mortalidad (4)

Fuente: http://www.ciaramc.org/ciar/boletines/cr_bol529.htm

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El médico, el uranio empobrecido y los niños que mueren es un galardonado documental producido para la televisión alemana por Freider Wagner y Valentin Thurn.

La película expone el uso e impacto de las armas radioactivas durante la guerra contra Irak. La historia es contada por los ciudadanos de muchas naciones.

El Dr. Siegwart-Horst Gunther, un antiguo colega de Albert Schweitzer y Tedd Weyman del centro de investigación médica uranio (UMRC) viajan a Irak, procedentes de Alemania y Canadá respectivamente, para evaluar la contaminación con uranio en Irak tras la invasión estadounidense de 2003.
El Dr. Siegwart-Horst Gunther, que fue el primero en alertarnos sobre los efectos de la munición radiactiva, visita el hospital pediátrico de Basora donde Doctora Yatan Asan Janan le guía a través de las salas de niños con cáncer y le muestra algunas de las malformaciones detectadas. Conocí a ambos en el congreso de Hamburgo sobre las armas de uranio en octubre 2003 cuando Gunther ya tenía cáncer.
Gunther cuenta como fue encarcelado en Alemania por llevar casquillos radiactivos con los que jugaban los niños en Irak a las universidades para su análisis y como sufrió un intento de asesinato.
El químico alemán profesor Albrecht Schot que conocí años antes en un congreso en la república Checa también estuvo en Hamburgo exponiendo los resultados de sus investigaciones genéticas. Encontró un asombroso número de mutaciones genéticas en los veteranos afectados por el síndrome del golfo. Uno de ellos era Kenny Duncan que da su testimonio en el reportaje junto con otra veterana británica Jenny Moore, describen su exposición a la radiactividad de las armas de uranio y las anormalidades congénitas de sus hijos que les fueron ocultadas.
El profesor y coronel médico experto en radiactividad Assaf Durakovic del ejército norteamericano, cuyos trabajos hemos publicado reiteradamente, explica como encontró contaminación de uranio en los veteranos del ejército USA tras la primera guerra del Golfo de 1991. La contaminación fue revelada utilizando métodos científicos incuestionables (mediante espectrometría de masas). Cuenta como fué amenazado cuando hizo este hallazgo, tuvo que huir del país y creó el centro de investigación médica sobre el uranio (UMRC) en Canadá.
Parte del reportaje está rodado también en Yugoslavia donde el Dr. Slavko Sdrale explica los incrementos de cáncer observados tras la guerra en Bosnia y en Kosovo. Incluye también testimonios de afectados y del Coronel Predrag Manojovic que explica las medidas de descontaminación aunque reconoce que " se queda para siempre".
El reportaje demuestra mediante el análisis de los residuos las bombas de precisión guiadas por láser que destruyeron el edificio de la TV de Bagadad también tenían uranio radioactivo. Esto es importante porque los misiles contienen cantidades mucho mayores que las municiones de aviones y tanques que reconocidamente utilizan uranio y porque el uranio de sus cabezas se volatiliza en aerosoles al 100%. Lo mismo también se demostró en Afganistán durante los bombardeos de 2001.
Sin duda lo mas importante del reportaje se encuentra en el minuto 48:58 Los análisis de espectrometría de masas de las muestras tomadas sobre el terreno de tierra, agua, y orina de los residentes por Tedd Weyman revelan que no se trata de uranio empobrecido.
Todas las muestras contienen U236 que no lo es: El uranio mal llamado empobrecido es uranio natural al que se le ha extraído la mayor parte del isótopo U235 y está compuesto además de U238 y U234.
El Dr. Axel Gerdes, geólogo que hizo los análisis con un equipo ultra sensible demostró que: "las muestras contenían además un uranio altamente radioactivo, el uranio 236 que no está en el uranio natural ni en el empobrecido.
Encontramos uranio 236 en todas partes que no aparece en la naturaleza. Es un isótopo hecho por el hombre. Este uranio ha sido creado por el hombre, ha sido producido en un reactor nuclear.
Pero el uranio de las plantas de reprocesamiento también contiene trazas de plutonio y posiblemente de otros actínidos que son por supuesto radiactivos, e impactan mucho mas efectivamente en el cuerpo y las células humanas.
El plutonio es la sustancia más tóxica de la tierra. Mil veces más que el uranio empobrecido. Desde aquí, el viento lleva las invisibles partículas de polvo de uranio y plutonio a los países vecinos."

