concentración de las bifidobacterias, que forman parte de la flora fisiológica beneficiosa, conlleva la disminución en la producción de ácidos grasos de cadena corta y otros nutrientes. Los procesos de putrefacció están asociadosen muchas ocasiones a la producción de moléculas de amonio, asociados a procesos hepáticos y cerebrales.
• Disbiosis intestinal asociada a procesos de fermentación.Estos procesos están asociados a un sobrecrecimiento de bacterias con metabolismo sacarolítico en el intestino delgado. Los carbohidratos que se ingieren con la dieta son fermentados por las bacterias, con la consiguiente producción de ácidos orgánicos potencialmente tóxicos, como el ácido acético, ácido láctico y sulfuro de hidrógeno, que condicionan una disminución del pH intestinal o acidosis. El excesivo consumo de azúcares por parte de las bacterias intestinales implica una disminución de los nutrientes disponibles para su correcta y normal absorción intestinal generándose procesos de malnutrición en los pacientes afectados (Singh y Toskes, 2004). Hay autores como Eaton, Howard y Mc Laren-Howard (1995) que postulan unparalelismo entre presentar permeabilidad intestinal aumentada y observarse un ncremento en los procesos fermentativos intestinales.
• Disbiosis intestinal asociada a déficits de flora intestinal. La disminución cualitativa y cuanitativa de las poblaciones bacterianas que constituyen la flora fisiológica beneficiosa está asociada, en primer lugar al uso de antibióticos. Éstos posibilitan la eliminación de flora enteropatógena pero son responsables en muchas ocasiones de alteraciones en la flora fisiológica beneficiosa.
Asimismo, como se ha indicado, dietas bajas en fibras soluble pueden ser las responsables de déficits de la flora intestinal normal. Esta carencia se ha asociado con el síndrome del intestino irritable y a fenómenos de intolerancia alimentaria.
• Disbiosis intestinal asociada a procesos de sensibilización de la flora intestinal. Este fenómeno se produce en pacientes en los cuales existe un aumento de la respuesta inmunitaria frente a la flora normal. Esta situación parece estar relacionada con patologías como la enfermedad inflamatoria intestinal, spondiloartropatias, enferme-dades del tejido conectivo, psoriasis, acné, entre otras. En este sentido, autores como, Macpherson, Khoo, Forgacs, Philpott-Howard y Bjarnason 1996), ponen de manifiesto que pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal producen un número más elevado de anticuerpos IgG a nivel intestinal que actúan directamente sobre las bacterias fisiológicas intestinales.
Candidiasis intestinal y Permeabilidad intestinal
La permeabilidad intestinal aumentada o "leaky gut syndrome" (síndrome del intestino agujereado) es una patología cuyo diagnóstico ha cobrado un interés especial al mostrarse correlacionada con, entre otros fenómenos, la intolerancia alimentaria. El aumento de la permeabilidad intestinal se asocia también con: síndrome celiaco, enfermedad de Crohn, eczema atópico, giardiasis crónica así como de la candidiasis intestinal.
El análisis de Disbiosis permite la valoración cuatitativa y cualitativa de las cándidas en las heces. Las cándidas (levaduras) son residentes habituales de las mucosas. Se encuentran tanto a nivel intestinal como en el tracto urinario y vaginal. Las cándidas en el intestino delgado son junto con los lactobacilos los principales residentes. Las levaduras, en condiciones normales, pueden compartir microhábitat con la flora normal residente, encontrándose en su forma micelar. En determinadas circunstancias, pueden producirse desequilibrios de la flora fisiológica normal, posi-bilitando un sobrecrecimiento de la población de levaduras, que conducirá, por un lado, un aumento en la producción de moléculas de alcohol, acetaldehido y arabinosa y, por otro, un efecto mecánico de presión e invasión de sus hifas en la pared intestinal, alterando la conformación normal de la superficie del epitelio intestinal. Estos fenómenos conducirán a un aumento de la permeabilidad intestinal que se asocia al desarrollo de reacciones de tipo autoinmune.
La Arabinosa, azúcar de cinco carbonos con la función de aldehido llamada aldosa, suele encontrarse elevada en presencia de candidiasis intestinal. Se sospecha que el arabitol producido por las levaduras en el tracto gastrointestinal se absorbe en la circulación portal y luego se convierte en arabinosa por medio del hígado. Este azúcar, no se metaboliza endógenamente y se elimina por la orina, en consecuencia, niveles altos de arabinosa en orina, pueden ser un buen indicador de infecciones por cándidas. En nuestro Laboratorio cuantificamos la Arabinosa por técnicas de cromatografía.
