enfermar (2)

  • Publicado por darks el marzo 8, 2015 a las 10:10pm

Fuente: http://www.bbc.com/future/story/20150210-can-you-think-yourself-to-death

David RobsonBBC Future,19 febrero 2015

Hay que cuidarse de las personas alarmistas. Como el hechizo de un brujo, sus palabras podrían estar propagando plagas modernas.

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Desde hace tiempo sabemos que las expectativas sobre la posibilidad de contraer una enfermedad pueden resultar tan peligrosas como un virus. Pueden disminarse por vía del rumor, creando un efecto potente.

Lee también: El efecto nocebo de las noticias de salud

Esa podría ser la razón por la cual hay casas que parecen cargar con una maldición de enfermedades y el motivo de los misteriosos brotes de mareos, insomnio y vómitos de personas que viven cerca de turbinas eólicas.

Si te has sentido "griposo" después de recibir una vacuna o has sufrido de una inexplicable alergia a comidas, también puedes haber sido víctima de lo que se conoce como el "efecto nocebo".

Dimos Mitsikostas, del Hospital Naval de Atenas, Grecia, dice que "el efecto nocebo muestra el poder del cerebro".

Y agrega que "no lo podemos explicar completamente".

Broma mortal

Desde hace tiempo, los médicos saben que las creencias generalizadas pueden ser letales.

El médico vienés del siglo XVIII Erich Menninger von Lerchenthal describe una broma pesada que los estudiantes en su facultad de medicina le hicieron a un asistente que no les agradaba.

Tras saltarle encima le dijeron que sería decapitado. Lo vendaron, le bajaron la cabeza y se la pusieron en el patíbulo. Luego, le dejaron caer un trapo mojado en su cuello. Convencido de que era el roce de una cuchilla de acero, el pobre hombre "murió en el acto".

Anécdotas como esa abundan, pero los investigadores modernos se habían concentrado en la habilidad de la mente para curar, no para hacer daño. Es decir el llamado "efecto placebo", derivado del latín "complaceré".

En los ensayos clínicos ahora se asigna por azar a los pacientes un fármaco real o un placebo en la forma de una píldora inefectiva.

El paciente no sabe lo que está tomando, e incluso los que toman los placebos tienden a mostrar mejorías, gracias a su fe en el tratamiento. Sin embargo, también reportan náuseas, dolores de cabeza o malestares.

"Es un fenómeno consistente, pero la medicina nunca ha podido realmente abordarlo", dice Ted Kaptchuck, de la Facultad de Medicina de Harvard.

En los últimos diez años los médicos han mostrado que este efecto nocebo (del latín "dañaré") es muy común.

Aunque muchos de los efectos secundarios son algo subjetivos, las respuestas de nocebo ocasionalmente aparecen como erupciones en la piel o se detectan en exámenes fisiológicos.

"Es increíble, toman pastillas con azúcar y cuando mides las enzimas del hígado están elevadas", dice Mitsikostas.

Las mediciones médicas demuestran que el efecto nocebo tiene efectos físicos concretos.

Incluso al medirse la actividad de los nervios en casos de nocebo se ha mostrado que la médula espinal del individuo comienza a responder a un aumento del dolor antes de que pueda sentirlo.

Tómese un caso casi fatal reportado por el doctor Roy Reeves en 2007.

El "Señor A" sufría de depresión cuando ingirió un frasco completo de pastillas.

Arrepintiéndose de su decisión, ingresó de emergencia al hospital. Lucía grave, pero los exámenes de sangre no le encontraron restos de la droga.

Cuatro horas más tarde otro doctor llegó para informarle a Reeves que el paciente participaba en el ensayo de un medicamento, tomando un placebo. Tuvo una "sobredosis" de tabletas de azúcar. Al enterarse, el aliviado Señor A se recuperó.

Nunca sabremos si el efecto nocebo de verdad lo habría matado, aunque Fabrizio Benedetti, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Turín, Italia, piensa que es ciertamente posible.

