epidemia (5)

Al parecer, “expertos internacionales”, que no son otros que nuestro bien conocido Robert Gallo al que se suman unos cuantos “bichicomas” del Reino Unido, Japón, Australia...científicos que tienen en común el hecho de vivir del cuento de los virus, están alarmando a la población con noticias – sin la más mínima base objetiva - sobre una supuesta epidemia que afectaría, de un modo bastante exclusivo, a la población aborigen de Australia.

Pero cuando vamos a ver estas noticias alarmantes, (una de The Guardian Australia y otra de la CNN), resulta que el agente infeccioso en cuestión es también un “viejo conocido” nuestro: nada menos que el virus HTLV-1, que ahora reaparece al cabo de los años provocando patologías que no tienen nada que ver con las que se le atribuían hace 35 años (deben pensar que, al haber pasado más de tres décadas, ya nos habíamos olvidado). Pero vayamos al HTLV-1.

 

¿Qué sabemos del HTLV-1?

 

El HTLV-1 es un virus, perteneciente al parecer a la familia de los retrovirus, descubierto supuestamente por Robert Gallo unos años antes de que afirmara haber descubierto el "virus del sida". ¿Recordáis que, en su día, cuando Gallo anunció en una rueda de prensa con la ministra de sanidad Margaret Heckler (de la que se acaban de cumplir 34 años), que había descubierto el virus que era la “causa probable del sida”, lo llamó virus HTLV-III (virus que más tarde se denominó VIH), como queriendo indicar que el supuesto retrovirus estaba emparentado con los dos retrovirus supuestamente descubiertos por él unos años antes, el llamado HTLV-I y el llamado HTLV-II?

 

Así que HTLV-I, quiere decir virus Virus de la Leucemia de Células T Humana y Leucemia de Células T en Adultos, (Gallo más tarde cambió lo de Leucemia por Linfotrópico) y al parecer fue descubierto por Gallo en una cepa de células T (un tipo de linfocitos, años más tarde llamados linfocitos CD4) procedentes de un paciente de leucemia de células T. Al parecer, a este virus transmisible por sangre, sexo, de madre a hijo...con períodos de latencia de 55 años...(igualito en ese sentido que el virus del sida), se le atribuía originalmente un tipo raro de leucemias, pero ahora, mira por dónde, se le atribuyen un montón de patologías diversas (una “miríada de enfermedades, según la noticia de la CNN), que afectarían -según estas eminencias- a los aborígenes australianos.

 

Argumentos manejados en su día por el Dr. Duesberg que desmontan el fiasco de HTLV-1

 

Si bien se han omitido otros argumentos excesivamente técnicos, remitiéndonos sólo a aquellos argumentos que resultan no sólo más comprensibles sino más contundentes, se exponen algunos de los argumentos que manejó el experto en retrovirus mundialmente reconocido Peter Duesberg para echar por tierra esta peregrina teoría del HTLV-1 como supuesto causante de la Leucemia de Células T en el Adulto (o cualquier otra patología que se le atribuya, se puede decir, sobre todo después de conocer quién o quiénes son los artífices de esta estrafalaria idea).

 

Estos son algunos de los argumentos manejados en su día por Duesberg en la Revista Cancer Research, en el mismo artículo que echaba por tierra la idea del virus del sida, la existencia de los virus lentos y otras cuestiones:

- Según la Cruz Roja Americana, hasta septiembre de 1989 no se había informado de leucemia de células T asociada a infección de HTLV-1 transmitido a través de transfusiones, a pesar de que 65.000 norteamericanos estaban supuestamente infectados de HTLV-1 y cada año se administraban 12 millones de donaciones de sangre a millones de receptores en los EE UU. Por tanto, el HTLV-1 no puede ser suficiente para producir leucemia.

- Como los virus son patógenos rápidos en potencia, y la leucemia aparece sólo 55 años después de la infección, el HTLV-1 no puede bastar para producir leucemia.

- La afirmación del Registro Americano de Linfoma/Leucemia de Células T de que “aunque la mayoría de los casos de Leucemia de Células T están asociados al HTLV-1...muchos no lo están”, así como los informes de leucemias sin virus en Japón y otros países, ponen de manifiesto que el HTLV-1 ni tan siquiera es necesario para causar la enfermedad.

 

¿Quién iba a imaginar que este chapucero descubrimiento de Gallo, que no logró convencer en su día a sus colegas -de hecho no consiguió, como era su deseo, ser aceptado como miembro de la NAC, la Academia Nacional de Ciencias de los EE UU- iba a reaparecer de nuevo, 35 años más tarde, esta vez como responsable de una supuesta epidemia, no de leucemias, sino de todo un conjunto de problemas (“una miríada de problemas”, dice el artículo de la CNN), afectando a los aborígenes australianos?

 

Por supuesto, antes de la aparición entre los aborígenes de patologías que hicieran pensar en algo nuevo, la supuesta epidemia comenzó, según todos los indicios, en los medios de comunicación (como en el caso del sida) creando pánico entre la población, de hecho, como consecuencia de esa labor irresponsable y demencial, en estos momentos la psicosis de epidemia entre los aborígenes australianos es algo serio.

 

Parece ser también que, al igual que en el caso del sida, hubo aquí unos señores que se dedicaron a ir por algunas poblaciones de aborígenes testando a la población con sus test chapuza, resultando unos “porcentajes altísimos de infección” por HTLV-1, a pesar de no existir nada extraño, ni nuevo, en la situación sanitaria de esas poblaciones. Algo similar a lo que hizo Gallo a principios de los años 80, que se fue a África con sus “tests de vih”, los cuales daban un montón de resultados positivos (en la etnia turkana, por ejemplo, el porcentaje de positivos era del 50%, a pesar de no haberse visto nunca un sólo caso de sida en esa etnia). Parece ser que, como en su día se hizo con el caso de Africa y el vih, en Australia hicieron unos sencillos cálculos: si en tantas personas hay x resultados positivos en el total de aborígenes habrá tantos “infectados”, de ahí esas “alarmantes cifras”.

