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¿Podemos Confiar En la Medicina Convencional? (Dr. Mercola)

6 de Febrero, 2018

Historia en Breve

  • En las últimas décadas, la confianza en la profesión médica ha disminuido drásticamente. En 1966, más del 75 % de las personas en los Estados Unidos confiaban plenamente en los profesionales médicos; hoy en día, solo el 34 % de las personas confía en ellos.
  • Solo el 25 % confía en el sistema de salud de los Estados Unidos y solo un 14 % confía en que la mayor parte del tiempo el gobierno federal hará lo correcto.
  • Un ejemplo que revela la poca atención que nuestro sistema médico le brinda a la salud es que los hospitales e instituciones dedicadas al cuidado de los adultos mayores en los Estados Unidos, además de proporcionarles bebidas que remplazan una comida, insisten en servirles alimentos azucarados y extremadamente procesados.
  • La investigación realizada por John Ioannidis, uno de los expertos más importantes del mundo, respecto a la credibilidad de la investigación médica, demuestra que hasta el 90 % de la información médica que se publica y en la que los médicos confían, es imprecisa o incorrecta.
  • La investigación publicada en 2016 concluyó que los errores médicos son la tercera principal causa de muerte en los Estados Unidos y cada año matan aproximadamente a 250 000 personas.

Por el Dr. Mercola

De acuerdo con un reciente artículo publicado en The New York Times, la desconfianza en la profesión médica ha ido en aumento y representa una amenaza tanto para la salud como para la seguridad pública.1

"La confianza es fundamental en la relación entre pacientes y profesionales de la salud, sin embargo, en las últimas décadas ha ido disminuyendo", relató el Dr. Dhruv Khullar, médico del Hospital Presbiteriano de Nueva York e investigador del Departamento de Política e Investigación Sanitaria de Weill Cornell, a su vez, señaló que:

"La desconfianza en la profesión médica – sobre todo durante una emergencia como las epidemias – puede tener consecuencias mortales. En 1966, más de tres cuartas partes de las personas en los Estados Unidos confiaban plenamente en los líderes médicos; hoy en día, solo el 34 % confía en ellos.

En comparación con las personas en otros países desarrollados, resulta menos probable que las personas en los Estados Unidos confíen en los médicos, y solo una cuarta parte de la población afirma confiar en el sistema de salud.

Durante algunos recientes brotes de enfermedades, menos de un tercio de las personas declararon que confiaban en que los funcionarios de salud pública compartieran información completa y precisa. Solo el 14 % confía en que, la mayor parte del tiempo, el gobierno federal hace lo correcto".

Para Confiar Se Necesita Credibilidad

En el paradigma médico convencional, la confianza ha disminuido por un buen motivo. Como señaló Khullar, "en parte, la pérdida de confianza en el sistema de salud es el resultado de la percepción pública que en ocasiones tiene fundamento y bajo la cual en el sistema existen participantes clave que buscan ganancias a costa de los pacientes".

De hecho, ¿cómo se podría confiar en un sistema completamente sesgado por las ganancias corporativas como el que tenemos en la actualidad?

En gran medida y pese a sus buenas intenciones, los médicos han perdido su credibilidad simplemente por haber dejado de pensar por sí mismos y sucumbir ante un esquema corporativo con fines de lucro que depende de las enfermedades crónicas.

Solo algunos médicos se oponen al sistema y en lugar de dejarse informar por los representantes farmacéuticos, hacen su propia investigación y se centran en educar al paciente sobre las estrategias preventivas que no implican costosos medicamentos o intervenciones quirúrgicas.

Una alimentación sana con productos enteros, ejercicio, respiración y movimiento adecuados, grounding y una prudente exposición a los rayos del sol– en conjunto son aspectos sencillos y fundamentales para tener buena salud que cuestan muy poco o nada. Sin embargo, cuando es necesario tratar una enfermedad, en muy pocas ocasiones se toman en cuenta.

Asimismo, el artículo señala acertadamente que la transparencia es una característica fundamental que inspire confianza, y cada vez se ha vuelto más difícil obtener una honestidad transparente.

A modo de ejemplo, conforme pasan los años cada vez existen más profesionales médicos, nutricionistas y académicos que se hacen pasar por expertos independientes que comparten con el público sus instruidas posturas – cuando en realidad son engaños pagados por alguna corporación.