Benedetti ha escaneado cerebros de individuos sometidos a las sugestiones nocebo que parecen desencadenar activaciones en el hipotálamo, y en la glándulas pituitaria y suprarrenal, áreas que se ocupan de amenazas extremas a nuestro cuerpo.

Si de verdad crees que estás en una situación de falta de oxígeno, podrías experimentar migrañas.

Y dice que si tu miedo y creencias son lo suficientemente fuertes, el resultante coctel de hormonas podría ser letal.

Rumores malintencionados

El simple hecho de que tu doctor pueda, involuntariamente, ponerte enfermo, ya es preocupante, pero cada vez es más evidente lo fácil que resulta propagar el efecto nocebo.

El año pasado Benedetti ofreció llevar a más de 100 estudiantes a los Alpes italianos, a una altura de más de 3.000 metros.

Previo le dijo a uno del grupo que la falta de aire podría ocasionar migrañas. El rumor llegó a una cuarta parte de los estudiantes y quienes lo escucharon comenzaron a sufrir los peores dolores de cabeza.

Incluso un estudio de la saliva de esos estudiantes mostró una exagerada respuesta a las condiciones de poco oxígeno, incluyendo una proliferación de enzimas asociadas con dolores de cabeza por la altura.

"La bioquímica del cerebro cambió en los individuos 'infectados socialmente'", dice Benedetti.

E incluso más preocupante es que, aparentemente, el nocebo puede ser activado por claves subliminales

Así funcionaba la medicina -la magia y la brujería- antes de que se "inventaran" los medicamentos: usando la fuerza de la sugestión.

La historia está llena de misteriosas epidemias que pueden haber surgido de esa forma. En tiempos recientes la más escalofriante fue lo ocurrido entre miembros de la etnia Hmong que llegaron a EE.UU. procedentes del sudeste asiático en la década de los 80.

Jóvenes sin enfermedades previas comenzaron a morir mientras dormían, luego de períodos de pesadillas y parálisis del sueño.

Según las especulaciones de los expertos, lo sucedido tuvo su origen en una fuerte creencia cultural en demonios nocturnos.

Papel de la tecnología

Otras veces el temor a la nueva tecnología parece ser responsable. A finales del siglo XIX los usuarios de los recién inventados teléfonos reportaron mareos y dolores tras usar los aparatos.

Y trabajadores escandinavos en la década de los 80 desarrollaron sorpresivas erupciones, aparentemente producidas por los monitores de las computadoras.

Hoy en día el nocebo es quizás más visible en trastornos controversiales como el llamado "síndrome de la turbina eólica" o la "electrosensibilidad", una reacción alérgica a señales de teléfonos móviles y conexiones inalámbricas de internet.

Pero si algo nos dice el efecto es que no deberíamos subestimar la angustia que causa su condición.

"No tengo ninguna duda de que la gente realmente experimenta síntomas físicos", dice James Rubin del King’s College de Londres.

Medios y rumores

¿Y qué se puede hacer al respecto? Se sabe que es difícil neutralizar creencias arraigadas, pero la cobertura responsable de los medios por lo menos frenaría la propagación de los rumores.

Rubin descubrió en 2013 que mostrar un simple video sobre la electrosensibilidad era suficiente para activar síntomas y la evidencia muestra que las epidemias del "síndrome de la turbina eólica" se producen luego de reportajes de los medios sobre el tema.

En otras palabras, las alertas sanitarias están en sí mismas enfermando a la gente.

Si empiezas a creer que te vas contagiar de esa gripe de tu compañero de oficina, te haces más vulnerable.

El tema representa un dilema moderno para la medicina, señala Rebecca Wells del Centro Médico Bautista Wake Forest (EE.UU.)

"No hay verdades indiscutibles y rápidas sobre lo que la medicina hace", dice.

Wells piensa que en el futuro los doctores necesitarán desarrollar nuevos procedimientos para decidir qué hechos divulgar al paciente y cómo enmarcar la información.