Asimismo, niveles altos de Arabinosa se ha visto asociado a autismo en niños. Se sospecha que estos pacientes pueden presentar deficiencias de una o más enzimas que participan en el metabolismo de las pentosas. Del mismo modo, niveles elevados de Arabinosa ligada a proteínas en glicoproteínas de suero, han sido referidos en pacientes esquizofrénicos y en niños con transtornos de la conducta. La alteración de la función de las proteínas es otro de los mecanismos por medio de los cuáles la arabinosa puede afectar a procesos bioquímicos. Se han encontrado también niveles elevados de Arabinosa en muestras urinarias demujeres con vulvovaginitis debido a cándidas.
Probióticos versus reequilibrio nutricional
Los probióticos han sido definidos como microorganismos vivos los cuales administrados en cantidades suficientes confieren al individuo mejoras en la salud (Gill y Guarner, 2005) y en los procesos fisiológicos (Maija, Raipulis, Kalnina y Rutkis, 2005).
El consumo de probióticos para la promoción de la salud, fue propuesto inicialmente por Eli Metchnikoff hace casi un siglo cuando expuso su teoría acerca del beneficio del consumo de bacterias viables (Maija, Raipulis, Kalnina y Rutkis, 2005). Desde entonces y en especial en las últimas dos décadas la administración de probióticos para optimizar la flora intestinal y prevenir y/o tratar procesos digestivos ha adquirido una notable difusión. Los beneficios en la salud por el consumo de probióticos avalados por estudios clínicos con pacientes y modelos animales apuntan a considerarlos adecuados para la prevención y tratamiento de la diarrea (infantil; asociada al tratamiento antibiótico, infecciones nosocomiales), prevención de infecciones sistémicas, tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal, inmuno-modulación, prevención y tratamiento de las alergias, y efectos anticancerígenos entre otros (Gill y Guarner, 2005).
Las bifidobacterias y los lactobacilos son las especies más comúnmente utilizadas como probióticos. Asimismo, las levaduras no patógenas y entre ellas la especie Saccharomyces boulardii han sido consideradas para su aplicación como probióticos. Este último microorganismo, fue aislado inicialmente de las frutas indochinas denominadas Lychees. Estos frutos eran tradicionalmente usados en la medicina popular asiática para el tratamiento de la diarrea. Parece ser que la acción farmacodinámica de la levadura S. boulardii resulta de: su acción directa como antagonista de otras bacterias entéricas y levaduras, su capacidad para impedir el anclaje de toxinas a receptores intestinales, estimular la actividad enzimática y los mecanismos de defensa intestinales, y de su acción para destruir el receptor para las toxinas A y B delClostridium difficile por producción de proteasas (Maija, Raipulis, Kalnina y Rutkis, 2005). Por su parte, el uso de probióticos constituidos por especies de lactobacilos y bifi-dobacterias(Lactobacillus rhamnosus; L. acidophilus, L. bulgaricus, L. johnsonii, Bifidobacterium longum, B. bifidum) está siendo estudiado como una nueva estrategia para ayudar en laerradicación de las infecciones por Helicobacter pylori de la mucosa gástrica en seres humanos (Sheu, Wu, Lo, 2002; Hamilton-Miller, 2003; Pantoflickova, Corthesy-Theulaz, Dorta, Stolte, Isler, Rochat, Enslen, & Blum, 2003).
Asimismo, el uso de probióticos ha sido destacado para la prevención y el tratamiento de la diarrea causada por la bacteria Clostridium difficile (Dendukuri, Costa, McGregor & Brophy, 2005). Hay autores (Ahola, Yli-Knuuttila, Suomalainen, Pousa, Ahlstrom. Meurman y Korpela, 2002) que postulan la utilización de lactobacilos contenidos en el queso como agentes que ayudan a reducir el riesgo de contraer caries. Estos autores observaron una disminución en la recuperación de Streptococcus mutans y levaduras en la cavidad bucal en pacientes que siguieron tratamientos con lactobacilos. El consumo de lactobacilos como suplemento alimenticio de la dieta en pacientes de la tercera edad ha sido también objeto de estudio (Gill, Rutherfurd, Cross & Gopal, 2001). Se ha observado que en estos pacientes, la implementación en la dieta con Bifidobacterium lactis HN0191, permite aumentar y/o potenciar aspectos de la inmunidad celular (incrementos en las poblaciones de linfocitos T helper (CD4+) y activados (CD25+) y natural killers NK).