 

Las noticias, como las que siguen, tomadas en el primer caso de The Guardian-Australia y en el segundo caso de la CNN, son de lo más alarmantes, como podéis ver.

 

¿Quienes salen ganando con esta epidemia ficticia?

 

¿Y quiénes están detrás de este interés por declarar una inexistente epidemia infecciosa (parece que también se transmite por sexo), es decir, quiénes son esos “expertos mundiales” que están creando alarma sobre esta supuesta epidemia, pidiendo que se hagan más tests y se pongan medios para hacerle frente?

Pues como podéis ver en ese par de artículos que siguen, se trata de personas de instituciones con claros intereses económicos de por medio, empezando por el delincuente Robert Gallo, al que se ha sumado otro señor, que dirige el centro de Retrovirus del Reino Unido, otro de un organismo similar de Japón, y algún infectólogo de Australia, más los correspondientes políticos de turno, en este caso la Directora Ejecutiva del Congreso Indígena (que la pobre no se debe enterar de gran cosa).

Por supuesto, el sinvergüenza Robert Gallo es quien se llevará de entrada la principal tajada, ¿Por qué? Porque el descubridor de un virus tiene parte en todo cuanto test de detección se realice, así como en toda vacuna que se administre, caso de descubrirse una.

Así que, si se hacen tests a toda la población aborigen (unos tests que serán todo menos baratos), es de esperar que el volumen de negocio sea considerable y no digamos si, como todo parece indicar, tienen pensado ya algún tratamiento supercaro para tratar al temible virus, temible virus porque los medios se encargarán de mostrarnos imágenes de personas en gravísimo estado como resultado de la acción del virus, (que sean imágenes de los efectos en las personas de otras cosas, como sucedió durante años con las imágenes de “enfermos de sida” en etapa terminal a quienes se había administrado AZT, que nos vendieron como victimas del vih...eso es otro cantar). Esos fármacos se venderán, mejor dicho, los pagarán los sistemas públicos de salud, presionados por el clamor popular que se despertará ante la difusión por los medios de la inminente “tragedia” que se cierne sobre la población indígena.

 

En fin, os dejamos con las noticias, de las que recogemos algunos fragmentos más significativos.

 

 

LA NOTICIA SEGÚN THE GUARDIAN AUSTRALIA

 

Expertos mundiales piden a Australia que actúe sobre el devastador virus HTLV-1

 

Fuente: https://www.theguardian.com/australia-news/2018/apr/28/world-experts-call-for-australia-to-act-on-devastating-htlv-1-virus?CMP=share_btn_fb

 

 

Un médico del Reino Unido dice que la "alarmante" tasa de infección del 45% en el centro de Australia exige acción

Lorena Allam y Justin McCurry
Vie 27 abr 2018 23.00 BST Última modificación el vie 27 abr 2018 23.17 BST
   
Al profesor Graham Taylor le preocupa que Australia ni siquiera tenga un régimen de tests de detección para el virus HTLV-1.

 

El desconocido pero devastador virus que afecta a miles de personas en el centro de Australia es un "problema muy importante", según expertos internacionales en HTLV-1.


El médico líder en el Virus Linfotrópico Humano del Reino Unido dijo que estaba "conmocionado por la extraordinaria tasa" de infección entre las comunidades aborígenes del centro de Australia y advirtió que los gobiernos y los profesionales de la salud tendrán que realizar un "gran esfuerzo" para hacer frente al problema.

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El Prof. Graham Taylor es el jefe del Centro Nacional de Retrovirología Humana del Reino Unido en el Imperial College de Londres.

"Australia Central tiene la tasa de prevalencia más alta registrada de HTLV-1 en el mundo. Una tasa de infección del 45% en las comunidades es impactante para mí ", dijo.


En Japón, una campaña pública concertada ha reducido la transmisión de HTLV-1 en un 80% en los últimos 20 años. El Prof. Yoshi Yamano dijo que Australia necesitaba un estudio exhaustivo "urgente" para mapear la propagación del virus, ya que HTLV-1 podría ser más frecuente de lo que se pensaba.


Esta semana, Guardian Australia reveló que en cinco comunidades alrededor de Alice Springs, más del 45% de los adultos evaluados tenían el virus, una tasa miles de veces mayor que la de los australianos no indígenas.

Qué es HTLV-1?

Un médico de enfermedades infecciosas en el Instituto Baker en Alice Springs, el Dr. Lloyd Einsiedel, también encontró una fuerte relación entre las altas tasas de infección por HTLV-1 y la enfermedad pulmonar fatal, bronquiectasia.

Esta investigación es de gran interés para su homólogo británico, Taylor. "Es diferente a lo que todos los demás han visto, aunque él describe una enfermedad que se conoce en otros lugares. Pero los pacientes que está viendo están muriendo, y muriendo jóvenes.
"Cada persona cuenta", dijo Taylor. "No debemos descuidar más a esta comunidad, las tasas de enfermedad en esta comunidad y las tasas de mortalidad en esta comunidad".

"Es un problema muy importante y debe haber un esfuerzo extenuante para enfrentarlo". No será fácil, se complica por la cultura y la lejanía, pero esta es una infección prevenible. Estas son muertes prevenibles ", dijo.

