protocolo (2)

Historia de una resistencia

Amigos del foro:
En agosto del 2010, sobre la base de mi negatoria absoluta de administrar antiretrovirales a mi hijo, comenzó un juicio en mi contra, por "negligencia médica". Resistí todo lo que pude, hasta que mi hijo fue secuestrado por el resto de los integrantes de mi familia de origen, para internarlo y medicarlo por la fuerza, tal como lo refleja el diario local "Diario de Madryn" en el siguiente enlace: http://www.diariodemadryn.com/vernoti.php?ID=129374

Decidí, por lo tanto, buscar apoyo para fundamentar el rechazo a la acusación de negligencia con pruebas de base científica. Escribí al Dr. Roberto Giraldo, en busca de ayuda. Aquí se encuentra el contenido de dicho diálogo epistolar. 

Primera carta a Roberto Giraldo:

Dr. ¡Necesito su ayuda!

Quieren matar a mi hijo en nombre del protocolo médico

de Pablo Hualpa, el Viernes, 04 de marzo de 2011 a las 19:56

Dios mío, necesito ayuda... se llevaron a mi hijo, para medicarlo a la fuerza, lo quieren enfermo, me obligan a probar que está sano, invierten la carga de la prueba; me obligan a lograr un objetivo imposible para salvar su vida, la jueza Gladys Rodriguez avaló el secuestro de mi hijo por parte de su abuela y su tío, obligando a mi hija a mentirme. Me negaron información sobre su paradero. Lo llevaron al hospital y lo internaron a pesar de mi expresa prohibición. Necesito un psicólogo de parte y un médico que sustente la hipótesis disidente sobre el HIV-SIDA.

 

Reitero lo escrito en otra ocasión, para quien quiera oírlo:

 

Se llevaron puesta mi vida cuando difundieron la historia clínica de la mamá de mis hijos en el Hospital de Trelew; se lo dijeron a mi madre, en un pasillo. Arruinaron la salud de mi hijo sosteniendo una hipótesis antojadiza y falsa. Lo envenenaron durante años con drogas que matan y cuando decido creer en su vida y mi derecho como padre a elegir el rumbo, me enjuician por negligencia médica: ¿justicia?

 

Esa difusión ilegal de datos sensibles y privados me costó la paternidad de mi primer hijo, Imanol; la persona que difundió el examen HIV positivo de la mamá de mis hijos es la abuela de ese hijo. Nunca me dejaron incorporarlo a mi vida. Como hoy, tengo que estar controlado por los discriminadores. Lo perdí, nunca pude defenderme contra la corporacion médica.

 

Lo medicaron de acuerdo al protocolo vigente y casi muere el año antepasado, en pleno tratamiento prescrito por la médica.

 

Tomé entonces la decisión de que abandonara la medicación. Lo hice conscientemente, después de haber consultado muchas veces a mi hijo.

 

Hoy está en perfecto estado de salud.

 

Lo quieren volver a medicar, desoyendo su propia opinión y decisión y la mía. Una médica, la Dra Flores Sahagún, que no era en ese entonces infectóloga, inmunóloga o viróloga, lo diagnosticó de SIDA forzando varios elementos del diagnóstico. En particular, una ecografía en la que veía una hepatomegalia que el ecografista me informó que no existía.

 

No quiso firmar cuando se lo pedí un documento que decía que si el diagnóstico o el tratamiento del SIDA eran descubiertos como erróneos se haría cargo de las consecuencias legales. Se negó, aduciendo que la Medicina no es una ciencia exacta.

 

Para mi si lo es, porque me obligan a realizarle controles vejatorios, controles epidemiológicos a un chico de once años. La Dra. Gladys Rodríguez, por pedido de los asesores de familia de Trelew, me está enjuiciando por negligente; negligentes son los que apoyan al sistema corrupto de salud, negocio de los laboratorios. Negligentes fueron las autoridades del Hospital Zonal de Trelew cuando incumplieron la ley y no protegieron a mi hijo.

 

Me van a hacer mierda: me van a obligar a envenenar a mi hijo, que está totalmente sano, pero sufre de un estigma: la mentira del SIDA, su perverso negocio, su oscura trama.

 

Hace poco vi a mi hijo, Imanol. El dolor volvió como en marejadas, recordé que tuve que elegir entre destruir a su familia y perderlo.

 

Yo lo amo desde el primer momento en que lo vi, pero tuve que elegir entre opciones demasiado jodidas. No tengo odio, pero me muero de dolor, y la oscuridad de mi pena no encuentra consuelo ni creo que pueda ganar sino perder ante la corporación judicial, médica y luego estatal. En momentos como este, en que enfrento las consecuencias de no aceptar la soberbia de la pretendida "ciencia médica", pienso si realmente habrá justicia o tendré que seguir luchando toda la vida para que nos dejen vivir los autoritarios de sotana, toga, túnica y levita, los nuevos "galeritas", los fariseos de la modernidad.

