guerras (2)

 

El artículo del estadounidense Michael Rivero “Todas las guerras son guerras de los banqueros”, (http://www.bibliotecapleyades.net/sociopolitica/sociopol_globalbanking309.htm), suscita algunas reflexiones al trasladarlo al tema del sida.  

 

Intentaremos hacer un poco de memoria, para lo que pueden servir los párrafos que siguen, tomados de un pequeño trabajo de divulgación (el cual a su vez se basa en gran parte en la información que aporta el Dr Peter Duesberg en su libro “Inventing the AIDS virus”), hecho hace años y que se publicó hace tiempo en esta página bajo el título de “Construyendo el mito del sida infeccioso” http://superandoelsida.ning.com/profiles/blogs/construyendo-el-mito-del-sida

En 1986 la Academia Nacional de Ciencias de los EE UU (NAC) nombró un comité para enfrentarse al problema del sida, presidido por David Baltimore, un destacado e influyente virólogo. Este comité, tras estudiar las “pruebas” de Gallo-Montagnier, llegó a la conclusión de que “la evidencia de que el virus VIH causa el sida es científicamentes concluyente”. Según el Dr. Peter Duesberg, la Academia convertía la hipótesis de Gallo en un dogma de fe, siendo la primera vez en su historia que la Academia llegaba a una conclusión tomando como base una creencia, pues Gallo no tenía pruebas, ni él las proporcionó, ni ningún otro lo hizo. Lo que el comité de la NAC hizo, según Duesberg, fue seleccionar los artíclos de Gallo para llegar a sus conclusiones, pero desgraciadamente para el Comité, en una investigación de tres años se demostró que los artículos de Gallo habían sido fabricados sencillamente en cuanto a las cifras de sus correlaciones. El otro argumento clave esgrimido por el comité fue que “el sida debía ser infeccioso porque algunos de los receptores de transfusiones habían desarrollado enfermedades como neumonía”. Pero de nuevo se trataba de estudios sin ningún tipo de control, nunca realizaron un estudio en el que cien hemofílicos con anticuerpos fueran comparados con otros cien sin ellos, para ver la incidencia de enfermedades en los dos grupos, la cual parece ser similar. Tampoco se hizo ningún estudio que comparara cien usuarios de drogas intravenosas seropositivos con otros cien seronegativos, o cien hijos de madres toxicómanas seropositivos con otros cien seronegativos. Todo parece indicar, según Duesberg, que la incidencia de enfermedades incluidas en la definición de sida es similar en seropositivos y seronegativos en cada llamado “grupo de riesgo”.

…Con estos supuestos, el comité de la NAC, constituído por ventitrés prestigiosos científicos, diseñó un ambicioso programa con fondos crecientes y supervisión central, con el fin de crear un amplio consenso en los EE UU, unificando los esfuerzos de los científicos y la sociedad entera en la guerra del sida. El programa era más ambicioso aún que el de la guerra de la polio o incluso que el de la lucha contra el cáncer y permitiría la adopción de medidas extraordinarias que habitualmente pueden encontrar resistencia por parte de la población…

…El estamento investigador se incrementaría con fondos sin precedentes, oficiales de salud podrían adoptar medidas de emergencia, se implicaría en la guerra del sida a las agencias de las Naciones Unidas y a los gobiernos extranjeros...

…El Instituto de Medicina y la Academia Nacional de Ingeniería patrocinarían el proyecto y los fondos para llevarlo a cabo procederían de importantes fuentes, como la Carnegie Corporation of New York, la Jhon D. y Catherine T. MacArthur Foundation, la Andrew W. Mellon Foundation y la Fundación Rockefeller…

Varios miembros de Servicio de Inteligencia de Epidemias del CDC, como David Fraser o Thomas Grayston, que pasó a presidir el Grupo de Trabajo de Epidemiología, así como otros importantes miembros del CDC participaron en esta comisión. Burroughs Wellcome, (ahora Glaxo-Wellcome-Smith-Klein), fabricante del AZT, así como Hoffman-La Roche, fabricante del Ddi, enviaron cada una un representante…

