Este tipo de estrategia, suele ser habitual y es la que desde siempre ha servido para promocionar la hipótesis del VIH.En todos los casos se hace de forma exagerada con la idea de asustar.El caso de una mujer de Florida supuestamente contagiada de SIDA por su dentista se convirtió sin lugar a dudas en el caso más notorio.
La historia comienza a finales de 1986, en el pequeño pueblo de Stuart en la costa de la Florida.
David Acer, era un dentista que había comenzado su práctica clínica cinco años antes.
Tras un período de malestar continuado Acer decidió consultar con un médico. Ser un activo homosexual hizo indispensable que le realizaran “las pruebas del VIH” El resultado fue positivo. Aunque preocupado por la noticia, se sentía aún razonablemente sano y no veía ninguna razón para no continuar con su trabajo, ni con su acelerado estilo de vida.
Un año más tarde experimentó un empeoramiento de los síntomas y una visita a su médico le confirmó el diagnóstico: SIDA completamente desarrollado. El sarcoma de Kaposi,cubrió la parte interior de su garganta y su recuento de células T había descendido a niveles peligrosamente bajos. Todos los síntomas sugerían el amplio consumo de "poppers "y otras drogas comunes dentro del grupo de homosexuales que de forma habitual suelen frecuentar saunas y otros establecimientos para relacionarse sexualmente .Acer podía ver como su vida poco a poco se consumía. Continuó la práctica de la odontología, manteniendo discreción sobre su vida sexual, su salud y asegurándose de seguir las directrices estándar sobre la infección para proteger a sus pacientes.
En diciembre, en 1987,sacó dos molares a una estudiante universitaria de diecinueve años de edad, Kimberly Bergalis. En ese momento no tenía idea de los negocios tan importantes que un día se promocionarían con su desafortunada víctima.
La historia vuelve a retroceder en el tiempo hasta mayo de 1989, cuando Bergalis desarrolló una infección oral transitoria por levaduras (candidiasis oral ). Más tarde durante ese mismo año tras el estrés emocional por un examen actuarial para el estado de Florida, se sintió un poco mareada hasta que el mareo se convirtió en vértigo continuado que duró todo el tiempo de la prueba . Después, los síntomas desaparecieron. Pero una breve neumonía la envió al hospital en diciembre de ese mismo año, donde le realizaron las pruebas del VIH. La casualidad quiso que ella tuviera anticuerpos contra el “virus”.
Hasta este punto, ninguna de las enfermedades ocasionales que Bergalis había tenido, se diferenciaban de los problemas comunes de salud que podemos encontramos en muchas personas VIH-negativas. Pero la prueba positiva del VIH hizo que cambiase su actitud, así como su tratamiento médico.
No había trascurrido tres meses cuando los CDC ya había oído hablar de su caso, posiblemente por la presencia de los miembros encargados de la supervisión del departamento de salud de Florida (EIS), que dieron lugar a que se investigara más a fondo.
En el equipo de los CDC se encontraban miembros del EIS como Harold Jaffe, Ruth Berkelman y Carol Ciesielski.
Bergalis negó cualquier uso de drogas por vía intravenosa o transfusiones de sangre e insistió en que ella era virgen. Pero durante el prolongado examen, los funcionarios de los CDC se tropezaron con el estado positivo de su dentista ,David Acer y establecieron la conexión con Bergalis.
Antes de la hipótesis VIH / SIDA, ningún médico competente en su sano juicio habría relacionado a un dentista con un tumor de Kaposi y una paciente con una infección oral por levaduras, no tenía nada en común. Pero en la era del SIDA, los médicos tienden a descartar el sentido común. Tanto el dentista como la paciente llevaba un virus inactivo y eso ya era suficiente.
Entusiasmados por su descubrimiento, los CDC audazmente anunciaron los resultados en su boletín semanal, el mismo que nueve años antes había emitido los cinco primeros casos de SIDA. El 27 de julio 1990, el tema desbordo por completo toda lógica, convirtiéndose en pura ciencia ficción - que el odontólogo de alguna manera era el responsable de la infección de Bergalis.
Naturalmente, la especulación del CDC saltó directamente a los titulares de la prensa y al prime time de todos los noticieros de televisión.
Acer murió a principios de septiembre de 1990.Mientras tanto Bergalis buscaba atención médica en la Universidad de Miami, donde fue tratada con una terapia "experimental" no identificada.
Sin duda este era el lugar apropiado para dichas terapias. Margaret Fischl , jefa del ensayo de la II fase del AZT, trabajó en ese centro médico, que fue utilizado como uno de los doce centros patrocinados por Burroughs Wellcome para el estudio. Así es como a Bergalis le fue prescrito AZT.
