inmunodeficiencia (5)

Fuente: http://hiv-aids-alternatives.blogspot.com.es/2014/11/15-to-be-completed.html

Por Richard Jannaccio, lunes, 06 de octubre 2014     (Traducción Manuel Garrido Sotelo)

 


SI EL VIH NO PRODUCE LA INMUNODEFICIENCIA, ¿QUÉ ES LO QUE LA PRODUCE?

 

¿Qué factores pueden producir inmunodeficiencia?

01. DROGAS
02. OTRAS TOXINAS
03. LA DESNUTRICIÓN
04. TRANSFUSIONES DE SANGRE
05. FACTORES AMBIENTALES
06. ESTILO DE VIDA

07. FACTORES PSICOLÓGICOS, EMOCIONALES, ESTRÉS
08. ESTRÉS OXIDATIVO

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01. DROGAS (MEDICAMENTOS).


Todas las drogas son toxinas y tienen efectos adversos. Debido a que las células del sistema inmune son de las que más rápidamente se dividen en el organismo son por ello extremadamente vulnerables a las drogas y otras toxinas.
A. Medicamentos recetados: Por ejemplo los  medicamentos anti-retrovirales (ARVS)
B. Medicamentos sin receta: Por ejemplo los antihistamínicos (pastillas para la alergia), tranquilizantes y somníferos.
C. Drogas de uso recreativo ejemplo: nitrito de amilo ("poppers", "rush").
Aunque se sabe que no todas las drogas pueden dañar el sistema inmunológico, muchas que sí lo hacen incluyen medicamentos con receta, de venta libre y drogas recreativas. Algunos antibióticos, tales como Bactrim, que se supone para combatir infecciones, en realidad dañan el sistema inmunológico. Los medicamentos de venta libre no son necesariamente más seguros que los recetados. Algunos tipos de drogas se encuentran en más de una categoría. Por ejemplo, los esteroides.
Las drogas pueden tener numerosos efectos tóxicos sobre la inmunidad. La producción de las células inmunes comienza en la médula ósea. Así que si usted ve que se hace referencia entre los efectos a "depresión de la médula ósea", es que va a dañar su sistema inmunológico. Medicamentos que están en esta lista: http://sideeffects.embl.de/se/C0151773/
Si los efectos adversos incluyen "leucopenia", significa que causan una disminución de las células blancas de la sangre (o leucocitos). He aquí la lista: http://sideeffects.embl.de/se/C0750394/
Los linfocitos son un subconjunto de los leucocitos, o células blancas de la sangre, (que incluyen CD4 + y otros), y si se ven afectados negativamente por un fármaco, esta reacción adversa se conoce como "linfopenia," descenso en el recuento total de linfocitos. http://sideeffects.embl.de/se/C0024312/
No es mala idea investigar los efectos adversos de cualquier medicamento antes de tomarlo. Si lo hace, es probable que tome pocos o ninguno. ¿Por qué? Porque los medicamentos no curan la enfermedad. Lo que hacen es suprimir los síntomas, las manifestaciones de la enfermedad, creando enfermedad. Para obtener información sobre un medicamento específico, vaya a donde se supone que los médicos van: http://www.pdr.net/

02. OTRAS TOXINAS


Asbesto, benceno, tricloroetileno, estireno (componente de espuma de poliestireno), sílice cristalina, las emisiones de diesel, humos de soldadura, clases de compuestos, tales como hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y los hidrocarburos aromáticos halogenados que incluyen los bifenilos polibromados (PBB), bifenilos policlorados (PCB) y las dioxinas (TCDD), son algunos de los muchos productos químicos y mezclas químicas que pueden conducir a la inmunosupresión en seres humanos expuestos a ellos. Muchos de ellos también son conocidos por causar cáncer.
http://scorecard.goodguide.com/health-effe.../explanation.tcl ..
http://rivm.openrepository.com/.../b.../10029/6693/1/veraldi.pdf
http://www.epa.gov/.../ha.../wastemin/minimize/factshts/pahs.pdf
En general, la exposición a productos petroquímicos y productos de combustión de los productos petroquímicos deben ser evitados. La sílice y el asbesto son partículas minerales. Evitar la exposición significa que no hay que inhalar, beber, comer, o poner contacto con la piel, que son las formas en que las toxinas pueden penetrar en su cuerpo.
Los efectos inmunológicos de los plaguicidas, como grupo, son más complicados. Algunos pesticidas alteran el normal funcionamiento de sistema inmune disminuyendo la cantidad de leucocitos o células blancas de la sangre, mientras que otros actúan de un modo distinto, causando alergias o enfermedades autoinmunes, (enfermedades provocadas por el ataque del propio sistema inmune a estructuras del propio organismo).
http://www.ourstolenfuture.org/newscience/immune/repetto.htm
http://www.chem-tox.com/immunesys.../pesticides/pesticides.htm
http://www.wri.org/.../f.../pdf/pesticidesandimmunesystem_bw.pdf

03. LA DESNUTRICIÓN


La desnutrición es la principal causa de inmunodeficiencia en el mundo, y en ninguna sitio esto se ha revelado más cierto que entre las naciones del África Subsahariana.
El sistema inmunológico está constantemente produciendo nuevas células y nuevos productos celulares para proteger y defender el cuerpo contra la enfermedad, y la nutrición proporciona las materias primas necesarias para llevar a cabo estos procesos. Por lo tanto, no debe constituir ninguna sorpresa que la desnutrición sea inmunosupresora y la desnutrición severa sea severamente inmunosupresora.
http://cid.oxfordjournals.org/content/46/10/1582.long
África subsahariana: Los científicos, profesionales de la salud, periodistas y otras personas que han observado el llamado "SIDA" en África subsahariana han llegado a la conclusión de que la malnutrición, junto con la falta suministro de agua salubre, así como las condiciones insalubres, es la principal causa de muchos problemas de salud.
La desnutrición en sí puede ser diagnosticada como VIH / SIDA. Por otra parte, las infecciones son más frecuentes y más graves en las personas que sufren de malnutrición, siendo mal diagnosticadas como VIH / SIDA. Cuando se utilizan las pruebas de anticuerpos, los criterios para calificar un resultado como "positivo" son menores en muchos países de África que en otras partes del mundo. Además, se sabe que el test usado arroja resultado "positivo" en personas con una variedad de infecciones que son muy comunes en África y que no tienen nada que ver con el escurridizo "VIH".
Por lo tanto, hay más gente en el continente africano calificada como vih+ que en otros sitios. El resultado es la que recibirán un tratamiento tóxico para una enfermedad mal diagnosticada y huelga decir que esto no el camino para la buena salud.
http://www.rebirth.co.za/hiv_does_not_cause_aids3.htm
http://www.virusmyth.com/aids/hiv/epvtafrica.htm
http://www.virusmyth.com/aids/hiv/pdafrica.htm

Aunque los errores de diagnóstico se cree que se producen con mayor frecuencia en África, pueden ocurrir en cualquier lugar y la desnutrición afecta a las personas en todas partes, especialmente a la gente pobre, aunque no sólo a ella. La desnutrición puede ser el resultado de no comer suficiente, o de comer alimentos de mala calidad, sin el necesario equilibrio de los nutrientes esenciales.
Los bebés y los niños pequeños sufren un riesgo mayor, el sistema inmunológico en los seres humanos todavía sigue desarrollándose tras el nacimiento, sobre todo durante los primeros 18 meses, por lo que algunos daños que se produzcan en el seno materno y en los primeros meses de la vida pueden dar lugar a daños permanentes. En ese sentido, la lactancia materna si la madre bien está bien alimentada es el mejor seguro de salud para el futuro de su hijo.
http://www.aipro.info/.../Nutrition,%20immunity%20and%20the%2...
http://one.wfp.org/polici.../introduction/background/.../s1.html
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2949400/

04. TRANSFUSIONES DE SANGRE Y DERIVADOS (FACTOR VIII DE COAGULACIÓN EN HEMOFÍLICOS)


Las transfusiones de sangre de otros donantes se han relacionado con la inmunosupresión y a veces con immunoestimulación, cuando nos referimos a la regulación de estas posibilidades hablamos de inmunomodulación, (Inmunomodulación en Relación con Transfusión: TRIM). La investigación relacionada con la TRIM deja mucho que desear. Pero una transfusión de sangre total de otra persona (alogénica) implica el poner células, proteínas y otras sustancias bioquímicas, así como cualquier microbio no detectado, del cuerpo de una persona en el cuerpo de otra genéticamente distinta, siendo posible que surja toda una lista de problemas debido a cualquiera de los componentes de la sangre extraña. Sin embargo, por lo que se refiere al TRIM, los principales sospechosos suelen ser los elementos celulares, los glóbulos blancos extraños. Dos vías para evitar este tipo de problemas: 1) no de su consentimiento para una transfusión a menos que sea necesario; 2) cuando se trata de una cirugía no urgente, proceda previamente a donar su propia sangre, para su uso, la cual se almacenará para el caso de que usted la necesite. Después de donar su sangre, será sustituida por sangre nueva producida por la médula ósea, y usted podrá realizar la cirugía. Si se debe usar sangre de otro donante, se ha informado en la literatura científica que el riesgo de TRIM puede reducirse con la eliminación de algunas de las células blancas de la sangre donada antes de transfusion. Atención al factor VIII de la coagulación que se administra a pacientes hemofílicos, Peter Duesberg ha publicado artículos que muestran que los contaminantes de proteínas extrañas en el factor de coagulación VIII, en vez del VIH, causan  inmunodeficiencia.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16675937
https://www.blood.ca/.../Transfusion-related_immunosuppressio...
http://cvi.asm.org/content/6/5/652
http://www.bloodjournal.org/content/97/5/1180 ...
http://www.duesberg.com/books/ch11-2.html

05. FACTORES AMBIENTALES


Muchos factores ambientales son conocidos por causar supresión inmune, (inmunodeficiencia).
Un factor ambiental es algo que se origina fuera de su organismo pero puede penetrar en él por inhalación, comida, bebida o absorción por contacto con la piel. En ese sentido muchas de las otras categorías, como drogas, productos químicos, etc., son factores ambientales, otros factores ambientales no están en ninguna de las otras categorías. He aquí algunos ejemplos de factores ambientales:

El humo del cigarrillo, bien sea por exposición directa (fumador) o indirecta (fumador pasivo)
http://informahealthcare.com/.../abs/10.3109/10408449009089870

Alcohol, consumido en general como bebida alcohólica: cerveza, vino, bebidas blancas, licores…
http://www.vrp.com/.../four-factores-que-sabotaje-a-saludable-i ...
http://alcalc.oxfordjournals.org/content/34/6/830.full 
http://pubs.niaaa.nih.gov/publications/arh26-4/257-263.htm
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/1542040
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16322595

La falta de exposición a la luz, falta de luz solar (vitamina D)
http://www.vrp.com/.../four-factores-que-sabotaje-a-saludable-i...

Radiaciones, rayos X, microondas, contaminantes radiactivos de las centrales nucleares, armas nucleares, medicina nuclear y residuos nucleares, radón en el suelo que se filtra en casas y edificios.
http://www.chem-tox.com/immunesystem/radiation/emr.htm
http://www.mydrhorn.org/docs/microwave.pdf
http://www.rerf.jp/radefx/late_e/immunity.html
http://www.globalhealingcenter.com/.../skeptoid.../episodes/4080
http://www.unscear.org/.../09-81160_Report_Annex_D_2006_Web.p...
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3426842/http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23080082

Muchos productos químicos orgánicos, incluidos los petroquímicos, benceno, hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), benzopireno (que se encuentra en alimentos a la brasa), los PCB, dioxano, pesticidas, escape de los automóviles, las emisiones de diesel. Estos y más se tratan por separado.
http://www.nutramed.com/environment/carschemicals.htm
http://www.fws.gov/.../L.../4TX_Sal/Albers_2003_Hydrocarbons.pdf
http://www.psr.org/.../environmental-contaminantes-and-the-immun ...

Los metales pesados, como el mercurio, el plomo y el cadmio.
http://www.mercout.com/pages.php?pageid=39
http://eclectichealing.com/mercury.html
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/9524402
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2898874/
http://www.blacksmithinstitute.org/.../Environmental%20Contam ...