Al parecer, ocultar los conflictos de interés se ha convertido en un precepto y el revelar con honestidad los posibles conflictos de intereses es uno de los fundamentos del tipo de transparencia que se requieren para infundir confianza.

A continuación, se exponen algunos claros ejemplos que demuestran porqué la desconfianza en el sistema médico en realidad está justificada, y se pueden ver como un indicio de sentido común que predomina sobre los intentos orquestados de socavar la salud pública y el bienestar.

Los CDC y Coca-Cola – Siguen Siendo 'Aliados En Pro De la Salud'

En 2015, se reveló que un grupo líder de Coca-Cola llamado Global Energy Balance Network (GEBN) se fundó con el fin de suscitar dudas respecto a las afirmaciones de que el consumo de sodas es una causa principal, si no es que primaria, de la obesidad, diabetes tipo 2 y otros problemas de salud relacionados con dicho consumo.

La organización, que Coca-Cola financió con millones de dólares y nunca reveló públicamente, promovió que lo único que se necesita para mantener un peso saludable, es hacer más ejercicio, lo cual es una teoría que ya ha sido desacreditada.

Tras el suplicio por el que tuvo que pasar relaciones públicas, Coca-Cola prometió ser más transparente respecto a la financiación de sus científicos y asociaciones de salud, sin embargo, como se señaló en un reciente informe realizado por Russ Greene,2 la compañía no se ha reivindicado.

Aunque Coca-Cola afirma publicar cada 6 meses "todos los fondos pertinentes de las investigaciones relacionadas con el bienestar, asociaciones, profesionales de la salud y expertos científicos", al comparar los datos de la compañía con los informes anuales de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos y la Fundación para los Institutos Nacionales de Salud (FNIH, por sus siglas en inglés), se descubrieron grandes discrepancias.

A decir por los indicios, Coca-Cola no informó a los CDC algunos de sus pagos de mayor cuantía. "De acuerdo con los informes fiscales anuales de la Fundación, Coca-Cola le donó a la Fundación [CDC] en 2013, 2015, 2016 y 2017.

No obstante, Greene escribió que al consultar 'Centros para el Control y Prevención de Enfermedades', el sitio web de Coca-Cola no arrojo resultados desde 2012."

Además, señaló que estos pagos parecen estar en desacuerdo con las declaraciones del ex director de CDC, el Dr. Tom Frieden, quien el año pasado afirmó que había estado "cerrando los programas financiados por Coca-Cola" durante su cargo, y que había "básicamente cancelado" la campaña contra la obesidad de los CDC la cual dirigía Coca-Cola, pues no podía justificar que "Coca-Cola dirigiera una campaña de obesidad cuya única orientación fuera la actividad física".

La Política de Conflicto De Intereses Le Prohíbe a los CDC Asociarse Con el Gigante de las Sodas

De igual forma, Frieden afirmó que había alentado a la compañía a hacer donaciones que no estuvieran relacionadas con el ejercicio, sin embargo, no se hizo ninguna, con la excepción de una donación de $ 20 000 dólares para un programa relacionado con la lucha contra el virus del ébola.

Tal y como Green escribió, "las afirmaciones de Frieden ... no concuerdan con el hecho de que, durante su cargo todos los años Coca-Cola hizo donaciones a la Fundación CDC menos en 2014 y los registros de 'transparencia' de Coca-Cola ocultan por lo menos 4 pagos hechos por separado a la Fundación CDC. Por lo cual, ambas partes actúan como si estuvieran avergonzadas de su asociación. No obstante, la misma se mantiene".

Quizás lo más relevante radica en que la Fundación CDC acepta los fondos de Coca-Cola siendo que esto va en desacuerdo con su propia política de conflicto de intereses, la cual no permite "la asociación con una organización que represente cualquier producto que agrave la morbilidad o mortalidad cuando se usa según las indicaciones (compatibilidad de la misión)."

Cualquiera que haya leído, aunque sea una parte de la investigación sobre el azúcar y las bebidas endulzadas en los últimos años, estará de acuerdo en que Coca-Cola no califica como un socio de salud "compatible con la misión" de los CDC.

