registros (3)

Estamos a punto de iniciar en España lo que constituye la primera accion

colectiva de envergadura desde un punto de vista de la recuperacion de

nuestros derechos.

Esta accion, aparentemente inofensiva, ademas de constituir en esencia un

acto colectivo de dignidad, sencillo, sin perjuicios para las personas y al

alcance de todo el mundo, es ademas una accion inteligente, meditada

desde hacetiempo, que no se limita a algo puntual, sino que en sus sucesivas fases abre la posibilidad de distintas actuaciones judiciales.

Aunque iniciamos esta campaña en España, caben acciones similares en otros paises donde, por ley,

existen registros o ficheros de vih o de Sida, que obligan a la inclusion nominal o bien de las personas

supuestamente infectadas o de los casos de Sida, de modo que seria muy importante que os enterarais si 

envuestros respectivos paises existen ficheros similares, el tipo de registros que son, los datos que

incluyen, si son o no nominales, etc.

Por ejemplo, un pais en el que sabemos que existe un registro nacional de casos desida es Mexico, otro

pais, si me he informado bien, es Cuba. Me han informado de que en Venezuela existe tambien un registro

nacional de casos de sida.  

Esta accion contra los registros no excluye otro tipo de acciones, de hecho la idea es que podamos

apoyar distintos tipos de acciones en los distintos campos, (social, sanitario, juridico, politico, …). 

La idea tambien es que, en la medida de nuestras posibilidades, debemos empezar a movernos,

empezando por aquellas acciones que esten mas al alcance de nuestra mano, sin olvidar lo mas

importante, conservarnos vivos y sanos, sin descuidar nuestros trabajos, nuestras familias, nuestros hijos,

etc., para poder ver un dia el final de este fraude global.

Animo a todo el mundo, en la medida de sus posibilidades, a sumarse a esta batalla por los derechos,

faltan muchas mas, desde luego, pero en algun momento debemos empezar.

Os recuerdo tambien, que el 27 de enero, tendremos otro programa de radio con Fran del Buey, nuestro

asesor en materia de derechos, en el que trataremos el tema del consentimiento informado.

 

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¿Qué son los registros o ficheros de VIH-SIDA?

Son ficheros de tratamiento de datos, donde se incluyen todo tipo de datos personales, (vía de transmisión, prácticas de riesgo, entre las que se incluyen las de ámbito sexual y sociológico, país de origen con trazabilidad de la infección, información clínica y epidemiológica por medio del test de vih, recuento leucocitario cd4, carga viral, fecha del primer resultado positivo confirmado, fase clínica de la infección por vih, así como información relacionada con el uso de drogas intravenosas, recepción de transfusiones, transplantes, tatuajes, esposiciones accidentales y transmisiones verticales).

En estos ficheros el profesional médico realiza un volcado de datos, sin informar previamente al paciente sobre su consentimiento en la declaración de los mismos y sin informar de los derechos de acceso, rectificación y cancelación de los datos aportados.

Existen en España numerosos ficheros informáticos donde se recoge información referente a la condición de vih+, destacando dos ficheros, que actúan a nivel estatal, uno denominado SINIVIH (Sistema de Información de Nuevas Infecciones por VIH), y otro denominado SIDA-REG (Registro de Casos Sida), auspiciados por el Ministerio de Sanidad y regentados por el Instituto Nacional de Epidemiología Carlos III de Madrid.

¿En qué consiste la campaña?

En una actuación coordinada de todas las personas que se sientan afectadas por esta vulneración del derecho a la intimidad, contando con diversas estrategias bajo un único fin.

  1. mediante una acto de desobediencia civil, que se materializa con la reclamación individualizada ante el organismo competente, solicitando la cancelación de esos datos, (el hecho de remitir cientos de solicitudes al organismo competente, que está obligado a responder de forma individualizada y razonada a cada solicitud, supone crear un efecto colapso y exteriorización documentada de la repulsa de esta política discriminadora).
  2. mediante una serie de pasos sucesivos de carácter jurídico, se abriría la posibilidad de realizar un cuestionamiento frontal, (demanda al estado), sobre la validez del test de vih y la etiquetación y tratamiento de las personas afectadas.
  3. mediante la práctica de realizarse un nuevo test de vih y que este dé negativo, a aquellas personas que hayan sido previamente etiquetadas, se podría, paralelamente, plantear la interposición de demandas de reclamación de responsabilidad patrimonial, (indemnizaciones), cuestionando de forma inversa la fiabilidad del test.