En el Reino Unido, se estima que entre 20,000 y 30,000 personas han sido diagnosticadas con HTLV-1 positivo. Esto lo coloca en la categoría de enfermedades raras. Sin embargo, desde 1991, el Reino Unido ha mantenido un centro nacional de investigación y tratamiento del virus y sus complicaciones letales.


El ministro federal de salud indígena, Ken Wyatt, le dijo a Guardian Australia: "El mejoramiento de la salud indígena es una prioridad principal".

 

Una barrera ha sido la disponibilidad de análisis de sangre para determinar quién tiene el virus y, lo que es más importante, su carga viral. Cuanto mayor es la carga viral, mayor es el riesgo de complicaciones graves.


El Prof. Yoshi Yamano dice que Australia necesita hacer un estudio urgente e integral para mapear la propagación del virus HTLV-1. Fotografía: Justin McCurry para The Guardian

Las pruebas para HTLV-1 en Australia son costosas y los resultados pueden tardar seis meses en regresar porque actualmente se realizan como parte de un programa de investigación. La prueba de carga proviral aún no está disponible públicamente.


La ministra de Salud del Territorio del Norte, Natasha Fyle, le dijo a Guardian Australia que le escribiría a sus contrapartes federales "para considerar la inclusión de análisis de sangre".


En Japón, hay un ensayo clínico de un anticuerpo monoclonal llamado "mogamulizumab" que se dirige a las células afectadas y las destruye. Yamano dijo que un tratamiento farmacológico potencial que surja de este ensayo podría estar a tres o cuatro años de distancia, pero mientras tanto, Australia necesitaba avanzar para detener la propagación del HTLV-1.

"Un estudio epidemiológico es muy importante. Australia necesita desarrollar datos precisos ", dijo Yamano.
 
'La gente tiene miedo': la lucha contra un virus mortal del que nadie ha oído hablar
Este virus es endémico en las personas aborígenes". Muchas autoridades pueden simplemente no conocer los hechos. Creen que esto es un problema en determinados lugares afectando a deteminadas personas, como se pensaba en Japón hace 20 años ", dijo.
...


El Congreso Aborigen de Australia Central es la organización de salud más grande controlada por la comunidad aborigen en el Territorio del Norte. Su presidenta ejecutiva, Donna Ah Chee, dijo a Guardian Australia esta semana que HTLV-1 requería una respuesta cuidadosa, ideada y dirigida por aborígenes.
"El papel de los servicios primarios de salud controlados por la comunidad aborigen será fundamental para resolver el problema del HTLV-1. A través de nuestros servicios hermanos aborígenes controlados por la comunidad en el oeste y el sur de Australia, debemos desarrollar una respuesta de salud pública que cubra la educación y la prevención ", dijo.

 

LA NOTICIA SEGÚN LA CNN

 

Los médicos dan la voz de alarma sobre el antiguo virus HTLV-1: "La prevalencia supera todas las previsiones"

 

https://edition.cnn.com/2018/05/07/health/htlv-1-virus-australia-explainer/index.html



Por Jacqueline Howard, CNN
Actualizado a las 21:47 GMT (0547 HKT) 7 de mayo de 2018


- Las tasas de infección por HTLV-1 superan el 40% en áreas remotas del centro de Australia
- "Nadie ... ha hecho nada para intentar tratar esta enfermedad antes", dice el doctor que descubrió el virus

(CNN) Un antiguo virus que infecta a los residentes del Territorio del Norte de Australia está dejando a su paso la muerte y la desesperación, y los médicos ahora piden mayores esfuerzos para detener la propagación de infecciones.
Las tasas de infección por el virus de la leucemia T-1 humana, o HTLV-1, superan el 40% entre los adultos en regiones remotas de Australia central, siendo las comunidades indígenas las más afectadas, especialmente en la ciudad de Alice Springs.
Muchos médicos, incluido el científico que descubrió el virus hace casi cuatro décadas están dando la alarma sobre lo poco que se ha hecho para prevenir, examinar y tratar el HTLV-1, que puede causar leucemia y linfoma.

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"La prevalencia está fuera de control" en Australia, dijo el Dr. Robert Gallo, cofundador y director del Instituto de Virología Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, cuyo laboratorio fue el primero en detectar HTLV-1 en 1979 y publicar el hallazgo en 1980.
Sin embargo, "nadie que yo sepa en el mundo ha hecho nada para intentar tratar esta enfermedad antes", dijo Gallo, quien también es cofundador y director científico de Global Virus Network y preside la Fuerza de Tareas HTLV-1 de la red.
"Hay poco o casi ningún esfuerzo de vacuna, fuera de algunas investigaciones japonesas", dijo. "Entonces, la prevención mediante vacuna está abierta para la investigación".


HTLV-1 - un virus antiguo cuyo ADN se puede encontrar en momias andinas de 1,500 años de edad - puede transmitirse de madre a hijo, particularmente a través de la lactancia materna; entre parejas sexuales, a través de relaciones sexuales sin protección; y por contacto con la sangre, como a través de transfusiones. Debido a que puede transmitirse a través del sexo, se considera una infección de transmisión sexual o ITS.

El virus se asocia con una miríada de problemas de salud graves, como enfermedades del sistema nervioso y una afección que daña los pulmones llamada bronquiectasia, y debilita el sistema inmunitario. Al HTLV-1 se le considera pariente del virus de la inmunodeficiencia humana, VIH.


Una prevalencia 'extraordinaria' en la remota Australia


El enfoque se ha dado ahora debido a la alta prevalencia entre los indígenas australianos, "que es probablemente la prevalencia más alta jamás reportada en cualquier población", dijo el Dr. Graham Taylor, clínico y profesor del Imperial College de Londres que dirige el HTLV del Reino Unido. servicio clínico basado en St. Mary's Hospital.
"Pero si miramos globalmente, sabemos de la presencia del HTLV-1 en varios países", agregó.
El HTLV-1 está presente en todo el mundo, pero hay ciertas áreas donde es altamente endémico, como el raro grupo aislado en el centro de Australia.


