diario (4)

La ciencia vive una epidemia de estudios inservibles

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/01/10/ciencia/1484073680_523691.html?id_externo_rsoc=FB_CC#comentarios

Científicos de EE UU, Reino Unido y Holanda denuncian que la investigación está perdiendo parte de su credibilidad

 

10 ENE 2017 - 20:08 CET

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Uno de los campos en los que se han detectado deficiencias es la neurociencia Universidad de Wisconsin-Madison

Hace siglos, a Newton o a Galileo no les bastaba con hacer descubrimientos capaces de cambiar la historia. Debían además repetir sus experimentos delante de todos sus colegas, y estos, a su vez, los repetían por su cuenta antes de quedar completamente convencidos. Este principio de reproducibilidad ha sido fundamental para el avance de la ciencia desde entonces. En la actualidad, esa garantía esencial se está perdiendo, y pone en entredicho la validez de muchos estudios en casi todas las disciplinas.

El principio de reproducibilidad ha sido fundamental para el avance de la ciencia. En la actualidad, esa garantía esencial se está perdiendo

Un grupo de investigadores de EE UU, Reino Unido y Holanda firma hoy un manifiesto para que la ciencia recupere parte de esa credibilidad y fiabilidad perdida. El principal autor del documento es el médico e investigador de la Universidad de Stanford (EE UU) John Ioannidis. Desde hace años, él es uno de los pioneros de la llamada “metaciencia”, una disciplina que analiza el trabajo de otros científicos y comprueba si se están respetando las reglas fundamentales que definen la buena ciencia.

Según un análisis, resalta el manifiesto, el 85% de los esfuerzos dedicados a investigación biomédica “se acaban desperdiciando”. “Se trata de estudios que no llegan a aplicarse nunca en la clínica o que lo hacen de una forma negativa, y también muchos otros que se abandonan en etapas muy tempranas”, explica Ioannidis. “La mayor parte de las veces los experimentos no están bien diseñados”, denuncia el investigador. “Por ejemplo, solo entre el 10% y el 20% de todos los estudios con animales están aleatorizados para evitar los sesgos” inconscientes de los científicos, resalta. En el caso de los ensayos clínicos con pacientes, “solo el 5% sigue todos los pasos correctamente”, denuncia. El problema afecta a “casi cualquier disciplina de la ciencia”, asegura.

Estudios invalidados

En 2013, el médico de Stanford publicó un estudio que afirmaba que hasta el 95% pueden ser falacias sin rebatir. Otra revisión reciente invalidó miles de estudios de neurociencia basados en una técnica de resonancia magnética. Según los investigadores, no solo los científicos son responsables, sino también las universidades, las poderosas revistas científicas que publican los estudios, las agencias financiadoras y el resto de actores del sistema, asegura.

Una reciente encuesta realizada por Nature desveló que el 90% de los científicos reconoce que hay una crisis de reproducibilidad en la ciencia. En parte se debe a que la forma de producir conocimiento en la actualidad ha cambiado tanto que sería casi irreconocible para los grandes genios de hace unos siglos. “Antes se analizaban los datos en bruto, los autores iban a las Academias a reproducir sus experimentos delante de todo el mundo, pero ahora esto se ha perdido porque los estudios se basan en seis millones de folios de datos brutos”, opina Ioannidis. Uno de sus análisis demostró que la mayoría de estudios no da acceso a los datos brutos en los que se basan las conclusiones. Al final, los científicos “se creen lo que ven, pero no hay forma de comprobar que es cierto, y además no podemos usar esos datos posteriormente porque se han esfumado”, resalta. Esta falta de transparencia es uno de “los mayores retos” que afronta la ciencia, asegura el médico.

El manifiesto también denuncia que solo se publican estudios con datos nuevos, significativos estadísticamente y que apoyan una teoría determinada. Muchos de ellos no aportan nada valioso o, peor aún, acaban sustentando con la estadística interpretaciones preconcebidas que no son ciertas. “Esto, lamentablemente, no es descubrimiento científico, sino autoengaño”, y puede multiplicar la cantidad de “falsos positivos”, resalta el texto.