Lejos de concernir solo a los irakies y afganos, investigaciones que hemos publicado anteriormente demuestran que nos concierne a todos.
Las partículas radiactivas del bombardeo de Bagdad con misiles radiactivos solo tardaron en llegar a Europa una semana.
Ahora que la OMS acaba de declarar cínicamente que no existe ningún problema de aumento de cáncer ni de malformaciones en Irak pretendiendo engañarnos a todos, es particularmente oportuno que veas este reportaje.

Alfredo Embid

 

(Más información, incluido video documental en http://www.ciaramc.org/ciar/boletines/cr_bol529.htm)

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La medicalización de nuestra vida se convierte en una de las principales causa de muerte entre la población, interesantísimas declaraciones en el diario PUBLICO de dos conocidos médicos, que denuncian la mercantilización de la salud, (noticia enviada por nuestro compañero Manuel Penín).

Usted está enfermo: padece una vida normal

Fuente: http://www.publico.es/actualidad/510165

Analistas sanitarios advierten del peligro de la medicalización de la vida cotidiana, fomentada por la prescripción "innecesaria" de fármacos y la creación de enfermedades "inexistentes" para vender medicamentos.

ANNA FLOTATS Madrid 26/03/2014 07:15 Actualizado: 26/03/2014 09:30

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El consumo de medicamentos contra el colesterol aumentó un 442% entre 2000 y 2010.

El año que viene la Real Academia de la Lengua Española (RAE) incluirá en su diccionario la palabra medicalización: dotar algo de carácter médico. A primera vista, no tiene nada de malo. "El peligro llega cuando medicalizamos los problemas de la vida cotidiana, como la tristeza, la soledad, el desamor, la resaca o la época de exámenes". Así ejemplifica Ana Sánchez, responsable del departamento de alimentación y salud de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los "abusos" de profesionales y empresas en la ciencia médica y la atención sanitaria.

¿Es necesario medicarse?, ¿conocemos los riesgos de los medicamentos que vamos a tomar?, ¿qué pasa si no los tomamos?, ¿cuál es el precio real del fármaco?, ¿qué alternativas tenemos?  Esas son las preguntas que la OCU recomienda que se hagan los consumidores antes de medicarse para "fomentar la autonomía del paciente", señala González. 

Entre 2000 y 2007, el consumo de antiinflamatorios aumentó un 27%, el de antiulcerantes un 310%, el de sedantes, un 57% y un 442% el de pastillas para el colesterol, según datos de la OCU. "Cuando se medicaliza la vida, aumentan las muertes. La medicina, en exceso, mata", afirma Juan Gérvas, médico perteneciente al equipo CESCA, asociación sin ánimo de lucro de investigación en atención primaria. De hecho, en Estados Unidos, la tercera causa de muerte es la actividad médica, según la revista Journal of the American Medical Association y en la Unión Europea mueren cada año 179.000 personas debido a los efectos de los medicamentos, según la revista Lancet. "A los que habría que añadir 25.000 fallecidos anuales por la resistencia bacteriana, según datos del European Centre for Desease and Prevention and Control", explica Gérvas a Público.

Carlos Ponte: "Cuánto más ricos somos, más enfermos nos sentimos. Y estar enfermo es un negocio"

Los agentes de la medicalización no son sólo los médicos y la industria farmacéutica,"que promueve enfermedades, manipula los problemas de salud y genera importantes daños mediante prácticas que llevan a engañar a los profesionales y al público", dice la OCU, sino también la propia ciudadanía. Es decir, las personas sanas empiezan a comportarse como enfermas. Y no es de extrañar, teniendo en cuenta que la promoción de los medicamentos ya no se basa en informar sino en vender, y que, como dice el doctor Gérvas, los supermercados empiezan a parecer farmacias "con carteles que anuncian calcio, fibra y omega".

Según Carlos Ponte, fundador del movimiento Nogracias en España y a nivel internacional, el 95% de los anuncios publicitarios sobre medicamentos carece de base científica. Este médico internista y jefe de servicio de cuidados intensivos coincide con el diagnóstico de Gérvas: "Cuántos más recursos tenemos, más enfermos nos sentimos. Y estar enfermo es un negocio".

