Quiero compartir un pequeño fragmento de un libro muy recomendable, especialmente para las personas diagnosticadas VIH+.
"La condición llamada SIDA ocurrió como resultado de un déficit masivo de electrones, expresado clínicamente como una reducción significativa de una importante molécula tripéptido antioxidante, el glutatión --que contiene una molécula de cisteína--, y un agotamiento generalizado de otros sistemas antioxidantes [Eck, H.P., et al. (1989) "Baja concentración de tiol (cisteína) soluble en ácido en el plasma sanguíneo de pacientes infectados con VIH-1" Biol. Chem. Hoppe Seyler; Buhl, R., et al. (1989) "Deficiencia sistémica de glutatión en personas seropositivas al VIH sin síntomas." Lancet]. Cuando ésto se reconoce en el contexto de la biología evolutiva de la célula eucariota, se puede entender que el SIDA no es principalmente una complicación del sistema inmunitario sino un problema sistémico fundamental de deficiencia de energía. Este estado de deficiencia de energía se manifestó no solo como un desequilibrio programado y evolutivamente predecible en la defensa inmune celular, sino también como una alteración en los mecanismos homeostáticos sistémicos. Por lo tanto, requiere una redefinición más apropiada: SEDA (AEDS, Acquired Energy-Deficiency Syndrome, en inglés), un síndrome de deficiencia de energía adquirida. Las implicaciones de este cambio de visión reorientan profundamente la forma en que este dilema se ha posicionado en el mercado de las ideas. Si, de hecho, el factor clave en la homeostasis celular es la deficiencia de energía --una disminución en el almacenamiento de energía condicionado por el flujo de energía, como al principio de la crisis del SIDA, fue demostrada por el hallazgo consistente de una reducción de glutatión y de su precursor, cisteína, en la mucosa pulmonar, plasma y células inmunes auxiliares T de pacientes VIH positivos [Buhl, R., Holroyd, K.J., Mastrangell, A. et al. (1989) "Deficiencia sistémica de glutatión en personas seropositivas al VIH sin síntomas", Lancet; Eck, H.P., et al. (1989) "Baja concentración de tiol (cisteína) soluble en ácido en el plasma sanguíneo de pacientes infectados con VIH-1" Biol. Chem. Hoppe Seyler]-- entonces, mediante este cambio de enfoque del sistema inmunitario al metabolismo energético de las células, el SEDA (AEDS) se convierte en un problema que no es infeccioso, que nunca producirá las pandemias predichas, que nunca tendrá una vacuna y que es reversible..."
 
[Nancy Turner Banks, MD; del libro "la lenta muerte del paradigma del SIDA/cáncer, y los libros apócrifos de la célula eucariota" ed. Xlibris]
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Comentarios

  • Genial este articulo pero para el lector que no es medico ni tiene esos conocmientos solo es algo mas, hay que demostrar y hacer que sea valida.

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