Las principales áreas altamente endémicas son la parte suroeste de Japón; algunas partes del Caribe; áreas en América del Sur, incluidas partes de Brasil, Perú, Colombia y Guyana Francesa; algunas áreas de África intertropical, como el sur de Gabón; algunas áreas en el Medio Oriente, como la región de Mashhad en Irán; una región en Rumania; y un raro grupo aislado en Melanesia, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades.
En otras partes del mundo, como en los Estados Unidos y el Reino Unido, la prevalencia sigue siendo baja.

 

Lo interesante del centro de Australia, por supuesto, es que se puede remontar a hace 25 años, y las altas tasas de HTLV-1 se publicaron hace 25 años en esa comunidad", dijo Taylor.

De hecho, un estudio publicado en el Medical Journal of Australia en 1993 encontró que el HTLV-1 era endémico entre los nativos del interior de Australia, con una alta prevalencia del 13,9% en el área de Alice Springs.
No está claro si la muestra en ese estudio anterior era de la misma población que actualmente experimenta una mayor tasa de prevalencia, y no está claro si la tasa anterior se midió con métodos similares utilizados para evaluar la prevalencia en la actualidad.
No obstante, la tasa de prevalencia actual, que excede el 40%, es "extraordinaria", dijo Taylor.
"Está causando un problema de bronquiectasia. Las personas están muriendo de bronquiectasias en asociación con la infección HTLV-1…

...

El motivo por el cual la prevalencia de HTLV-1 en un área ya endémica supera el 40% sigue siendo un misterio, dijo Gallo.
Mientras meditaba sobre posibles razones, cuestionó si el HTLV-1 visto entre comunidades indígenas en el centro de Australia podría ser una variante que se transmita más fácilmente.
"Nadie lo sabe tampoco", dijo. "Eso es posible."
Sin embargo, agregó, no hay ninguna razón para que el resto del mundo se preocupe por la propagación del virus más ampliamente.
Probablemente, "este virus, no me importa cuál sea la variación, no se transmitirá casualmente", dijo Gallo.
"En resumen, no temería usar toallas, beber del mismo vaso, ser parte de la familia, etcétera" de una persona positiva para HTLV-1, dijo. Pero agregó que el virus ciertamente puede transmitirse a través de la lactancia, el contacto sanguíneo y el sexo.

Tenemos que compensar lo que no hicimos antes'
Por otro lado, el por qué el virus HTLV-1 ha sido descuidado en ciertas regiones, especialmente en las comunidades indígenas de Australia, parece no ser tan misterioso.
Muchas regiones alrededor del mundo afectadas por HTLV-1 son comunidades más pobres que a menudo pasan por alto por el establecimiento médico y no tienen tantos recursos de atención médica, dijo Gallo.
Alrededor del mundo, parece que no hay muchos esfuerzos para detectar HTLV-1, dijo Taylor. Por ejemplo, pocos países tienen programas de detección prenatal para ello.
"El único país que tiene un programa nacional de detección prenatal es Japón", dijo. La detección y las recomendaciones de alimentación con fórmula se han practicado en Nagasaki, Japón, desde aproximadamente 1987 y se están discutiendo en otras partes del mundo, incluidas Inglaterra y Jamaica.
"Entonces, tienes la situación en la que la sangre que está infectada con HTLV-1 se puede administrar a un receptor, un órgano se puede administrar a un receptor", dijo. "Entonces tendremos problemas de salud pública".
En los Estados Unidos, Australia y algunos otros países, los tejidos donados y la sangre donada a menudo se prueban para HTLV.

Además, solo unos pocos años después de que se descubriera HTLV-1, el VIH se identificó por primera vez. Entre el HTLV-1 y el VIH, este último recibió la mayor atención, dijo Gallo, en parte porque el VIH es más eficiente en la transmisión.
Ahora, "tenemos que compensar lo que no hicimos antes", dijo. "Tenemos que llamar la atención sobre HTLV-1 rápidamente".
En otras palabras, la alta prevalencia de HTLV-1 en el centro de Australia se ha convertido en una especie de llamada de atención para que el mundo haga más para prevenir y reducir las infecciones por el virus.
"Hay una falta de conocimiento sobre HTLV-1", dijo Taylor

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La ciencia vive una epidemia de estudios inservibles

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/01/10/ciencia/1484073680_523691.html?id_externo_rsoc=FB_CC#comentarios

Científicos de EE UU, Reino Unido y Holanda denuncian que la investigación está perdiendo parte de su credibilidad

 

10 ENE 2017 - 20:08 CET

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Uno de los campos en los que se han detectado deficiencias es la neurociencia Universidad de Wisconsin-Madison

Hace siglos, a Newton o a Galileo no les bastaba con hacer descubrimientos capaces de cambiar la historia. Debían además repetir sus experimentos delante de todos sus colegas, y estos, a su vez, los repetían por su cuenta antes de quedar completamente convencidos. Este principio de reproducibilidad ha sido fundamental para el avance de la ciencia desde entonces. En la actualidad, esa garantía esencial se está perdiendo, y pone en entredicho la validez de muchos estudios en casi todas las disciplinas.

El principio de reproducibilidad ha sido fundamental para el avance de la ciencia. En la actualidad, esa garantía esencial se está perdiendo

Un grupo de investigadores de EE UU, Reino Unido y Holanda firma hoy un manifiesto para que la ciencia recupere parte de esa credibilidad y fiabilidad perdida. El principal autor del documento es el médico e investigador de la Universidad de Stanford (EE UU) John Ioannidis. Desde hace años, él es uno de los pioneros de la llamada “metaciencia”, una disciplina que analiza el trabajo de otros científicos y comprueba si se están respetando las reglas fundamentales que definen la buena ciencia.