Mientras tanto, la educación en sí misma puede restarle poder al efecto nocebo. Mitsikostas, por ejemplo, le explica a sus pacientes que deben cuidarse de sus propias expectativas negativas.

La conexión entre la mente y el cuerpo, sostiene, es algo que no nos podemos dar el lujo de ignorar, a pesar de nuestros increíbles instrumentos médicos nuevos.

"Durante milenios, la medicina fue esencialmente placebo; al utilizar las expectativas, los magos hicieron uso de la voluntad para curar", destaca.

"No es suficiente para superar las enfermedades, pero sí es indispensable".

Lea la historia original en inglés en BBC Future

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Relacionado con este tema: Sobre el efecto del diagnóstico de vih+ en las personas:

http://superandoelsida.ning.com/video/terror-hipnotico-inducido-por

 

Leer más…

A la hora de enfermar, el estrés es un factor no suficientemente valorado, quizás por el hecho de que es algo omnipresente en la vida de cualquier ser humano y a menudo, por razones del todo explicables, en personas etiquetadas como vih+. Pero a veces el nivel de estrés es de tal grado que nos hace enfermar. ¿Cuál es la explicación?

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                                                 ESTRÉS= CORTISOL= CORTISONA

 

Una de las razones más importantes de esta propensión a enfermar en situaciones de estrés, (nos referimos a situaciones de estrés importante, aquellas que conllevan una preocupación sostenida durante un tiempo), es que en estas situaciones nuestro organismo produce grandes cantidades de cortisol.

¿Qué es el cortisol? El cortisol es una hormona de efectos afines a la cortisona, tan conocida por todos, de modo que, cuando escuchéis hablar de estrés, sobre todo si este es importante, pensad inmediatamente en cortisona, al punto de que podríamos decir sin temor a equivocarnos que una situación de gran estrés es equivalente, desde el punto de vista inmunológico, a consumir durante un cierto tiempo dosis nada despreciables de cortisona. A eso se deben añadir otros factores que suelen acompañar a las situaciones que entrañan preocupación importante, como es el hecho de que no se descanse bien y/o que la alimentación sea deficiente, sin mencionar otras.

 

                                                    EFECTOS DE LA CORTISONA

 

Los efectos de la cortisona están perfectamente documentados en la literatura médica, así como en los mismos prospectos de sus distintos preparados, siendo sorprendente hasta qué punto nos resultan familiares algunas manifestaciones de su administración continuada.

Elegimos en este caso la prednisona, un corticoide de acción más bien intermedia, en dosis de 10 mg al día, una dosis de uso relativamente frecuente en tratamientos crónicos, como es el caso de ciertas enfermedades autoinmunes. Estos son sus efectos, descritos en publicaciones médicas, sobre el sistema inmunológico: Aumento del riesgo de infecciones gravesLa inmunosupresión inducida implica la posible adquisición de nuevas infecciones o reactivación de antiguas, tanto bacterianas, víricas como micóticas (es decir, por hongos). Especial atención merece la tuberculosis: si hay sospecha de haber padecido la enfermedad se recomienda hacer profilaxis antituberculosa antes de la corticoterapia. Las infecciones por herpes zoster ocurren con más frecuencia en pacientes tratados con corticoides…(Manejo de los corticoides en la práctica clínica, ARTÍCULOS DE REVISIÓN REV MED UNIV NAVARRA/VOL 53, Nº 1, 2009, 9-18. J. C. Galofré, Departamento de Endocrinología y Nutrición. Clínica Universidad de Navarra. Facultad de Medicina. Universidad de Navarra).

Otro de los efectos conocidos desde hace décadas es la linfopenia, es decir, la disminución de la cifra de linfocitos, a los que pertenecen los tan mencionados linfocitos cd4, efecto que se conoce a partir de los trabajos de Antony Fauci de mediados de los años 70.

