mujer (4)

Introducción:

Todo un ejemplo del sinsentido y absurdo de la aplicación de una teoría, como lo es la visión vih-sida, que además de no tener base científica, (ni en sus diagnósticos, ni en sus pronósticos, ni en sus tratamientos, ni en ninguna de las afirmaciones que hace con respecto a los ccd4, cargas virales...), supone una fuente de discriminación y sufrimiento para muchas personas.

El artículo, en cuanto que repite los tópicos y lugares comunes a que nos tienen acostumbrados los medios desde hace años, merece la pena ser comentado.

                                                                              (La administración de la página Superando el sida)

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Este es el artículo original.

 

Terminan para una mujer 12 años de pesadilla con el VIH

 

Fuente: http://www.bangkokpost.com/learning/advanced/1261245/womans-12-year-hiv-nightmare-finally-ends

• 2 Junio 2017 a las 08:48 9


• ESCRITOR:JON FERNQUEST
• ORIGINAL FUENTE / ESCRITOR: PENCHAN CHAROENSUTHIPAN

 

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 Una llorosa pero feliz Suthida Saengsumat habla con la prensa después de saber el resultado de la prueba del VIH en el Centro de Investigación de la Cruz Roja Tailandesa en Bangkok el jueves 1 de junio de 2017. (Foto de Penchan Charoensuthipan).


Una joven mujer cuya vida fue arruinada por el diagnóstico de VIH y la discriminación cuando era niña está libre de VIH al repetirse el análisis.

VIH-SIDA Y DISCRIMINACIÓN

Termina finalmente la pesadilla del VIH de 12 años.

1/06/2017
Penchan Charoensuthipan

Una mujer joven que sufrió la discriminación que siguió tras ser diagnosticada VIH+ cuando era niña libre por fin de su angustia.


Ella resultó negativa para el VIH al repetir el test en el Centro de Investigación de la Cruz Roja Tailandesa (TRC-ARC) el jueves.

La historia de la joven apunta al problema de la discriminación generalizada contra las personas con VIH en Tailandia basada en información y creencias falsas (1).



¿QUE PASÓ EXACTAMENTE?

La pesadilla del VIH de la joven empezó cuando ella tenía 8 años de edad.
Sus profesores la llevaron a hacerse una prueba de VIH en un hospital en la provincia de Roi Et porque su madre tenía una alergia severa y su padre había muerto de sida (2).

La primera prueba mostró que estaba infectada con el virus. No hubo una segunda prueba para confirmar el diagnóstico (3). Ella ha estado sufriendo angustia desde entonces.



CON EL DIAGNOSTICO DEL VIH COMENZÓ LA DISCRIMINACIÓN Y EL ABUSO POR PARTE DE SUS VECINOS

La joven dijo que todos, incluidos sus vecinos y compañeros de escuela, se distanciaron de ella después de su diagnóstico de VIH.
Después de eso ella ya no quería ir a la escuela.

"Finalmente me fui y crecí como una persona sin educación, aunque soñaba con ser médico", dijo Suthida.

Más tarde se casó, y aunque utilizó métodos anticonceptivos quedó embarazada.


Ella decidió tener al niño, ahora de 5 años.


Cuando las pruebas de VIH en el recién nacido resultaron negativas, ella buscó una nueva prueba de VIH para sí misma.


Resultó negativo, por lo que dejó de tomar su medicación para el VIH.

Aún así, ella seguía teniendo dudas sobre su salud.



FINALMENTE RETESTADO CON NUEVO MEJOR PRUEBA

Eventualmente, un abogado llamado Songkran Achariyasap la trajo a Bangkok para que se hiciera el test en el centro de la Cruz Roja tailandesa.


El resultado de la prueba del jueves, confirmó que no estaba infectada y esto le ha dado una nueva vida, dijo la joven Suthida Saengsumat, de 20 años.


La Dra. Praphan Phanuphak, directora de la TRC-ARC, dijo en una conferencia de prensa 30 minutos después que estaba libre del VIH.


Confirmó que los resultados de las dos pruebas eran consistentes.

La señora Suthida se echó a llorar.


Ella agradeció efusivamente a los médicos involucrados y dijo que la sociedad debería dejar de discriminarla porque ella no era una víctima del VIH-SIDA.

El Dr. Praphan dijo que las pruebas modernas eran mucho más precisas de lo que eran hace muchos años, con una tasa de error de sólo 1 de cada 1000 (4).

 

MIS HIJOS NO TENDRÁN QUE OCULTARSE AHORA

"Hijos Míos, de ahora en adelante no tendréis que avergonzaros ni esconderos de los demás."
Viviremos juntos de nuevo.