Según un análisis, resalta el manifiesto, el 85% de los esfuerzos dedicados a investigación biomédica “se acaban desperdiciando”. “Se trata de estudios que no llegan a aplicarse nunca en la clínica o que lo hacen de una forma negativa, y también muchos otros que se abandonan en etapas muy tempranas”, explica Ioannidis. “La mayor parte de las veces los experimentos no están bien diseñados”, denuncia el investigador. “Por ejemplo, solo entre el 10% y el 20% de todos los estudios con animales están aleatorizados para evitar los sesgos” inconscientes de los científicos, resalta. En el caso de los ensayos clínicos con pacientes, “solo el 5% sigue todos los pasos correctamente”, denuncia. El problema afecta a “casi cualquier disciplina de la ciencia”, asegura.

Estudios invalidados

En 2013, el médico de Stanford publicó un estudio que afirmaba que hasta el 95% pueden ser falacias sin rebatir. Otra revisión reciente invalidó miles de estudios de neurociencia basados en una técnica de resonancia magnética. Según los investigadores, no solo los científicos son responsables, sino también las universidades, las poderosas revistas científicas que publican los estudios, las agencias financiadoras y el resto de actores del sistema, asegura.

Una reciente encuesta realizada por Nature desveló que el 90% de los científicos reconoce que hay una crisis de reproducibilidad en la ciencia. En parte se debe a que la forma de producir conocimiento en la actualidad ha cambiado tanto que sería casi irreconocible para los grandes genios de hace unos siglos. “Antes se analizaban los datos en bruto, los autores iban a las Academias a reproducir sus experimentos delante de todo el mundo, pero ahora esto se ha perdido porque los estudios se basan en seis millones de folios de datos brutos”, opina Ioannidis. Uno de sus análisis demostró que la mayoría de estudios no da acceso a los datos brutos en los que se basan las conclusiones. Al final, los científicos “se creen lo que ven, pero no hay forma de comprobar que es cierto, y además no podemos usar esos datos posteriormente porque se han esfumado”, resalta. Esta falta de transparencia es uno de “los mayores retos” que afronta la ciencia, asegura el médico.

El manifiesto también denuncia que solo se publican estudios con datos nuevos, significativos estadísticamente y que apoyan una teoría determinada. Muchos de ellos no aportan nada valioso o, peor aún, acaban sustentando con la estadística interpretaciones preconcebidas que no son ciertas. “Esto, lamentablemente, no es descubrimiento científico, sino autoengaño”, y puede multiplicar la cantidad de “falsos positivos”, resalta el texto.

El Manifiesto por una ciencia reproducible, publicado hoy en abierto en Nature Human Behaviour, propone una serie de medidas para evitar malas prácticas en todas las fases de una investigación. Publicar los datos brutos y los estudios con resultados negativos es uno de los pasos más importantes, señala Ioannidis. En general, el métiodo científico sigue funcionando y de lo que se trata es de "volver a sus principios básicos", explica.

Conocimientos "de andar por casa"

“O ponemos freno a esta pérdida en la reproducibilidad de los resultados científicos o nos cargaremos todo el prestigio y credibilidad que, de momento, la clase científica parece tener acumulada”, alerta Lluis Montoliu, investigador del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), involucrado en iniciativas para promover la integridad científica. “Este es un tema tremendamente importante”, dice, “debería ser obligatorio para todos los estudiantes de doctorado”.

En el caso de los ensayos clínicos con pacientes, “solo el 5% sigue todos los pasos correctamente”, denuncia el autor principal del estudio. El problema afecta a “casi cualquier disciplina de la ciencia”

Juan Lerma, investigador del Instituto de Neurociencias de Alicante, reconoce que muchos científicos tienen un conocimiento estadístico “de andar por casa”. “Yo soy editor de la revista Neuroscience, recibo unos 2.000 estudios al año, y veo una deficiencia general en cómo tratan los datos estadísticos”, reconoce. Lerma apunta a otra causa de la actual crisis. “Se publican demasiados estudios y demasiado deprisa”, señala. “Hace falta una reflexión general sobre el exceso de publicación y las presiones por sacar estudios, las universidades miden los resultados al peso, y eso es un error”, resalta.

Lerma reconoce que el problema para reproducir estudios está “generalizado”, aunque eso no quiere decir que los trabajos estén mal. Su equipo descubrió unos nuevos neurotransmisores en el hipocampo, la parte del cerebro que controla la memoria, pero pasaron cinco años antes de que otro equipo pudo identificarlos por su cuenta, confirmado el hallazgo, explica. “El problema es que muchos de los resultados actuales requieren unas técnicas muy complejas” que muy poca gente aprende a dominar.

Parte de la culpa, cree Montoliu, es de las revistas. “No hay que olvidar el papel cómplice de determinados grupos editoriales, frecuentemente de revistas top, que prefieren publicar resultados inesperados, novedosos, espectaculares, que generan mucho ruido e impacto, antes de asegurarse y verificar sistemáticamente la fiabilidad de los mismos”, explica. Algunas instituciones en España ya están tomando medidas para aplacar la crisis a la que hacen referencia los firmantes del manifiesto, explica Montoliu. Por ejemplo, se han incorporando profesionales de estadística a los comités de ética del CNB y del propio CSIC, el mayor organismo de investigación pública del país, asegura.