 

                                       LOS SUCESOS ESTRESANTES SEGÚN SU INTENSIDAD

 

No todos los sucesos estresantes conllevan igual propensión a enfermar, evidentemente, hay sucesos que conllevan mayor nivel de estrés y consecuentemente una mayor propensión a enfermar, no es lo mismo una separación de pareja tras una relación de años, uno de los sucesos más estresantes, que un revés económico; no es lo mismo la muerte de un hijo que un cambio de trabajo.

Se han elaborado distintas tablas de sucesos estresantes que conllevan riesgos de enfermar, catalogados por su grado de intensidad, la más conocida, que es clásica ya y muy difundida, es la de Holmes y Rae.

En 1967, los psiquiatras Thomas Holmes y Richard Rahe examinaron los registros médicos de más de 5.000 pacientes como una forma de determinar si los eventos estresantes pueden provocar enfermedades. A los pacientes se les pidió que rellenasen una lista de 43 acontecimientos estresantes de la vida sobre la base de una puntuación relativa, encontrándose que existe una correlación entre los eventos de sus vidas y sus enfermedades. Sus resultados fueron publicados en la Escala de Reajuste Social (SRR) más conocido como Escala de Estrés Holmes y Rahe. Validaciones posteriores han apoyado los vínculos entre el estrés y la enfermedad.

 

Escala de Estrés Holmes y Rahe:

  1. Muerte del cónyuge- 100
  2. Divorcio- 73
  3. Separación matrimonial- 65
  4. Encarcelamiento- 63
  5. Muerte de un familiar cercano- 63
  6. Lesión o enfermedad personal- 53
  7. Matrimonio- 50
  8. Despido del trabajo- 47
  9. Paro- 47
  10. Reconciliación matrimonial- 45
  11. Jubilación- 45
  12. Cambio de salud de un miembro de la familia- 44
  13. Drogadicción y/o alcoholismo- 44
  14. Embarazo- 40
  15. Dificultades o problemas sexuales- 39
  16. Incorporación de un nuevo miembro a la familia- 39
  17. Reajuste de negocio- 39
  18. Cambio de situación económica- 38
  19. Muerte de un amigo íntimo- 37
  20. Cambio en el tipo de trabajo- 36
  21. Mala relación con el cónyuge- 35
  22. Juicio por crédito o hipoteca- 30
  23. Cambio de responsabilidad en el trabajo- 29
  24. Hijo o hija que deja el hogar- 29
  25. Problemas legales- 29
  26. Logro personal notable- 28
  27. La esposa comienza o deja de trabajar- 26
  28. Comienzo o fin de la escolaridad- 26
  29. Cambio en las condiciones de vida- 25
  30. Revisión de hábitos personales- 24
  31. Problemas con el jefe- 23
  32. Cambio de turno o de condiciones laborales- 20
  33. Cambio de residencia- 20
  34. Cambio de colegio- 20
  35. Cambio de actividades de ocio- 19
  36. Cambio de actividad religiosa- 19
  37. Cambio de actividades sociales- 18
  38. Cambio de hábito de dormir- 17
  39. Cambio en el número de reuniones familiares- 16
  40. Cambio de hábitos alimentarios- 15
  41. Vacaciones- 13
  42. Navidades- 12
  43. Leves transgresiones de la ley- 11

Esta tabla tiene un valor orientativo, siendo preciso hacer constar también que, si bien estas situaciones estresantes lo son para la mayoría de las personas, la forma de manejarlas o hacerles frente varía mucho de unas personas a otras.

Fijémonos que la muerte del cónyuge, o una situación equivalente, como puede ser para una madre la pérdida de un hijo, está considerada como la situación de máximo estrés dentro de todas las situaciones estresantes.

 

                ALGUNOS EJEMPLOS DE CÓMO EL ESTRÉS PUEDE ENFERMAR A LAS PERSONAS

 

1) Estrés en una persona no seropositiva.