¿Cómo participar?

1 - Con tu posicionamiento activo en la defensa de tu intimidad, siendo receloso, a la hora de aportarles, a los mediadores sanitarios, jurídicos, administrativos, (léase, por ejemplo, servicios psicotécnicos para carnet de conducir, mutualidades, ..), datos sensibles, que carecen de relevancia a los efectos de la salud, (prácticas sexuales, usos sociales de drogas, país de origen, ..).

2- Descargando, cubriendo y enviando, (a la dirección que figura en su encabezamiento), el formulario elaborado por nuestra asesoría jurídica. Tener presente que esta actuación no sólo pueden y deben realizarla personas ya etiquetadas como vih+, sino que cualquier ciudadano puede exigir que se le confirme el hecho de su no inclusión en estos registros, (podéis echar mano por tanto de todas aquellas personas que quieran solidarizarse), consiguiéndose con esto un efecto de información contradictoria para los gestores del registro, (pues ellos no saben, a priori, quienes son positivos y quienes no), teniendo que cotejar una a una cada solicitud.

3- Documentando casos de personas que hayan sido diagnosticadas como casos de sida, (dos enfermedades oportunistas y menos de 200 CD4, según la versión oficial), y una vez acreditada la constancia de los datos de esta persona en el registro de sida, (conforme se explica en el párrafo anterior), proceder a exigir la cancelación de datos, sosteniendo la tesis de que ni la prueba practicada, ni la presencia de enfermedades oportunistas, suponen por sí que se padezca un síndrome de inmunodeficiencia. Se abre de esta forma la posibilidad de plantear un pleito público al estado contra los fundamentos básicos de la visión oficial del vih-sida. Esta estrategia requeriría tanto el compromiso de quien demanda como un serio trabajo de documentación y elaboración de prueba pericial, además de un cierto oportunismo por nuestra parte, a la hora de aprovechar las justificaciones esgrimidas por la administracion al denegar nuestra solicitud, permitiendo así iniciar una vía procesal que hasta la fecha nos está vetada.

4- Documentar casos que hayan sido diagnosticados como vih+ y que tengan constancia de que la prueba realizada, tanto con el paso del tiempo, como por el sistema utilizado, pudiera dar negativa caso de repetirse de nuevo, (para ello podéis usar el servicio de transfusiones de la cruz roja, quienes realizan un prueba anónima y gratuíta cuyos resultados te mandan a casa). Y de colofón tendríamos hipotéticamente documentado un caso etiquetado, e incluído en el registro de vih, que sorprendentemente podría actualmente donar sangre, lo que supone una noticia de gran impacto mediático, ya que implica que el banco de sangre acepta que se transfunda sangre de personas otrora considerada contaminantes. Lo que llevaría aparejada una demanda contra el servicio de salud por error de diagnóstico, daños morales, daños físicos, (en el caso de hubiera sido objeto de tratamiento antiviral), suponiendo un cuestionamiento inverso de la validez del test y una recuperación del estatus de persona normal por parte del disidente demandante.

¿Quiénes pueden participar?

1- Los disidente etiquetados, ya que los registros mencionados suponen la negación más patente de las tesis disidentes.

2- Los disidentes no etiquetados que quieran solidarizarse, como ya hemos dicho.

3- Cualquier persona afectada por la condición de vih+ o de enfermo de sida, porque la limitación de derechos que conllevan estas etiquetas es independiente de las tesis que las crean, es decir, que la discriminación que vas a sufrir por esta etiqueta la vas a sufrir igual, creas o no en el vih, tomes o no arvs, seas o no disidente.

¿Entraña algún tipo de riesgo para las personas secundar estas iniciativas?

Sí, entraña un riesgo muy peligroso, el ser consciente de la importancia del ejercicio de tus derechos, además del peligro que entraña la solidaridad y la rebeldía.

Por lo demás, todas las actuaciones antes descritas están regladas en la ley y no podría acusarse a nadie de pretender socavar el estado de derecho, entre otras cosas porque ya nos lo están socavando algunos con creces.

Eso sí, discreción, sentido común, firmeza y determinación.

