Esta, bien podría ser la crónica de unos “daños colaterales” anunciados o quizá, de una nueva actuación criminal de la toda poderosa industria farmacológica. Como ya sabrán, el Ministerio de Sanidad y Consumo ha ordenado la suspensión temporal de un lote de vacunas de la marca Gardasil (del laboratorio Merck) contra el virus del papiloma humano (VPH) tras conocerse la existencia de dos casos de efectos adversos en niñas. Hasta el momento se calcula que han sido vacunadas más de ocho millones de niñas en Estados Unidos y cerca de dos millones en Europa. Hasta ahora las cifras señalan 8.864 efectos adversos y 18 muertes entre las vacunadas, por lo que mientras no sea descartada la vacuna como causa, al menos, debería ser tenida muy en cuenta por quienes se planteen ponérsela a sus hijas. De hecho, la publicación española Discovery DSalud lo había avisado en octubre de 2008. La vacuna contra el virus del papiloma humano, ya arrancó con serias controversias que, en un sector de la medicina originaron justificadas suspicacias pues esta, se aprobó por la vía rápida, saltándose gran parte de los protocolos y mecanismos que avalen la seguridad de la vacuna. Para entender el negocio-comercialización de la operación y el alto interés mercantilista, habría que comenzar por explicar que la urgencia por vacunar no se justifica en ningún caso. Sin embargo, el marketing del miedo ha logrado que millones de personas vacunen a sus hijas. El Virus del Papiloma Humano no es una enfermedad aerotransportada altamente infecciosa que justifique una vacunación masiva. No hay un riesgo inmediato de transmisión rápida del VPH en nuestras escuelas al igual que pudiera llegar a ocurrir en un momento dado con un brote de meningitis o sarampión. Pero sobre todo, la vacuna, no es ni mucho menos, el mecanismo apropiado para luchar contra el cáncer de cuello de útero. Sin embargo, la corrupción, el dinero y el poder, arrasan con todo resquicio de dignidad humana. Esta claro que, la vacuna no cura y por su puesto, si la niña estuviera infectada, no sirve para nada. La vacuna del VHI solo previene y esta por ver realmente en que grado y con que consecuencias. Veamos porque digo esto último: la vacuna solo cubre cuatro de las cien cepas a las que se considera responsables del 70% del cáncer de útero. Estas cuatro cepas que la vacuna anula, en el organismo se convierten de manera sistemática en los denominados en términos médicos comonichos. Dichos espacios, que quedan temporalmente vacíos, serán poblados por distintas cepas que, actuaran con más agresividad y originando, por tanto, una más rápida infección y propagación del cáncer de útero. Ósea, que se anulan cuatro de las cien cepas pero, se incentiva la actuación de las restantes con mayor poder agresivo. Por tanto, cuando en un futuro próximo se trate a enfermas de cáncer de útero, vacunadas con la vacuna del VPH, el sistema se jactara en manifestar que el virus que lo ha propiciado no es ninguno de los cuatro contra el que fue puesta la vacuna, sin embargo, no se explicara que, probablemente, la propia vacuna ha sido la causante de la enfermedad. Además de esta circunstancia, que muy pocos han manifestado abiertamente, habría que añadir los efectos adversos, muchos de ellos totalmente desconocidos y que la medicina, no sabe como abordar. Por todo ello, la efectividad de la vacuna contra el VPH, no demuestra la efectividad que se lanzo en un principio a bombo y platillo, todo lo contrario. Para hablar con propiedad, se podría decir que los perjuicios, superan a los beneficios. Demasiadas incógnitas sin solución sobre la vacuna. Por ejemplo, ¿es potencialmente tóxica? ¿Y carcinogénica? Digo esto porque en un informe sobre los protocolos de los ensayos presentados a la FDA, que yo mismo he examinado, los científicos de Merck, reconocieron que "el potencial de Gardasil para causar genotoxicidad o carcinogenicidad no ha sido evaluado". ¡Increíble! ¿Y puede afectar la vacuna a la fecundidad de las niñas vacunadas? Tampoco está claro. Porque las pruebas se realizaron sólo en ratones y evidentemente, los ensayos con ratas sin otros soportes científicos, no pueden ser concluyentes. En absoluto se ha explicado a la opinión pública que no puede afirmarse definitivamente que la vacuna prevenga el cáncer. Y, por supuesto, tampoco lo combate ya que no tiene actividad antitumoral alguna. La vacuna sólo ha "demostrado" en sus ensayos prevenir lesiones "precancerosas". Lo que no se dice es que en la gran mayoría de tales casos esas lesiones precancerosas se curan sin problemas con otros tratamientos sencillos. Científicamente, para saber si la vacuna realmente puede prevenir el cáncer de cuello uterino presuntamente causado por el Virus del Papiloma Humano tendrán que pasar al menos 20 o 30 años, como mínimo. Todo lo que le digan hoy sobre esa posibilidad es pura fantasía. De momento, yo me quedaría con la declaración que la doctora Diane Harper -investigadora principal en el desarrollo clínico de la vacuna tanto para Merck como para GlaxoSmithKline - hizo aMedscape Oncology "Los efectos secundarios que se han notificado son reales y no pueden ignorarse". Lo único que parece quedar claro hasta el momento, en torno a la vacuna del VPH, son un rosario de mentiras y un negocio redondo para la industria farmacológica. Pese a todo, los políticos permanecen estáticos, quizá, porque por encima de ellos, prevalece la voz y el poder de los que mueven los hilos del mundo. Felipe Medina
http://www.fotoebora.com/Jose_Tomas/papiloma_humano.htm
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cancer (2)
Entérate de una serie de hechos sobre el cáncer sobre los que habitualmente no se nos habla en esta interesante entrevista con Alfredo Embid, presidente de la AMC, (Asociación de Medicinas Complementarias).
Enlace para este documento:
http://www.amcmh.org/PagAMC/downloads/ads158.htm