 

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Fuente: http://www.fupress.net/index.php/ijae/article/view/10336

 

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Sida desde 1984: Sin evidencias de una nueva epidemia viral – ni siquiera en África

 (Artículo publicado en Italian Journal Anatomy and Embryology*)

Autores: Peter H. Duesberg, Daniele Mandrioli, Amanda McCormack, Joshua M. Nicholson, David Rasnick, Christian Fiala, Claus Koehnlein, Henry H. Bauer, Marco Ruggiero)

Resumen del artículo

Desde el descubrimiento de un supuesto virus del SIDA en 1984, y de millones de (supuestos) portadores asintomáticos en los años subsiguientes, no se ha producido ninguna epidemia 9288847667?profile=originalgeneral de SIDA hasta  2011. En 2008, sin embargo, se afirmó que entre los años 2000 y 2005 el nuevo virus del SIDA, VIH, había matado a 1,8 millones de sudafricanos a una tasa constante de 300.000 por año, y que los medicamentos contra el VIH podrían haber evitado 330.000 muertes. Se investigan aquí esas afirmaciones en vista de las paradojas de que el VIH podría causar una epidemia general en África, pero no en otros continentes, y una epidemia en forma de una línea constante (en su representación gráfica), en vez de la típica curva en forma de campana, que es la forma clásica, como cualquier virus nuevo patógeno. Sorprendentemente, encontramos que Sudáfrica atribuyó al VIH sólo unas 10.000 muertes anuales entre 2000 y 2005 y que la población sudafricana había aumentado en 3 millones entre 2000 y 2005 a una tasa constante de 500.000 por año. Este incremento poblacional se inscribe en el marco de una tendencia de crecimiento constante, que pasó de 29 millones en 1980 a 49 millones en 2008. Durante el mismo período Uganda aumentó de 12 a 31 millones, y el África subsahariana en su conjunto se duplicó de 400 a 800 millones, a pesar de alta prevalencia del VIH. Se deduce de esta evidencia demográfica que el VIH no es un nuevo virus asesino. Basándonos en una revisión de las toxicidades conocidas de los fármacos antirretrovirales, nos gustaría llamar la atención de los científicos que trabajan en campos médicos básicos y clínicos, incluyendo embriólogos, sobre la necesidad de reconsiderar la relación  riesgo-beneficio de los fármacos antirretrovirales para mujeres embarazadas, recién nacidos y el resto de (supuestos) portadores de anticuerpos contra el VIH.

                                                                                                     

 (Artículo completo en inglés en: http://www.fupress.net/index.php/ijae/article/view/10336/9525)

 

Para descargar el artículo completo en inglés en PDF, CLICAR EN EL ENLACE:

No%20evidencia%20epidemia%20desde%20el%2084%20Duesberg.pdf

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* Datos de la publicación:

IJAE (Italian Journal Anatomy and Embryology)

Vol . 116, n. 2: 73-92, 2011

Review - Basic and Applied Anatomy and Embryology

AIDS since 1984: No evidence for a new, viral epidemic –not even in Africa

 

Peter H. Duesberg 1,, Daniele Mandrioli 1, Amanda McCormack 1, Joshua M. Nicholson 2, David

Rasnick 3, Christian Fiala 4, Claus Koehnlein 5, Henry H. Bauer 2 and Marco Ruggiero 6

 

1 Department of Molecular and Cell Biology, Donner Laboratory, UC Berkeley, Berkeley, CA 94720, USA

2 Chemistry and Science Studies, Virginia Tech, Blacksburg, VA 24060-5623, USA

3 Oakland, CA 94610, USA

4 Gynmed Ambulatorium, Mariahilferguertel 37, 1150 Vienna, Austria

5 Internistische Praxis, Koenigsweg 14, 24103 Kiel, Germany

6 Department of Experimental Pathology and Oncology, University of Firenze, Italy

(Submitted February 14, 2011; accepted June 16, 2011)

 (Traducción Superando el sida)

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Comunicación enviada por Duesberg y otros autores a la Conferencia Interancional sobre SIDA y Retrovirus que tuvo lugar en Italia del 27 al 29 de de marzo de 2011 en Florencia. (Traducido y enviado por Naturix Gallaicus)

Extraído de:

http://rethinkingaids.com/

http://aras.ab.ca/articles/scientific/icar2011/2-Duesberg.pdf

 

META-ANÁLISIS Y ACTUALIZACIÓN DE LA EPIDEMIA GENERAL DE SIDA PREVISTA EN ÁFRICA.

 

P.H. Duesberg, D. Mandrioli, A. McCormack, J. M. Nicholson, C. Del Popolo, D. Rasnick, C. Fiala, C. Koehnlein, H. H. Bauer

 

Introducción.

En 1984, en Estados Unidos, se presentó la hipótesis de que había un nuevo virus a punto de causar una epidemia mundial de inmunodeficiencia, ‘alias’ SIDA, en línea con la clásica teoría de los gérmenes y la enfermedad. Esta teoría predice que un nuevo microbio, o virus patógeno, causa la propagación exponencial de una epidemia de nuevas enfermedades, específicas de ese microbio, y también la muerte en semanas o meses. Las curvas epidemiológicas resultantes, en forma de campana, de enfermedades y muertes, fueron primeramente descritas a causa de una peste en Londres en 1665. Muchas otras epidemias ‘en forma de campana’ se han descrito desde entonces, como por ejemplo la Gripe global de 1918, mostrada en la figura 1.