Y para resumir

Descarga el formulario, cúbrelo y envíalo por correo normal a la dirección que figura en el encabezamiento.

Una vez recibida la contestación del Centro Nacional de Epidemiología, hazle una copia y nos la envías por correo a esta dirección:

Asociación Presosgaliza, (Campaña Registro)

Apartado de correos 263

Santiago de Compostela (A Coruña)

Puedes enviarla también escaneada a la dirección de correo presosgaliza@gmail.com

Aclaraciones finales:

- Esta campaña contra los registros de vih-sida es una iniciativa que se realiza a nivel español.

Ahora bien, sabemos que hay otros países donde se han dictado leyes similares acerca de la obligatoriedad de que las personas etiquetadas como vih+ figuremos en ficheros o registros.

Sería bueno que os enterárais si en vuestros respectivos países existen registros similares para poder lleva a cabo acciones del mismo tipo.

- No hacemos mención al registro que quiere poner en marcha la Comunidad de Madrid porque ese registro todavía no está operativo. En cuando lo esté, se os avisará, (en realidad es el mismo formulario que el dirigido al Centro Nacional de Epidemiología, lo único que cambia es el encabezamiento).

- Estas son unas intrucciones generales, para cualquier consulta relacionada con estrategias más específicas o casos más individualizados, podéis contactar con la dirección de correo:

presosgaliza@gmail.com

(Aclaramos que la dirección de la web de presosgaliza de ning no está operativa)

Para descargar el formulario, clica aquí: formulario.pdf

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SIDA, un repaso a ciertos sucesos y hechos relevantes