De repente ella comenzó a tener un rápido deterioro en la salud. En una parte de una carta escrita por Bergalis muestra su enfado, reconociendo los síntomas como resultado de la venenosa medicación:
“He sentido un tortuoso dolor que me invadía cara y cuello, provocado por el AZT. He soportado viajes dos veces por semana a Miami durante tres meses sólo para recibir dolorosas inyecciones intravenosas. He recibido transfusiones de sangre. Me han realizado una biopsia de médula ósea. Mi corazón llora de dolor.”
Esto sólo fue el comienzo. Su infección oral empeoró y se convirtió en incontrolable, perdió más de treinta libras, su pelo poco a poco se cayó, sus músculos se consumieron, los glóbulos rojos dejaron de responder, por lo cual tuvo que someterse a repetidas transfusiones. Tuvo fiebres altas que alcanzaron máximos importantes. Para finales de 1990, su recuento de células T se había reducido de un promedio de 1.000 a apenas 43 copias.
Ella parecía una paciente de quimioterapia - exactamente en lo que se había convertido ahora.
Los CDC vieron su oportunidad de oro en el caso Bergalis para promover una política “seria”de SIDA. Dieron a conocer un segundo informe sobre el caso Bergalis, anunciando su convicción de que cuatro pacientes más del Dr. Acer también habían sido infectados por él, e incluso los pacientes encuestados de otros médicos VIH-positivos y dentistas - lo que sugería que todos los pacientes VIH-positivos también habían sido infectados por sus médicos.
Los medios de comunicación alimentaron el delirante resultado y en cada programa de televisión importante se hablaba sobre el tema , así es como en todas las revistas nacionales, hicieron correr la historia del miedo, con la incesante publicidad del CDC.Que sin lugar a dudas tuvo el efecto esperado: A mediados de 1991, más del 90% de las personas creían que los médicos VIH positivos deberían estar obligados a informar a sus pacientes de su estado, y una clara mayoría se pronunciaba a favor de la prohibición de que dichos médicos continuasen ejerciendo la medicina. Muchos médicos, se enojaron por la campaña de publicidad, acusaron al Centro Federal de Control de Enfermedades de alarmar innecesariamente al público.
Los CDC ciertamente tuvieron una agenda detrás de su campaña.En julio de 1991,la agencia emitió un conjunto de normas propuesta que obligaría a los médicos a seguir medidas extraordinarias, supuestamente para proteger a sus pacientes de la infección por el VIH. Al exagerar el caso Bergalis, los CDC habían creado suficiente pánico entre el público que mayoritariamente reaccionó de forma violenta a favor de esta campaña.
Para dramatizar más el asunto, Bergalis fue llevada a declarar ante un atónito Senado en octubre de 1991. Sus músculos estaban destruidos en gran parte por el AZT, tuvo que ser llevada en silla de ruedas. El enfurecido testimonio que susurró al micrófono, causó un importante impacto emocional ante los atentos congresistas y en toda la audiencia televisiva.
El Congreso pronto aprobó una nueva ley que exija a los Estados a adoptar las pautas de los CDC - o bien comenzarían a perder los fondos federales. Cuando la profesión médica se resistió a las nuevas normas, la Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), que trabaja en estrecha colaboración con los CDC, intervino con reglas paralelas propias. Por la amenaza de procesamiento penal, de laboratorio y de los trabajadores médicos que ahora deberían seguir regulaciones increíblemente restrictivas sobre sus prácticas y equipo, así como el enfrentarse a un aumento de los trámites burocráticos.
Culparon al virus latente del dentista y su supuesta transmisión del deterioro de Bergalis.
Ella recibió un premio de 1millón$, sin previo aviso en compensación por parte de la compañía de seguros del dentista.Repartió el dinero a una variedad de amigos, familiares, y organizaciones contra el SIDA, y le dijo a su padre que comprarían "un nuevo Porsche rojo . Quizás hubiera sido mejor que ella destinase ese dinero en demandar a Burroughs Wellcome.
Bergalis murió en diciembre de 1991,a la edad de veintitrés años,habiendo tomado AZT durante dos años.Su muerte se convirtió en el máximo símbolo del poder mortal del VIH.
Nadie señaló que, de acuerdo con la hipótesis del VIH, el virus debe estar diez años latente para matar a sus víctimas, especialmente alguien como Bergalis sin otros factores de riesgo. Había muerto en el plazo de cuatro años después de su primera visita al doctor Acer. Como sus síntomas indicaban,fue el AZT lo que debió ocasionar su muerte en lugar del “VIH”.Así de frustrados y enojados recordaban lo sucedido,la familia de Kimberly ,un año después de su muerte.