En este sentido, se hace necesario conocer el estado y nivel de las poblaciones de lactobacilos y bifidobacterias del intestino a fin de implementar, si resulta necesario, las poblaciones de estas bacterias con nuestra dieta. Analizar el estado de la Disbiosis intestinal pone de manifiesto la carencia o el adecuado nivel del conjunto de la flora microbiana.
Disbiosis Avanzada
La presencia de formas parásitas en heces no puede considerarse un hecho poco frecuente. Muchas de las especies de parásitos que habitualmente se aíslan de muestras clínicas presentan una distribución cosmopolita. A esta peculiaridad se le añade el hecho del constante aumento en los desplazamientos intercontinentales por motivos laborales o turísticos. De hecho se estima que más de 700 millones de turistas cruzan anualmente las fronteras con destino Europa (aproximadamente 400 millones), Asia y Pacífico (130 M), América (120M), África (29M) y Oriente Próximo (24M). Entre los cuarenta mayores receptores de viajeros, se considera que al menos en 10 de estos países, el riesgo de contraer alguna enfermedad infecciosa es alto. De esta manera, el auge del turismo intercontinental, así como el incremento del intercambio comercial mundial ha potenciado la emergencia y reemergencia de enfermedades infecciosas en los últimos años (López-Velez, 2003).
La mayoría de las especies de parásitos que causan procesos digestivos tienen una distribución cos-mopolita y presentan características biológicas y epidemiológicas que les confiere un papel primordial entre los agentes causantes de alteraciones intestinales. Entre los factores epidemiológicos se encuentra la facilidad en la dispersión de las formas parásitas ya sean protozoos o helmintos. Estos pueden ser vehiculados en el medio hídrico (agua), a través de vegetales contaminados o incluso con insectos que actúan como vectores mecánicos (moscas, cucarachas, etc.). Otra característica que facilita la infestación por parásitos es que para la transmisión es preciso un número pequeño de formas parásitas (dosis mínima infestante baja) y que en ocasiones, éstas, presentan una alta persistencia en el medio externo,siendo en algunos casos resistentes a la cloración y la acción parcial de agentes físicos y químicos (Bush; Fernández, Esch, Seed, 2001; Pumarola, Rodríguez-Torres, García Rodríguez, Pierola Angulo, 1984).
La investigación completa de formas parásitas, permite la detección de protozoos y helmintos causantes en muchas ocasiones de procesos diarreicos agudos o crónicos, dolor abdominal acompañados de anorexia, pérdida de peso, flatulencia, sangre o moco en heces, así como detectar pacientes que son portadores crónicos de los mismos.
Dentro del "Perfil de Disbiosis Avanzada" se incluye por tanto, la detección específica de un amplio abanico de parásitos entre los que se encuentran amebas (Entamoeba hystolitica/E. dispar, Entamoeba coli, Entamoeba hartmanii, Endolimax nana, Iodamoeba bütschlii), flagelados (Giardia intestinalis, Chilomastix mesnili), ciliados (Balantidium coli), coccidios (Cryptosporidium sp., Cyclospora cayetanensis, Isospora belli) y Blastocystis hominis entre otros.
Asimismo, el estudio incluye la detección de helmintos tales como nematodos (Ascaris lumbricoides, Trichuris trichiura, Ancylostoma duodenale, Necator americanus, Enterobius vermicularis),cestodos (Hymenolepis sp. Taenia sp.), trematodos (Fasciola hepatica, Schistosoma sp. etc.).
Las técnicas empleadas requieren de heces fijadas y conllevan la realización de concentraciones para asegurar el hallazgo de las formas, además de tinciones, que permitan la identificación específica y en algunos casos, cultivos parasitológicos de las mismas.
Asimismo, en el estudio de Disbiosis (Disbiosis Avanzada) se incluye la investigación de antígenos de virus intestinales comoAdenovirus y Rotvirus, ambos causantes de patologías intestinales con frecuencia severas, la detección de antígenos de la bacteria Helicobacter pylori y toxina A de Clostridium difficile.También se realiza el estudio parasitológico completo, incluyendo la detección de las formas eliminativas de las diferentes especies de helmintos intestinales y de protozoos intestinales.