El Manifiesto por una ciencia reproducible, publicado hoy en abierto en Nature Human Behaviour, propone una serie de medidas para evitar malas prácticas en todas las fases de una investigación. Publicar los datos brutos y los estudios con resultados negativos es uno de los pasos más importantes, señala Ioannidis. En general, el métiodo científico sigue funcionando y de lo que se trata es de "volver a sus principios básicos", explica.

Conocimientos "de andar por casa"

“O ponemos freno a esta pérdida en la reproducibilidad de los resultados científicos o nos cargaremos todo el prestigio y credibilidad que, de momento, la clase científica parece tener acumulada”, alerta Lluis Montoliu, investigador del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), involucrado en iniciativas para promover la integridad científica. “Este es un tema tremendamente importante”, dice, “debería ser obligatorio para todos los estudiantes de doctorado”.

En el caso de los ensayos clínicos con pacientes, “solo el 5% sigue todos los pasos correctamente”, denuncia el autor principal del estudio. El problema afecta a “casi cualquier disciplina de la ciencia”

Juan Lerma, investigador del Instituto de Neurociencias de Alicante, reconoce que muchos científicos tienen un conocimiento estadístico “de andar por casa”. “Yo soy editor de la revista Neuroscience, recibo unos 2.000 estudios al año, y veo una deficiencia general en cómo tratan los datos estadísticos”, reconoce. Lerma apunta a otra causa de la actual crisis. “Se publican demasiados estudios y demasiado deprisa”, señala. “Hace falta una reflexión general sobre el exceso de publicación y las presiones por sacar estudios, las universidades miden los resultados al peso, y eso es un error”, resalta.

Lerma reconoce que el problema para reproducir estudios está “generalizado”, aunque eso no quiere decir que los trabajos estén mal. Su equipo descubrió unos nuevos neurotransmisores en el hipocampo, la parte del cerebro que controla la memoria, pero pasaron cinco años antes de que otro equipo pudo identificarlos por su cuenta, confirmado el hallazgo, explica. “El problema es que muchos de los resultados actuales requieren unas técnicas muy complejas” que muy poca gente aprende a dominar.

Parte de la culpa, cree Montoliu, es de las revistas. “No hay que olvidar el papel cómplice de determinados grupos editoriales, frecuentemente de revistas top, que prefieren publicar resultados inesperados, novedosos, espectaculares, que generan mucho ruido e impacto, antes de asegurarse y verificar sistemáticamente la fiabilidad de los mismos”, explica. Algunas instituciones en España ya están tomando medidas para aplacar la crisis a la que hacen referencia los firmantes del manifiesto, explica Montoliu. Por ejemplo, se han incorporando profesionales de estadística a los comités de ética del CNB y del propio CSIC, el mayor organismo de investigación pública del país, asegura.

 

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En diciembre de 2006 la Televisión Azteca, de México, emitió varios programas, producidos por el periodista Ricardo Rocha, donde se daba cabida a la tesis de los científico disidentes, representada por los doctores Roberto Giraldo, Juan José Flores y Roberto Stock,  por parte oficial estuvo presente el doctor Saavedra.

El doctor Carlos Moya, epidemiólogo de Mexico, a quien muchos conocéis ya, nos envió hace tiempo estos videos sobre esos programas de TV, todo un acontecimiento, pues es de las pocas ocasiones que en un país tiene cabida, en un programa de TV de audiencia, un debate de estas características.

http://superandoelsida.ning.com/video/sida-toda-la-verdad-parte-1

http://superandoelsida.ning.com/video/sida-toda-la-verdad-parte-2

http://superandoelsida.ning.com/video/sida-toda-la-verdad-parte-3

Parece ser que estos programas, en los que intervinieron también personas diagnosticadas como VIH+ que se mantenían sanas sin antivirales, despertaron bastante expectación, no sólo eso, despertaron la alarma de quienes veían peligrar el lucrativo negocio que se mueve en torno al Sida y su estado de cosas.

La respuesta por lo tanto no se hizo esperar, es así como un importante medio periodístico, inició una campaña de difamación y desprestigio, que incluía a la asociación de Monarcas Mexico.

El escrito de Carlos Escudero es una réplica, muy bien argumentada, a esa desinformación, así como una valoración crítica de esos programas de televisión.

