El aún no lo sabe, pero después de haber pasado las últimas siete semanas en la cuna de un hospital, conectado a un tubo colocado en su estómago para suministrarle alimento y potentes fármacos antivirales. Rico Martinez Nagel a sus tres meses de edad ha roto el silencio mediático en torno a la industria del SIDA.
Podéis seguir informándoos más sobre el tema en http://cleanhandss.blogspot.com.es/2013/03/rico-rompe-el-silencio-mediatico-que.html pero a mi me basta en estos momentos con estas simples palabras, "él no lo sabe pero"…, palabras que me han llenado de emoción y me han hecho reflexionar.
¿No os resulta de lo más curioso que quien al final vaya a marcar el principio del ocaso de este negocio inmoral no sea alguien que se ha ocupado en escribir libros, o dar conferencias, o cursos desmontar el sida, (sin negar el valor de estas cosas), sino un ser indefenso, manifestación del amor, la inteligencia y la fuerza creativa de la vida?
¿No os resulta llamativo que sea de este ser vulnerable, que “no sabe” nada, de quien está surgiendo el aldabonazo a las conciencias necesario para que, por una vez, los periodistas se comporten como tales, y los seres humanos como lo que decimos ser?
La simple existencia de este bebé resume en sí misma el amor y el coraje de madres y padres, (tanto los suyos como los de sus padres), la labor de científicos competentes y honestos que no se venden… y el amor por la vida, la verdad y la existencia digna de miles de seres humanos que creen que otro mundo es posible.
No sé quien dijo que quien salva una vida salva a toda la humanidad, (y a sí mismo también).
Sin olvidar otras acciones que esté en nuestra mano realizar, enviemos a este ser nuestros mejores sentimientos, vibraciones, pensamientos…