En noviembre de 1997, a raíz de la publicación en algunos medios de ciertas informaciones polémicas que ponían en duda los actuales puntos de vista oficiales sobre el Sida, (desde la idoneidad de los tratamientos hasta la propia existencia del virus VIH), el diputado del BNG, Francisco Rodríguez Sánchez, dirigió una interpelación parlamentaria por escrito a la Mesa del Congreso de los Diputados para conocer la postura de las autoridades sanitarias españolas sobre el particular.
Ese mismo año, a iniciativa de una publicación española, se enviaron cartas a distintos organismos oficiales relacionados con la sanidad, (desde el propio Ministerio de Sanidad al Consejo General de Colegios Médicos), indagando por la existencia de pruebas sobre la existencia del VIH.
No hubo respuesta a dichas cartas y la respuesta dada al diputado del BNG consistió en una reafirmación en lo que es catecismo oficial de creyentes desde hace 25 años: “que el virus por supuesto existe”, que “se puede aislar de los enfermos”, “pudiéndose incluso medir su cantidad mediante ciertas técnicas”, que los tratamientos son “eficaces y recomendables”, etc., y que “no tenía sentido ningún debate público sobre estos hechos tan evidentes”.
Pero se da la casualidad de que, entre los que no parecen tener las cosas tan claras como las autoridades sanitarias, están precisamente las propias compañías farmacéuticas que fabrican y comercializan los tests con los que supuestamente se detecta la infección por VIH a las personas.
Estas compañías, como que deben saber muy bien las dificultades que entraña la detección de un virus sobre cuyo aislamiento existen importantes lagunas científicas, han decidido curarse en salud y lavarse las manos, nos imaginamos que ante posibles demandas judiciales, al extremo de advertir, en los prospectos de instrucciones de los tests, de la imprecisión de estos tests a la hora de detectar el VIH.
Pero es aún más interesante, por las importantes implicaciones que tiene, la explicación que dan para esta falta de sensibilidad de los tests de VIH.
Recordemos que los principales tests que se vienen usando para la detección del VIH son el test ELISA y el test Western Blot, que detectan supuestamente anticuerpos contra el VIH. Otro test usado muy frecuentemente es el test de “carga viral”, que mide supuestas cantidades de virus VIH.
Así, la compañía Abbott, uno de los fabricantes del test ELISA, declara: “La prueba ELISA sola no puede ser usada para diagnosticar Sida, incluso si la investigación propuesta con muestras reactivas sugiere una alta probabilidad de que los anticuerpos VIH-1 estén presentes” (Abbott 1997).
Por su parte el prospecto de uno de los kits de W. Blot, test considerado en España como el test de confirmación y prohibido en el Reino Unido por poco fiable, advierte:”No usar este test como única base para el diagnóstico de la infección por VIH” (Epitope Organon-Teknika).
De forma parecida, el prospecto que acompaña al tan frecuentemente usado test de “carga viral” advierte: “El Amplicor VIH-1 Monitor test no está previsto para ser usado como un test de exploración para el VIH ni como un test de diagnóstico para confirmar la presencia de infección por VIH” (Roche 2003).
Habrá quien piense que esas advertencias, por lo que respecta al test ELISA y al W. Blot, obedecen al hecho de que, en España y otros países, es necesario, para el diagnóstico de infección por VIH, dar positivo en ambos tests, sin embargo parece que los tiros no van por ahí, la explicación de Abbot va mucho más allá, estableciendo de forma clara e inequívoca: “En la actualidad no hay estándar reconocido para el establecimiento de la presencia o ausencia de anticuerpos anti VIH-1 en sangre humana. Por tanto la sensibilidad fue calculada basándose en los diagnósticos clínicos de Sida y la especificidad en donantes aleatorios” (Abbott 1997).
¿A qué se refiere la compañía Abbot cuando reconoce que “en la actualidad no hay estándar reconocido para el establecimiento de la presencia o ausencia de anticuerpos anti VIH-1 en sangre humana”? Abbot sencillamente está admitiendo la invalidez de los tests para detectar el VIH pues, al admitir que no existe estándar reconocido está reconociendo que falta el requisito indispensable para que estos tests sean mínimamente fiables Y es que en medicina clínica el único método válido para establecer la sensibilidad y especificidad –la validez en suma- de los tests virales indirectos, como es el caso de los tests de anticuerpos, es la comparación de los resultados del test con el estándar adecuado, que no es otro que la propia detección del virus en la sangre fresca, sin cultivar, de supuestos portadores o enfermos. Es decir, antes de usar en la población esos tests, debemos antes validarlos, asegurarnos de que son fiables, lo que implica que debemos comprobar que se encuentra el virus en un porcentaje significativo de las personas que han dado positivo a esos tests. De otro modo, ¿Cómo íbamos a poder asegurar que las personas que dan positivo a esos tests tienen el virus?
El único estándar válido, no solo para los tests de anticuerpos, sino para todos los tipos de tests virales indirectos, (sean tests que detectan antígenos –proteinas del virus- sean tests que detectan secuencias genéticas del virus, como el test de “carga viral”, o sean tests que detectan anticuerpos), es la identificación del propio virus VIH en la sangre de las personas.
El reconocimiento por parte de Abbott de que no hay estándar reconocido, o –lo que es lo mismo- el reconocimiento de que no se encuentra virus en la sangre fresca de las personas, (ni siquiera para poder hacer estas elementales comprobaciones de los tests con los que precisamente se le diagnostica a las personas la condición de “portador” o “infectado” por el VIH), supone algo inaudito en unos tests que se han venido usando durante más de 20 años para diagnosticarle infección por VIH a muchos miles de personas, algo que muy posiblemente abra la puerta a muchas demandas judiciales.
¿Y porqué no se encuentra el virus en las personas? ¿Tiene lógica que hablemos de un virus que se transmite por sangre pero que al mismo tiempo sea imposible encontrarlo en la sangre de las personas, con la tecnología actual, presupuestos millonarios y un ejército de investigadores en la labor?
Inevitablemente acude a la mente lo sucedido hace años durante la Conferencia Internacional de Sida de Ginebra, cuando el Dr. Ho, una de las eminencias mundiales del VIH, reconoció ante las preguntas del periodista Huw Christie que, después de más de 20 años, no existía una sola fotografía al microscopio electrónico del VIH, tomada a partir de la sangre fresca de enfermos o supuestos portadores.
Al no haberse hallado nunca el VIH en la sangre fresca de ningún ser humano, con o sin Sida, no sólo nos encontramos ante un argumento incontestable en contra de que este supuesto virus sea el causante de ningún proceso transmisible, (la primera condición de las enfermedades transmisibles es que el supuesto agente causal debe ser hallado en todos y cada uno de los casos de la enfermedad, en su sangre fresca o tejidos sin cultivar, se entiende), sino que nos encontramos ante un argumento muy sólido en contra de que este supuesto virus exista, (salvo que asumamos que es un virus invisible o que produzca la enfermedad por control remoto).
Y acude nuevamente a nuestra memoria otro suceso singular, del cual los medios de comunicación se cuidaron muy bien de no informarnos: el famoso “Juicio por la sangre contaminada”, de Gottingen, Alemania, que tuvo lugar en 1995-97. En ese juicio, el virólogo Stefan Lanka invitó al tribunal a que “encontrara un solo científico que fuera capaz de comparecer para declarar bajo juramento y simplemente demostrar que el VIH existía y causaba el Sida”. A pesar de que el juicio había sido anunciado por los medios a bombo y platillo, de repente cesó toda información. ¿Qué pasó? Pues que, como el tribunal tuvo ocasión de comprobar, tal científico, capaz de comparecer para declarar bajo juramento que el VIH existía y causaba el Sida, todavía no había nacido, a pesar de los miles de ellos que acuden a los congresos de Sida y de los miles que viven del cuento del VIH.
Estos hechos no hacen más que corroborar los datos y argumentaciones que desde hace años se vienen presentando contra la Hipótesis VIH-Sida por parte de investigadores de mucho prestigio, como el retrovirólogo Peter Duesberg, (quien ya planteó en 1987 el carácter no infeccioso del Sida), o el epidemiólogo Gordon Stewart, (quien señaló hace años que la epidemiología del Sida no correspondía a la de ninguna epidemia infecciosa), o la biofísica australiana Eleni Papadopulos-Eleopulos, (quien llamó la atención en varias ocasiones –la primera en 1988- acerca de que el supuesto virus VIH no había sido aislado), o el Premio Nobel de Química de 1993 e inventor de la PCR, el bioquímico Kary Mullis, (quien denunció la imposibilidad de encontrar las simples referencias científicas de los supuestos trabajos que demuestran que el VIH causa el Sida). Y más de 2000 investigadores que, desde hace más de 15 años, piden un debate científico sobre el tema.
Pero he aquí que ya no son sólo estos científicos, llamados “disidentes”, sino las propias compañías farmacéuticas que fabrican y venden los tests que determinan la condición de VIH+ o “infectado”, las cuales vienen decirnos también, en su propio lenguaje y desde su propio ángulo”, que todo esto del virus del Sida nunca estuvo más en el aire.