06. ESTILO DE VIDA


Factores relacionados con el estilo de vida que afectan negativamente la inmunidad: 1) dieta deficiente, malos hábitos alimenticios, agua potable inadecuada; 2) Los malos hábitos relacionados con el sueño, poco descanso o un sueño de mala calidad 3) la actividad inadecuada o impropia / moverse demasiado poco o demasiado ejercicio físico…; 4) hábitos tóxicos: tabaco, café, alcohol, azúcar, sal, antojos de comida chatarra, las drogas; 5) Pasar demasiado tiempo en espacios cerrados; 6) Situaciones estresantes; 7) la vida social / relaciones tóxicas infelices 8) Ausencia de humor o de risa; 9) Permanencia en ambiente tóxico; 10) Falta de sexo agradable (Reservamos lo mejor para el final).

http://www.delimmune.com/solutions/low-immune-system/
http://www.dailymail.co.uk/.../Change-vida-alza-inmune  ...
http://www.cnn.com/2014/02/04/health/upwave-immune-boosters/ 
http://www.webmd.com/diet/ss/slideshow-strengthen-immunity
http://www.health.harvard.edu/.../how-a-su-impulso inmune sy... .
http://www.naturalhealth365.com/natural_heali.../immunity.html
http://www.webmd.com/sex-relationships/guide/sex-and-health 
http://www.whyarewewhispering.com/.../new_research_suggests_s ...
http://articles.mercola.com/.../18/11-sex-health-benefits.aspx

07. FACTORES PSICOLÓGICOS, EMOCIONALES, ESTRÉS


El estado de nuestra salud emocional, el estrés emocional y la salud ecológica de nuestro sistema nervioso se sabe que tienen una gran influencia en la salud de nuestro sistema inmunológico. Estas asociaciones se observaron hace más de 150 años. En décadas más recientes  esta interacción tiene su propio campo de estudio, llamado Psiconeuroinmunología.

http://www.apa.org/monitor/dec01/anewtake.aspx
http://www.sciencedirect.com/science/book/9780120885763
http://en.wikipedia.org/wiki/Psychoneuroimmunology
http://www.urmc.rochester.edu/news/story/index.cfm?id=3370
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17503136
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12090368

Mucha gente está perfectamente sana, pero tan pronto como su médico, con cara sombría, les dice que son VIH +, su salud comienza a deteriorarse. El estrés, la depresión, la ansiedad, la preocupación - puede hacer eso. ¿Ignoran esto los médicos? ¿Por qué tratan a sus pacientes de una forma que los predisponen a la enfermedad? ¿Cuál es la causa del SIDA en estos casos? ¿Es el VIH? ¿O es el Dr. X? Si el resultado VIH + no lo hace, se intentará con que “los CD4 están bajos” o la “carga viral alta”, o “tiene usted que tomar medicamentos antirretrovirales, que no le van a curar pero tendrá que tomarlos el resto de su vida. En tales casos el tratamiento es evidenteque van a tratar de nuevo con una "baja CD4" y "alta carga viral" y "usted necesita tomar medicamentos antirretrovirales, pero no le va a curar, y usted tiene que tomar por el resto de tu vida. "En tales casos, la cura es obvia. Pase de su médico, olvídese de cualquier miedo, ríase de la incompetencia que se hace pasar por cuidado de la salud. Intente entonces disfrutar y pasarlo bien. Si usted se siente bien, usted está bien, está sano. Si se siente mal, salga de la trampa y busque el bienestar. Si su estado mental le ha provocado enfermedad física, sea inmunodeficiencia o algo más, puede que tenga usted que hacer algo más que mejorar su estado emocional para conseguir recuperar su salud. No subestime la psiconeuroimmunología. Es real. Puede ser su peor enemiga o su mejor amiga y la más poderosa.

08. ESTRÉS OXIDATIVO


ESTRÉS OXIDATIVO & SISTEMA INMUNE

(Introducción) Hemos discutido los factores reales que se sabe que causan inmunodeficiencia: drogas; otras toxinas químicas; la desnutrición; transfusiones de sangre; la radiación y otros factores ambientales; factores de estilo de vida como fumar, beber alcohol, demasiado poco o demasiado ejercicio; y factores psicológicos que pueden dañar el cuerpo, como la depresión, la ansiedad y es estrés. Muchas de ellas se superponen, pero, ¿Existe un denominador común? La respuesta es "sí." Todos estos factores producen el mismo tipo de efecto general a nivel celular, un efecto químico muy destructivo llamado "estrés oxidativo". Por lo tanto, parece que el estrés oxidativo, en todas sus diversas formas, es el verdadero culpable, no un virus que nunca se ha demostrado que exista.  Entraremos en esto en detalle, porque es la clave para restaurar y mantener la salud. Veamos soluciones entonces. De alguna ya hemos hablado. Así,  remedios naturales como el jugo de umlingo, por ejemplo, contienen antioxidantes y por lo tanto ayudan a reducir el estrés oxidativo. Los arvs y otras muchas drogas son agentes oxidantes, y hacen justo lo contrario, producen estrés oxidativo, lo que resulta en cambios perjudiciales en la fisiología, matando células y, finalmente, matándote a ti. ¿Qué elegir? No es una elección difícil una vez que conoces la verdad, pero si estuviste mucho tiempo en el camino equivocado el viaje de retorno puede suponer desafíos. A pesar de ello, muchas personas han hecho frente con éxito a esos desafíos,  superando los obstáculos. La elección es tuya.

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Lista parcial de referencias:


http://www.annclinlabsci.org/content/30/2/145.short
http://www.finecurepharma.com/…/Oxidative%20stress%20causes…
https://www.fightaging.org/…/linking-oxidative-stress-with-…
http://aje.oxfordjournals.org/content/156/3/274.full.pdf
http://en.wikipedia.org/wiki/Reactive_oxygen_species
http://mutage.oxfordjournals.org/content/19/3/169.long
http://tpx.sagepub.com/content/38/1/96.full
http://www.genox.com/what_is_oxidative_stress.html
http://www.jstor.org/discover/10.2307/23498575
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/…/articles/P…/pdf/v089p0F408.pdf
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15321958
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1721737/
http://www.bloodjournal.org/content/88/9/3608.short



 Copyright 2014 By Richard Jannaccio From: HIV & AIDS Alternatives

 

 

 

 

 

 

 

 

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En el Día Mundial del Sida, nosotros, que no creemos que la inmunodeficiencia adquirida sea causada por una especie de virus Rambo que destruye el sistema inmune, sino por una diversidad de causas, conocidas prácticamente todas desde antiguo, queremos acordarnos de la que es la principal causa de inmunodeficiencia adquirida  actualmente en el mundo, el hambre y la falta de condiciones de vida dignas.

En el libro “Más grandes que el amor”, de Dominique Lapierre, se cita que la neumonía por neumocistis carini, (típica enfermedad asociada a la inmunodeficiencia y una de las enfermedades emblemáticas del llamado Sida), la padecieron los niños judíos del Gueto de Varsovia en la Segunda Guerra Mundial, debido al hambre y las condiciones infrahumanas a las que estaban sometida la población judía allí recluida, y no por la acción de ningún virus mutante con propiedades fuera de lo común.

Esto nos recuerda un hecho muy básico, que la inmunodeficiencia adquirida es un fenómeno bien antiguo, es decir, que el Sida, si atendemos al significado estricto de estas siglas, ni tiene nada de nuevo, ni tiene nada de contagioso, ni tiene nada de problema incurable.

Hay otra cuestión que no conviene perder de vista, que la principal causa mundial de inmunodeficiencia adquirida en el mundo, (o sea, de Sida, entendiéndolo en su significado estricto), es decir la que más muertes causa por inmunodeficiencia actualmente en el mundo en individuos de todas las edades, no es un sofisticado virus, sino algo más prosaico, se trata de la desnutrición, del hambre, (*), algo que no tiene nada de nuevo, ni de contagioso, ni de incurable, como he dicho.

A la vista de los datos que se dan a continuación, referentes a este otro gueto que es Gaza, podemos asegurar, sin el más mínimo temor a equivocarnos, que muchas personas que viven en él están pasando en estos momentos por una situación de franca inmunodeficiencia. Es seguro que, si se dispusiera en Gaza de los medios diagnósticos necesarios, nos encontraríamos con muchos casos de neumonías por neumocistis, tanto en niños como en personas adultas, así como con muchas de las patologías frecuentes en sistemas inmunes deficientes.

Algunos datos sobre la situación en Gaza tomados de http://www.ciaramc.org/ciar/boletines/cr_bol462.htm

 

Desde la década de 1990 las fronteras de Gaza fueron objeto de restricciones, bloqueos, cierres y como todos los territorios palestinos ha estado rigurosamente controlada. Pero la situación se puso mucho peor después de las elecciones donde el pueblo votó por Hamás en junio de 2007. Israel impuso un bloqueo de la franja de Gaza por tierra, aire y mar.
Israel, en colaboración con el gobierno de Egipto (aliado de EEUU) bloqueó sus respectivos pasos fronterizos, tanto para bienes como para personas que pasan desde entonces con cuentagotas. Este bloqueo contraviene el derecho internacional, ya que es una forma de castigo colectivo. 
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de los territorios palestinos de las Naciones Unidas (OCHA), en un documento de junio de 2012 la situación de Gaza antes del ataque era lamentable[5]:

El 44% de la población vive en un estado de inseguridad alimentaria, moderna forma de decir que pasan hambre.

Alrededor del 10 por ciento de los niños palestinos de Gaza menores de cinco años ha sufrido atrofias en el crecimiento a causa de la malnutrición. La anemia está generalizada y afecta a dos terceras partes de los niños, al 58,6 % de la población escolar y a más de una tercera parte de las madres gestantes[6].

El 80% de la población depende de la ayuda alimentaria para sobrevivir.
El 34% de la población (y la mitad de los jóvenes) está desempleada. Es decir, más de 1 de cada 3 personas (y 1 joven de cada 2).
El 35% de los terrenos agrícolas y el 85% de las zonas de pesca son parcial o totalmente inaccesibles debido a las restricciones impuestas por Israel. 
Por ejemplo, según una de las disposiciones de los acuerdos de Oslo, Gaza recibió los derechos de pesca a 20 millas de su costa. Israel le ha ido comiendo ese espacio recortándolo a sólo tres millas, con buques de la Armada israelíes que disparan a los barcos de pesca.[7]
El 90% del agua de las capas freáticas subterráneas de Gaza no son aptas para el consumo. 90 millones de litros de aguas residuales se lanzan al mar todos los días.
Hay escasez de un centenar de tipos de medicamentos, incluyendo los de la diabetes y el cáncer.
El 85% de las escuelas deben funcionar en "servicio dual", es decir, por turnos una por la mañana y la otra por la tarde, debido al hacinamiento.
La ausencia de gasolina y gasoil en cantidad suficiente, produce apagones que llegan a ser de hasta 12 horas al día.
En 2011, sólo un camión por día podía salir fuera de Gaza con productos para la exportación, menos del 3% de la cifra de 2005.
En 2011, el PNB per cápita estuvo 17 por debajo del de 2005 (en términos constantes).

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(*) Sida y Agentes Estresantes. Dr Roberto Giraldo

 

 

 

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                                                                     INMUNODEFICIENCIA ADQUIRIDA Y SIDA

 

 -     Sida, inmunodeficiencia adquirida, ¿Algo nuevo?

 -    ¿En qué consiste la inmunodeficiencia adquirida y qué causas la provocan?

 -    ¿Es lo mismo inmunodeficiencia adquirida que Sida?

 -    ¿Qué tiene la enfermedad del Sida de inmunodeficiencia adquirida?

 -    ¿Dónde y en qué circunstancias surgió la idea del virus del Sida?

 -   ¿Qué condiciones debe reunir un problema para poder ser considerado infeccioso?

 -   ¿Cómo se fue fabricando la idea del Sida infeccioso?

 

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Sida, inmunodeficiencia adquirida, ¿Algo nuevo?

 

La palabra Sida, iniciales de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, se crea en 1982 en los EE UU a raíz de la aparición, sobre todo en jóvenes homosexuales, de ciertos problemas de salud poco frecuentes que denotaban grave inmunodeficiencia. Sida hace referencia pues a inmunodeficiencia adquirida, que es el debilitamiento o fracaso del sistema inmune frente a las infecciones, por causas que influyen en nosotros después del nacimiento, caso de ser por causas anteriores al nacimiento hablaríamos de inmunodeficiencia congénita.

La idea clave aquí es la inmunodeficiencia adquirida, ahora bien, existen dos formas de ver la inmunodeficiencia adquirida:

 -   Una, como consecuencia de la acción de un virus mutante que destruye lentamente las células del sistema inmune. Este es el Sida que todo el mundo conoce. Este punto de vista, que a medida que te informes irás comprobando que se basa más en creencias y prejuicios que en pruebas científicas, es el resultado de unas circunstancias muy especiales que analizaremos, dónde y en qué momento surge, qué estaba pasando en ese momento en los EE UU, quiénes fueron los artífices de esa idea, en qué “pruebas” se basaron para afirmarlo, etc.

 -  Pero hay otra forma de ver la inmunodeficiencia adquirida de la que es posible que apenas hayas oído hablar, aunque es la más sencilla y lógica, correspondiéndose además con lo que la medicina ya sabía desde antiguo, añadido a lo que ahora se sabe. La inmunodeficiencia adquirida, al igual que la inmunodeficiencia congénita, figura desde hace muchos años, al igual que sus causas, en libros de medicina, como mínimo desde décadas antes de surgir la idea del Sida infeccioso. Por lo tanto podemos decir que el sida, entendido como su propio nombre indica, no es nada nuevo y las causas que se conoce desde antiguo que pueden provocar inmunodeficiencia adquirida son muchas, no siendo necesario ningún virus prodigioso para que se produzca, para comprobarlo basta con ojear cualquier tratado de Patología o de Medicina Interna anterior a 1984. Algunas de estas causas conocidas que provocan inmunodeficiencia, en especial ciertas drogas y fármacos, las volveremos a encontrar, ¡Y de qué forma! en el momento del nacimiento del Sida.

La inmunodeficiencia adquirida es en sí un síndrome. La palabra síndrome en medicina hace referencia a una alteración funcional provocada por varias causas, (síndrome = varias causas), mientras que lo que se llama Sida, a pesar de que incluye en su definición la palabra síndrome y en tanto se considera un problema producido por una única causa, el virus VIH, nunca puede ser considerado un síndrome y habría que llamarlo propiamente enfermedad del Sida.

El síndrome de inmunodeficiencia adquirida propiamente dicho es un concepto mucho más amplio que lo que se llama SIDA y no es ningún fenómeno nuevo, de hecho, si tenemos en cuenta que su principal causa es la desnutrición, el hambre, casi puede decirse que es tan antiguo como el hombre, en cambio lo que se conoce como SIDA, es algo realmente novedoso y no es ningún síndrome en realidad, como ya dijimos, de ahí que en adelante usaremos la expresión inmunodeficiencia adquirida, a secas, para referirnos al síndrome, conocido desde antiguo, de inmunodeficiencia adquirida y emplearemos la expresión SIDA o más propiamente enfermedad del SIDA para referirnos a la supuesta inmunodeficiencia causada por el supuesto virus VIH.

  

  ¿En qué consiste la inmunodeficiencia adquirida y qué causas la provocan?