 

El tiempo dirá si estaba equivocado, o una nueva y más evolucionada ciencia de la salud (no ciencia de la farmacopea) comprenderá a la salud como el resultado de un proceso biológico, sicológico y social, como dice la OMS y no la "doctrina de la situación irregular" o la "teoría del origen monocausal de las enfermedades" una infección intelectual que tiene entre sus autores a Pasteur, Koch, Lind, Jenner, Finlay... etc. Hoy, la medicina del siglo XXI rechaza mayoritariamente esta tendencia, asignando poco crédito a la idea de un solo factor etiológico.

 

Se considera en la actualidad que un agente es causa necesaria pero no suficiente, ya que deben darse una serie de condiciones apropiadas en el sujeto y el medio para que se produzca la enfermedad.

 

Posteriormente a los trabajos de Goldbeger en 1915, sobre la pelagra y la relación con la nutrición, comenzó a cambiar esa tendencia doctrinaria, lo que posibilita a la epidemiología comenzar a hablar de prevención.

 

Luego y en función de la relevancia que los factores sicológicos empiezan a adquirir en los estudios sobre salud y enfermedad, así como las concepciones profundamente ambientalistas que la sicología científica aporta a las ciencias de la salud, estos comienzan a incorporarse a la epidemiología como una de las condiciones "suficientes" más importantes.

 

El tiempo dirá. Mañana, dirá la jueza; no espero ser escuchado. Mañana les cuento.

 

Esto recién empieza: no saben con quien se meten.

 

Primera respuesta de Roberto Giraldo:

Senor Pablo:

No se si su mensaje era para mi. No explica quien es usted, donde vive, que hace...... Le pido que por favor se calme para que si lo desa de verdad pueda ayudarle,

Cordialmente,

Roberto Giraldo, M.D.
Pesquisador Independente da AIDS
Conselheiro para a Saúde Natural
Psicanalista pela
Sociedade Internacional de Trilogia Analítica - SITA
Departamento de Medicina Psicossomática Integral
Associação Stop a Destruição do Mundo
Av. Rebouças, 3819 - 05401-450
São Paulo - SP, Brasil
Tel: +55 11 3032-3616
www.robertogiraldo.com
www.trilogia.ws
www.trilogiaanalitica.org
www.stop.org.br

 

A esta altura, quince días más tarde, decidí tomar acciones más directas, entre ellas, iniciar una huelga de hambre frente al Juzgado de Familia de Trelew, Chubut, tal y como lo refleja otro artículo del El DIARIO de Madryn: http://www.diariodemadryn.com/vernoti.php?ID=129620. También reescribí mi carta al Dr. Giraldo.

 
Segunda carta a Roberto Giraldo:

Señor Roberto Giraldo, soy Pablo Hualpa, DNI 20828003, tengo cuarenta y dos años, soy el papá de un niño diagnosticado con HIV en 1999, estoy -entre otras cosas- resistiendo judicialmente la demanda de negligencia médica en mi contra por parte del Hospital Zonal de Trelew, Chubut, República Argentina, por oponerme al uso de antiretrovirales para tratar el SIDA como cuadro de estrés tóxico nutricional. Mi historia es muy larga y se la voy a enviar a la brevedad, pero es para mi emocionante recibir su comunicación, porque soy un ardiente defensor y un caso testigo en el mundo de discriminación, persecución judicial y de la corporación médica, por mí publica resistencia a:
  • La existencia del VIH
  • La medicación con antiretrovirales.
  • La condición infectocontagiosa de la enfermedad.
He perdido mucho en estos once años de lucha: la madre de los niños, autonomía y patria potestad, mi intimidad y privacidad, mi primer hijo de un matrimonio anterior por discriminación al que no he podido ver en más de diez años, al ser yo una persona peligrosa para la mentalidad de la madre del mencionado niño, porque me obligan a probar mis convicciones médicas y yo no soy un científico. A mi segundo hijo me lo sacaron y se lo dieron a la abuela por mi negativa a administrarle antiretrovirales. Van por la declaración de mi insanía y por quitarme a mi tercera hija.
Estoy actualmente en huelga de hambre y sé que tengo razón en lo que planteo. El HIV-SIDA no existe, no se trata con antiretrovirales y no es una enfermedad monocausal infectocontagiosa. No solamente me interesa que me devuelvan a mi hijo, sino que se respete mi convicción y elección como padre y que mi hijo no sea condenado por un estigma falso e injusto para él.
Los médicos locales me acusan de negligente, pero un padre negligente no hubiera investigado once años sobre un tema de salud. Yo he leído sus trabajos, los de Stefan Lanka, Peter Duesberg, Kari Mullis y recientemente, he quedado estupefacto ante las declaraciones del Dr. Luc Montagnier, quien ha dado un vuelco -conveniente y casi tardío- espectacular.
Necesito poder apoyar en mi apelación por la resolución de la jueza con conocimientos de nivel científico mi postura como padre: usted es la persona que dentro del marco del replanteamiento de los supuestos del SIDA, más influencia y convicción ha generado en mi sobre los pasos a seguir. Pero estoy enfrentado con el stablishment local médico, del servicio social y judicial, por lo que su ayuda y experticia es decisiva para respaldar mis afirmaciones y ayudarme a recuperar a mi hijo, sentar un precedente y ayudar a muchos más a comprender y terminar con la estafa de Gallo, Montagnier y la Glaxo Wellcome.
Me emociona su comunicación, siempre le he tenido como un referente primordial en mis ideas sobre salud comunitaria, de las cuales tengo un desarrollo hecho, pero además, como padre, siempre he imaginado que usted tendría algo que ver en salvar la vida de mi hijo del envenenamiento y el estigma del VIH.
Entiendo todo lo que involucra mi caso, no hay antecedentes en la jurisprudencia argentina sobre padres que se nieguen a la administración de antiretrovirales y sé que podemos hacer un gran bien a la Humanidad llamando a las cosas por su nombre: hambre, stress psicológico y social, faltas a la ética médica, negocio farmacéutico por encima de la vida y la salud. Infinitamente agradecido. Yo soy "no reactivo", mi segunda hija con la misma madre de Jeremías (el niño que me quitaron por negligente médico) es también "no reactiva", he estado con varias mujeres supuestamente infectadas sin protección y nunca di un positivo. No creo en la teoría del origen monocausal de las enfermedades y mi experiencia puede ayudar a detener el genocidio del AZT: estoy dispuesto a dar la vida por eso, ya llevo cinco días de huelga de hambre y de aquí no me voy a mover.
Pablo Hualpa 
Mi teléfono es el 154-02965-15396862. Localmente, lo uso como 2965396862. Vivo en 28 de julio 990, Trelew, CHubut, Argentina.
Espero novedades e iré ampliando el relato a medida que sea necesario.
Gracias por su interés!!!!!!