Sin embargo, a pesar de los millones de personas con anticuerpos positivos al VIH en todo el mundo (1) no se ha registrado ninguna epidemia general de inmunodeficiencia (2.3). Recientemente, un estudio de la Universidad de Harvard “estimó” que desde el año 2000 al 2005, 1.8 millones de sudafricanos murieron a causa del VIH, a una tasa regular de 300.000 al año. Estas estimaciones se basaron en informaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (4). El estudio también aseguró que los medicamentos antirretrovirales (ARVs) podrían haber impedido al menos 330.000 de las 1.800.000 muertes calculadas, basándose en la ‘modelización’ de la epidemia en Sudáfrica. Dado que no se ha observado ninguna epidemia general de VIH-SIDA en ningún otro continente, a pesar de los millones de positivos a anticuerpos VIH, y puesto que la continua pérdida de vidas al año, durante 6 años, no concuerda con los aumentos y caídas exponenciales de las epidemias de nuevos gérmenes, hemos investigado las pruebas por las que se asegura que el VIH mató a 1.800.000 sudafricanos, a una tasa de 300.000 al año, desde el 2000 al 2005. A la vista de las toxicidades inherentes a los medicamentos VIH, nos preguntamos si sus beneficios potenciales realmente las superan, como se afirma en el estudio de Harvard.

9288819265?profile=originalFigura 1.

Resultados. Sorprendentemente, la OMS/ONUSIDA no relaciona ninguna cifra de ‘casos VIH Informados’ ni de ‘casos SIDA Informados’ en su ‘Ficha de Datos’ de Sudáfrica para el período de 2000 a 2005. Descubrimos, inesperadamente, que las Estadísticas de Sudáfrica atribuyeron al VIH una media de sólo 10.000 al año entre 2000 y 2005 (Tabla 1), es decir, 30 veces menos de lo afirmado (4). E incluso este número relativamente bajo puede ser una sobre-estimación, dado que todas las ‘enfermedades VIH’ son parte un Síndrome de Inmuno-Deficiencia Adquirida (5), el cual incluye las enfermedades sudafricanas más comunes que son causa de muerte, a saber: “tuberculosis, neumonías e infecciones intestinales”, relacionadas como “enfermedades VIH”por Statistics South Africa (6).

9288819278?profile=original De esta manera las enfermedades comunes africanas pueden haber sido atribuidas erróneamente al VIH, puesto que coinciden con un test positivo a anticuerpos contra el VIH. De ahí se sigue que Statistics South Africa no apoya las estimaciones de 1.800.000 “muertes VIH”, pretendidas por Chigwedere et al., y que los bajas cifras registradas por Sudáfrica puedan ser incluso una sobre-estimación. Concluimos que no hay pruebas verificables de que una supuesta epidemia-VIH matara a 300.000 sudafricanos al año entre 2000 y 2005. Consistente con estos datos, la población de Sudáfrica se incrementó en tres millones de 2000 a 2005, basándonos en estadísticas concordantes de Sudáfrica y del US Census Bureau. Como se muestra en la Tabla 1 y la Figura 3, este aumento extendió una firme trayectoria de crecimiento en Sudáfrica, de 29 millones en 1980 a 47.5 millones en 2005, que luego continuó constante en la misma tasa (6,7,8). El cambio de la trayectoria de crecimiento previsto por la pérdida de 300.000 al año, durante 6 años, se muestra como una variante hipotética de la curva monótona de crecimiento de la Figura 3A. Pero la curva de crecimiento no mostró evidencia alguna de esa nueva y regular pérdida de 300.000 vidas al año del 2000 al 2005.

9288819468?profile=originalEn síntesis, ni la OMS, ni las estadísticas de mortalidad de Sudáfrica, ni las estadísticas de población de Sudáfrica proporcionan pruebas verificables de una supuesta epidemia de VIH que matara a 300.000 sudafricanos al año entre 2000 y 2005.

Los modelos epidemiológicos previstos asociados con un nuevo virus mortal no se pusieron de manifiesto en Sudáfrica entre 2000 y 2005. En un esfuerzo por plantear nuestra investigación sobre variaciones entre estadísticas de población y epidemias de SIDA en diferentes países africanos, preguntamos a continuación si la población del África sub-sahariana en su conjunto aumentó o disminuyó –a la vista de la generalización de la prevalencia de anticuerpos contra el VIH (1,9,10,11,12,13). De nuevo descubrimos en las estadísticas del Banco Mundial que la población del África sub-sahariana, en su conjunto, se había duplicado durante la era VIH-SIDA, de 400 millones en 1980 a 800 millones en 2007 (14). Concluimos que los modelos epidemiológicos previstos, asociados con la propagación de un nuevo virus mortal, nunca se pusieron de manifiesto en África. Parecería entonces que el VIH es un virus pasajero no-patógeno. La hipótesis de que el VIH es un pasajero predice así que su propagación y prevalencia no coinciden con la mortalidad. Para probar esta predicción investigamos el efecto de la propagación y prevalencia del VIH en la curva de crecimiento de la población de Sudáfrica. Para este propósito trazamos la prevalencia de los anticuerpos VIH en la población sudafricana, registrada por el National Department of Health South Africa, desde 1990 (15), en la misma Figura 3 que muestra la curva de crecimiento poblacional (Figuras 3A y B). La nueva Figura 3B muestra que los anticuerpos anti-VIH fueron por primera vez detectados en 1990, en el 0.7% de la población. Este porcentaje se incrementó después lentamente (no exponencialmente!) durante casi 10 años, hasta 2000, cuando se estabilizó entre el 25 y 30%. Comparandolos gráficos A y B (Figura 3), se puede ver que la trayectoria constante de crecimiento de la población africana desde 1980 no se ve afectada por el aumento de la prevalencia VIH del 0.7 al 30% entre 1990 y 2000, y la prevalencia constante del VIH desde entonces. La independencia de la trayectoria de crecimiento de la población de Sudáfrica en relación a la prevalencia del VIH confirma nuestra hipótesis de que el VIH es un virus pasajero.