 

La inmunodeficiencia adquirida se puede definir, como ya dijimos, como el debilitamiento de la capacidad de nuestro organismo para hacer frente a las infecciones, todo ello debido a una serie de causas que van a actuar tras el nacimiento.

El modo como se pone de manifiesto que una persona tiene inmunodeficiencia, sea del tipo que sea, es la presencia de infecciones, frecuentes o graves, según el grado de inmunodeficiencia. Ahora bien, es preciso aclarar que aunque la inmunodeficiencia se manifiesta por la presencia de infecciones, en la mayoría de las ocasiones la presencia de una infección no tiene porqué indicar que se tenga inmunodeficiencia, para que se dé una inmunodeficiencia clara son necesarias una o varias causas actuando durante mucho tiempo, hasta que se llega al colapso del sistema inmune.

Otra forma usual de conocer la presencia de inmunodeficiencia es la disminución de cierto tipo de células inmunológicas o glóbulos blancos, los linfocitos T4 ó CD4. Esta forma de determinar el estado inmunológico se ha revelado cada vez más discutida a medida que se ha ido observando que su disminución por debajo de determinado nivel es mucho más frecuente en la población general que no es seropositiva de lo que en un principio se pensaba.

Las causas que pueden provocar inmunodeficiencia adquirida son múltiples y variadas, desde el mero agotamiento físico hasta las radiaciones, de hecho, los médicos han visto que la presencia de infecciones, que es el modo de manifestarse la inmunodeficiencia, es algo frecuente en una gran variedad de enfermedades y situaciones, por ejemplo, en personas con diabetes, con anemia grave, con problemas de tiroides, de hígado, de riñón, etc., al punto de que se puede afirmar en líneas generales que todo aquello que debilite de modo importante nuestro organismo en general o cualquier órgano vital en particular, va a dar como resultado una disminución de nuestra capacidad para combatir las infecciones.

De entre las numerosas causas de inmunodeficiencia destacan la desnutrición, (el hambre) y las causas tóxicas, (ciertas drogas y medicamentos).

Se expone a continuación una relación de las causas más conocidas desde antiguo que provocan el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, empezando lógicamente por esas que hemos mencionado.

 

La desnutrición.

La desnutrición, el hambre, es con mucho la principal causa de inmunodeficiencia adquirida actualmente en el mundo, la que más muertes provoca por inmunodeficiencia en individuos de todas las edades, siendo la primera causa mundial de muertes en niños y bebés. Si nos paramos un poco a pensar en qué zonas o áreas geográficas del mundo se da la mayor cantidad y variedad de enfermedades infecciosas nos vienen rápidamente a la mente esos lugares donde el hambre, la pobreza y las guerras son moneda corriente. Se puede decir por tanto, hablando desde un punto de vista médico estricto, que la principal causa de Sida, (entendiendo estas siglas por lo que realmente significan y no por el significado que se le atribuye habitualmente), actualmente en el mundo es el hambre,.

La infección y la desnutrición, según la literatura médica, van siempre juntas y cada una agrava a la otra.

Enfermedades comunes como el sarampión o la tuberculosis, o problemas como una simple diarrea, que prácticamente ya no constituyen ninguna amenaza para nosotros, causan una gran mortalidad en zonas de hambre endémica.

Hay un tipo de enfermedad que todo el mundo relaciona con el Sida-VIH, que se conoce con el nombre de neumonía por neumocistis carini, esta neumonía ya era conocida desde antiguo, los médicos la habían visto, entre otras situaciones, en personas muy desnutridas, (la padecieron por ejemplo los niños judíos del “guetto” de Varsovia en la Segunda Guerra Mundial).

Las personas que consumen habitualmente drogas como heroína, cocaína, crack, anfetaminas y por supuesto los alcohólicos, a menudo sufren importante desnutrición y por tanto inmunodeficiencia.

 

Drogas

Se conoce desde antiguo el papel debilitante de la inmunidad de numerosas drogas, habiéndose visto una mayor frecuencia de infecciones, prácticamente de todo tipo, en personas con dependencia a heroína, cocaína, crack, anfetaminas y alcohol. Otra droga, de uso más reciente y que merece una consideración especial por sus devastadores efectos sobre el sistema inmunitario, son los nitritos inhalables, “poppers”, de uso prácticamente exclusivo en ambientes “gays”.

Heroína.- Publicaciones médicas que datan ya de 1909, refieren estos síntomas en usuarios de opiáceos intravenosos: “Adelgazamiento, sudores nocturnos, propensión a infecciones bucales, propensión a tuberculosis, endocarditis,…”

Estudios más actuales en usuarios de heroína “seronegativos” revelan que tanto sus recuentos de T4, como las cifras totales de glóbulos blancos, están a menudo muy por debajo de lo normal, al igual que sucede con los usuarios “seropositivos”, lo que demuestra que la heroína, por sí misma, produce inmunodeficiencia.

Además, a menudo la inyección de heroína no es estéril, lo que conlleva la posibilidad de septicemia, (infección de la sangre), y otras infecciones como hepatitis, infección por citomegalovirus, etc.

A todo ello se suma el efecto sobre la inmunidad producido por un sinnúmero de sustancias con las que se rebaja o “corta” la heroína, cuya pureza generalmente no llega ni al 5%.

Cocaína y crack.-  Problemas como fiebre, adelgazamiento y propensión a problemas pulmonares, (bronquitis, neumonía, tuberculosis), se ven a menudo en consumidores asiduos de estas sustancias.

Anfetaminas y derivados como la metanfetamina, (“cristal”, “speed”).-  Afectan a la nutrición y al descanso, causan estrés y provocan agotamiento físico.

Consumo abusivo de alcohol.-  Es conocido desde antiguo que los enfermos de cirrosis alcohólica tienen infecciones con más facilidad. Por otra parte, el alcohólico sufre desnutrición crónica con graves carencias vitamínicas, sobre todo ácido fólico y B12, debido a que el alcohol interfiere en su absorción, necesarias para la maduración de las células sanguíneas, es por ello que a menudo tienen disminución de todos los tipos de glóbulos blancos.

En 1986 el prestigioso Journal of the Medical Association informó sobre estas disminuciones de góbulos blancos, incluidos los T4, en los alcohólicos. El artículo concluía diciendo que, por diversas razones, (evidentemente se refería al abuso y no al consumo moderado), “el alcohol debe ser considerado como una droga inmunosupresora”, (palabra esta que lo dice todo).

“Poppers”.-  Son líquidos volátiles, cuya composición química son nitritos, (de amilo, de butilo, etc.), usados como afrodisiacos sobre todo en ambientes “gays”. Inhalados antes de las relaciones, relajan la musculatura anal, aliviando la sensación dolorosa, facilitando con ello la penetración anal y prolongando el orgasmo. Los nitritos son agentes oxidantes muy poderosos que reaccionan con muchas moléculas de nuestro organismo, incluso el agua, de ahí que sean de las sustancias que han sido más estudiadas por sus efectos cancerígenos, siendo además muy debilitantes de la inmunidad.

El uso de “poppers” entre gays alcanzó proporciones epidémicas a principio de los años 80 en los EE UU, coincidiendo con los principios de la era del Sida, de hecho, los primeros 5 casos de la historia del Sida, es decir, los que están considerados como los 5 primeros enfermos de Sida de la historia, eran todos consumidores asiduos de estos tóxicos.

Bebés nacidos de madres adictas a heroína, o crack, o anfetaminas o alcohol.- Se deben incluir obligadamente dentro de este apartado de exposición a  drogas-tóxicos por razones obvias, no tiene nada de extraño que estos niños tengan inmunodeficiencia, entre otros problemas, si fueron expuestos en el vientre materno durante meses a estos tóxicos que la provocan.

 

Medicamentos

En cuanto a los medicamentos que pueden producir inmunodeficiencia, hay que decir que son muchos los fármacos cuyo uso más o menos prolongado pueden provocarla de una u otra forma. Destacaremos algunos, como los fármacos de quimioterapia del cáncer, el uso prolongado de corticoides (derivados de la cortisona) y el uso intensivo o prolongado de antibióticos, (algunos en especial).

Fármacos de quimioterapia de cáncer.- Este tipo de fármacos figuran desde antiguo como una de las causas más importantes de inmunodeficiencia. Al igual que las radiaciones ionizantes, los fármacos de quimioterapia de cáncer, también llamados citotóxicos, (es decir, venenos o tóxicos celulares), afectan a la producción de todos los tipos de células sanguíneas, tanto glóbulos rojos, como plaquetas y glóbulos blancos o leucocitos, recordemos que estos últimos, entre los que están los linfocitos T4 ó CD4, son las células de la inmunidad. La neumonía por neumocistis y el sarcoma de Kaposi ya eran conocidos desde antes de la era del Sida, ya que eran relativamente frecuentes en los enfermos de cáncer que recibían quimioterapia o radioterapia.

Se sabe también que son mutágenos, es decir, que pueden provocar cánceres, así como es sabido que afectan de manera especial a los tejidos del embrión en formación, pudiendo provocar malformaciones. Es debido a su gran toxicidad, (no distinguen entre la célula sana y la célula cancerosa, afectando a todas ellas por igual), por lo que se usan en los enfermos de cáncer por períodos muy cortos.

Llegados a este punto es cuando debemos detenernos, porque resulta que la mayoría de los fármacos que se les da por tiempo indefinido a las personas consideradas seropositivas, (incluido embarazadas y bebés), para “matarles el virus”, es decir, la mayoría de los fármacos llamados “antivirales”, son fármacos de esta clase. ¿Tiene alguna lógica que, para matar un virus que causa inmunodeficiencia, usemos unos productos que desde antiguo son conocidos por provocarla? Pero dentro de este absurdo el caso del AZT es todavía más escandaloso.

El AZT, también llamado Zidovudina, (el tristemente célebre Retrovir), en un fármaco que se investigó en los años 60 del siglo pasado para ver su posible utilidad en el cáncer, pero su elevada toxicidad hizo que se dejara de lado. Sorprendentemente, 20 años más tarde sería rescatado del baúl y tras un ensayo clínico, que hoy sabemos que fue fraudulento, fue aprobado por la FDA, (organismo de los EE UU encargado de la aprobación de alimentos y medicamentos), para su uso por tiempo indefinido en los enfermos de Sida. Es decir, lo que no servía siquiera para usarse por períodos cortos en los enfermos de cáncer, porque era demasido tóxico, fue aprobado 20 años más tarde para su uso indefinido en los enfermos de Sida. Este fármaco, la droga más tóxica que se aprobó jamás para consumo humano a largo plazo, se estuvo administrando a miles de personas a dosis muy altas durante años. No dejó prácticamente supervivientes tras años de uso continuado en las personas, es decir, prácticamente todos los que consumieron este fármaco un mínimo de años, fármaco que se anunció en su día como “el único fármaco con capacidad de prolongar la vida de los enfermos”, han fallecido

El AZT se sigue utilizando, a menos dosis, combinado con otros tóxicos de la misma familia, (Ddc, Ddi, 3Tc, D4t, etc), dentro del llamado “cóctel antivírico”, también llamado HAART, iniciales que corresponden a “tratamientos de alta eficacia”, (lo que no deja de ser una ironía), que consta de dos fármacos de la familia del AZT más un llamado “inhibidor de proteasas”.

Todos estos fármacos carecen de estudios previos “contra placebo”, es decir, estudios que demuestren que son mejores que no tomar nada y al no haber estudios previos sobre su beneficio, con quien se experimenta directamente es con las personas.

Uso prolongado o intensivo de antibióticos.-  Es conocida desde hace décadas la capacidad de debilitar la inmunidad, facilitando la aparición de enfermedades oportunistas, que entraña el uso prolongado o intensivo de antibióticos. Entre otros efectos los antibióticos destruyen la llamada flora intestinal, una gran cantidad de microorganismos beneficiosos que todos albergamos en nuestro intestino y que constituye una poderosa barrera contra los gérmenes.

Hay ciertos antibióticos que producen además una importante reducción de ciertas vitaminas, ácido fólico, vitamina B12, por ejemplo, necesarias para la producción y maduración de los leucocitos o glóbulos blancos, con la correspondiente disminución de todos los tipos de ellos, tal es el caso del Septrim.

Nunca se usaron los antibióticos para prevenir infecciones, sino para tratarlas cuando las hay, sin embargo la era del Sida inauguró la costumbre de dar antibióticos durante semanas y meses para “prevenir” infecciones, como la neumonía por n. carini, con la excusa de que los linfocitos T4 ó CD4 están bajos, sin tener en cuenta que el uso prolongado de estos dispara la aparición de infecciones oportunistas.

Tratamientos prolongados a base de corticoides, (derivados de la cortisona).- Son conocidos desde antiguo también por su capacidad de mermar la inmunidad y facilitar las infecciones oportunistas, incluso la famosa neumonía por n. carini, la cual ya había sido vista tras su uso prolongado.

 

Infecciones


Hemos visto que la inmunodeficiencia provoca una mayor presencia de infecciones, pero las mismas infecciones, en especial las víricas, debilitan a su vez la inmunidad.

 

Transfusiones de sangre y derivados

 

Se sabe desde hace décadas que las transfusiones de sangre y derivados debilitan la inmunidad, antes de la era del Sida ya era un hecho conocido que las personas que recibían transfusiones sanguíneas desarrollaban con frecuencia neumonías.

En cuanto a los hemofílicos, que deben recibir periódicamente transfusiones de ciertos derivados sanguíneos, siempre fue un hecho conocido que desarrollan infecciones con frecuencia y que su expectativa de vida, aunque ha aumentado con los años, es menor que la del resto de la población.

 

Factores físicos como las radiaciones ionizantes

 

Neumonías por neumocistis y sarcomas de Kaposi, típicas enfermedades que se identifica con el Sida, ya habían sido observados hace muchos años en personas que recibían radioterapia contra el cáncer.