En el archivo adjunto, el escrito de Carlos Escudero, titulado “Una muy sucia y mentirosa jornada la que estamos viviendo”

cartanegacionistas.pdf

 

 

 

 

 

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http://www.elpais.com/articulo/sociedad/echaron/horas/despues/saber/tengo/VIH/elpepisoc/20110521elpepisoc_6/Tes

Francisco denuncia a la empresa para la que trabajaba hasta contar su infección

EMILIO DE BENITO - Madrid - 21/05/2011

"Es la segunda vez que me pasa, y no quiero que les salga gratis ni barato". A sus 26 años, Francisco M. acaba de demandar a la empresa Sertyf por despido improcedente. Él tiene claro que prescindieron de sus servicios por tener VIH. "Tardaron cuatro horas en enterarse y despedirme", cuenta. Francisco vive en Madrid, aunque nació en Jaén. Muestra el registro de los correos como prueba. "El 25 de marzo de 2011 cogí una baja por bronquitis. Resultó que era resistente a los tratamientos, y el 5 de abril mi jefe me llamó para preguntar. Él también estaba de baja, y le dije que no sabía si sería porque soy seropositivo. Aunque estoy bien, soy más proclive a coger infecciones", relata. Su jefe se mostró comprensivo.

Al día siguiente, "a eso de las once de la noche", le mandó un correo confirmándole sus sospechas: el VIH hacía que la infección evolucionara peor. "El correo lo abrieron a eso de las 9.55 del día 7. Lo sé porque el sistema tiene un registro. Cuatro horas después, a las 14.00, recibí el burofax con mi despido".

En él, la empresa -que no ha respondido ni a los mensajes ni a los correos de este periódico para dar su versión- alegaba bajo rendimiento del trabajador. Él lo niega rotundamente. "Entré a trabajar el 17 de enero. Se trata de una compañía de gestión hipotecaria. Da préstamos a quienes no se los da nadie. Cobran más, pero es su negocio. Al mes, superado el periodo de prueba, me hicieron fijo, con felicitaciones incluidas". Francisco M. está tan convencido de su rendimiento, que no ha dudado en solicitar que declaren trabajadores de Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI, del Grupo Santander y BNP Paribas), "que es el principal cliente de la empresa porque representa un 70% de su facturación".

El daño económico es solo una parte del que ha sufrido, y no el más importante. "Lo especialmente doloroso es que en la empresa te hacen firmar un código ético que dice que no se puede discriminar ni tratar mal al compañero por sus circunstancias personales, y mira luego cómo te tratan". Él no lo entiende. Aunque es verdad que tiene que ir a consulta cada tres meses, su estado es bueno. Se enteró de que tenía el VIH en 2007, pero todavía no necesita tomar medicación. En la bolsa que lleva colgada del hombro está la prueba definitiva del daño que ha sufrido: una caja y una receta de alprazolam, un ansiolítico.

Fracasado el intento de un acuerdo pacífico en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación, será un juzgado madrileño el que decidirá sobre su caso el próximo septiembre. Asesorado por el abogado Manuel Ródenas, del Programa de Información y Tratamiento para Homosexuales y Transexuales de Madrid, Francisco ha pedido 324.000 euros de indemnización: 24.000 por daños morales, y los otros 300.000, por daños morales extraordinarios. Extraordinarios porque Francisco se siente doblemente maltratado. "Hace dos años me pasó lo mismo en otra empresa, pero era una institución oficial en la que también trabajaba mi familia, y lo dejé pasar", cuenta. Ahora está reviviendo aquella frustración, y esta. "Por eso voy a ir a por todas. No puede ser que te traten así. ¿Qué quieren, que esté toda la vida escondiéndome?".

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Se transcribe la información aparecida en ese diario con motivo de las

VI Jornadas Medicina Filosofía, en la Universidad de Sevilla, (ver en

eventos), seguida de la entrevista que este diario realizó el día anterior

a Jesús García Blanca, uno de los ponentes.