Gloria Sabater
Olga González-Moreno
Agradecemos la colaboración en la redacción y puesta a punto de las técnicas consideradas en la presente edición de Notas Informativas a Dr. Josep Antón Güell i Oliva y a los biólogos Jaume Teixidor Balcelles y Sherko-Faraj Kurdi García-Salamanca.
Referencias
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Sheu, B.S., Wu, J.J., Lo, C.Y. et al.-Impact of supplement with lactobacillus and bifidobacterium . containing yogurt on triple therapy for Helicobacter pylori eradication. Aliment. Pharmacol. Ther. 16:1669-75.
Singh, (V.V.) y Toskes, (P.P). (2004).-Small Bowell Bacterial Overgrowth: presentation, diagnosis and treatment. Curr. Treat. Options. Gastroenterol., 7(1):19-28. Department of Medicine, Division of Gastroenterology, Hepatology and Nutrition, University of Florida, USA.
marcos muñoz dijo:
Dieta y disbiosis intestinal
Se trata de un desequilibrio de la flora intestinal provocado por cambios dietéticos y que puede ser desencadenante de estreñimiento o del síndrome del intestino irritable
Los cambios en la concentración de las distintas bacterias intestinales podrían contribuir al desarrollo o empeoramiento de muchos trastornos o enfermedades crónicas y degenerativas; desde la hinchazón abdominal y el estreñimiento crónico hasta la enfermedad inflamatoria intestinal (síndrome de colon irritable) e incluso migrañas y enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide.
Dieta hiperproteica y disbiosis
Según diversos estudios, la composición química de la dieta ha demostrado tener un efecto significativo en la composición y en la actividad de la flora intestinal. Se ha observado cómo las dietas ricas en fibra (con efecto prebiótico) y en probióticos (yogures y leches fermentadas) favorecen el crecimiento de las bacterias intestinales beneficiosas. Por el contrario, las dietas hiperproteicas, bajas en fibra o ricas en azúcares simples, favorecen la disbiosis intestinal con un aumento de la actividad de bacterias intestinales patógenas o de metabolitos tóxicos.
Por tanto, la presencia de muchos compuestos tóxicos depende del tipo de fermentación intestinal y ésta, a su vez, del tipo de bacterias abundantes en el intestino así como de los sustratos disponibles para la fermentación. Éstas son algunas de las informaciones que se desprenden de la revisión sobre las causas de disbiosis intestinal realizada por Jason A. Hawrelak y Stephen P. Myers, investigadores del Centro Australiano de Educación e Investigación para la Medicina Complementaria (ACCMER, en sus siglas inglesas), publicada en 2004 en "Alternative Medicine Review".
Según los autores, diversos estudios confirman que el consumo de un alto contenido de proteínas de la dieta puede aumentar la producción de sustancias nocivas por parte de las bacterias intestinales, provocando lo que se conoce como toxemia intestinal. Ya lo decía Hipócrates; "la mala digestión es la raíz de todos los males". En este sentido, se ha estimado que de un consumo diario de alrededor de 100 gramos de proteína -consumo relativamente habitual en las típicas dietas occidentales-, unos 12 gramos de proteína por día pueden escapar a la digestión enzimática del estómago y el intestino delgado y llegar intactos al colon. La proteína no digerida es fermentada por la microflora del colon con la consiguiente producción de metabolitos potencialmente tóxicos, tales como amoníaco, aminas, fenoles, sulfuro...
El amoníaco ha demostrado modificar la morfología y el metabolismo de las células de la mucosa intestinal, reduciendo su vida útil y favoreciendo el crecimiento de células intestinales cancerosas. El exceso de aminas biógenas parece tener su implicación en el desarrollo de ciertos tipos de migrañasasociadas a la dieta. La degradación de estos compuestos genera un efecto vasoditador e inflamatorio en las arterias del cerebro, lo cual explicaría el intenso dolor de cabeza en personas sensibles y con tendencia a sufrir migraña. Al parecer, en diversos ensayos se ha comprobado cómo la producción de estos compuestos se puede reducir con la combinación de una dieta rica en fibra.
El rol de la proteína animal
Numerosas investigaciones coinciden en señalar que son las dietas altas en proteína animal las que tienen un mayor efecto en la alteración de la flora intestinal. Se ha observado, tanto en animales como en humanos, que la ingestión de un exceso de proteína animal se asocia a un aumento de la actividad de ciertas enzimas bacterianas como la beta-glucuronidasa, azoreductasa y nitroreductasa, entre otras. Son éstas las responsables de la mayor liberación de sustancias potencialmente tóxicas en el intestino.