YO TAMBIEN SOY SEROPOSITIVO

En medio de este vergonzoso panorama, la decisión de las autoridades sanitarias españolas de proceder a la realización de registros, (Registro Nacional de Sida y Registro Nacional de VIH), donde se incluyan por ley tanto a las personas considerados “enfermas de Sida” como a las supuestamente “infectadas por el VIH”, en los que se incluyen datos personales sin garantías de secreto o anonimato, supone ya el toque final en cuanto a violación de derechos elementales de las personas se refiere.
Y si bien consideramos a la mayoría de la sociedad como una víctima de la manipulación informativa, somos conscientes de que tuvo también su parte a la hora de que lo que constituyen una serie de prejuicios morales y sociales disfrazados de ciencia fuesen rápidamente aceptados como hechos incuestionables. La sociedad tragó muy rápidamente con la idea de un virus afectando sobre todo a ciertos colectivos de personas porque esos colectivos ya no eran bien vistos y en una época en que el ejercicio de la medicina debería regirse por principios científicos, por el respeto a las personas, por el humanismo en suma, hemos resucitado la figura del “apestado bíblico”, lo cual supone un retroceso de siglos.
Basta por tanto de caras largas y de lacitos rojos, basta de velitas y de hipocresía, la realidad es que la etiqueta de VIH+ está llevando a la muerte, por una gran variedad de caminos que no tienen nada que ver con estar infectado por un virus, a millares de personas.
Es ahora cuando reclamamos solidaridad auténtica y apoyo decidido por parte de la sociedad, ahora en que está en juego también su salud y su bienestar: el conjunto de prácticas ilícitas, manipulación informativa, sobornos y corrupción en distintos estamentos sanitarios que hacen posible que el Sida exista, son un auténtico peligro para todos. El Sida no es más que la punta del iceberg de la corrupción imperante hoy en día en las instituciones que tienen que ver con la salud y que ocasiona no sólo que no se busquen auténticas soluciones a la mayoría de los problemas que nos aquejan, (desde el cáncer a las alergias), sino que se creen nuevos problemas de salud con la propia actuación médica, al tiempo que se inventan nuevos peligros y amenazas.






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