"Nunca nos separaremos más, porque no tengo sida", exclamó la madre de dos hijos, de 5 años y 1 año.



PRUEBA DE QUE LA SOCIEDAD TAILANDIA TIENE POCO COMPRENSIÓN DEL VIH-SIDA

El caso de la Sra. Suthida demuestra que la sociedad tailandesa tiene poca comprensión sobre el VIH-SIDA y discrimina regularmente e injustamente contra las personas infectadas (5).


Estas personas pueden vivir vidas normales como otras personas y contribuir a la sociedad, dijo el director del centro de investigación del Sida.

El doctor Sombat Thanprasertsuk, del Departamento de Control de Enfermedades, dijo que los médicos estaban preocupados por los efectos secundarios de la medicación contra el VIH que Suthida había estado tomando desde que era una niña y hasta hace relativamente poco tiempo (6).

Http://www.bangkokpost.com/news/general/1260602/womans-12-year-hiv-nightmare-finally-ends

 

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NOTAS

(1) La discriminación contra las personas vih+ no se limita a Tailandia, es algo a nivel mundial.

 

(2) Esto es algo curioso, ¿Por qué sus profesores la llevaron a hacerse el test? ¿Porque el padre había muerto de sida? Aún así no existe aquí posible contagio? Por otra parte, dado que el test de vih se pide en todo embarazo, es de suponer que su madre, que sería la fuente de contagio más plausible, no era seropositiva, ¿Cómo se contagió entonces la niña? (hablando claro está desde el punto de vista de la teoría vih-sida).

 

(3) Dicen que no hubo una segunda prueba, como si con una segunda prueba el diagnóstico fuera más fiable, cuando no es así pues, en el caso del llamado W. Blot, también llamado de confirmación, se trata de otro test indirecto, es decir, otro test que no detecta al virus sino algo supuestamente relacionado con él.

 

(4) Con respecto a que las pruebas más modernas sean más precisas, qué poco sabe realmente esta doctora de la realidad de los tests, pues en la medida en que nunca se ha comprobado la presencia del supuesto virus en las personas que dan positivo en esos tests, cualquier resultado positivo en ellos, con independencia del test de que se trate, incluidos los de carga viral, es falso.

 

(5) ¿Cómo podemos esperar que no se discrimine a las personas etiquetadas vih+ cuando son las propias instituciones médicas y sanitarias quienes lideran esa discriminación, al incluirlas en registros especiales de apestados, tratarlas de forma diferente a los demás enfermos, permitir que las compañías de seguros las discriminen. La verdadera causa de la discriminación, a la que contribuyen bienintencionadamente todas las ONGs y grupos antisida con su recomendación de que todos se hagan el test, es la simple etiqueta de vih+, una etiqueta que dice, en contra de toda evidencia científica, que la persona es portadora de un virus letal que a su vez puede contagiar a otros.

 

(6) Ahora al parecer los médicos están preocupados de si 12 años de consumo de esos fármacos tóxicos pudieran haberle causado daños irreparables, lo que sí es para estar preocupados, sobre todo teniendo en cuenta que esa medicación era totalmente innecesaria. Por cierto, es de suponer que le darían medicación porque su carga viral era alta y sus cd4 bajos, ¿Qué medía entonces la carga viral que pudiera tener la niña si al final no estaba “infectada”?

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Se trata de una mujer que al parecer fue contactada para trabajar como enfermera en un centro médico privado y, se entiende que como condición previa para ese trabajo, se la sometió a un test de VIH.

Como un mes más tarde, violando la privacidad, se le comunica que no iban a contratarla y que su análisis había resultado positivo al test de VIH, sin esperar a un “test de confirmación”.

Por su cuenta la mujer se hizo unos análisis los cuales desmintieron el resultado, planteando la correspondiente demanda, teniendo que ser indemnizada por el error en el diagnóstico y violación de la privacidad.

 

Fuente: http://www.larazon.com.ar/actualidad/dijeron-HIV-preocupacional-deberan-indemnizarla_0_573000187.html

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Reproducimos la noticia aparecida en el diario La Razón el 27 de mayo de 2014:

Le dijeron que tenía HIV en un examen pre-ocupacional y deberán indemnizarla

LO RESOLVIO LA CAMARA CIVIL

27 MAY 2014 | 18:31 Erróneamente y sin respetar los estándares de privacidad, le avisaron que su estudio de SIDA había dado positivo y que no iban a contratarla. Sin embargo, la mujer se hizo analisis por su cuenta y desmintió el resultado. Tendrán que pagarle 85 mil pesos.