Por ejemplo, una actividad elevada de la enzima beta-glucuronidasa se asocia a un riesgo aumentado de diversos tipos de cáncer. Diversas investigaciones, la mayoría realizadas en animales de experimentación, sugieren que el compuesto químico D-glucarato cálcico, reduce la actividad de la beta-glucuronidasa, por lo que podría servir para prevenir el desarrollo de diversos tipos de cáncer. Ante estas buenas perspectivas cabe esperar al resultado de nuevas y más completas investigaciones en humanos. Lo cierto es que el D-glucarato cálcico se encuentra de manera natural en diversas frutas y hortalizas, como en naranjas, pomelos, verduras de familia de las coles (coliflor, coles de Bruselas, brócoli, etc.) y manzanas. Una vez más se confirma la evidencia del papel protector frente al cáncer que juega el consumo habitual de vegetales.
Nutrición y salud intestinal
Son diversos los nutrientes de los que se ha estudiado una asociación particular con el buen funcionamiento del sistema digestivo. El beta-caroteno, abundante en vegetales de color amarillo intenso, anaranjado o rojizo, se transforma en el organismo en vitamina A, que interviene en la salud de las mucosas, al igual que la vitamina C.
Los ácidos grasos omega 3, con presencia natural en los pescados azules, y los ácidos grasos omega 6, abundantes en frutos secos y aceites de semillas, son nutrientes con acción antiinflamatoria, especialmente interesante en caso de enfermedad inflamatoria intestinal. Los distintos tipos de fibra, propia de cereales integrales, legumbres, hortalizas, frutas y frutos secos, sirve de sustrato para la flora intestinal lo cual favorece el crecimiento selectivo de las bacterias intestinales beneficiosas. Asimismo también se está estudiando el efecto positivo sobre la microflora del colon del consumo regular de yogures u otras leches fermentadas ya que, entre otras funciones, resulta positivo tanto para el tratamiento del estreñimiento como de la diarrea.
Raul Sanchez dijo:
La Comisión Europea ha dado luz verde al segundo cultivo transgénico permitido en Europa: una patata transgénica propiedad del gigante químico BASF, cuyo almidón ha sido modificado para facilitar su utilización en la fabricación de papel, detergentes, pegamento y otros productos industriales. [1]
La autorización de este cultivo llevaba “atascada” en Bruselas desde 2005, pero la nueva Comisión europea ha ejercido la prerrogativa que le permite decidir si no hay acuerdo en el Consejo, haciendo caso omiso de la oposición de una mayoría de los ministros de los países miembros y de su preocupación por los riesgos sanitarios y ambientales de esta patata.
La autorización de la patata de BASF ha sido extremadamente controvertida, entre otras cosas por llevar incorporado un gen de resistencia a un antibiótico utilizado en el tratamiento de algunas enfermedades infecciosas, como la tuberculosis. La legislación europea sobre liberación de organismos manipulados genéticamente (OMG) exige la retirada de este tipo de variedades, debido al riesgo que supone la propagación de la resistencia a antibióticos a bacterias patógenas, y dado que actualmente existen tecnologías que permiten eliminar el gen de resistencia. [2] De hecho, esa fue la razón para la retirada en 2005 del maíz transgénico cultivado en España desde 1998, cuyos riesgos habían sido denunciados reiteradamente por las organizaciones ecologistas. Sin
embargo, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) se ha plegado una vez más a los intereses de la industria, retractándose de dictámenes anteriores y avalando la seguridad de la patata de BASF con un informe de Junio 2009 en el que afirma que la posibilidad de transferencia a bacterias de la resistencia a antibióticos es remota, y
sólo ha sido demostrada en el laboratorio (no en la Naturaleza). Remota,
aunque posible ¿dónde queda el principio de precaución?
Por otra parte, la autorización de un cultivo MG con destino industrial abre la puerta a una nueva generación de plantas transgénicas enormemente preocupante: las variedades diseñadas para producir almidón, plásticos y todo tipo de compuestos químicos con destino industrial, y los denominados “farmacultivos”, que producirán fármacos destinados a la industria farmacéutica. La posibilidad de contaminación de la cadena
alimentaria por estos productos ha hecho que en Estados Unidos las primeras autorizaciones de este tipo de cultivos hayan suscitado un considerable rechazo. En el caso de la patata de BASF, está previsto que sus residuos sean utilizados para alimentación animal, y la contaminación de toda la cadena alimentaria es prácticamente inevitable, con los consiguientes riesgos para la salud.