Precisamente para denunciar la prescripción "innecesaria" de los fármacos y la creación de enfermedades "inexistentes" para promover el uso de los medicamentos, la OCU ha puesto en marcha la campaña Que no medicalicen tu vida, con la que se pretende evitar la "prevención excesiva", las pruebas médicas "innecesarias" y, al mismo tiempo, fomentar la prescripción efectiva de los medicamentos y la transparencia en las relaciones entre la industria farmacéutica y los demás actores implicados en el uso de los medicamentos, explicó este martes la portavoz de la organización, Iliana Izverniceanu.

Juan Gérvas: "Hay que 'desinvertir' en todo aquello que no añada salud, aunque lo pida la clase media-alta"

Gérvas insiste en la necesidad de "desinvertir" en todo aquello que no añada salud, "aunque lo pida la clase media-alta", para lograr la equidad en la atención sanitaria. Por ejemplo, considera que se derrocha dinero en pre-operatorios y en determinadas pruebas diagnósticas, como las citologías de cuello de útero. "En España se hacen diez millones de citologías de cuello de útero al año, pero una de cada cinco mujeres diagnosticadas con cáncer de útero no se la había hecho. Eso quiere decir que estamos desviando recursos que ciertas personas necesitan a otras que no los necesitan", asevera el también profesor visitante del Departamento de Salud Internacional de la Escuela Nacional de Sanidad.

Esta equidad debe ser, precisamente, la base de la atención médica y el gasto farmacéutico porque "el acceso universal a la salud es un derecho", subraya Ponte. Una equidad que conecta, según Gérvas, con el fundamento filosófico de la sanidad: la solidaridad. "La medicalización nos lleva a una prevención sin límites que rompe la equidad y la solidaridad porque con nuestros impuestos debemos pagar operaciones realmente necesarias, no un escáner porque me duele la cabeza ", plantea. "Lo que vale un TAC no es lo que nos gastamos en un TAC sino lo que usted deja de hacer para gastarnos dinero en un TAC", concluye.

Este aumento de los costes lleva a situaciones prácticamente irreversibles. Por ejemplo, "un antivirus de acción directa contra la Hepatatis C cuesta 1.000 dólares diarios en un tratamiento de tres semanas", explica a Público el doctor Ponte. Para lograr la equidad en el acceso a la salud son necesarios, según Gérvas, "gestores profesionales que no estén designados por partidos políticos". Ponte insiste también en la necesidad de romper la creencia de que "todo se cura con pastillas" y recuerda, sin quitar méritos a las bondades de los medicamentos, que "lo que ha hecho aumentar la longevidad no han sido los fármacos, sino la mejora de las condiciones de vida". 

 

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 publicado el 05/10/2010 en  http://d-salud.blogspot.com/2010/10/huelgas-medicas-y-mortalidad.html

 (El siguiente post, de lo mas interesante, está sacado a su vez  del blog  Medicina Familiar)

 

Huelgas médicas y mortalidad


“Ninguno de nosotros sabíamos que éramos culpables de esas muertes” (Semmelweis)

Un claro ejemplo del riesgo que los médicos podemos suponer es el análisis de la mortalidad durante diversas huelgas de médicos con alto seguimiento llevadas a cabo en diversos lugares del planeta (1) (Colombia, Israel, Estados Unidos) que muestran disminuciones de la mortalidad en esos días de entre el 5 y el 45%; tal vez el caso más analizado y publicado fue el de Israel (2), en el año 1983, y para el cual se han buscado más interpretaciones (3). Lo que parece quedar claro es que, parafraseando lo dicho en el libro SuperFreakonomics (4) al respecto, en el contacto habitual con el sistema sanitario “más personas con problemas no fatales toman más medicamentos y se someten a más procedimientos, muchos de los cuales no ayudan en realidad, y algunos de ellos son perjudiciales, mientras que la gente con enfermedades verdaderamente fatales casi nunca se cura y acaba muriendo de todas formas”.

De este modo, podríamos decir que es posible que acudir al médico aumente ligeramente las posibilidades de un individuo de sobrevivir si tiene un problema grave, pero igualmente aumenta sus probabilidades de morir si no lo tiene.

 

Notas

1. Argeseanu, S. Mitchell, K. Venkat, KM. Yusuf, S. Doctors’ strike and mortality: a review. Social
Science & Medicine. 2008;67:1784-1788
2. Siegel-Itzkovich, J. Doctors’ strike in Israel may be good for health. BMJ. 2000;320:1561
3. Steinherz, R. Death rates and the 1983 doctors’ strike in Israel. Lancet. 1984;Jan 14:107.
4. Levitt, S. Dubner, S. Superfreakonomics. de. Debate. 2010.

 

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