 

Hace un par de años alguien me regaló un número ya atrasado de la revista Espacio Humano, he intentado ver en la web de esta revista, porque me gustaría que pudierais leer el artículo completo, pero no lo tienen digitalizado, tienen números posteriores, pero no ese, que es el nº 143, de julio/agosto de 2010. En ese número venía una entrevista con el maestro de yoga, escritor de más de 200 libros sobre el tema y muy conocido en España, Ramiro Calle, quien acababa de pasar por una gravísima infección cerebral a su vuelta de un viaje a Sri Lanka, donde había estado en un campo de meditación. No se supo al final el germen causante, sospechan si pudo tratarse de una infección por listeria, una bacteria que puede transmitirse por agua y frecuentemente por alimentos, que puede causar infecciones en cualquier parte del organismo, a menudo a nivel cerebral. Al final, parece que después de un montón de antibióticos y unos cuantos días en la UCI en los que estuvo casi todo el tiempo delirante, superó sin secuelas la infección.

Fue para él una terrible lección, según contó en la entrevista, dicho con sus propias palabras: “Es curioso, pero yo nunca había estado enfermo, no conocía ni mi grupo sanguíneo, no me habían hecho ningún análisis, me faltaba vivir esa noche oscura de la que se sale…Yo tengo que reconocer que tengo superávit de confianza, y no he cuidado mucho lo de las vacunas y las comidas, (se refiere en relación con los lugares a donde suele viaja), y al final, tanto va el cántaro a la fuente que al fin se rompe”. Y un poco más adelante, en esa entrevista, él mismo puntualiza: “Sí, hay que cambiar de actitud. En ocasiones hay que saber decir no. Este último año ha sido una verdadera locura de actividad, (conferencias, libros, presentaciones, artículos en varias revistas, prólogos de libros, viajes, programas de radio, consulta, clases de yoga, favores amigos…). Puede ser que mi sistema inmunitario se viera afectado por una situación de estrés y cuando llegué a Sri Lanka estuviera más debilitado que en los 140 viajes que he realizado anteriormente”…

 

2) Estrés en una persona etiquetada como seropositiva: el caso de Christine Maggiore.

 

Una persona que pasó por un estrés brutal antes de su muerte es nuestra siempre recordada Christine Maggiore, personalmente estoy convencido de que, para cualquier persona, sería bastante difícil no enfermar tras pasar por toda la serie de situaciones estresantes que esta admirable mujer pasó en los meses previos a su muerte. Christine Maggiore, según la autopsia, murió a consecuencia de un fallo renal causado por una  interacción medicamentosa cuando estaba siendo tratada de una neumonía. No lo sé, ni me importa, si pasó antes por algún proceso que orientara hacia la presencia de inmunodeficiencia, y digo que no me importa porque, si tenemos en cuenta las circunstancias especialmente estresantes por las que pasó en el período anterior a su muerte, no tiene nada de extraño.

Como sabéis, la hija de Chistine había fallecido poco antes (la autopsia reveló que la causa de su muerte fue una reacción alérgica a la penicilina), no obstante Christine fue acusada de irresponsable y tuvo que defenderse en un juicio, donde quedó al final exculpada. Al mismo tiempo fue objeto en la prensa de lo que se puede calificar como un vergonzoso linchamiento mediático, detalles que podéis ver en el post publicado en nuestra página hace tiempo dedicado al tema. No hay que ser muy espabilado para imaginar su dolor como madre ante la perdida de su pequeña hija, su indignación al ver que tiene que defenderse de la acusación de ser la causante de su muerte y su impotencia al ver que es difamada en los medios de comunicación. Como para no enfermar, y desde luego quien necesite recurrir a un virus fantasma para explicarlo debería hacerse examinar por un psiquiatra.

 

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Sobre el tema del estrés, mucho más extenso y completo, tenéis el artículo:

https://superandoelsida3.ning.com/profiles/blogs/estres-cortisol-y-linfocitos-t-cd4-de-sida-y-brujeria-vudu-de-mat

 

 

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