…El comité pretendía la movilización de la nación entera en esta guerra. Según las instrucciones de la NAC, el comité evaluaría métodos de control y lucha contra el sida, redactaría un documento delineando las estrategias, instaría al Congreso para la adopción de medidas, haría recomendaciones a la comunidad científica, a los médicos, a los organismos estatales y locales, a las corporaciones privadas y al público. Naturalmente, todo aquel que no cooperara con los objetivos del comité sería tachado de “contraproducente”, cuando no de “irresponsable” o de “peligroso”…

Es así como se pone en marcha una cuidada censura en los medios informativos, (de la que no se iban a librar ni  siquiera los medios científicos), una censura que encontraría su justificación, como en toda guerra, en esa situación de supuesta epidemia, no se puede dar cuartel al enemigo y, de la misma forma que en una guerra convencional se califica de poco patriotas o incluso de traidores a la patria, a quienes están por las vías diplomáticas, (las de “hablando se entiende la gente”), aquellos que no colaboraran con este disparate, (que hace caer a la ciencia médica en el ridículo más espantoso de su historia), seríán tildados de “cómplices con la epidemia”, e incluso, como un destacado personaje de la ciencia del sida ha llegado a denominarles, de criminales.

Por supuesto, no es casualidad tampoco que esa guerra vaya a ser dirigida o gestionada por miembros destacados del EIS, o Servicio de Inteligencia de Epidemias, un organismo semi-secreto, o no tan semi, perteneciente al CDC.

Como podéis ver, la guerra del sida también es una guerra de los banqueros, ¿Por qué si no estaban tan presentes todas esas corporaciones financieras, ya desde el principio, proporcionando los fondos necesarios para el diseño de las líneas maestras de lo que sería la guerra del sida a nivel mundial?

¿Es que alguien se cree que estaban allí por altruismo y no por la “grandeur” de los beneficios que prometía el invento? ¿Os imagináis a las grandes corporaciones financieras haciendo una cosa parecida para erradicar el hambre en el mundo? No, porque no da dinero, ahí no hay negocio, (y curiosamente el hambre es la principal causa de inmunodeficiencia adquirida en el mundo, es decir, de sida –atendiendo a al significado de sus siglas- la que más muertes provoca por inmunodeficiencia en individuos de todas las edades).

Insistiendo en los aspectos de quién se beneficia con todo esto, la excelente charla de Alfredo Embid publicada en la sección de videos.

O el artículo de Javier Manero Vargas, en free-news: Salud y rentabilidad económica, en el que echa una mirada al libro de Martin J. Walker, «Dirty Medicine», (Medicina Sucia), un libro documentadísimo y lleno de referencias, donde se hace un análisis de cómo el poder económico y las influencias políticas dictan las pautas y líneas de investigación en medicina, libro que tuvo muchas dificultades de distribución por las tremendas presiones habidas para que no se publicara.

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Fuente: http://joseppamies.wordpress.com/2011/03/09/%C2%BFcon-la-oms-para-que-querem0s-guerras/#comments

 

Siempre las guerras, han servido:

–Para imponer unos caciques cada día mas poderosos,  por encima de otros.

–Para dirimir que ideología o religión seria la dominante

–Para evitar una sobre población del Planeta.

–Para reactivar economías , reconstruyendo lo que las guerras han destruido

¿Para que las necesitamos ahora en pleno Siglo XXI , teniendo una Industria Farmacéutica y su organo rector la OMS, que cumplen a la perfección con todos los objetivos de la Guerra?

Hemos conseguido con la colaboración sumisa de la Sociedad, tener un cacique mundial denominado  OMS (Organización Mundial de la Salud), no sujeta a ningún control democrático.

Recordemos que la  OMS, dependiendo  orgánicamente de la ONU (organismo en el que unos pocos países tienen derecho a veto) y no siendo ninguno de sus miembros elegido democráticamente, nos dicta que podemos comer (Codex alimentario), que vacunas y que medicamentos tomar y que plantas medicinales prohibir.