 

Factores psicológicos

 

Es un hecho conocido que emociones sostenidas como la ansiedad, el miedo, la depresión y el estrés pueden influir poderosamente en nuestra salud y provocar distintos grados de inmunodeficiencia, quizás una de las razones sea el aumento en nuestro organismo del cortisol, (hormona similar en sus efectos a la cortisona), que se produce en estas situaciones.

Son conocidos los riesgos de enfermar que tienen las personas poco tiempo después de sucesos muy estresantes, (que se lo pregunten a las compañías de seguros), como fallecimiento de un cónyuge o familiar directo, (padre, madre, hijo, etc.), separaciones, conflictos, graves pérdidas económicas, etc.

Por otra parte, hay hechos que prueban que aquello que creemos, o lo que esperamos que suceda, puede llegar a tener consecuencias fatales para nuestra salud. Lo que se llama “muerte vudú” es la muerte que se produce en horas o días, después de ser maldecidos por el chamán, en personas de ciertos ámbitos culturales donde todos los miembros comparten la firme creencia en el poder del chamán. Idéntico fenómeno se produce en nuestra sociedad moderna, donde la creencia en la ciencia y la medicina se ha convertido en un dogma de fe y la función del chamán es ejercida por doctores en bata blanca. Se ha visto que personas sanas, a las que por error les dicen que tienen cáncer, llegan a morirse en meses. Y para acontecimientos traumáticos, uno en especial de efectos devastadores, un señor en bata blanca que dice con cara seria mientras mira un papel, “Verá, es usted seropositivo”.

De ahí que la mejor vacuna contra las creencias nefastas, como el mito del virus del Sida, sea una buena dosis de información objetiva y sensata, como la que estás leyendo, la cual debe ser leída y releída las veces que haga falta, masticada, digerida y asimilada.

 

 

Resumiendo, antes de que surgiera la idea de un virus que provoca inmunodeficiencia, ya eran conocidas por la medicina numerosas causas que la provocaban, sin embargo, con la entrada en escena del VIH no sólo se han relegado al olvido estas causas, sino que se pretende incluso presentar la inmunodeficiencia adquirida como si fuese un fenómeno nuevo, nunca visto antes, de ahí el ampuloso nombre de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida para designar a la supuesta inmunodeficiencia causada por un nuevo y letal virus. Es como si los médicos hubiesen sufrido un ataque de amnesia repentina con respecto a las viejas causas que provocan inmunodeficiencia, algo incomprensible, ya que incluso admitiendo que el virus VIH existiese y produjera todos esos males que se le atribuyen, no habría porqué olvidarlas, en tanto que son causas reales de inmunodeficiencia y aún con virus siempre son factores agravantes que es preciso corregir.

En realidad, la experiencia demuestra que estas causa que hemos mencionado son las causas auténticas, y no un virus diabólico, los auténticos “factores de riesgo” a evitar para prevenir o curar la inmunodeficiencia, pues no existe prácticamente ninguna inmunodeficiencia grave donde no esté presente, sola o combinada, alguna de estas causas, tratamientos del Sida incluidos.

 

¿Es lo mismo inmunodeficiencia adquirida que Sida?

 

Decir Sida y decir inmunodeficiencia adquirida debería ser lo mismo pero, como ya habrás podido comprobar, la diferencia es grande y aunque la enfermedad del Sida tiene algo que ver sin duda con la inmunodeficiencia, lo que tiene que ver no es tanto como se piensa, ni por causa de lo que se piensa, evidentemente.

 -   mientras que la inmunodeficiencia adquirida es un problema crónico, conocido desde antiguo y producido por numerosas causas, el concepto de Sida es una idea nueva que atribuye la causa de la inmunodeficiencia adquirida única y exclusivamente a un virus, lo que no tiene mucha lógica pues de aparecer una nueva causa que provoca inmunodeficiencia esa nueva causa sería en todo caso una causa más, a añadir a las anteriores causas conocidas.

 -   mientras que la inmunodeficiencia adquirida es corregible y curable en la medida en que se corrijan sus causas, se considera la enfermedad del Sida como algo incurable.

 -   por otra parte, la inmensa mayoría de las personas que presentan inmunodeficiencia grave actualmente en el mundo, (pensemos en los desnutridos del mundo o en los alcohólicos), no están catalogadas como “enfermas de Sida”, ni pertenecen siquiera a los llamados “grupos o prácticas de riesgo del Sida”,

 -  al mismo tiempo, hay personas catalogadas por la medicina como “enfermas de Sida” que no tienen rastro de inmunodeficiencia y lo mismo sucede en la inmensa mayoría de los supuestos infectados al cabo de 15-20 años como mínimo, sin necesidad ninguna de tomar antivirales.

 -  otra diferencia fundamental entre la inmunodeficiencia adquirida y la enfermedad del Sida es que para morir de una grave inmunodeficiencia adquirida no es necesaria mayor intervención médica, ya que basta, entre otras muchas cosas, con no tener qué comer, es decir, basta con que uno se exponga durante un tiempo a las causas que la producen, en cambio para tener Sida es condición necesaria la intervención de la medicina y de los médicos, siendo imprescindible creer toda esa historia y dar positivo en el test de VIH, (no hay muertos de Sida seronegativos), lo que ha motivado que cada vez más personas estén convencidas de que la principal “práctica de riesgo” para morirse de Sida sea dar positivo en el test mal llamado de VIH y creer firmemente que se está infectado.

 

¿Qué tiene entonces la supuesta enfermedad del Sida de inmunodeficiencia?

 

Para entender qué es lo que tiene la enfermedad del Sida de inmunodeficiencia, debemos entender antes cómo se hace para catalogar a una persona como “enferma de Sida”. La cosa es bien simple:

Los expertos oficiales del Sida han elaborado una lista de 30 enfermedades, (enfermedades todas ellas antiguas y que se dan tanto en personas en personas seropositivas como en seronegativas), una persona es considerada “enferma de Sida” o “caso de Sida” si presenta alguna de las enfermedades incluidas en esa lista y da positivo en el test de VIH. Ejemplo:

Tuberculosis + Test positivo = Sida.

Tuberculosis + Test negativo = Tuberculosis.

Neumonía + Test positivo  = Sida.

Neumonía + Test negativo = Neumonía.

Es decir, lo que decide si un problema determinado es Sida o no, no es la presencia o ausencia de inmunodeficiencia, (medida por la tasa de linfocitos T4 ó CD4 por ejemplo), que sería lo lógico, sino el resultado positivo del test de VIH, como si dar positivo en el test implicara tener ya inmunodeficiencia, cosa que está muy lejos de ser cierta.

Esta forma peculiar de definir el Sida provoca que en todos los casos declarados de Sida “esté presente” el VIH, (identificado mediante el test de VIH positivo), independientemente que exista o no inmunodeficiencia. Pero resulta evidente que esta supuesta correlación del 100% entre el Sida y el VIH es una consecuencia de aplicar la definición, es decir, si la “presencia del VIH” es una condición indispensable en la definición de Sida, nunca habrá casos de Sida donde el VIH no esté presente, así de simple. 

Sin embargo, la forma correcta de probar una correlación natural entre el Sida, (entendiéndolo como inmunodeficiencia), y el virus VIH, (suponiendo que el virus existiera y el test fuera fiable), debería ser lógicamente tener por un lado los casos de inmunodeficiencia, medidos por la cifra de Cd4 por ejemplo, y luego proceder a ver en cuántos de estos casos está “presente” el virus VIH. Ni que decir tiene que esto último ni se hace ni se ha hecho nunca. Lo que se hace en cambio es otra cosa: los casos de Sida se incluyen dentro del apartado epidemiológico de “infección por VIH”, es decir, sólo se contabilizan como casos de Sida aquellos casos que han dado positivo en el test de VIH. Esta forma de proceder deja fuera del Sida a los casos en que existe inmunodeficiencia, medida por la correspondiente disminución de los CD4, pero el test es negativo, problema que se resolvió escondiendo estos casos bajo la alfombra, es decir, no llamando Sida a estos casos sino inventando un nuevo nombre para ellos, (Linfocitopenia de CD4 Idiopática, es decir, disminución de linfocitos por causa desconocida).

Pero, tal como se desprende del examen del test, (ver apartado correspondiente al test), no existe ninguna prueba que indique que el haber dado positivo en el test de VIH sea indicio de infección por VIH o de presencia de inmunodeficiencia presente o futura. Ni siquiera existen pruebas sólidas que el test positivo indique necesariamente algo patológico, pasado, presente o futuro, siendo algo de sobra conocido que la inmensa mayoría de las personas VIH+ no desarrollan inmunodeficiencia al cabo de varios lustros).

A lo anterior se debe añadir que, salvo contadas excepciones, el hecho de desarrollar cualquiera de las enfermedades de esa lista tampoco tiene porqué implicar necesariamente que se tenga inmunodeficiencia, pues aunque la lista incluye enfermedades en las que lo más probable es que la haya, (por ejemplo, la neumonía por neumocistis carini), también incluye otras, (adelgazamiento, diarrea, demencia, sarcoma de Kaposi, tuberculosis, candidiasis, etc.), cuya presencia no tiene porqué implicar necesariamente la existencia de una inmunodeficiencia, una persona puede perfectamente ser declarado un caso de Sida, (para lo que basta tener una tuberculosis y dar positivo en un test que da positivo en numerosas situaciones, como la misma exposición a la tuberculosis o haber pasado una gripe el mes anterior), mientras que sus cifras de linfocitos CD4 están dentro de la normalidad, es decir, son casos de Sida sin inmunodeficiencia.

Todo hace pensar que si elaboráramos otra  lista distinta de “enfermedades del Sida” con todas las enfermedades que nos vinieran a la cabeza, tuvieran que ver o no con el sistema inmune y acordáramos llamarles Sida si coincidieran con el resultado positivo del test de VIH, no tendríamos al final menos casos de Sida de los que ahora tenemos, ahora bien, ese Sida no tendría menos que ver con la inmunodeficiencia que la actual lista, (casi el 40% de los enfermos catalogados de Sida lo son por presentar enfermedades que, a pesar de estar incluidas en la lista de enfermedades definitorias del Sida, ni siquiera tienen que ver con el sistema inmune, como el sarcoma de Kaposi, el linfoma, el adelgazamiento extremo, la demencia o la diarrea).

 

¿Dónde y en qué circunstancias surgió la idea del virus del Sida?

 

Cuando hablamos del nacimiento del Sida, nos referimos lógicamente al nacimiento del Sida como la idea irreal y paranoica que es, ya que no existen pruebas de su existencia biológica real, es decir, nunca se demostró la existencia de una epidemia causada por un virus que provoque inmunodeficiencia. Hubo sí, está documentado tanto desde el punto de vista histórico como desde el punto de vista médico, (y nos estamos refiriendo a los EE UU, donde surgió el sida), un aumento brusco de casos de inmunodeficiencia a finales de la década de los 70-principios de los 80, como consecuencia del consumo epidémico de ciertas drogas, así como de antibióticos, lo que algunos tomaron como el comienzo de una epidemia infecciosa causada por un nuevo virus que destruía la inmunidad. Por otra parte, no hace falta ser epidemiólogo para ver que no existen, ni de lejos, las condiciones para poder hablar de epidemia infecciosa, (crecimiento explosivo en la población no inmunizada, reparto aleatorio entre los sexos, etc.), menos aún de pandemia, (epidemia global).

A pesar de que se han hecho circular muchas idioteces acerca del lugar donde nació el Sida, que si el mono verde, que si los africanos esto o lo otro, lo cierto es que los primeros casos de lo que se llama Sida se van a dar en los EE UU, siendo imposible que el Sida pudiera haber nacido en otro lugar del mundo que no fuera ese país. ¿Por qué? Porque sólo allí se daban las circunstancias especiales que lo hicieron posible.

¿Qué circunstancias hicieron posible el nacimiento de la idea del virus del Sida?

Se puede decir que la idea del virus Sida fue el resultado de diversas circunstancias, entre las que destacan:

1)      -  La aparición en jóvenes gays, hacia finales de 1980-principios de 1981, de ciertos problemas de salud que denotaban inmunodeficiencia, de hecho, el primer nombre que se usó para denominar estas patologías no fue el de Sida, sino el de GRID, iniciales de lo que en inglés sería Inmunodeficiencia Relacionada con Gays. Esos problemas serían relacionados con otros problemas iguales o parecidos de otros grupos, (heroinómanos, hemofílicos, etc.), pegándolos todos bajo una causa común, un supuesto virus al que acabarían llamando VIH.

2)      -  A la vista de esos problemas, agentes pertenecientes al Centro de Control de Enfermedades de Atlanta, (CDC), organismo de los EE UU encargado del control de las enfermedades infecciosas y que ya había protagonizado en el pasado numerosos episodios de alarmismo, en vez de ser prudentes y esperar a realizar las investigaciones oportunas, difunden desde el principio la idea de su posible origen infeccioso, creando en los EE UU una ola de pánico de grandes proporciones.

3)      -  A los 3-4 años, el 23 de abril de 1984, el científico Robert Gallo, virólogo alto cargo en el Instituto Nacional del Cáncer, con un buen historial de corrupto, declara en una rueda de prensa multitudinaria, (sin que se hubiera publicado nada sobre el particular en los medios científicos), haber descubierto el virus del Sida.

Pero antes de analizar estas circunstancias, es importante que conozcamos algo sobre el momento histórico en que se produce todo esto, algo sobre lo que estaba pasando en ese momento en los EE UU.

