Con gran placer presentamos la traducción al español del libro de Peter Duesberg “La invención del Virus del Sida”, el cual consideramos un hito fundamental en la historia de la virologia, al ser Duesberg el primer científico que cuestionó formalmente la teoría oficial VIH = SIDA.
Este material no estaba hasta ahora disponible al lector de la lengua española, si bien gran parte de la información con la que cuenta la disidencia, ha partido de esta misma fuente, a traves de diversos artículos. Peter Duesberg es conocido tanto por ser uno de los referentes de la virología moderna – fué el descubridor del primer “oncogen” humano - como también por no aceptar, con fundamento científico, la teoría del VIH como causa del SIDA. Esta teoría es la que hasta el día de hoy el Stablishment médico propaga y difunde hasta el último rincón de la tierra, forzando a la población “de riesgo” a tests y medicaciones tóxicas. Para aquel que aún halla inconsistencias tanto en la crítica como en la explicación del origen de esta “epidemia”, la recapitulación histórica presente en este libro seguramente llenará muchas lagunas.
También encontraremos, por otra parte, que muchos virólogos o expertos, no son “científicos” que esten mas allá del bien y del mal, sino sujetos capaces de errores garrafales, conductas reprobables, codicia sin escrúpulos, manipulación y omisión de datos, en pos de su propia carrera y bolsillo, respaldados muchas veces por un lobby farmaceutico . “Errores” que pueden costar la vida de miles de personas. En estas páginas veremos desfilar los nombres de Fauci, Gallo, Baltimore, Montagnier, Salk, y muchos otros.
La traducción no resulta una tarea fácil cuando se abordan aspectos técnicos . Pero el estilo y la exposicion de Duesberg son claros y exhaustivos, abarcando el mismo problema desde diferentes ángulos, considerando las diferentes hipótesis y documentando puntualmente todo el material. Aqui se encontrará finalmente la explicacion de porqué el VIH no puede causar el SIDA, y quizá la respuesta a qué es lo que lo ha venido causando desde sus primeros tiempos.
En esta cuestión de vida o muerte , que así ha sido planteada desde la medicina y que es la que impulsa en realidad todo el debate, cada interesado en una opinión diferente y cada víctima por igual, se ha visto obligado practicamente a convertirse en un experto por interés en su propia vida y por búsqueda de la verdad. Para todos ellos esta informacion es invaluable. En el contexto actual una mirada como la de Duesberg es de suma importancia.
Aquí ya el Capítulo1 para descargar en PDF desde el enlace CAPITULO%20I.pdf
Comentarios
Que gran trabajo y que ganas de poder contar con este interesante libro traducido al castellano. Gracias por tu trabajo Alex Denda.
Muchas gracias por los comentarios, iremos publicando los capítulos, no todos sino los mas relevantes que son varios, el debate queda abierto..
Exelente justo lo que necesitaba para convencerme mas ya que aveces la fe me falla lo leere haora mismo , gracias !
Un excelentísimo aporte a la página y a la biblioteca disiente. Leí hace algunos años este libro en su idioma original y me quedaron una serie de dudas que espero esta versión pueda despejar. La invención del virus del sida es, sin duda, una de las piedras angulares del pensamiento disidente. Muchas gracias por tomarse el esfuerzo para tenerlo en nuestro idioma.
Sí, según el mismo Robert Gallo, Duesberg era la máxima autoridad mundial en el campo de los retrovirus, de hecho fue el primero en trazar el plano de la estructura genética de un retrovirus. Claro que hoy en día, a medida que van siendo más conocidos los trabajos e investigaciones de científicos como Stefan Lanka y otros, el mundo de la virología, tal como ha sido concebido hasta ahora (con unos esquemas que no han variado prácticamente desde los años 50 del pasado siglo), está en una profunda crisis, lo que afecta a la misma existencia de los virus como entidades causantes de enfermedades, hablándose mucho de los exosomas, por ejemplo, partículas no infecciosas que las células producen en circunstancias de estrés, que otros llaman virus...
Para mí poca importancia tiene que, en la discusión habida entre Peter Duesberg, que mantenía la tesis de que el virus existe pero no es la causa del sida y Eleni Papadopulos, biofísica australiana, cuya tesis es que el virus ni siquiera existe, haya resutado perdedor Duesberg, después de todo él demuestra que el sida no tiene carácter infeccioso, habiendo hecho otras importantísimas aportaciones a la hora de entender otros aspectos del sida que es muy importante conocer, como son los aspectos históricos, en los que su contribución es inestimable.
He de confesar que, en lo que a mí toca, fueron los trabajos del Dr Duesberg los que más contribuyeron, en un principio, a abrirme los ojos en relación con el fraude mayúsculo del vih-sida.
Puedo decir también que, por lo que respecta a España, la mayoría de las personas que supimos de Duesberg y de sus trabajos fue a través del finado Alfredo Embid (q.e.p.d) y su revista Medicina Holística, una revista de gran calidad, que tocaba temas de crítica médica y de las llamadas medicinas complementarias (acupuntura, medicina china tradicional, homeopatía...), de la que fui suscriptor durante años.
Fue en un número especial de Medicina Holística, dedicado íntegramente al tema del sida, donde encontré el trabajo de Duesberg "Sida adquirido por consumo de drogas y otros factores de riesgo no contagiosos", ese trabajo, donde se reúnen docenas de argumentos de todo tipo, fue definitivo para mí a la hora de entender que la inmunodeficiencia adquirida no es un asunto de naturaleza infecciosa Duesberg.
Creo sinceramente que Duesberg es muy importante a la hora de entender todo el montaje del sida, y digo montaje porque esto va más allá de un simple error científico (cadena de errores más bien), porque nos sitúa en el contexto espacio-temporal donde surge la teoría del vih-sida, qué es lo que pasaba en la ciencia en esos momentos, por qué se decantaron por la idea del sida infeccioso, quiénes fueron los artífices, detallando también la ingente cantidad de recursos que se pusieron en marcha en los EE UU, en los distintos ámbitos, para inculcar en la población la idea del sida infeccioso, algo que tendremos ocasión de conocer (gracias al importantísimo trabajo de nuestro compañero Ale Denda), en próximos capítulos que publicaremos.