Coca-Cola Sigue Ocultando los Pagos a NIH

Asimismo, Greene descubrió que Coca-Cola no ha informado los pagos hechos al FNIH. Puesto que el FNIH es una entidad no gubernamental, no está sujeta a las mismas políticas y regulaciones que el NIH. Esto, como se señala en el sitio web del FNIH, le permite a la fundación "tener un rol único" en las asociaciones públicas y privadas. Tal y como lo señaló Greene:3

"La Fundación NIH básicamente es un lavador de dinero. Esta proporciona un conveniente vacío jurídico a las corporaciones que conforme a la política de conflicto de intereses del NIH, no le pueden proporcionar donativos de manera directa.

Por ejemplo, Coca-Cola no le puede pagar directamente al NIH, pero puede pagarle a la Fundación NIH, que luego le transfiere el dinero al NIH ... Coca-Cola figura 2 veces como donante de la Fundación NIH en 2015. Sin embargo, en los registros de Coca-Cola no figura el pago a la Fundación NIH ese año ...

[Bajo] esta perspectiva, ¿existe razón alguna para creer que se nos ha permitido ver el verdadero alcance de la alianza de Coca-Cola con las fundaciones CDC y NIH? Tenga en cuenta que en el pasado hemos corregido en repetidas ocasiones los registros de Coca-Cola y ellos rectificaron sus registros poco después."

Los Hospitales Sirven Alimentos Procesados Ricos en Azúcar

Otro claro ejemplo de la poca atención que nuestro sistema médico le brinda a la salud es que los hospitales y las instituciones dedicadas al cuidado de los adultos mayores en los Estados Unidos, además de proporcionar "batidos nutricionales" como Ensure y Boost,4,5 insisten en servir alimentos azucarados y extremadamente procesados.

Los jugos de frutas son otro alimento básico que no es saludable. Incluso a los diabéticos se les sirve una gran cantidad de pan y otros carbohidratos refinados que garantizarán que nunca sean capaces de mantener bajo control su nivel de glucosa.6

El azúcar, sobre todo el jarabe de maíz de alta fructosa, es algo que una persona enferma necesita evitar mientras intenta recuperarse y restablecerse, asimismo, si deben existir sitios donde la alimentación saludable sea fundamental, deberían ser nuestros hospitales.

Sin embargo, las comidas en el hospital están llenas de azúcar, productos químicos e ingredientes transgénicos que perjudican al cuerpo. Pongamos el caso de Ensure. De los 36 ingredientes que se desglosan en su producto, los primeros 6 son jarabe de maíz, maltodextrina de maíz, azúcar (sacarosa), aceite de maíz, caseinatos de sodio y calcio, aislado de proteína de soya y sabor artificial.

Esta terrible mezcla se suele administrar como sustituto de una comida completa a las personas que no pueden masticar ni tragar y requieren de una sonda para su alimentación. En la actualidad, parece existir en el mercado una sola fórmula de alimentación hecha de productos orgánicos y enteros.

Se llama Liquid Hope7 y fue creada por Robin Gentry McGee, una chef y coach tanto de salud como de estilo de vida, cuyo padre sufrió una lesión cerebral que lo dejó en coma en 2005. Finalmente creó su propia fórmula al rechazar que su padre fuera alimentado con lo que ella llama "basura".

"Básicamente la inventé porque eso tenía que hacer. Estaba tratando de salvarle la vida a mi padre, y para mí darle jarabe de maíz de alta fructosa no era una opción", explicó en 2013.8 Su fórmula contiene más de 20 ingredientes orgánicos de alimentos enteros.

"En 6 semanas, la curación fue [tan] profunda que su médico me llamó y me dijo que era un milagro," declaró McGee a un periodista. "Sin embargo, no fue un milagro, fue nutrición."

La Medicina Basada En la Ciencia Requiere Que los Pacientes Tomen el Control De Su Salud

John Ioannidis es uno de los expertos más importantes del mundo en la credibilidad de la investigación médica. Él y su equipo han demostrado reiteradamente que muchas de las conclusiones a las que llegan los investigadores biomédicos en sus estudios publicados son exageradas o totalmente erróneas.