 

¿Qué sucedía en los EE UU en el momento en que nace el Sida? Algo sobre la “Década de los 70”

 

El fenómeno del Sida se da al final de una época muy especial, (todas las décadas tienen algo de especial pero esa en los EE UU lo fue un poco más), la llamada “década de los 70”, época de reivindicaciones y protestas, (contra la guerra de Vietnam, contra la discriminación racial, etc.). En esa época cayeron muchos tabús referentes al sexo, irrumpiendo con fuerza ideas como “el amor libre”, el “haz el amor y no la guerra”, (es la época del movimiento “hippie”, no olvidemos), produciéndose una especie de “revolución sexual”.

Hay también un aumento espectacular en el consumo de drogas, primero “marihuana”, LSD y cocaína y más tarde “crack” y heroína.

Nada que no sepamos, pues los efectos de esa época, que se resumen un poco en la frase tópica “sexo, droga y rock and roll”, se vivirían años más tarde en otros países, entre ellos el nuestro, pero hay algo de esa época que la convierte en algo muy especial en los EE UU y es que esa es la época del movimiento “gay”.

Uno de los episodios más impresionante de esa época fue la salida a plena luz de los millones de hombres y mujeres de la comunidad homosexual americana. A comienzos de los 70 se había producido un éxodo de “homosexuales” hacia las grandes ciudades como N. York, Los Angeles, S. Francisco, Chicago, etc., pero fue San Francisco, ciudad de tradición especialmente tolerante, la ciudad que se iba a convertir en la capital “gay”, no sólo de los EE UU sino del mundo entero. En el mismo centro de esta ciudad se constituiría la primera colonia exclusivamente gay del mundo, el barrio de El Castro, una pequeña ciudad dentro de la ciudad, donde un gay podía hacer su vida a plena luz, ir a cualquier sitio, el banco, al médico, etc., prácticamente sin tratar con nadie que no fuese gay.

Aunque la gran mayoría de los homosexuales americanos se mantenía dentro de la moderación, no puede decirse lo mismo de la que, sin ánimo de moralizar, podría bien calificarse como “una minoría desmadrada”. El Castro de San Francisco se convirtió en un auténtico supermercado del sexo y las “hot houses” se convirtieron en los lugares de moda. Estas “hot houses” o “bath houses” eran clubs especiales, con saunas, salas de baile, alcobas privadas, salones de orgías, etc. Las había con piscina, con cámaras de tortura sadomasoquistas equipadas con toda suerte de utensilios. Estos clubs proliferaron por todos los EE UU, sólo en S. Francisco había una decena.

Para entender un poco desde el punto de vista sanitario este desmadre, baste decir que una encuesta de 1975 del Instituto Kinsey reveló que, entre los gays que acudían a estos lugares, el 45% había tenido en 12 meses más de 500 compañeros sexuales y el 25% más de 1000. Muchos revelaron haberse entendido en una noche con 20 ó 30 compañeros.

Estas, digamos “hazañas en la cama”, eran posibles gracias a una serie de sustancias químicas como los “poppers”, sustancias cuyo uso, como ya dijimos antes, llegó a alcanzar proporciones epidémicas a mediados de los 70 en Norteamérica, años antes del comienzo de la supuesta epidemia de Sida. El Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas informó que, sólo en 1979-1980, más de 5 millones de personas en los EE UU habían consumido nitritos inhalábles, es decir, poppers, al menos una vez por semana.

Todos estos excesos tenían que reflejarse por fuerza en las estadísticas sanitarias, así, un informe de 1973 del Departamento de Salud indicaba que dos tercios de los homosexuales había sufrido, como mínimo, de alguna enfermedad venérea y aunque los responsables de las mismas eran una minoría, producían del 50 al 60% de todos los casos de sífilis y blenorragia del país. En 1978 otra estadística señalaba que en 3 años el número de hepatitis e infecciones intestinales se había duplicado. En 1980, el Departamento de Salud de la ciudad de San Francisco señalaba que entre el 60 y el 70% de los homosexuales de esa ciudad estaban infectados con el virus de la hepatitis B.

Pero entre los heterosexuales la cosa no andaba mejor, en 5 años, del 1971 al 1976, el número de casos de blenorragia en el país prácticamente se duplicó, y solo hablamos de los casos declarados. Con respecto a la sífilis, de 1960 a 1980, el número de casos aumentó en un 300%.

Por lo que respecta a las estadísticas referentes al consumo en esta época de drogas, (duras, blandas y de todo tipo), que omitimos por no aburrir, solo decir que andaban por el estilo.

No hay que ser precisamente un Marañón para darse cuenta de que tras unos cuantos lustros de auge tal de factores inmunodebilitantes, (drogas, infecciones, antibióticos, etc.), lo más lógico es que se produzcan problemas de inmunodeficiencias, graves en muchos casos y por si todavía persisten dudas sobre ello, veamos lo que opinaban ciertos médicos acerca de lo que estaban observando en sus consultas por aquellos años.

Con todo, la idea de un virus que pudiera ser causa de inmunodeficiencia, (una causa más en todo caso), es una idea que en principio no deberíamos descartar. Bien, entonces lo que hay que hacer simplemente es investigarlo.

 

  ¿Qué condiciones debe reunir un problema para poder ser considerado infeccioso?

 

Las condiciones que deben reunir las enfermedades para que puedan ser consideradas como infecciosas o transmisibles fueron establecidas hace más de cien años por Robert Koch, el descubridor del bacilo de la tuberculosis que fue quien las ideó, es por eso que en su honor se llaman “Postulados de Koch”).

La primera condición que debe cumplir una enfermedad para poder considerarse transmisible, también llamada “Primer Postulado de Koch”, es sin duda la más importante y dice que “se debe encontrar un microbio o agente infeccioso común en todos y cada uno de los casos de esa enfermedad”. Hay dos condiciones o “Postulados” más, pero no entraremos en ellos pues son consecuencia del primero.

Posteriormente Koch añadió un pequeño requisito al primer postulado o condición y es que, además de poder encontrarse un microbio o agente infeccioso común, el microbio en cuestión “debía ser encontrado en cantidad suficiente y abundante, y distribuido en los órganos y tejidos de tal forma que pudiera explicar el desarrollo de la enfermedad”. De nuevo Koch nos sorprende aquí con su lógica, ya que si vemos cuatro microbios bajo una uña eso no implica que tengamos una infección en la mano, lo que concuerda con el hecho de sobra conocido de que el 99,9 % de los microbios viven en nosotros sin matarnos ni enfermarnos siquiera.

En resumen, la única forma de poder decir que un problema es infeccioso o transmisible es que identifiquemos un microbio, sea bacteria, virus o lo que sea, en todos y cada uno de los casos de la enfermedad, que cumpla ciertas condiciones y no hay otro modo, que se sepa.

Lo más importante de los Postulados de Koch es su lógica, a pesar de su antigüedad, es por eso que siguen siendo hoy en día tan válidos como hace más de 100 años, o por lo menos mientras aquellos que pretenden desautorizarlos, (como es el caso de los defensores del VIH, que los han calificado como el “Neanderthal de la Medicina”), no nos muestren otros mejores, cosa que de momento no han hecho. Y es que no basta para descalificar unos principios con decir que “son muy antiguos”, de hecho, la que es (o debiera ser al menos), la primera norma a tener en cuenta por los médicos, “Lo primero no dañar”, tiene más de 2000 años de antigüedad, y a pesar ello sigue siendo hoy en día tan válida como cuando fue establecida por Hipócrates, el Padre de la Medicina tal como la entendemos.

 

Pero cuando se examina todo lo relativo al nacimiento de la idea del Sida, es decir, la forma como surgió y como se impuso a la población esta idea de la epidemia infecciosa de Sida, las razones que se adujeron, el alarmismo creado, etc., cuesta trabajo creer que pudiera darse tanta chapuza científica, tanta irresponsabilidad y falta de prudencia, es como si existiera una gran necesidad de una especie de plaga divina. Además, una causa infecciosa no sólo interesaba al parecer al CDC de Atlanta, también interesaba a ciertos virólogos destacados del influyente Instituto Nacional del Cáncer, como el Dr. Robert Gallo. Pero no cabe duda de que dentro de la sociedad norteamericana de aquel momento había un sector de la población que no acababa de ver con buenos ojos el auge del fenómeno gay, de ahí que la idea de un virus afectando sobremanera a este colectivo que transgredía los convencionalismos sociales tocantes al sexo, simbolizaba una especie de castigo, prueba de ello es el nombre con que en los hospitales americanos empezaron a conocerse aquellas patologías y que lo dice todo: “The Wrath of God”, es decir, “la cólera de Dios”, (“el castigo divino de los viciosos”). Pero vayamos a los comienzos.

 

¿Cómo se fue fabricando la idea del Sida infeccioso?

 

Está documentado que antes de que se produzcan los primeros 5 casos que pasan por ser “los primeros casos registrados de la historia del Sida”, (5 casos de neumonía por neumocistis en 5 jóvenes gays, descubiertos por el inmunólogo Michael Gottlieb en la Clínica Universitaria de Los Angeles a finales de 1980), esta neumonía, al igual que el sarcoma de kaposi, venía en aumento desde hacía una década.

La neumonía por neumocistis carini, aunque era conocida por los médicos desde 1911, era muy poco frecuente y hasta entonces sólo se había visto en enfermos muy inmunodeprimidos, (por grave desnutrición, o tras recibir quimioterapia o radioterapia, etc.), era la primera vez que se veía en gente joven aparentemente sana, (veremos que en realidad no era tan sana). En el primer informe oficial sobre estos 5 casos, que aparece en junio de 1981, consta que, “los 5 tenían un grave historial de enfermedades sexualmente transmisibles y los 5 inhalaban sustancia tóxicas”, (una referencia más clara a los poppers no puede haber).

A principios de 1981 se detecta la aparición, también en jóvenes gays, de un tumor de piel llamado sarcoma de Kaposi. Este raro tumor de piel, conocido por la medicina desde 1876, había sido visto casi siempre en hombres, a menudo unido a inmunodeficiencia aunque no siempre. En los primeros estudios epidemiológicos que realizó el CDC se vio una estrecha correlación, de prácticamente el 100%, entre la aparición de esta especie de tumor de piel y el consumo de nitritos inhalables, (“poppers”).

 

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Sobre la construcción del mito del sida infeccioso puedes consultar los siguientes artículos:  

 

- La construcción del mito 1ª parte https://superandoelsida3.ning.com/profiles/blogs/la-construccion-del-mito-del

 

- La construcción del mito 2ª parte https://superandoelsida3.ning.com/profiles/blogs/construyendo-el-mito-del-sida

 

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Inteligencia Emocional e Inmunodeficiencia

La medicina occidental enfoca la vida y la salud como características del cuerpo físico, por lo tanto enfoca su sistema terapéutico fundamentado en ese cuerpo.

Los enfoques alternativos reconocen que la vida en este planeta precisa de la energía eléctrica para evidenciarse y ejecutarse, (no se habla de que sea la esencia de la vida). La célula, elemento fundamental en el funcionamiento vital, mantiene su función por la estabilidad de su potencial eléctrico de membrana, de despolarizarse y repolarizarse.

El funcionamiento del cuerpo físico obedece a la circulación de energía eléctrica que en él se da, certificable por laboratorio con el electrocardiograma, el electro encefalograma, electromiograma y otros.

El descubrimiento del electromagnetismo, fundamento de todo el desarrollo tecnológico actual, en donde hay que reconocer los aportes de Nikola Tesla, nos aproxima a la comprensión de las energías sutiles que se presentan en los cuerpos vivos, permitiendo una mirada más racional de las visiones energéticas alternativas, aceptando el término de “anatomía sutil” y encuadrándolo dentro de la teoría de campos magnéticos, asociados al funcionamiento eléctrico del organismo.

Un término tradicional para denominar estos campos es el de “aura”; algunos hablan de varios niveles, la mayoría asociándolos a las características emocionales actuales y otros a actitudes mentales. En 1939 un electricista ruso, Semyon Davidovich Kirlian, empezó a fotografiar el halo que se formaba entre el cuerpo y un aparato de electroterapia, emanación que presenta una correspondencia con los campos áuricos. Su invento es la llamada fotografía kirlian.

Concomitante con el aura se pueden observar unos centros de energía en la línea media corporal, tradicionalmente denominados “chacras”. Centros energéticos responsables de la conexión de los campos magnéticos o áuricos, con el cuerpo físico y en relación con las glándulas endocrinas. Estos chacras se encargan de transmitir, estímulos de las situaciones emocionales y mentales, a las glándulas.

Las respuestas bioquímicas de las glándulas endocrinas a esos estímulos como el pánico, la ira, la angustia, la depresión, se manifiestan en el cuerpo físico por las reacciones del sistema nervioso autónomo o neurovegetativo. Todas estas reacciones evidencian la conexión entre las glándulas endocrinas y aquellos centros.

En estas reacciones orgánicas se da indudablemente un sentido de inteligencia (de: inter—entre y legere—leer:  leer entre, escoger, discernir), que no se debe confundir con el mero entendimiento racional, sino que abarca también el entendimiento intuitivo (leer desde adentro). La fisiología animal muestra una fuerza desde adentro que mantiene su funcionamiento, igualmente una planta evidencia un impulso interno que la lleva a funcionar armónicamente. En las plantas y los animales, como en los humanos se da una fuerza que los induce a moverse, a reaccionar, porque en todos se da emoción que tiene un carácter magnético, en cuanto que atrae o repele (emoción de: ex – afuera y movere - mover: remover, sacar, sacudir). Esa fuerza tiene un sentido coherente en sí misma e independiente del manejo de la razón, a esa coherencia se llamará inteligencia emocional.

