Madre (2)

Fuente: https://es.tendencias.yahoo.com/una-madre-defiende-su-derecho-a-no-decir-a-nadie-que-su-hija-tiene-vih-124317063.html

WTB – lun, 22 sep 2014 14:43 CEST

 “Mi hija tiene VIH, juega con tus hijos y tú no lo sabes”. De esta manera tan directa empieza el texto que una madre norteamericana ha publicado en la web Scary Mommy y que se ha hecho viral: 37.000 personas lo han compartido y muchas de ellas están discutiendo en Facebook si esta mamá tiene razón o está cometiendo un error.

Jen Mosher, así es como ha firmado el texto, aunque es un pseudónimo- ha decidió no contar a nadie que su hija sufre este problema. Como asegura, “Ella se ha divertido con vuestros hijos en preescolar, se ha bañando con ellos en las clases de natación, y hace cola detrás de tu pequeño en gimnasia”. Argumenta que “Mi hija tiene protección legal que hace que no tengamos que decirle a nadie -ni al colegio, ni a los organizadores de un campamento de verano, ni a los padres de ningún otro chaval- que tiene VIH. Solo se lo tenemos que decir a los médicos y al dentista”.

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Jen Mosher


Con esta acción, Jen quiere mostrar al mundo lo normal que es la vida de su hija y la de los demás pequeños que la rodean. No hay peligro, no hay ninguna sensación de alarma, y nadie margina a la niña.

Adoptó tras realizar un reportaje
Jen es una fotoperiodista que quedó conmocionada tras fotografiar un albergue en África repleto de huérfanos con VIH. Tras esta experiencia, decidió adoptar a una niña que tuviera esta enfermedad. Aunque ella y su pareja tenían mucho miedo: tres de sus amigos habían muerto por trastornos relacionadas con el VIH. No se amilanaron y adoptaron a una pequeña china. Según aseguran a Buzzfeed, "La educación y los hechos superaron nuestra ignorancia y miedos”.

“Puede que en el futuro mi hija salga con tu hijo, cuando sean adolescentes. Y puede que se case con él y que tengan hijos VIH negativos (que no tengan el virus). Por favor, mamás, el VIH no es algo de lo que asustarse”, escribe la madre. Para ella, lo más difícil de criar a una hija con VIH es el estigma social, que alguien la margine por tenerlo.

Pero aunque sus padres guardan el secreto, la niña sabe más o menos lo que le pasa, y a veces se le ha escapado… a su manera.  Como cuenta la madre en primera persona, su hija le dijo a una compañera del colegio, “Natalie, ¿sabes qué? Tengo un dragón en mi sangre. He nacido con él, y mi mamá de China también lo tiene. Cuando tomo mis medicinas, el dragón se duerme”.

Según Jen, ni la amiga ni los demás niños de la clase quedaron muy satisfechos con la historia “Otro de sus compañeros le dijo, “Yo también vengo de China, así que también tengo el dragón en las venas”. Le tuve que decir a mi hija que tuviera paciencia, que ese niño todavía no conocía la historia completa”.

¿Error o reivindicación?


37.000 personas han compartido en Facebook la historia de Jenn y de su hija. Algunas de ellas no han sido muy agradables con la madre, a la que acusan de esconder un peligroso secreto a los compañeros de clase de la niña. Pero la gran mayoría de comentarios son positivos, e incluso hay un montón de madres las han invitado a sus casas para que jueguen con sus vástagos. “Esos comentarios positivos hacen que podamos seguir adelante, nos dan seguridad”, defiende Jen en Buzzfeed.

 

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Fuente: http://www.ivoox.com/pastora-madre-xose-tarrio-audios-mp3_rf_1074153_1.html

 

Extractos de la charla que Pastora Domínguez, madre de Xosé Tarrío, dio en Valencia no hace mucho en el curso de unas jornadas enmarcadas dentro de la Campaña Contra los Malos Tratos en Prisión.

El testimonio de esta madre nos muestra que el maltrato y la tortura no es algo que se limita exclusivamente a las prisiones u otros centros de detención, sino que se puede extender, en un momento dado, a los mismos hospitales.

Xosé Tarrío, trasladado desde la prisión a un hospital por un grave problema de salud que le tenía paralizado prácticamente medio cuerpo, sufrió las vejaciones y maltrato por parte del policía que lo custodió durante su estancia en el hospital, tal como detalla su madre, a quien se le impidió incluso visitarlo en distintas ocasiones.

La situación llegó a ser tan insoportable para Xosé Tarrío, que pidió el alta voluntaria y volver a prisión, para librarse del tormento, tanto físico como psicológico, que le infligía este celoso defensor del orden público.

Pastora llegó a preguntarle a este agente si tenía hijos, a lo que este respondió que sí, “los compadezco por el padre que tienen”, fue la respuesta de esta valerosa mujer, que es uno de los pilares de la asociación Nais contra a Impunidade, https://n-1.cc/pg/blog/read/1233032/charla-pastora-valencia-2012, (Madres contra la impunidad), constituida recientemente.

Y todo ello sucedía mientras el personal sanitario del centro hospitalario, que son a quienes en definitiva estaba confiado el cuidado de esta persona, miraban para otro lado.

 

 

 

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