Noticia aparecida en el diario PUBLICO:

La universidad da voz a negacionistas del sida Unas jornadas en Sevilla causan malestar entre los científicos

OLIVIA CARBALLAR SEVILLA 21/10/2010 08:30


Los negacionistas creen que el sida es un negocio.Afp

Sostienen, en contra de la comunidad científica, que el sida es un negocio, que el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) no provoca la enfermedad, que se trata, sin más,de un engaño de los poderosos y la industria farmacéutica. Son un grupo muyreducido, pero su presencia en foros y conferencias cada vez es mayor. Entre

hoy y mañana, varios seguidores del negacionismo del sida, como Jesús García Blanca o Alfredo Embid, participarán en unas jornadas sobre medicina y filosofía organizadas en la Universidad de Sevilla.


Su asistencia ha generado malestar en diversos sectores científicos de la comunidad universitaria, que han pedido al rector, a través de correos electrónicos, que impida que el mensaje negacionista sea difundido desde su ámbito: "Nos preocupa profundamente que en pleno siglo XXI, cuando la ciencia ya ha demostrado sobradamente el carácter infeccioso del VIH-sida y la relación entre ambos, conocidas sus formas de transmisión y prevención [...], la universidad dé cobijo a encuentros de carácter presuntamente científico",

dicen los correos electrónicos.


El rector obvia las protestas, "exageradas" según la institución


La universidad como institución, según aclaró un portavoz de prensa, cree que las protestas son "exageradas"

y por eso no ha adoptado ninguna medida. "Son fruto de la ignorancia y la desinformación; no sé si

estas personas van a hablar o no del sida y no sé quién lleva razón porque no soy científico", dijo en
conversación telefónica con Público el coordinador de las jornadas, José Ordóñez García, profesor de Filosofía de la Universidad de Sevilla.


¿Invitaría a un negacionista del Holocausto? "No tiene nada que ver la evidencia científica con la evidencia histórica", respondió.


Los ponentes


Uno de los participantes, Jesús García Blanca, atribuye las críticas a "grupos autodenominados escépticos. Han convertido en dogma determinadas teorías y reaccionan violentamente cuando alguien se atreve a hacer

lo que precisamente preconiza la ciencia: cuestionar, dudar, exigir pruebas, aportar hipótesis alternativas,

pedir el debate. Está claro que muchos ven peligrar su estatus social y profesional", denuncia García Blanca, maestro de profesión y autor de varios libros, a través de un cuestionario enviado por correo

electrónico. García Blanca también asegura que los "antivirales son potentes tóxicos tendencialmente
mortales".


El negacionismo del sida no es, simplemente, cuestión de fe. Thabo Mbeki, presidente de Suráfrica de 1999

a 2008, siguió las teorías de un reducido grupo de científicos disidentes en este campo que pensaban que el VIH no provocaba el sida y, según un estudio de la Universidad de Harvard, durante su mandato, un total de 365.000 niños surafricanos murieron por la falta de tratamiento adecuado.


CUESTIONARIO ENVIADO A DIARIO PÚBLICO POR GARCÍA BLANCA:


— ¿Por qué te invitan a las jornadas?


—Por ser el autor de “El rapto de Higea”. En este libro resumo más de veinte años de investigación en

Ecología, Educación y Salud, describo la crisis global de los sistemas sanitarios y analizo los mecanismos

de poder que operan en el terreno de la salud y la enfermedad. “El rapto de Higea” le llegó al Coordinador de

as Jornadas de Sevilla, el profesor José Ordóñez, a través de un amigo común, el doctor en filosofía

Emmanuel Lizcano. Tras su lectura, me propuso participar en las Jornadas y debatir sobre sus contenidos.


— ¿Cuál es tu teoría sobre el sida?


—Que no es una enfermedad, sino un “Dispositivo de Poder”, un montaje puesto en marcha en 1981 por los CDC estadounidenses. Desde 1993 he leído decenas de libros y he traducido y analizado cientos de artículos científicos. También he asistido a cursos con inmunólogos, virólogos y médicos de prestigio internacional. He mantenido contacto con afectados, periodistas, abogados e investigadores de distintas especialidades. Mi conclusión –hasta que me demuestren lo contrario con argumentos- es que nadie ha aislado el “VIH” ni establecido una causa viral para el “SIDA”, que los supuestos “tests de VIH” no han sido validados, que los
“recuentos de CD4” y “mediciones de carga viral” carecen de base técnica o biológica, y que los “antivirales”

son potentes tóxicos tendencialmente mortales que están causando enormes problemas de salud y parte de las muertes atribuidas al “SIDA”.