Este sentido de inteligencia se puede asociar con el término resonancia, que se ha usado corrientemente en la acústica, para indicar la transmisión de la vibración de un cuerpo a otro, sin que medie un contacto aparente; se aplica en aparatos musicales para comprobar su afinación, vibración que se transmite no solo a la misma nota sino a sus octavas[1]. Se puede entender la resonancia también como el entendimiento entre dos o más sujetos-objetos (seres), que transmiten y comparten sus vibraciones. Esa comunicación con el entorno la realiza el humano por medio de los sentidos y estos son, simplemente, sensores de frecuencias, solo que cada sentido cambia de frecuencia desde las más lentas (el tacto) hasta las más elevadas (la visión). Es reconocido que el universo es vibratorio, ya no es concebido más como una máquina predecible y de compartimentos fragmentados, sino como un tejido dinámico de acontecimientos interrelacionados, interdependientes de nexos y pautas, de complejidades crecientes; esa resonancia se da desde las partículas subatómicas hasta las grandes galaxias, se llega a hablar de la consciencia del átomo y la microzima[2], como se habla también de la inteligencia galáctica.

En ese universo se da una interconectividad, a pesar de la distancia, que hace que todos los miembros de un grupo aporten a la memoria colectiva, que se transforma y traspasa a través de la denominada resonancia mórfica. Esto hace que cualquier individuo del grupo, se encuentre influenciado e influenciando esa memoria. Esto significa que lo que se imagina, dice o realiza, como individuo o como grupo, puede ejercer influencia sobre otros, aún cuando no tomen conciencia de eso.

Los términos mente o inteligencia mineral, vegetal, reptílica son aceptados en algunos medios y son manifestaciones de resonancia. Se evidencian en las experiencias de Masaru Emoto[3] y en el efecto Backster[4]. Se las llama mente porque son procesadoras de un tipo de información muy específica para cada una de ellas, lo que supone una acción inteligente. También pueden entenderlas como etapas de un proceso evolutivo. Estas inteligencias circunscritas se toman como una proyección de esa inteligencia mayor, que ordena todo este cosmos.

El desarrollo del universo no se abstrae de una directriz inteligente, ya lo expresaba Albert Ainstein «Lo más incomprensible del mundo es que sea comprensible». Es decir, que si la inteligencia humana va comprendiendo los fenómenos cósmicos y descifrando sus códigos en formulaciones matemáticas es porque en las leyes del universo no caben ni el azar ni la casualidad.

Esa inteligencia mayor, que tiene un papel integrador, abarca desde el macrocosmos hasta el microcosmos, donde queda integrado el ser humano. De estas situaciones se entiende la aparición de muchas cosmogonías tratando de dar explicación a lo observado y a lo que no se puede observar. Se pueden clasificar en tres las principales tendencias: el materialismo, el espiritualismo y el idealismo, que enmarcan las ciencias, las religiones y las filosofías. Cada una es una visión desde un punto de vista y si se aferra a uno solo, se priva de observar las visiones que se logran desde los otros. Que se da un proceso de desarrollo es innegable y que esa inteligencia directriz del proceso, no es algo que derrama su energía y sabiduría sobre un mundo expectante, sino que es algo latente que se da en el interior del mundo mismo y del ser humano, es evidente.

 

Hablar de inteligencia emocional referida a la vida humana y de su aspecto resonante, compromete a hablar del aspecto psíquico, que alude a unas funciones no reducibles al mero funcionamiento orgánico. En este psiquismo se debe admitir al menos dos actividades evidentes no cuantificables, que son la fuerza de las emociones y la acción del pensamiento, a las que se les reconoce un papel inteligente. A la función racional siempre se le ha reconocido un papel de inteligencia, para algunos el máximo.

Platón hace una analogía del cuerpo físico, del aspecto emocional y del aspecto mental con un coche, el caballo que lo tira y el cochero que lo guía. La emoción es la fuerza que induce al movimiento en el cuerpo físico y en la mente está el poder del discernimiento para conducir esas emociones armónicamente y así evitar alteraciones orgánicas.

El humano por su estado evolutivo se escapa en mucha parte de la programación instintiva que se da en el reino animal, para que ejercite el discernimiento de su inteligencia mental, que debe fijar los parámetros del accionar emocional; esta acción se debe inducir por la educación, promoviendo habilidades como la autorregulación, la persistencia y la capacidad de automotivarse.

Para Goleman las emociones son impulsos que llevan a la acción y a planes instantáneos para enfrentarnos a la vida. Así estudia la manera como cada emoción prepara al organismo para una respuesta distinta. Sin embargo, las tendencias biológicas a actuar están moldeadas por la experiencia de la vida y de la cultura. En nuestras decisiones y acciones los sentimientos cuentan tanto, o más, como el pensamiento. La emoción es un fenómeno resonante que se transmite a otras personas y a grupos y se ve en el efecto de masas, lo que evidencia un carácter magnético de la emoción. Si los individuos de una sociedad enferman, esa sociedad está enferma. Esto confirma, no solo el carácter magnético y de resonancia, sino la teoría del holograma, la representación del todo en las partes. Un ejemplo de ello, es el organismo humano que en su totalidad es un holograma; actúa como un macrosistema en relación con otras representaciones en miniatura, como la cavidad oral, la cara, el cráneo, las manos, los pies, el abdomen, el pulso radial, la oreja, la nariz entre otras.

El sentido holográfico es reconocido en casi todas las culturas tradicionales, todos resonamos con todo. La Medicina Tradicional China fundamenta desde la cosmogonía hasta la fisiología, su enfoque holístico y holográfico, en cinco movimientos o elementos, cuya esencia está presente en cada partícula del universo y en cada persona. Las propiedades de estos elementos tienen correspondencia con los órganos y entrañas, con los sabores, colores, sentidos, planetas, estaciones, y con las manifestaciones psíquicas; es un fenómeno de resonancia, de lectura en el interior: inteligencia.

Los campos áuricos mantienen ese sentido de interconectividad, manifestación de inteligencia. El más cercano al cuerpo físico es reconocido como cuerpo astral, donde se identifican las emociones y se observan los chacras como proyecciones en la ubicación de las glándulas endocrinas.

El primer Chacra es reconocido como el asiento de la Energía Fundamental, Kundalini o Energía Espiritual Sensible y se asocia con las gónadas, glándulas endocrinas responsables de la procreación, acción que nos ubica en este planeta. Reconocido también como chacra raíz. Esta función se presenta como un impulso instintivo en la condición animal, para mantener las especies, en la gran mayoría su programación es involuntaria, inclusive para buscar la pareja. En los humanos es un impulso que empieza a permitir la intervención del pensamiento racional, intervención que no está siendo beneficiosa para la mayoría, pues en lugar de ser fuente de armonía y potenciación de otros aspectos del ser, lleva a desajustes personales y sociales que desestructuran la convivencia armónica, por la promoción egoísta del placer, que induce a la violencia.

Luego de ser procreado, ese ser precisa ser protegido, por las condiciones de indefensión en que se nace. Esa función de protección permanece durante toda la vida y le corresponde al segundo chacra, el cual se ubica al mismo nivel de las glándulas suprarrenales, de ahí la asociación con los miedos, que generalmente se perciben en la zona del chacra y desencadenan la actividad de estas glándulas.

Una vez protegido el ser que nace, viene la función de fortalecer su organismo, que se realiza con la alimentación. Este tercer chacra se reconoce como el “plexo solar”, toda la alimentación del humano está condicionada por el sol. Está ubicado en la zona de las principales glándulas digestivas. Las emociones que se asocian, tienen que ver con las decisiones, las que a veces se manifiestan como ira o su opuesto la abulia, pero también son la base de la socialización como impulso primario, el agrupamiento instintivo donde se comparte el alimento. El estímulo excesivo de este centro, induce al fortalecimiento para imponerse sobre los otros, decisiones extremas que provocan la violencia. Aparece la imagen de poder, no como servicio, sino como dominación.

Estos tres primero centros se asocian a las necesidades primarias de supervivencia, manejadas por el cerebro reptílico.

El cuarto chacra está asociado al timo, que es donde se producen las primeras células que identifican el organismo, los linfocitos T, que se ordenan con una función inmunológica. Este centro energético es reconocido como el asiento del yo, donde radica la identidad de la persona, semejante y en condiciones iguales a las personas que lo rodean, a otros yo. Debe trasmutar la tendencia egoísta que promueven los centros anteriores para la supervivencia de la especie, inducida por el condicionamiento reptílico.

En este cuarto centro está la base de la solidaridad, que arranca de la consciencia de ser un sujeto que está avanzando; para esto es preciso que afirme su identidad, lo cual solo se logra con una sólida interioridad. Por esto mismo se reconoce como el centro del amor, de la armonía; función que se refuerza por su papel resonante, al ser el chacra alrededor del cual giran todos los demás. Función que algunas culturas han canalizado para inducir la culpabilidad, situación que ha deteriorado el sentimiento de autoestima, factor primordial desencadenante de inmunodeficiencia.

La inmunidad no solo radica en la protección de los agentes agresores externos, es más el mantener el equilibrio de su fisiología, la homeostasis del organismo. Y esto no se logra con acciones externas, es más el producto de una adecuada valoración de la identidad solidaria, de un verdadero sentimiento de autoestima y de estima hacia el otro yo.

La inmunodeficiencia es el resultado de no asumir la propia identidad, donde indudablemente tiene un papel importantísimo la educación, que no son los principios explícitos que se inculcaron, sino el estilo de vida que se llevaba al concebir y al acompañar a ese ser los primeros años de la vida. En el adulto recuperar la inmunidad no está en lamentar y reclamar a sus ancestros, está en reconocer su papel cocreador, reconociendo su identidad, que más que algo limitado por el espacio y el tiempo, es un código de vibración que alcanza hasta las frecuencias máximas de la luz.

En los cuatro centros superiores está el papel principal de la curación, asumir la identidad, expresarla, conducirla y mantener la conexión de su identidad con una causa suprema, reconociendo que hay identidades semejantes.

El hombre enferma entonces porque olvidó vivir esta vida y disfrutarla, porque ha perdido esa interrelación armoniosa consigo mismo, con los otros, con su entorno, con su universo; consecuencia de vivir desde el tener y no desde el ser y de asumir un estilo de vida en el que la pérdida de identidad se hace evidente; de ahí las manifestaciones patológicas que se le presentan en lo psíquico y en consecuencia en su cuerpo físico.

La Antigua Tradición Oriental señala que energéticamente el psiquismo viaja por los mismos canales de la energía defensiva.

La energía defensiva es la “que permite tener una relación con el exterior…su función básica es definir la identidad del sujeto…tiene el papel, también, de dinamizar los sistemas defensivos que se conocen en occidente como el sistema leucocitario”[5]

Si el psiquismo se altera, la energía defensiva también lo hace. Cuando un ser está en dificultad de relación con su entorno y no asimila lo que está ocurriendo (psiquismo alterado), la energía defensiva se pone en alerta, para fortalecer esa identidad y delimitar el espacio, buscando que el sujeto en su proceso homeostático, mantenga su posición y con ello, las condiciones internas constantes y necesarias para la vida y continúe cumpliendo en armonía con su misión.

El asiento de la identidad y el soporte de los sentimientos que confluyen en el llamado centro de la sinceridad, son características de este cuarto chacra. Esos sentimientos deben llegar a ser expresados para lograr un verdadero compartir que genere armonía. La zona de la expresión donde se centra la emisión de la palabra y también de los gestos y ademanes, con los que expresamos cosas que verbalmente no logramos, se encuentra en el quinto chacra, que está ubicado en relación a la glándula tiroides, la cual manifiesta el estado del metabolismo energético del organismo.

De la adecuada expresión resulta el arte, sea sonoro o visual. Cuando no se llega a la expresión armónica es frecuente que se desencadenen patologías de la tiroides. Este centro tiene un papel muy importante en la acción terapéutica, la cual indiscutiblemente es un arte, a la que se pueden integrar todas las demás artes.

La solución armónica de la situación de la enfermedad individual y social que se vive actualmente, no se alcanza con la acción belicosa de los medicamentos ni con el accionar militar de los estados. Es la expresión del arte que lleva a sanarte. Arte es la expresión armónica de las vibraciones, sanación sería la armonización de las vibraciones de la persona, desde las sutiles hasta las densas.

La hipófisis coordina la función de las otras glándulas, se conecta con el sexto chacra, el asiento de lo mental, se le atribuye la función de la razón pero también radica allí la intuición. Algunos lo reconocen como el tercer ojo y le atribuyen la percepción de lo extrasensorial; debería estar conectado con el cuarto chacra para lograr el funcionamiento armónico del ser, en tanto vincula el amor a su disfrute mental, al humor, aportando al desarrollo de la autonomía.

El séptimo chacra se asienta en correspondencia con la glándula pineal, también es relacionado con el tercer ojo. La realización de la función de este último chacra se logra cuando se han desarrollado armónicamente las funciones de los demás chacras. Si se activa sin que se hayan activado los anteriores, se le atribuye la causa de los desequilibrios mentales. Es el responsable de la conexión con otras dimensiones; la salida mental astral se realiza por ese centro y es muy importante en la función sanadora en asocio con el sexto. Es la conexión con la chispa vitalizadora que se asienta en el primer chacra (kundalini); su ascenso armónico es la función trascendente de esta vida, es el contacto con la Inteligencia mayor.

Ese ascender para contactar las frecuencias más elevadas, la Luz, implica una acción personal, autónoma, individual con sentido solidario, que se traduzca en una acción regeneradora y por lo tanto, inmunoestimulante.

Esa acción individual debe conducir a la recuperación de la identidad, mediante un proceso de introspección para reafirmar la autoestima, que lo lleve a reconocer desde el interior, su papel activo - integrador en el holograma; cumpliendo así una función armonizadora. En ese reconocimiento el ser siente que es un reflejo de la esencia máxima que le da sentido a todas las esencias.

Todo es fluir. No reconocer ese fluir lleva al estancamiento, a la enfermedad. La Emoción permite la expansión de ese movimiento interno, tanto de armonía o de desequilibrio. Todo movimiento lleva a cambios y está en sus manos direccionarlos. No hay enfermedades, hay enfermos y la acción terapéutica debe surgir de cada ser.