En diciembre de 1992 Sherry Johnson de dieciocho años de edad, otro ex paciente del doctor Acer dio positivo para el VIH, pero no tenía síntomas.Dos meses más tarde, comenzó a tomar AZT.Cuando el consumo de AZT comenzó a ser ingerido de forma periódica, Sherry admitió que se sentía bastante mal.
Los CDC continuaron explotando la historia de Bergalis como prueba de riesgo de transmisión del VIH médico-paciente. Algunos de los dos mil ex clientes de Acer se ofrecieron de forma voluntaria para realizarse las pruebas del VIH. Siete de ellos fueron positivos, incluyendo a Bergalis, dos de ellos con factores de riesgo estándar para el SIDA. Eso puso de manifiesto que cinco personas supuestamente contrajeron el virus de Acer.
Para ampliar su búsqueda, los CDC analizaron a casi un total de dieciséis mil pacientes que eran atendidos por unos treinta y dos médicos VIH-positivo en todo el país, la búsqueda dio como resultado a ochenta y cuatro pacientes infectados.
Aunque los CDC ciertamente desconocía cómo el VIH podía pasar de los médicos a los pacientes, no tuvieron reparo alguno en anunciar la supuesta amenaza. Curiosamente, cuando se enfrentan a un resultado inesperado de una prueba no validada los CDC no proceden con cautela.Publicaron sus conclusiones en julio de 1990 sin una verificación adicional.
Sobre la base de su propia investigación,las compañías de seguros llegaron a la conclusión de que las cepas del VIH en los cinco pacientes eran diferentes de las encontradas en Acer,lo que significa que cada uno lo cogió de una fuente diferente. Un estudio de la Universidad Estatal de Florida, apoyó esta conclusión.Incluso los CDC reconocieron esta evidencia,aunque preferían creer en que el dentista había infectado Bergalis.Pero los propios números de los CDC lo dicen todo.Se estimó que 1 millón de estadounidenses tenían el VIH, en una población total de 250 millones. Así,que 1 de cada 250 estadounidenses tenían el virus.Cinco pacientes infectados por el VIH del Dr. Acer,de 1100 que se realizaron la prueba, esto es 1 de 220, prácticamente idéntica a la media nacional.Lo mismo sucede con la proporción de VIH-positivos de los pacientes de los 32 médicos,en activo 1 de 188. Estos pacientes VIH-positivos sólo representan muestras aleatorias de la población en general.
Según la hipótesis oficial el “virus” se transmite como otros retrovirus, de madre a hijo durante el embarazo. Aunque no hay evidencia alguna en el caso de la madre de Kimberly Bergalis, ella nunca se realizó la prueba de anticuerpos contra el VIH, ni las madres de los otros pacientes del Dr. Acer. Tal vez Kimberly tuvo el virus inofensivo durante veintitrés años ?
La teoría difundida por los CDC que culpabilizada a el Dr. Acer como el causante del contagio a sus pacientes comenzó a derrumbarse en la gran prensa en 1994, cuando un periodista de investigación, investigado el caso de las presuntas víctimas del doctor Acer. Encontró suficientes evidencias de que todo había sido relacionado de una forma tan débil que ponía en evidencia la reputación científica, así como el caso de negligencia cometida por los abogados.
El primer el informe arroja dudas sobre la evolución en el tiempo de transmisión del SIDA del Dr. Acer a sus pacientes.
"Ella desarrolló el SIDA en sólo dos años después de la cirugía, y sólo el 1 por ciento de los pacientes positivos para el VIH desarrollan la enfermedad de forma repentina y total."
La investigación reveló que uno de los otros seis pacientes que Acer presuntamente infectó,había visitado la clínica dental una única vez, para realizarse una limpieza dental y no fue atendido por Acer .El informe también cuestiona la dependencia exclusiva del CDC y la negligencia del abogado sobre la técnica empleada para identificar el ADN y hacer que sus huellas coincidieran con el “virus” de Acer y la de los seis pacientes.
Esta misma técnica también fue utilizada para determinar la demanda que hizo el Dr. Gallo cuando intentaba adjudicarse al “VIH” como propio de lo que fue obtenido por su rival francés Montagnier.Varios expertos impugnaron directamente la prueba de huellas dactilares de ADN que vinculaban al dentista con sus pacientes, emparejado otras cepas de “VIH” del virus .