— ¿Qué opinas de las quejas de que la Universidad dé voz a negacionistas del sida?


—A lo largo de la historia siempre han existido fanáticos que se aferraban a las ideas establecidas y pioneros que las cuestionaban. Estos grupos autodenominados “escépticos” se descalifican ellos mismos al atacar a la Universidad por potenciar el debate y las ideas críticas. Son lo que Lizcano llama “fundamentalistas científicos”: han convertido en dogma determinadas teorías y reaccionan violentamente cuando alguien se atreve a hacer lo que precisamente preconiza la Ciencia: cuestionar, dudar, exigir pruebas, aportar hipótesis alternativas, pedir

el debate. Esta claro que muchos ven peligrar su estatus social y profesional.


— Los estudios científicos sostienen que el VIH causa el sida. ¿Puedes demostrar científicamente lo contrario?


—Sí, a pesar de que la carga de la prueba la tiene quien afirma. El científico que propone una teoría debe aportar pruebas de que es válida. Y los demás están obligados a exigirlas y comprobar que su teoría es acertada o proponer teorías alternativas. Estas ideas que parecen tan lógicas, elementales y aceptadas ampliamente, se ven pulverizadas inmediatamente en cuanto se habla de SIDA. Sin embargo, los científicos
críticos han cumplido con su obligación: generar y publicar la documentación científica que evidencia las mentiras y errores oficialistas, y proponer explicaciones rigurosas.


— Las quejas también dicen que vosotros no tenéis formación para hablar del tema. ¿Qué opinas sobre eso?


—Que no es cierto, en mi caso precisamente tengo la formación y titulación académica adecuada así como

la experiencia necesaria para trasmitir información. De hecho, llevo más de 25 años explicando a mis alumnos las teorías que han desarrollado los científicos, los matemáticos, los historiadores o los lingüistas. Esa es mi profesión y esa ha sido mi intención al editar el libro: explicar lo que he aprendido durante años con el máximo rigor y honestidad.


COMENTARIOS


- El mismo título de la noticia ya lo dice todo, en él se pone de manifiesto cómo, en vez de limitarse a

informar, este diario se adscribe a esa corriente que califica a los que tienen ideas críticas sobre el sida

como “negacionistas”, que es la misma que los ha calificado en diversas ocasiones como “criminales”.


- El mismo hecho de que se publique como si fuera algo escandaloso el hecho de que en la universidad se

dé cabida a debates, científicos, filosóficos o de la índole que sea, donde alguien defiende posturas que no

son las mayoritarias, da mucho que pensar tanto del grado de apertura mental como de la profesionalidad

de estos señores.


- Que el sida es un negocio lo ve hasta un ciego, no hace falta ser un “negacionista”, sólo hay ver lo que cuestan esos fármacos.


- Que los fármacos son tóxicos, lo dicen los mismos prospectos.


- El principal investigador del sida, autor de esta estrafalaria teoría del VIH, (Robert Gallo), en un señor que, además de diversas acusaciones por fraude, tiene en su haber una declaración de “mala conducta científica

y mentira deliberada”, por sus investigaciones en el sida precisamente y el primero que desmintió esa teoría,
hace ya varios lustros, (Peter Duesberg), es la persona a la que el mismo Gallo consideraba como la más entendida en el campo de los retrovirus.


- ¿Cómo se puede acusar al expresidente de Sudáfrica nada menos que de la muerte de 365.000 niños, por

su negativa a suministrarles unos tratamientos tóxicos, cuando es sabido que estos fármacos ni siquiera cuentan con estudios previos “contra placebo”, es decir, estudios que demuestren que son mejores que no tomar nada?. Thabo Mbeki merece nuestra admiración y respeto por haber sido el único político en todo el mundo que ha demostrado tener una actitud coherente y valiente con respecto al sida.


SÓLO TEMEN LOS DEBATES PÚBLICOS Y ABIERTOS QUIENES CARECEN DE ARGUMENTOS







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