La manipulación de los cultivos alimentarios para modificar su composición, adaptándola a las necesidades de la industria, demuestra claramente la falacia de las promesas de la industria biotecnológica, que presenta esta tecnología como la solución para el hambre en el mundo. Los cultivos transgénicos que se comercializan en el mundo no están diseñados para alimentar al planeta, sino fundamentalmente para
beneficiar a la industria agroquímica, como demuestra el hecho de que más del 80% sean variedades resistentes a herbicidas. Se estima que sólo en Estados Unidos este tipo de cultivos ha incrementado el uso de herbicidas en 173,5 millones de kilos durante los últimos 13 años, provocando la aparición de malas hierbas resistentes a los herbicidas,
que amenazan ya con convertirse en una pesadilla para los agricultores… y generando un gran negocio para las grandes transnacionales agroquímicas. [3]
La patata de BASF es una prueba más de cuales son las prioridades de la industria de los transgénicos, y de qué modelo de agricultura y de alimentación pretende imponer. Solamente una de cada cuatro patatas producidas en la Unión Europea se destinan a alimentación humana. Alrededor de la mitad va a parar a piensos animales, y la cuarta parte restante se utiliza como materia prima en la producción de almidón, de
alcohol y de otros productos industriales. [4] En Alemania, tradicionalmente un gran consumidor de patatas, la mitad de la cosecha actual de este cultivo se destina a la industria (para la fabricación de almidón, de alcohol, de piensos…), mientras en el consumo humano cobra creciente peso la utilización de patata en alimentos procesados,
envasados, y transportados a grandes distancias. Se estima que de una media de 285 kilos de patatas anuales, el consumidor alemán ha pasado a ingerir unos 70 kilos, de los cuales el 50% se compone de productos elaborados, mucho más lucrativos para la agroindustria. [5] Este tipo de consumo está ligado a un modelo de agricultura y de alimentación despilfarrador de energía y de recursos, y dependiente de importaciones
(piensos, aceite de palma, etc.) del Sur Global, que está minando la soberanía alimentaria de estos países y en última instancia el futuro de la alimentación mundial.
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Cómo funcionan los probióticos
"A primera vista puede parecer decepcionante que las bacterias de los probióticos no sean capaces de colonizar el intestino, pero lo que este estudio demuestra es que, aunque la flora no cambie, sí adquiere propiedades y características bioquímicas de los microorganismos que se han ingerido",
"Hasta ahora sabíamos que en personas con patología intestinal, los probióticos podían mejorar los síntomas, pero no conocíamos cuál era el efecto en las personas sanas", señala Pérez Jiménez. "Este estudio señala que generan modulaciones, aunque no se pueden sacar conclusiones precipitadas. Aún no sabemos si esos cambios son beneficiosos por lo que la realidad es que hay que seguir investigando", añade.
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/11/02/nutricion/1320217746....
claro anita en galicia hay muy buenos yogures quesos y mantequillas de los naturales
marcos muñoz dijo:
anna insectisida dijo:
Gracias por los enlaces Raúl,encontré esta revisión reciente (inglés) que encaja muy bien con el tema de los efectos secundarios ( incluye 14 ensayos clinicos ),se evalua la efectividad y seguridad de los probioticos en la prevención de infecciones del tracto respiratorio superior - (Probiotics for preventing acute upper respiratory tract infections).Los autores concluyen que durante el transcurso de la infección respiratoria del tracto superior los estudios contra placebo reducen el número de casos,es decir que son efectivos (aunque se admite la falta de datos para extraer conclusiones en la población anciana)-Resumen
Este otro estudio holandés no cambia mi opinión acerca de los probióticos, porque extrae conclusiones aplicando un criterio similar a otros casos,pero vale la pena echar un vistazo.Al parecer el aumento excesivo de algunas bacterias estuvo inducido por los probióticos + infección pancreática. Pero sólo ocurre en determinados casos de páncreas y ni ellos mismo entienden o saben exactamente si realmente fue así. Lo cual no aclara mucho que los probióticos tengan efectos secundarios o no sean una buena medida de acción pero aún así creo que es una información útil por los argumentos en contra.
Muy buena idea la ruta del Kefir,me apunto.
Un abrazo!!
Pues esooo, la Ruta del Kefir, genial, Kefir enriquecido con Kefir!
Raul Sanchez dijo:
Deveriamos de crear la "Ruta del Kefir" ¡¡Que rule, que rule!! el Kefir...
rule = dar vueltas