Siguiendo el sentido holográfico, si el individuo enferma la sociedad enferma; es una situación cíclica. Salir de ese círculo requiere, en las primeras etapas de la vida y en los procesos de enfermedad en general, de una acción educativa integradora, desde todos los planos que promuevan la responsabilidad del individuo por su destino; educación creativa que facilite la canalización de las fuerzas emocionales con un sentido armonizador. Aunado a esa acción educativa, se necesita la disposición, la conciencia y la aspiración personal por vivir en el gozo y, como consecuencia lógica, en salud, de acuerdo con el diseño Creador.

¡Gracias!

 

Bibliografía

 

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-         BERGSON, Henri.  La evolución creadora. Madrid: Espasa Calpe S.A. 1973.

 

 

 



[1] Las notas del mismo nombre, pero con una frecuencia mayor o menor.

[2] Partículas microscópicas, luminosas al microscopio de campo oscuro, elemento fundamental en la generación y mantenimiento de la vida.

[3] Japonés reconocido por las fotografías de cristales de agua, después de ser sometidos estímulos en su ambiente.

[4] Cleve Backster, poligrafista norteamericano, quien usó el polígrafo para evidenciar las respuestas de las plantas a estímulos mentales humanos.

[5] PADILLA CORRAL, JOSÉ LUIS. El Arte del Soplo. Escuela Neijing.

 

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(Aclaración: cuando nos referimos a estas causas como auténticos factores de riesgo del Sida, nos referimos al Sida entendiéndolo como sus siglas indican literalmente, es decir, entendiendo el Sida como inmunodeficiencia adquirida, que no es la forma como suele entenderse generalmente, ya que generalmente se entiende el Sida como inmunodeficiencia causada por un virus mutante, y hay que aclarar que este Sida sencillamente no existe, a lo que se añade la forma tan peculiar de aplicar en la práctica la definición oficial de caso Sida, la cual no tiene ni piés ni cabeza)

 

El concepto de inmunodeficiencia adquirida o lo que es propiamente el concepto de Sida

La inmunodeficiencia adquirida, que es el debilitamiento de nuestro organismo para hacer frente a las infecciones por causas que van a actuar después del nacimiento, es algo que al igual que la inmunodeficiencia congénita figura desde antiguo en los textos de medicina, desde décadas como mínimo antes de surgir la idea del Sida infeccioso, para comprobarlo no hay más que consultar textos de Medicina anteriores a l984.
El modo como se pone de manifiesto que una persona tiene inmunodeficiencia, (sea del tipo que sea), es que la persona va a tener infecciones, frecuentes o graves, según el grado de inmunodeficiencia.
Pues bien, se puede decir en líneas generales que todo aquello que debilite de modo importante nuestro organismo en general, o cualquier órgano vital en particular, va a dar como resultado una disminución de nuestra capacidad para combatir las infecciones. Así, los médicos han visto que la presencia de infecciones, (que es el modo de manifestarse la inmunodeficiencia), es algo frecuente en una serie de enfermedades, por ejemplo, en personas con diabetes, a con anemia importante, o con problemas crónicos de hígado o riñón, en enfermos de tiroides, así como en otras muchas situaciones.
Las causas que producen de un modo u otro un debilitamiento de nuestra capacidad para combatir las infecciones son innumerables y van desde el mero agotamiento físico hasta las radiaciones, todas ellas van a provocar, en mayor o menor grado, una mayor facilidad para las infecciones.
Ahora bien, en la mayoría de las ocasiones la presencia de una infección no tiene porqué significar que haya inmunodeficiencia, para que se dé una clara inmunodeficiencia son necesarias una o varias causas actuando durante mucho tiempo, hasta que se llega al colapso o fracaso del sistema inmune.

Estas son algunas de las causas más notorias y conocidas de inmunodeficiencia adquirida

La desnutrición


La desnutrición, el hambre, es con mucho la principal causa de inmunodeficiencia adquirida actualmente en el mundo, la que más muertes provoca por inmunodeficiencia en personas de todas las edades. Si nos paramos un poco a pensar, a ver en qué zonas o áreas geográficas del globo se da la mayor cantidad y variedad de enfermedades infecciosas, a todos nos viene a la cabeza lugares donde el hambre, la pobreza y las guerras son moneda corriente.
La infección y la desnutrición, según la literatura médica, van siempre juntas y cada una agrava a la otra.
Enfermedades comunes como el sarampión o la tuberculosis, o problemas como una simple diarrea, que prácticamente ya no constituyen ninguna amenaza para nosotros, causan una gran mortalidad en zonas de hambre endémica.
Hay un tipo de enfermedad que todo el mundo relaciona con el Sida-VIH, que se conoce con el nombre de neumonía por neumocistis carini, esta neumonía ya era conocida desde antiguo, los médicos la habían visto, entre otras situaciones, en niños muy desnutridos, (la padecieron por ejemplo los niños judíos del “guetto” de Varsovia en la Segunda Guerra Mundial).
Las personas que consumen habitualmente drogas como heroína, cocaína, crack, anfetaminas y por supuesto los alcohólicos, a menudo sufren importante desnutrición y por tanto inmunodeficiencia.


Drogas


Se conoce desde antiguo el papel debilitante de la inmunidad de numerosas drogas, habiéndose visto una mayor frecuencia de infecciones, prácticamente de todo tipo, en personas con dependencia a heroína, cocaína, crack, anfetaminas y alcohol.
Otra droga, de uso más reciente y que merece una consideración especial por sus devastadores efectos sobre el sistema inmunitario, son los “poppers”, de uso prácticamente exclusivo en ambientes “gays”.
- Heroína.- Publicaciones médicas que datan ya de 1909, refieren estos síntomas en usuarios de opiáceos intravenosos:“Adelgazamiento, sudores nocturnos, propensión a infecciones bucales, propensión a tuberculosis, endocarditis,…”
Estudios más actuales en usuarios de heroína “seronegativos” revelan que tanto sus recuentos de T4, como las cifras totales de glóbulos blancos, están a menudo muy por debajo de lo normal, al igual que sucede con los usuarios “seropositivos”, lo que demuestra que la heroína, por sí misma, produce inmunodeficiencia.
Además, a menudo la inyección de heroína no es estéril, lo que conlleva la posibilidad de septicemia, (infección de la sangre), y otras infecciones como hepatitis, infección por citomegalovirus, etc.
A todo ello se suma el efecto sobre la inmunidad jugado por un sinnúmero de sustancias con las que se rebaja o “corta” la heroína, cuya pureza generalmente no llega ni al 5%.
- Cocaína y crack.- Problemas como fiebre, adelgazamiento y propensión a problemas pulmonares, (bronquitis, neumonía, tuberculosis), se ven a menudo en consumidores asiduos de estas sustancias.
- Anfetaminas y derivados como la metanfetamina, (“cristal”, “speed”).- Afectan a la nutrición y al descanso, causan estrés y provocan agotamiento físico.
- Consumo abusivo de alcohol.- Es conocido desde antiguo que los enfermos de cirrosis alcohólica tienen infecciones con más facilidad.
Por otra parte, el alcohólico sufre desnutrición crónica con graves carencias vitamínicas, sobre todo ácido fólico y B12, (el alcohol interfiere su absorción), necesarias para la maduración de las células sanguíneas, es por ello que a menudo tienen disminución de todos los tipos de glóbulos blancos.
En 1986 el prestigioso Journal of the Medical Association informó sobre estas disminuciones de góbulos blancos, incluidos los T4, en los alcohólicos. El artículo concluía diciendo que, por diversas razones, (evidentemente se refería al abuso y no al consumo moderado), “el alcohol debe ser considerado como una droga inmunosupresora”, (palabra esta que lo dice todo).
- Bebés nacidos de madres adictas a heroína, o crack, o anfetaminas o alcohol.- Se deben incluir obligadamente dentro de este apartado de exposición a causas tóxicas o drogas por razones obvias, ya que no tiene nada de extraño que estos niños tengan inmunodeficiencia, entre otros problemas, si fueron expuestos durante meses en el vientre materno a estos tóxicos que la provocan.
- “Poppers”.- Son líquidos volátiles, cuya composición química son nitritos, (de amilo, de butilo, etc.), usados como afrodisiacos sobre todo en ambientes “gays”.
Inhalados antes de las relaciones, relajan la musculatura anal, aliviando la sensación dolorosa, facilitando con ello la penetración anal y prolongando el orgasmo.
Los nitritos son agentes oxidantes muy poderosos que reaccionan con muchas moléculas de nuestro organismo, incluso el agua, de ahí que sean de las sustancias que han sido más estudiadas por sus efectos cancerígenos, siendo además muy debilitantes de la inmunidad.
El uso de “poppers” entre gays alcanzó proporciones epidémicas a principio de los años 80 en los EE UU coincidiendo con los principios de la era del Sida, de hecho, los primeros 5 casos de la historia del Sida, es decir, los que están considerados como los 5 primeros enfermos de Sida de la historia, eran todos consumidores asiduos de estos tóxicos.


Medicamentos


En cuanto a los medicamentos que pueden producir inmunodeficiencia, hay que decir que son muchos los fármacos cuyo uso más o menos prolongado pueden provocarla de una u otra forma, nosotros destacaremos algunos entre ellos, como los fármacos de quimioterapia del cáncer, el uso prolongado de corticoides (derivados de la cortisona) y los antibióticos, (algunos en especial).

Fármacos de quimioterapia de cáncer.- Este tipo de fármacos figuran desde muy antiguo como una de las causas más importantes de inmunodeficiencia. Al igual que las radiaciones ionizantes que hemos mencionado, los fármacos de quimioterapia de cáncer, también llamados citotóxicos, (es decir, venenos o tóxicos celulares), afectan a la producción de todos los tipos de células sanguíneas, tanto glóbulos rojos, como plaquetas y glóbulos blancos o leucocitos, recordemos que estos últimos, entre los que están los linfocitos T4 ó CD4, son las células de la inmunidad. La neumonía por neumocistis y el sarcoma de Kaposi, ya eran conocidos desde antes de la era del Sida, ya que eran relativamente frecuentes en los enfermos de cáncer que recibían quimioterapia.
Se sabe también que son mutágenos, es decir, que pueden provocar cánceres, así como es sabido que afectan de manera especial a los tejidos del embrión en formación, pudiendo provocar malformaciones. Es debido precisamente a su gran toxicidad por lo que se usan en los enfermos de cáncer por períodos muy cortos.
Es muy importante aclarar que la mayoría de los fármacos que se dan por tiempo indefinido a las personas consideradas seropositivas para combatir al invisible VIH, (embarazadas y niños incluidos), es decir, la mayoría de los fármacos llamados “antivirales”, son fármacos de esta clase.
El AZT, también llamado Zidovudina, (el tristemente célebre Retrovir), en un fármaco que se investigó en los años 60 del siglo pasado para ver su posible utilidad en el cáncer, pero su elevada toxicidad hizo que se dejara de lado. Sorprendentemente, 20 años más tarde sería rescatado del baúl y tras un ensayo clínico, que hoy sabemos que fue fraudulento, fue aprobado por la FDA, (organismo de los EE UU encargado de la aprobación de alimentos y medicamentos), para su uso por tiempo indefinido en los enfermos de Sida. Es decir, lo que no servía siquiera para usarse por períodos cortos en los enfermos de cáncer, porque era demasido tóxico, fue aprobado 20 años más tarde para su uso indefinido en los enfermos de Sida. Este fármaco, la droga más tóxica que se aprobó jamás para consumo humano a largo plazo, se estuvo dando a miles de personas, a unas dosis muy altas, durante años. Entre los argumentos más utilizados para justificar esta aberración estaba el de “total, se iban a morir”.
El AZT se sigue utilizando, a menos dosis y combinado con otros tóxicos de la misma familia, (Ddc, Ddi, 3Tc, D4t, etc). El llamado “cóctel antivírico”, también llamado HAART, iniciales que corresponden a “tratamientos de alta eficacia”, (lo que no deja de ser una ironía), consta de dos fármacos de la familia del AZT más un llamado “inhibidor de proteasas”.
Todos estos fármacos carecen de estudios previos “contra placebo”, (es decir, estudios que demuestren que son mejores que no tomar nada), y al no haber estudios previos sobre su beneficio, con quien se experimenta directamente es con las personas, (de nuevo el argumento de “total, se van a morir”).

Uso prolongado o intensivo de antibióticos.- Es conocido desde hace décadas por su poder debilitante de la inmunidad. Entre otros efectos los antibióticos destruyen la llamada flora intestinal, una gran cantidad de microorganismos beneficiosos que todos albergamos en nuestro intestino y que constituye una poderosa barrera contra los gérmenes.
Hay ciertos antibióticos que producen además una importante reducción de ciertas vitaminas, (ácido fólico, la vitamina B12, por ejemplo), que son necesarias para la producción y maduración de los leucocitos o glóbulos blancos, con la correspondiente disminución de todos los tipos de ellos, tal es el caso del Septrim por ejemplo.
Nunca se usaron los antibióticos para prevenir infecciones, sino para tratarlas cuando las hay, sin embargo la era del Sida inauguró la costumbre de dar antibióticos durante semanas y meses para “prevenir” infecciones, como la neumonía por carini, con la excusa de que los linfocitos T4 ó CD4 están bajos, sin tener en cuenta que el uso prolongado de estos antibióticos, como el Septrim, reduce todos los tipos de glóbulos blancos y dispara la aparición de infecciones oportunistas, entre ellas la candidiasis.

Tratamientos prolongados a base de corticoides, (derivados de la cortisona).- Son conocidos desde antiguo también por su capacidad de mermar la inmunidad y facilitar las infecciones oportunistas, incluso la famosa neumonía por n. carini ha sido vista tras su uso prolongado.