La Cámara Civil condenó a una médica a indemnizar con 85 mil pesos a una paciente a la que le informó erróneamente y sin respetar los estándares de privacidad que sus estudios de SIDA habían dado positivo.

“Fue anoticiada telefónicamente del resultado omitiéndose el carácter confidencial y la asistencia médica exigida en estas circunstancias, a mas de hacer saber de la posibilidad de falsos positivos y la necesidad de realizar estudios confirmatorios”, reprocharon los camaristas Carlos Domínguez y Oscar Ameal.

“La llamada telefónica debió limitarse a concertar una entrevista con la actora, haciéndole saber que ya se tenían los resultados a entregar personalmente”, añadieron.

El 5 de febrero de 2003, la víctima del error “fue contactada para ingresar como enfermera” en un centro médico privado, y el 12 de marzo, “encontrándose en su casa junto a una amiga. P., recibe un llamado telefónico informándole que del análisis efectuado resultaba ser portadora de HIV y no sería contratada”.

Pero un nuevo estudio, que la mujer realizó por su cuenta, arrojó ?resultado negativo, que también fue reconfirmado con otro subsiguiente”.

Según se desprende del fallo, el error “se debió a un 'falso positivo' de conformidad a las pruebas cumplidas y allí citadas”.

“Debe tenerse por acreditado que, efectuado los análisis de laboratorio pertinentes y ordenados por la demandada como examen preocupacional, la actora fue anoticiada telefónicamente del resultado omitiéndose el carácter confidencial y la asistencia médica exigida en estas circunstancias, a mas de hacer saber de la posibilidad de falsos positivos y la necesidad de realizar estudios confirmatorios”, resumieron los camaristas.

 

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(Publicado por Etnia el 18 de marzo de 2013 en el espacio de Testimonios de nuestra red)

 

Por mi larga experiencia, y mi larga vida que no esperaba puesto que se supone iba a morir, lo mejor de todo esto, lo aprendido. No vivais pensando en el vih, vive pensando en ti, con alegria, con ganas de aprender de vuestra experiencia, aceptaros, amaros, y convertiros en las grandes personas que sois, lo que mas cuesta, es amarse a pesar de la etiqueta, del miedo que la sociedad nos crea, son sus miedos no los nuestros. No escucheis.las informaciones que nacen del miedo, tenia solo 20 años cuando sobre mi cayo una losa muy pesada, ahora voy a cumplir 50, y me doy cuenta de lo valiente que he sido. He aprendido a conocerme y quererme. Es lo que me ha dado el supuesto vih. Un beso grande a todos.

 

PD Y no mata el vih, mata el miedo, si nos dejamos esta sociedad acaba con nosotros, con nuestra vida sexual, y con todo que pudiesen, ah respecto a vida sexual, nunca he usado preservativo, y no he contagiado nunca a mis parejas. Cuidar vuestro cuerpo y vuestra mente.

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(Este artículo se publicó hace años en el nº 45 de la revista Medicina

Holística, editada por la Asociación de Medicinas Complementarias,

AMC, que preside Alfredo Embid)


“Deberíamos seguir hablando de interrumpción voluntaria del embarazo?”



En 1990 me encontrá con el que un año más tarde iba a convertirse en mi marido.

Mi primer niño nacía en febrero de 1992; en noviembre de 1993 esperaba mi segundo hijo.

En enero de 1994, mi ginecólogo me propuso un test de VIH que acepté: el test resultó ser positivo.

Después de esta prueba, el test de mi marido resultó negativo y el de mi hijo también, aunque le había

dado de mamar los primeros meses de su vida.


Bañada en la atmósfera de angustia que genera la medicina convencional y los medios de comunicación,

me encontraba completamente desamparada, no tenía esperanza, estaba dividida entre el sentimiento de contaminar al niño que llevaba dentro y la injusticia de haber sido contaminada, de ver mi vida sumida en

el horror a los 25 años. En el mismo período intenté evidentemente saber cómo había podido

contaminarme, pues no estaba, en mi opinión, clasificada entre las personas llamadas “de riesgo”.


Mis padres me ayudaron y llegamos a la conclusión de que había podido ser transfundida durante una

peritonitis aguda en 1984. Llena de pánico pedí la opinión a varios médicos. Uno de ellos, una celebridad

del hospital de la Grave en Toulouse, me hizo encarar mis responsabilidades, me presionó a mí, a mi entorno, por medio de numerosas comunicaciones telefónicas para que optase por el aborto, lo que era posible, según él, hasta el sexto mes de embarazo.