Sin embargo, esta es la "evidencia científica" que utilizan los médicos para recetar medicamentos o recomendar una cirugía. De acuerdo con sus hallazgos, hasta el  el 90 % de la información médica publicada en la que los médicos confían es imprecisa o incorrecta.9

No es el único que ha llegado a esta conclusión. De hecho, la idea de que los tratamientos médicos convencionales están "científicamente comprobados" y basados ​​en fundamentos científicos sólidos es una denominación equívoca.

De acuerdo con los datos del apartado "Clinical Evidence" (Evidencia Clínica) del sitio web de British Medical Journals de 2007, de los 2 500 tratamientos evaluados, solo el 15 % fueron calificados como beneficiosos. Un inesperado 46 % tenía una calificación de eficacia "desconocida".10,11

Dicho de otra forma, no se ha demostrado científicamente la eficacia ni los beneficios para el paciente de prácticamente la mitad de los tratamientos médicos aprobados que se utilizan en la práctica general.

Indudablemente, es una mejora sustancial en comparación con las estadísticas compiladas en 1978, año en que la Oficina de Evaluación Tecnológica concluyó que solo del 10 % al 20 % de los tratamientos médicos contaban con evidencia que respaldara su uso.12

Asimismo, la investigación demuestra que, en comparación con los antiguos estándares de atención, muchos novedosos tratamientos médicos ganan popularidad en gran medida gracias a las astutas técnicas de mercadotecnia y no a sólidos fundamentos científicos.

Una investigación13 realizada por la Clínica Mayo y publicada en 2013 demostró este punto. Para determinar la eficacia general de la atención médica, los investigadores monitorearon la frecuencia de las reversiones médicas en la última década. Además de encontrar que las reversiones son comunes en todas las clases de la práctica médica, también confirmaron que una proporción sustancial de tratamientos médicos no ofrecen ningún beneficio para el paciente.

Los datos más reveladores en el informe confirman que muchos tratamientos médicos comunes en realidad perjudican más de lo que benefician. De los estudios que probaron un estándar de atención existente, el 40 % revirtió la práctica, ya que se descubrió que era ineficaz o perjudicial. Solo el 38 % de los estudios reafirmaron los estándares existentes.

El 22 % restante no fue concluyente. Esto significa que, según los estudios clínicos, entre el 40 % y 78 % de las pruebas médicas, tratamientos y procedimientos que recibe no son beneficiosos –o en realidad son perjudiciales.

El Sesgo Científico Y el Fraude Son Un Problema Cada Vez Mayor

En los últimos años, tanto la impactante prevalencia del sesgo científico como el descarado fraude14 han llamado la atención, ya que esta tendencia socava la credibilidad del campo científico en conjunto.15

Una de las principales debilidades es que no se dan a conocer diversos estudios que no logran revelar beneficio alguno, y cuando solo se publican hallazgos positivos, estos presentan una visión increíblemente distorsionada de los hechos.

De igual forma encontramos la influencia de la financiación, la cual en diversas ocasiones y de forma contundente se ha demostrado que influye drásticamente en los resultados del estudio. De acuerdo con un informe previo emitido por Live Sciente:16

"Uno de los ejemplos más conocidos de sesgo involucra el inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS) paroxetina (Paxil), un ansiolítico.

La compañía farmacéutica GlaxoSmithKline ocultó los resultados de 4 ensayos que no demostraron la efectividad del tratamiento para el uso no aprobado de su ISRS entre niños y adolescentes y demostraron un posible aumento del riesgo de tendencias suicidas en este grupo de edad".

La Medicina Moderna Es la Tercera Causa Principal De Muerte

Los médicos (sin mencionar a las compañías farmacéuticas) pueden lamentarse por la falta de confianza y fe en sus ofertas, sin embargo, claramente no se puede afirmar que sea una situación infundada. En el 2000, la Dra. Barbara Starfield publicó un estudio en el cual se revela que los médicos son la tercera principal causa de muerte en los Estados Unidos, al matar anualmente a aproximadamente 225 000 pacientes.17 Sus estadísticas demostraron que cada año:

  • 12 000 mueren por cirugías innecesarias
  • 7 000 mueren por errores de medicación en los hospitales
  • 20 000 mueren por otros errores en los hospitales
  • 80 000 mueren por infecciones adquiridas en el hospital
  • 106 000 mueren por los efectos secundarios adversos de los medicamentos que se tomaron como se prescribió

Desafortunadamente, pocos lo creyeron, y nunca se tomaron medidas afirmativas para abordar y corregir la situación. Por este motivo, en lo particular no me pareció sorpresivo que los datos publicados en 2016 mostraran que la situación solo había empeorado.