9288819481?profile=originalPuesto que el aumento de la prevalencia de anticuerpos-VIH, desde el 0.7% en 1990 a casi el 30% en 2000, es excesivamente lenta para la propagación natural, exponencial, de un nuevo virus (ver Figura 1), proponemos que el VIH ha sido un pasajero establecido desde hace mucho tiempo en Sudáfrica. Evidencias recientes que sitúan al VIH en humanos desde, al menos, comienzos del siglo XX, corroboran la hipótesis de que el VIH es un retrovirus endémico establecido hace mucho tiempo (16).

Inesperadamente, los datos del CDC y la OMS apoyan la idea de que el VIH es un pasajero: estas organizaciones postulan que el VIH causa 27 enfermedades anteriormente conocidas, si el VIH está también presente (1,5). Puesto que todas estas enfermedades eran conocidas con anterioridad al presuntamente reciente origen del VIH (17) y siguen ocurriendo en ausencia del VIH (18,19,20), la conclusión lógica es que el VIH no es necesario en ninguna de esas enfermedades. El CDC y la OMS informan también de millones de positivos a los anticuerpos-VIH, libres-de-SIDA, en los USA, Europa, Asia y, particularmente, en África (21,1,22). Aunque incluso virus altamente patógenos no lo son en todas las infecciones, siempre que causan enfermedad lo hacen sin demora. En contraste, se dice que el VIH causa SIDA después de periodos de latencia excesivamente largos, de 5-10 años (1,23,24), a pesar de que el VIH induce inmunidad anti-viral en semanas después de la infección (25,26). De manera que el VIH se basta para replicarse, pero es intrínsecamente insuficiente para causar SIDA –el sello de un virus pasajero. Además, el ejército de los USA informó recientemente que los soldados VIH-positivo (27), sin riesgos anómalos de SIDA y sin tratamiento anti-VIH (ver siguiente), no desarrollaron SIDA, incluso siendo positivos a los anticuerpos-VIH durante 25 años. De esta manera los CDC, la OMS y el ejército USA proporcionan pruebas de que el VIH no es necesario ni suficiente para causar SIDA, lo que apoya nuestras evidencias demográficas de que se comporta como un virus pasajero.

 

CONCLUSIONES. Nuestro meta-análisis del SIDA africano reveló inesperadas discrepancias entre las epidemias de SIDA y VIH informadas. El modelo epidemiológico previsto de mortalidad asociada con el supuesto nuevo virus del SIDA, nunca se manifestó en Sudáfrica ni en ninguna otra parte de África entre 2000 y 2005.

Al contrario, a pesar de la alta prevalencia del VIH, la población africana se duplicó durante la era del VIH-SIDA. Nuestros análisis resuelven así la paradoja de que el VIH causara una epidemia general de SIDA en África pero no en el resto del mundo. Parece que el VIH en sí mismo no causa SIDA. Esto explicaría también la estrecha asociación del SIDA con riesgos no-virales, como las drogas antivirales y las recreacionales (30).

A la vista de ello y de las toxicidades inherentes a las drogas anti-VIH, aquí revisadas por nosotros, proponemos una reevaluación de la hipótesis VIH-SIDA. Hasta que haya nuevas pruebas, verificables, de que el VIH es mortalmente patógeno, inferimos que “el no aceptar el uso de los ARVs disponibles (drogas anti-VIH)” por parte de Sudáfrica (31,32), ha salvado probablemente más vidas que las que ha costado. Sin embargo, no descartamos que las drogas anti-VIH, debido a su citotoxicidad inherente y a sus efectos anti-cáncer, puedan tener efectos beneficiales contra enfermedades ‘oportunistas’ y cánceres, si son prescritas para periodos de tiempo limitados (30,33).

 

 

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Felisa me ha enviado esta interesante noticia, referente a las declaraciones del Presidente de la Comisión de Salud del Consejo de Europa, hechas al parecer en el diario francés L’Humanité, donde denuncia la fabricación de la epidemia de miedo por parte de las farmacéuticas y con la connivencia de la Organización Mundial de la Salud con motivo de la gripe A, que si bien no nos dice nada nuevo, aporta otros matices. La noticia la podéis ver en link, (que es una grabación del programa de noticias de Inaki Gabilondo, en antena cuatro, del 7-10-2010) http://www.cuatro.com/noticias/videos/opinion-gabilondo-enero/20100107ctoultpro_40/ El video es muy cortito y muy claro y uno de los aspectos que toca es el cambio en la definición de pandemia que hizo la OMS, en junio de este año pasado, rebajando las condiciones que se debían cumplir, para poder decretar rápidamente una pandemia de gripe y de ese modo amoldarse a los intereses farmacéuticos. Os recuerdo que la OMS realizó una cosa parecida en el año 1986 con respecto a la definición de Sida para Africa, resulta que en Africa no es necesario, para que un caso sea considerado como Sida, desarrollar una serie de problemas después de dar positivo en el test, allí ni siquiera es necesario el test, basta una colección de síntomas y problemas que son indistinguibles del hambre y otros males endémicos, (disentería, malaria, malas condiciones higiénicas, falta de agua potable, etc.), como son el adelgazamiento, diarrea, fiebre, …(Esto está contenido en la llamada “Declaración de Bangui” de la OMS, de 1986, a la que se alude en uno de los blogs publicados en esta web y que podéis consultar). Sólo nos queda decir que si en esto consiste la famosa epidemia de Sida en Africa y el Sida africano supone el 80% de la epidemia mundial de Sida, ¿Dónde se queda la tan cacareada epidemia mundial de Sida?, EN NADA. Próximamente publicaremos un extenso artículo, muy documentado, que tratará de cómo se diseñó, en los años 1985-86 en los EE UU, lo que iba a ser toda la política a nivel mundial referente al Sida.
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