¿Deberíamos seguir hablando de interrupción voluntaria del embarazo?


Un día su secretaria me llamó, llamándome irresponsable; llegó a decirme que conservar a mi niño, verlo

sufrir y morir en su segundo año era inevitable. En este mismo servicio se me anunció que, según las estadísticas, tenía un 20% de posibilidades de contagiar al niño. A pesar de las fuertes presiones de la medicina y de las personas supuestamente bienintencionadas, decidimos, mi marido y yo, conservar el

niño tan deseado.

Éramos completamente conscientes de que el hecho de traer un niño al mundo comportaba riesgos y que ningún riesgo debía llevarnos a suprimir la vida del bebé. Me propusieron exámenes médicos que se revelaron satisfactorios. Pero a pesar de todo esto la respuesta de la medicina oficial no me bastaba. Me encaminé entonces hacia una alimentación sana, equilibrada y biológica. Había oído hablar del método Kousmine. Me dirigí a la asociación, que me envió un dossier completo y tranquilizador, así como las direcciones de terapeutas que empleaban el método. Empecé a practicarlo a partir del sexto mes de embarazo.
Consistía en tomar en consideración lo que la asociación llamaba “los cinco pilares de la salud”:


1) La alimentación sana y consciente.

2) El aporte de vitaminas y complementos alimenticios.

3)
El mantenimiento de los equilibrios biológicos, especialmente el equilibrioácido-básico.

4) La higiene intestinal.

5) Una actitud psicológica.

A partir de ese momento me di cuenta de lo que podía significar una investigación más profunda, centrada

en lo espiritual y cuando el inmunólogo me anunció una cifra de 500 CD4, (la cifra media oscila entre 600 y 1200), durante el examen a fondo que siguió, le respondí que doblaría esa cifra en los tres meses siguientes.

Y efectivamente, ante su asombro, 3 meses más tarde el examen dio unas cifras que confirmaban mi promesa. El equipo médico de Toulouse estaba en contacto con mi inmunóloga de Carcassonne y me propuso

formar parte de un protocolo de ensayo de los laboratorios Wellcome, estipulando que el AZT reducía la

tasa de transmisión del VIH de la madre al niño,…Después de incontables investigaciones oficiales y una madura reflexión, mi marido y yo decidimos no aceptar la toma de AZT ni al final del embarazo, ni en el

parto, ni durante las seis primeras semanas de la vida del niño.


Fui considerada como una persona totalmente inconsciente por el médico que dirigía el protocolo, (las presiones ya no eran para que abortara, sino para que tomara el AZT). Teniendo una excelente analítica,

pensé en la opción que presentaba menos riesgos de contaminar a mi niño y estábamos absolutamente convencidos de que el AZT era un producto altamente tóxico; me negué categóricamente a entrar en el protocolo.


A pesar de todo, mi parto estaba programado en ese servicio de Toulouse y el día final llegué al centro

médico para dar a luz. Me encontré con la indiferencia absoluta del ginecólogo que aparentemente me

había olvidado de forma voluntaria o perdido de vista junto con mi historial médico, que no apareció.

Decidí entonces volver a Carcassonne. El trayecto se hizo con el trabajo del parto ya muy iniciado y

al final pude dar a luz en la maternidad de Carcassonne. La acogida fue desastrosa. Mi seropositividad

era vivida por el personal como la peste y sufrí una segregación real que va más allá del racismo.


Un año más tarde traía al mundo un tercer niño, al que di de mamar con mucho amor y sobre todo con una

gran tranquilidad de espíritu, aunque con el segundo no lo hice por temor e ignorancia. En la actualidad vivo tranquilamente. Mis tres niños están llenos de vida y con buena salud. No quiero hacerme ningún test que amenace con condicionar mi vida, mi sexualidad, (pasé ocho meses sin tener relaciones, aterrorizada por la idea de contaminar a mi marido, cuando me enteré de que era seropositiva).


No tengo como objetivo volverme seronegativa. Ahora pienso que los virus, (retrovirus incluídos), forman

parte de nosotros, como huéspedes sanos, y que el VIH no produce SIDA, del mismo modo que no lo transmite, y me siento completamente capaz de gestionar mi salud.


Fuente: Este es el testimonio de una mujer que asistió a las II Jornadas de Medicinas Complementarias: Julie Bagate


Contacto: Julie Bagate, Lieu dit “Herré”,

09200 St. Girons, Ariège, Francia.


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