La OMS financiada en un 80% con el dinero de la Mafia Farmacéutica (que por cierto pagamos entre todos cuando compramos sus medicamentos), compra voluntades de nuestros gobernantes. Gobernantes que teóricamente hemos votado, desprovistos, gracias   a la OMS , de toda libertad para decidir sobre que política real alimentaría y de salud tomar.

La OMS ha conseguido que independientemente de si un País profesa  islamismo, cristianismo, budismo, hinduismo, etc. o laicismo (todos los ismos significan doctrina o sistema) , obedezcan  sin rechistar lo que unos descerebrados maquinan continuamente,  en este peligroso y antidemocrático organismo denominado OMS.

La OMS con “resignación” nos dice, que en los próximos años,  80 millones de personas morirán de cáncer http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2010020609 , en una progresión  escandalosa de la enfermedad claramente provocada por los empresas farmacéuticas que financian la OMS,  con sus aditivos químicos , transgénicos y pesticidas agrícolas.

También nos cuenta que actualmente mueren a causa de la diabetes más de 3 millones de personas al año http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs312/es/index.html y no hace nada por reconocer y autorizar tratamientos naturales efectivos como la Stevia.

La OMS y la industria farmacéutica que la financia, cada año deja morir de Malaria entre 2 y 3 millones de personas, la mayoría de ellos niños africanos  y recomienda no utilizar de forma natural y gratuita un tratamiento efectivo de una planta de uso milenario en China, la Artemisia Annua, http://www.anamed.org/Spanish_Home/Te_de_Artemisia_annua_-_una_re/te_de_artemisia_annua_-_una_re.html

Una planta que las propias poblaciones afectadas se podrían cultivar sin ningún coste.

En cambio incentiva a Novartis-Syngenta para que extraiga un antibiótico de dicha planta, a Bill Gates para que la sintetice químicamente y la patente, e impide a la vez  al Dr. Patarroyo desarrollar su vacuna gratuita.

¡¡¡¡ Para que necesitamos Guerras si la OMS y la ONU ya hacen su función de evitar la superpoblación ¡¡¡¡¡.

Las Guerras del Siglo pasado además también sirvieron para reactivar economías. Destruir para volver a reconstruir, ha estado  siempre un negocio.

Pero para que las queremos ahora  si las maquinas de matar actuales , petrolíferas, aditivos alimentarios y farma-industria, son sectores que no padecen la crisis  y ven aumentar sus beneficios de forma descarada, matando legalmente.

“Gracias” sobre todo a la farma-industria (Insecticidas, fungicidas, herbicidas, aditivos alimentarios, fármacos….), la sociedad está enferma, el producto interior bruto crece y pueden  “contener” el desempleo .

Irónicamente podemos decir, que todos ganamos gracias a la enfermedad y si no  estuviéramos  enfermos, el mundo se hundiría mas  a nivel económico y las guerras destructivas de bienes inmuebles y de seres humanos volverían a ser necesarias.

Por nuestro bien parece ser que hay que morir antes de tiempo de una forma u otra,  o no disfrutar de una vida con plena salud..

Podemos escoger entre esos dos modelos diabólicos impuestos:

GUERRA O ENFERMEDAD.

O emprender la vía de la Desobediencia y caminar hacia un nuevo modelo de No enfrentamiento, pero si de reequilibrar nuestras vidas no haciendo caso de los consejos de la OMS ni de sus títeres (los responsables políticos de salud de cada país).

Cerremos las televisiones o evitemos su publicidad y los programas basura y salgamos al campo a buscar en lo natural nuestro equilibrio físico, emocional y económico.

Las plantas y los animales en libertad nos dan lecciones continuamente de cómo sobrevivir sin tanta ciencia prostituida, utilizada en buena parte, para dominar de forma fascista  la Humanidad.

¿ Porqué el cerdo ibérico en libertad no nos  produce al comerlo colesterol del “malo”?

Porque en cambio los pobres perros en cautividad en nuestros hogares, reproducen las mismas o parecidas enfermedades que nos aquejan a nosotros los humanos?

Porque de momento vivimos en una sociedad cautiva y desinformada y no disfrutamos  ni tan siquiera de la salud que disfrutan los cerdos ibéricos gracias a su libertad, buena comida y ejercicio al sol.

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