 

Otros factores conocidos por causar inmunodeficiencia


- Infecciones
Hemos visto que la inmunodeficiencia provoca una mayor presencia de infecciones, pero las mismas infecciones, en especial las víricas, debilitan a su vez la inmunidad.
- Transfusiones de sangre y derivados
Se sabe desde hace décadas que las transfusiones de sangre y derivados debilitan la inmunidad, antes de la era del Sida ya era un hecho conocido que las personas que recibían transfusiones sanguíneas desarrollaban con frecuencia neumonías.
En cuanto a los hemofílicos, que deben recibir periódicamente transfusiones de ciertos derivados sanguíneos, siempre fue un hecho conocido que desarrollan infecciones con frecuencia y que su expectativa de vida, aunque ha aumentado con los años, es menor que la del resto de la población.
- Factores físicos como las radiaciones ionizantes
Neumonías por neumocistis y sarcomas de Kaposi, típicas enfermedades que se identifica con el Sida, ya habían sido observados hace muchos años en personas que recibían radioterapia contra el cáncer.
- Factores psicológicos
Es algo sabido y conocido que emociones sostenidas como la ansiedad, el miedo, la depresión y el estrés pueden influir poderosamente en nuestra salud y provocar distintos grados de inmunodeficiencia, quizás una de las razones sea el aumento en nuestro organismo del cortisol, (hormona similar en sus efectos a la cortisona), que se produce en estas situaciones.
Son conocidos los riesgos de enfermar que tienen las personas poco tiempo después de sucesos muy estresantes, (que se lo pregunten a las compañías de seguros), como fallecimiento de un cónyuge o familiar directo, (padre, madre, hijo), separaciones, conflictos, graves pérdidas económicas, etc.
Por otra parte hay hechos que prueban que aquello que creemos, o lo que esperamos que suceda, puede llegar a tener consecuencias fatales para nuestra salud:
- lo que se llama “muerte vudú” es la muerte que se produce en horas o días, después de ser maldecidos por el chamán, en personas de ciertos ámbitos culturales donde todos los miembros comparten la firme creencia en el poder del chamán.
- idéntico fenómeno se produce en nuestra sociedad moderna, donde la creencia en la ciencia y la medicina se ha convertido en un dogma de fe y la función del chamán es ejercida por doctores. Se ha visto que personas sanas, a las que por error les dicen que tienen cáncer, llegan a morirse en meses.
- y para acontecimientos traumatizantes, uno en especial de efectos devastadores que te resultará familiar, un señor en bata blanca que dice, mientras mira un papel, “Verá, es usted seropositivo”.
De ahí que la mejor vacuna contra las creencias nefastas, como el mito del virus del Sida, sea una buena dosis de información objetiva y sensata, como la que estás leyendo, la cual debe ser leída y releída las veces que haga falta, masticada, digerida y asimilada.



Como hemos visto, ya antes de que surgiera la idea de un virus que provoca inmunodeficiencia, ya eran conocidas por la medicina numerosas causas que la provocaban, (sólo hemos citado aquí unas cuantas), sin embargo, con la entrada en escena del VIH no sólo se han relegado al olvido estas causas, sino que incluso se pretende presentarnos la inmunodeficiencia adquirida como si fuese un fenómeno nuevo, nunca visto antes, (de ahí el ampuloso nombre de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida para designar a la supuesta enfermedad causada por el VIH). Es como si los doctores hubieran sufrido un ataque de amnesia repentina con respecto a las viejas causas que provocan inmunodeficiencia, algo incomprensible ya que incluso admitiendo que el virus VIH existiese y tuviera esas capacidades que dicen, esas viejas causas serían siempre problemas agravantes que sería preciso corregir.
En realidad estas causas que hemos mencionado son los auténticos “factores de riesgo” que se deben evitar para prevenir o curar la inmunodeficiencia, (no existe prácticamente ninguna inmunodeficiencia grave donde no esté presente alguna de estas causas, solas o combinadas).

¿Es lo mismo Sida que inmunodeficiencia adquirida?

Se nos ha dicho que Sida significa inmunodeficiencia adquirida, por lo tanto decir Sida y decir inmunodeficiencia adquirida debería ser lo mismo, sin embargo hay enormes diferencias entre una cosa y otra, (como ya habrás notado), y aunque el Sida tiene algo que ver sin duda con la inmunodeficiencia, lo que tiene que ver no es tanto como se piensa, (ni por causa de lo que se piensa, evidentemente).
Como ya hemos visto, la inmunodeficiencia adquirida es algo viejo y conocido por la medicina desde muchos años antes de que se creara la palabra Sida, (la cual se crea en 1982 en los EE UU, a raíz de la aparición en gays de ciertos problemas), en cambio, la idea del Sida, es decir, la idea de un virus que causa inmunodeficiencia, es algo muy novedoso al mismo tiempo extraño, de hecho ha necesitado de un gran derroche de medios publicitarios para que la gente llegara a entenderla.
Por otra parte, mientras la inmunodeficiencia adquirida es un fenómeno muy amplio que se sabe con certeza que lo producen muchas causas, el Sida es una visión muy particular de la inmunodeficiencia, que atribuye su causa única y exclusivamente a un virus, olvidándose del resto.
Pero hay más, la práctica totalidad de las personas que tienen inmunodeficiencia adquirida en el mundo no están catalogadas como “enfermas de Sida”, ni pertenecen siquiera a los llamados “grupos o prácticas de riesgo del Sida”, (pensemos en los desnutridos del mundo o simplemente en los alcohólicos). Al mismo tiempo, hay personas catalogadas por la medicina como “enfermas de Sida” que no tienen rastro de inmunodeficiencia y lo mismo sucede en la inmensa mayoría de los supuestos infectados al cabo de 15-20 años como mínimo, (y sin ninguna necesidad de tomar antivirales).
Pero para entender mejor qué es lo que tiene de inmunodeficiencia el Sida, debemos antes entender cómo se hace para catalogar a una persona como “enferma de Sida”, la cosa es bien simple:
Los expertos oficiales del Sida han elaborado una lista con 30 enfermedades, (con la particularidad de que ninguna de ellas nueva y que todas ellas se presentan tanto en personas seropositivas como en seronegativas), pues bien, una persona es considerada enferma de Sida o que tiene Sida, si ha resultado positiva en el mal llamado test de VIH y desarrolla alguna de esas enfermedades, caso que resulte negativa, no. Ejemplos:
Tuberculosis + test de VIH positivo = enfermo de Sida.
Tuberculosis + test de VIH negativo= enfermo de tuberculosis.
Neumonía + test de VIH positivo = enfermo de Sida.
Neumonía + test de VIH negativo= enfermo de neumonía.
Es decir, lo que decide si un problema determinado es o no es Sida, es el test de VIH positivo, a pesar de que, como hemos visto antes, no existe ninguna prueba que indique que el haber dado positivo en ese test sea indicio de nada patológico, presente o futuro, (de hecho ya dijimos que el valor de este test a efectos prácticos es como tener o no caspa en el pelo). Pero al mismo tiempo, desarrollar cualquiera de las enfermedades de esa lista, salvo contadas excepciones, no tiene porqué indicar que se tenga inmunodeficiencia, pues aunque esa lista incluye enfermedades en las que lo más probable es que haya inmunodeficiencia, (por ejemplo, la neumonía por neumocistis carini), también incluye otras, (adelgazamiento, diarrea, demencia, sarcoma de Kaposi, tuberculosis, candidiasis, tener menos de 200 CD4, etc.), cuya existencia no tiene porqué implicar inmunodeficiencia, es decir, puede haberla o no.
Pero existe indudablemente una inmunodeficiencia muy clara ligada al Sida: la que los médicos van a provocar a la persona etiquetada de “seropositiva”, con sus tratamientos sobre todo, con la excusa de que esa persona tiene un virus que es preciso combatir.



¿Cómo sabemos si una persona tiene inmunodeficiencia? ¿Son los T4 las defensas?

En general la inmunodeficiencia se pone de manifiesto por el grado o frecuencia de infecciones aunque, como ya dijimos antes, la presencia de infecciones no implica, en la mayoría de los casos, la existencia de un déficit inmunitario.
La forma de la que se vale el organismo para defenderse de las infecciones no es algo simple, pues intervienen barreras físicas, químicas, fenómenos hormonales, etc., no sólo el sistema inmunológico. Por otro lado, el sistema inmunológico, constituido por los leucocitos, incluye una gran diversidad de ellos con variedad de funciones.
Los linfocitos, un tipo de leucocitos, incluyen a su vez dos grandes grupos, los T y los B. A su vez los linfocitos T incluyen distintas variedades, entre ellos los T4 ó CD4. Como puedes ver, la cosa es lo bastante complicada como para que pretendamos reducir el sistema inmune a un solo tipo de células como los T4. Pues bien, otra práctica que se inició con la “Era del Sida” fue la de considerar los linfocitos T4 como sinónimo de “las defensas”, como si fuera el depósito de la gasolina, olvidándose del resto de los glóbulos blancos, cuando al fin y al cabo los T4 son tan solo una fracción muy pequeña del sistema inmune, incluso este es una parte de las defensas.(lo de los helper).
Esto es así porque la teoría del VIH elaborada por Robert Gallo, (virólogo y alto cargo en su día en el Instituto Nacional del Cáncer de los EE UU y de cuyas andanzas ya hablaremos), afirmaba que el blanco contra el que se dirigía el ataque del virus eran los linfocitos T, de ahí que la disminución de este tipo de linfocitos se convirtió en “el signo característico de la infección por el VIH”. Como se creía que sólo se daban estos descensos de T4 en los “infectados por el VIH”, solo a los “seropositivos” se les medían los T4, (hecho que motivó que más de uno se preguntase, “¿Porqué, si los T4 son tan importantes, no se los miden a su madre?”).
Pero a medida que se han ido haciendo estudios en la población general para ver cómo andaban de linfocitos T4, se ha visto que las disminuciones de T4 son bastante frecuentes en las personas no seropositivas y parecen presentarse más a menudo en algunas circunstancias.
Circunstancias en que los linfocitos T4 ó CD4 están bajos en personas no etiquetadas de seropositivas:
- Una gran variedad de enfermedades víricas.
- Infecciones bacterianas.
- Infecciones parasitarias.
- Sepsis, (infección de la sangre), shock séptico, (colapso circulatorio de causa infecciosa).
- Fallo múltiple de órganos y sistemas.
- Tuberculosis.
- Quemaduras.
- Traumatismos.
- Transfusiones.
- Malnutrición.
- Sobre-ejercicio.
- Embarazo.
- Variación diaria normal.
- Estrés psicológico.
- Aislamiento social.
- Alcoholismo.
De todos modos, visto lo poco que se sabe aún sobre los T4 y sin negar que estos tengan su importancia, lo más sensato sería no atribuirles ese valor absoluto que se les atribuye, mientras no sepamos más sobre la materia.
Una forma quizás más fiable y segura de valorar el sistema inmune sería la determinación de la cifra total de glóbulos blancos.



¿Es curable la inmunodeficiencia adquirida?

Aunque el problema de la inmunodeficiencia adquirida es algo mucho más amplio y extendido de lo que se piensa, (mucho más desde luego que la inexistente “pandemia de Sida”), si repasamos lo que la ciencia médica conoce sobre ella, nada hace pensar que sea un problema sin solución.
Es de sentido común que si este problema obedece a determinadas causas, será solucionable en la medida en que se corrijan sus causas, algo que se ve corroborado en la práctica por los hechos.



¿Es contagiosa la inmunodeficiencia adquirida?

¿Crees que podrías regalarle a alguien 50 millones de euros si no los tienes? Entonces mal vas a poder transmitirle a nadie algo que jamás se ha visto en ningún ser humano, la inmunodeficiencia adquirida no es un problema contagioso, al igual que no lo es el cáncer ni la cirrosis etílica.



¿Qué pasa entonces con las llamadas “medidas preventivas del Sida”?

En cuanto al uso del preservativo, tan cacareado, sólo cabe decir que si para una cosa no debe usarse es precisamente para prevenir ningún Sida, debiéndose usar para lo que siempre se usó, evitar embarazos no deseados y evitar enfermedades de transmisión sexual en aquellas personas muy promiscuas, otra razón adicional, tal como están ahora las leyes, es evitar demandas judiciales, (la relación de una persona “seropositiva”, sin preservativo y sin manifestar esta supuesta condición, está considerado un hecho delictivo).
Sí es preciso insistir en cambio en que el hecho de que el Sida no sea un problema infeccioso no le quita ninguna validez al uso de jeringas estériles por parte de las personas que usan drogas intravenosas, y esta no es una recomendación hecha a la ligera, el uso de jeringas limpias evita el paso, de unas persona a otras, de todo tipo de gérmenes, (sean hongos, bacterias o virus). Esto ya era algo muy conocido antes de la era del Sida, de hecho y por poner un ejemplo, ya en el año 1974, es decir, diez años antes de que entrara en escena el VIH, en Ámsterdam ya se llevaban a cabo programas de reparto de jeringas estériles entre usuarios de drogas intravenosas, para prevenir sobre sobre todo las hepatitis.

 

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Sobre la construcción del mito del sida infeccioso puedes consultar los siguientes artículos: 

 

- La construcción del mito 1ª parte:

 

https://superandoelsida3.ning.com/profiles/blogs/la-construccion-del-mito-del

 

 

- La construcción del mito 2ª parte:

 

https://superandoelsida3.ning.com/profiles/blogs/construyendo-el-mito-del-sida

 

 

- Disparates de antología para la historia o cómo fue la construcción del mito de la transmisión por el CDC:

 

https://superandoelsida3.ning.com/profiles/blogs/disparates-de-antologia-para-la-historia-como-construyo-el-cdc-el

 

 

 

 

 

 

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