Acerca de un 100% de correlación
entre el HIV y el SIDA...
Mucha de la gente que cree que el HIV causa SIDA sostiene que hay
un 100% de relación entre la infección con HIV y el desarrollo del SIDA
y citan esto como prueba de que HIV=SIDA. A continuación, un extracto
de un diálogo que tuve recientemente con alguien que preguntó acerca de
esta afirmación.
Hay varias maneras de argumentar que el HIV está presente en el 100% de los casos:
El artículo científico original publicado por el “codescubridor” del HIV, Robert Gallo, mostró que obtuvo resultados positivos en los tests de anticuerpos en el 88% de los pacientes, no en el 100%. Se cree comúnmente que este artículo científico establece que el HIV es la ausa del SIDA. Lo que Gallo llamó HIV
fue hallado sólo en el 36% de los pacientes de SIDA que estudió. Si bien esta información no es nueva, es importante.
Primero, digo que Gallo halló “lo que él llamó HIV” en sólo 36% de los casos de SIDA porque no pudo de hecho aislar el virus de ninguno de sus pacientes de SIDA. Esa incapacidad para aislar el HIV es lo que lo llevó a apropiarse de un cultivo tomado del nódulo linfático de un paciente francés - un hombre homosexual sin SIDA - que el Dr. Luc Montagner del Instituto Pasteur de París le había enviado anteriormente. Este cultivo apropiado fue la base de la infame conferencia de prensa de 1984 en la que el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE.UU. anunció: “se ha hallado la probable causa del SIDA”.
Gallo dijo que el cultivo de Montagner era suyo y usó proteínas que tomó del mismo como base para la patente de su kit de test de anticuerpos del HIV. Como tal vez usted sepa, el anuncio de Gallo y su tramitación de la patente terminó convirtiéndose en un incidente internacional resuelto por los gobiernos de los EE.UU. y de Francia, dándole a Gallo y a Montagner crédito como co-descubridores. Esto es importante porque Montagner ha admitido en un reportaje de 1997 hace sólo siete años, que nunca ha producido una muestra purificada de HIV.
Esto significa que los tests utilizados hoy en día para diagnosticar la “infección con HIV”, se basan en una verificación en base al stándard del test original de Gallo, en el que usó proteínas del cultivo no purificado de Montagner, como marcadores del HIV. Dado que las proteínas del test se derivan de una sopa celular no purificada, ninguna de las proteínas del test puede ser considerada única o específica al HIV. Ni el test de Gallo, ni los tests subsiguientes, ni ninguno de los tests que se utilizan actualmente - orina, saliva, PCR, antígeno P-24 - han sido verificados contra algo que no sea el test no específico de Gallo o contra sí mismos, y ninguno ha sido validado nunca hallando virus en la sangre no cultivada de alguien que de positivo a un test o que tiene SIDA.
En contra de lo que se cree comúnmente, los actuales test de “carga viral” tampoco detectan o miden la presencia del virus. Incluso en el kit dice que “no está destinado para ser utilizado como un test de chequeo
del HIV o como un test de diagnóstico para confirmar la presencia de una infección con HIV”.
Así que nada más que con el stándard de los tests, no es posible afirmar que el HIV está presente en el 100% - ni en ningún porcentaje - de los casos de SIDA. La idea de que se ha demostrado que el HIV está presente no se basa en evidencia médica precisa, confiable ni específica.
Hubo más de 4.000 casos de SIDA mencionados por los Centros para el Control de las Enfermedades de los EE.UU. en personas HIV negativas en los EE.UU. antes de 1994. Ese año, los CCE dejaron de registrar esos
casos, pero en la literatura médica aparecen personas con enfermedades definitorias del SIDA antes del advenimiento del HIV y del SIDA, así como sucede actualmente con personas HIV negativas.
La relación 100% entre el HIV y el SIDA es un artefacto de la definición del SIDA. El SIDA no es una enfermedad, sino una categorización de enfermedades y condiciones previamente conocidas, todas las cuales tienen causas bien establecidas que no tienen nada que ver con el HIV. Por ejemplo, la tuberculosis está causada por el bacilllus tubercule, Mycobacteria tuberculosis. La tuberculosis es una seria amenaza a la salud de gente y naciones empobrecidas y causa millones de muertes por año en el mundo entero. La tuberculosis existía antes de su inclusión en 1987 como una de las enfermedades definitorias del SIDA, y antes del siglo XX. A partir de 1987, las personas con tuberculosis que dan positivo a un “test del HIV”, reciben un diagnóstico de SIDA, mientras que las personas con tuberculosis que dan negativo al test reciben un diagnóstico de tuberculosis.
Este mismo criterio para el SIDA se aplica a las demás 27 enfermedades definitorias del SIDA. Para que quede aún más claro, el cáncer cervical y la candidiasis son enfermedades definitorias del SIDA que se hallan comúnmente en personas en varios grupos de riesgo ajenos al SIDA. No estoy segura sobre las estadísticas de cáncer cervical, pero se calcula que el 30% de los norteamericanos sufren de candidiasis crónica (Dr. John
Hightower, “La conexión de la levadura”). Las infecciones de levaduras en personas etiquetadas HIV-negativo se
llaman infecciones de levaduras, mientras que la misma infección originada por la misma causa - un desequilibrio bacteriano - se llama SIDA en una persona que da por una mujer que da negativo al test es cáncer cervical.
Ya que las 27 enfermedades definitorias del SIDA sólo se definen como SIDA cuando ocurren en personas que dan positivo al test de HIV, está claro por qué hay un 100% de correlato entre el HIV y el SIDA. Las enfermedades llamadas SIDA sólo pueden llamarse SIDA cuando suceden en alguien etiquetado positivo, aunque pueden ocurrir y ocurren en personas que dan negativo al test. Esta lógica circular hace que el
argumento “el HIV causa SIDA porque está presente en el 100% de los casos de SIDA” carezca de significado. Además, el correlato es la forma más débil de evidencia científica; es como la evidencia circunstancial en un juicio por un crimen.
Nuevamente, creo que es importante señalar que la creencia de que una reacción positiva en un test no específico de HIV indica la presencia de HIV es un acto de fe. E incluso si se pudiera hallar el HIV en todos los pacientes de SIDA, este hallazgo por sí solo, de acuerdo a cualquier stándard de ciencia seria, no sería suficiente para establecer que el HIV es la causa del SIDA.
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