El estudio18 publicado en el BMJ, concluyó que en la actualidad los errores médicos matan cada año a aproximadamente 250 000 personas en los Estados Unidos – un aumento de aproximadamente 25 000 personas al año, respecto a las estimaciones de Starfield – y es posible que estos números sigan siendo subestimados ya que no se incluyeron las muertes ocurridas en casa o en asilos.

Muchos medios de comunicación, como el Washington Post,19 encabezan titulares diciendo que los errores médicos "ahora" son la causa principal de muerte, sin embargo, hasta donde sabemos, la verdad es que la medicina moderna ha sido la tercera causa de muerte hace al menos 2 décadas.

Una investigación20 publicada en 2013 estimó que los errores en el hospital que pueden prevenirse matan cada año a 210 000 personas en los Estados Unidos; una cifra mucho más próxima a las últimas estadísticas.

Sin embargo, cuando se incluyeron las muertes relacionadas con errores de diagnóstico, omisión e incumplimiento de las pautas, el número se disparó a 440 000 muertes prevenibles en el hospital cada año. Esta cifra se aproxima cada vez más al número de víctimas de cáncer – la segunda principal causa de muerte en los Estados Unidos – la cual se prevé que este año acabe con las vidas de 609 00 personas en los Estados Unidos.21

El Exceso de Tratamientos y Análisis Junto con las Infecciones Adquiridas En el Hospital También Pueden Ser Perjudiciales

Asimismo, el exceso de tratamientos y análisis forman parte del problema. En lugar de disuadir a los pacientes de intervenciones innecesarias o cuestionables, el sistema recompensa el desperdicio e incentiva la enfermedad sobre la salud.

De acuerdo con un informe realizado en 2012 por el Instituto de Medicina, se estima que posiblemente el 30 % de todos los procedimientos, pruebas y medicamentos son innecesarios22 y tienen un costo de al menos $ 750 mil millones de dólares al año. Para saber qué pruebas e intervenciones pueden hacer ser perjudiciales más que beneficiosas, consulte el sitio web Choosing Wisely.23

Otras desalentadoras estadísticas revelan que los peligros de la medicina moderna incluyen las tasas de infecciones adquiridas en el hospital. De acuerdo con las estadísticas del CDC,24,25 1 de cada 25 pacientes presenta una infección adquirida en el hospital, y cada año alrededor de 75 000 personas mueren a causa de estas infecciones.26

Los pacientes de Medicare pueden correr un riesgo incluso mayor. Con base en el Estudio De Calidad De los Hospitales realizado por Health Grades en 2011,27 1 de cada 9 pacientes de Medicare desarrollaron una infección adquirida en el hospital.

Tome el Control De Su Salud

En vista de todo lo mencionado hasta ahora, ¿es de extrañar que la confianza en la profesión médica se haya reducido a alrededor de un tercio, o que solo 1 de cada 4 personas en los Estados Unidos confíe en el sistema de atención médica en general?

Tenga presente que los ejemplos mencionados previamente no son los únicos. Ni siquiera he ahondado en la corrupción y conflicto de intereses relacionados con la industria alimentaria en general, o en cómo los proveedores de comida chatarra financian y brindan a nuestros profesionales de la nutrición gran parte del material educativo.

La moraleja es que, en materia de consejos médicos y nutricionales, la prevención no está por demás. En general, nuestro sistema médico tiene un largo camino por recorrer antes de recuperar su antiguo estatus como la máxima autoridad en la salud. Mientras tanto, recuerde que usted es, en última instancia, el responsable de su propia salud, y aunque es recomendable escuchar a los profesionales de la salud en los que confía, nunca está poder demás obtener una segunda o tercera opinión.

De igual forma, buscar opiniones y observaciones de profesionales de la salud alternativos puede brindarle opciones que quizás nunca obtenga de un médico convencional. La mayoría de las veces, tratar con éxito las enfermedades crónicas requerirá un enfoque holístico que puede abarcar enfoques tanto convencionales como complementarios.

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