La investigación del caso " Acer " sin saberlo,de nuevo apoyan la hipótesis de que el SIDA esta causado por las drogas recreativas y el AZT.Razón por la cual los "CDC deberían haber retomado el caso de nuevo.
Sólo tres de los seis casos " Acer " desarrollaron el SIDA, y todos y cada uno de ellos fue por las drogas: Bergalis fue por el consumo de AZT, un homosexual de treinta años que estaba involucrado en el trafico de drogas y otro hombre que era adicto al consumo de crack.
Extraído de la última sección del capítulo nueve del libro de Peter Duesberg- Inventing the AIDS Virus -. Con terapias como estas, ¿quién necesita enfermedad?
Comentarios
Yo naci en 1976 desde que tengo uso de razón sexual, el HIV siempre estuvo presente en mi vida, no sólo en las relaciones que sostuve (Soy gay por lo que siempre creí que estaba más expuesto que el resto de la gente) sino en la información que me daban en la escuela, en la calle, en la TV y el cine, no nos olvidemos que Filadelfia ayudo a implantar el proceso de la enfermedad desde un punto completamente Hollywoodense... les dejo el link de una película que es muy buena, es un documental, donde se habla en una parte del HIV/SIDA, para los que en la actualidad estamos un poco más informados, al ver esta película, uno se da cuenta porque el mundo gira entorno al SIDA. Gracias a toda la mierda que me metieron en la cabeza, el día que fui etiquetado me sentí una basura, aún, a pesar de pensar diferente, me cuesta a veces bajarme del tren del SIDA, cada vez que me estoy por subir trato de sentarme en frente de la PC y leer y leer comparando una versión con la otra, por algún motivo la versión no oficial es la que siempre gana...
http://www.cuevana.tv/#!/peliculas/2513/american-swing
Afirmar que un agente infeccioso causa el SIDA trajo el pánico,como cualquier persona que haya vivido en la década de1980 puede recordar.Lo que queda son "leyendas urbanas" como el caso de este "dentista de Florida", que supuestamente infectó a 5 de sus pacientes, especialmente a Bergalis que posteriormente murió de envenenamiento por el tratamiento antirretoviral para el "VIH", no de SIDA .Aunque en realidad,esta historia ha sido totalmente desmentida por Root-Bernstein o posteriormente como dice Martin, por un artículo que dio pie a un espacio de televisión y le costo el despido al periodista Stephen Barr, después que los CDC rechazasen el materia calificándolo de engañoso
Saludos!!
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Entre otras cosas, seguramente eso fue lo que la llevo a un positivo, más allá de eso, si en la actualidad los test a veces son imprecisos no me quiero imaginar como eran antes cuando se sabía menos que ahora sobre el HIV y eso no es poco ya que ahora se sabe un poquitito más que antes, no es que se avanzó mucho en 30 años...
De aquí se podría suponer la causa que provocó que el Test diese "positivo", no?...
Se suponía que ella era virgen, que no había consumido drogas y que no había recibido transfusiones de sangre, por lo que, la historia que ella contaba con respecto al pobre dentista, no sólo ayudaba a que esta falsa historia tomara más fuerza, sino que la deja a ella como una víctima de lo que le estaba pasando, sin embargo, cuando se le hizo la autopsia se descubrió lo siguiente:
La preocupación fue creciendo sobre la veracidad de las manifestaciones de Bergalis en relación a que ella nunca había tenido un contacto sexual. En el libro sobre ella The gravest show on Earth: America in the age of aids (‘el espectáculo más grave del mundo: Estados Unidos en la era del sida’), escrito por Elinor Burkett demuestra que las primeras dudas acerca de la veracidad de la infección «virginal» de Bergalis habían surgido en una reunión de los CDC en febrero de 1992: un examen ginecológico había determinado que Bergalis tenía lesiones vaginales, que se consideró el resultado de una enfermedad de transmisión sexual. Además la entrada vaginal de Bergalis estaba abierta y su himen era irregular a ambos lados; esas condiciones son coherentes con las relaciones sexuales vaginales. El examen halló lesiones en la vulva, una biopsia estableció que tenía VPH (virus del papiloma humano). En junio de 1994, el programa televisivo 60 Minutes informó que Kimberly Bergalis había sido tratada de verrugas genitales, una enfermedad de transmisión sexual. Finalmente se la veía en una grabación de video admitiendo que durante su vida había tenido relaciones sexuales con dos hombres diferentes.
A las pruebas siempre nos remitimos... no?
Muchas gracias por el artículo. Ya está twiteado.
La fuerza mastodóntica de la manipulación...