Segunda respuesta de Roberto Giraldo:
Estimado Señor Pablo Hualpa:

Muchas gracias por su mensaje y la informacion.

Su mensaje da a entender que la verdad por el hecho de ser verdad va a triunfar en las ACTUALES CIRCUNSTANCIAS......... De ninguna manera! Eso es imposible.... No se da cuenta todo lo que le han quitado a pesar de poseer usted la verdad? Con un cariño inmenso quiero que piense un minuto, no lo tiene que publicar, que su forma de luchar es suicida. Porque? Porque estamos enfrentados a un enemigo poderoso, supercorrupto y el sistema de justicia de Argentina no creo que sea una excepcion..... Conozco a muchas otras personas que han realizado luchas con formas muy similares a las suyas y todas absulutamente todas perdieron......... Que yo sepa, en ningun caso juridico relacionado con la disidencia del SIDA, ha triunfado la verdad..... Siempre han salido victoriosos los defensores del VIH.......

Su pelea no es una pelea tecnica, ni cientifica, es un asunto politico muy delicado, pues el establecimiento medico y juridico argentino por ningun motivo van a permitir que un padre como usted triunfe. Su lucha solo sera posible ganarla cuando tengamos cientos de miles de personas de nuestro lado, miles de periodistas, de artistas, de obreros, de academicos, de universitarios, de maestros de nuestro lado. Pero usted solito, si continua peleando contra el sistema va a continuar perdiendo hasta que ya no tenga nada mas que perder....... Se va a sentir mucho mas frustrado que ahora.....

Entonces que hacer?

1) Aceptar la realidad de nuestra correlacion de fuerzas en general y la suya en particular.

2) Tratar de unirse a muchas ONGs y otras organizaciones disidentes de muchos paises para que en un momento dado, necesario y POSIBLE, todas juntas puedan ayudar.

3) trabajar PACIENTE y humildemente para mejorar la correlacion de fuerzas. Esto es lo que hacemos todos nosotros, dia y noche con paciencia, con perseverancia pero con humildad. Ni usted ni nosotros somos superhombres.

4) Escribir un libro con todos esos capitulos injustos que le ha tocado vivir hasta ahora. Esto va a educar a las personas que aun creen en el establecimiento medico, en el cientifico y en el juridico. Esto va a ser muy importante para mejorar la correlacion de fuerzas.

Muy cordialmente,
Roberto Giraldo, M.D.
Pesquisador Independente da AIDS
Conselheiro para a Saúde Natural
Psicanalista pela
Sociedade Internacional de Trilogia Analítica - SITA
Departamento de Medicina Psicossomática Integral
Associação Stop a Destruição do Mundo
Av. Rebouças, 3819 - 05401-450
São Paulo - SP, Brasil
Tel: +55 11 3032-3616
www.robertogiraldo.com
www.trilogia.ws
www.trilogiaanalitica.org
www.stop.org.br
 
Para cerrar este posteo, la tercera carta que envié, algunos días más tarde, en plena huelga de hambre, en respuesta a la comunicación anterior con el eminente y muy respetado disidente colombiano.

 

Tercera carta al Dr. Roberto Giraldo

 

Estimado doctor Roberto Giraldo:

Arropado, con mucho frío bajo un cobertizo improvisado de polietileno en mitad de la vereda de los tribunales de Trelew, tras los primeros nueve días de huelga de hambre, solo me pregunto qué esperaba recibir por respuesta de los tribunales. 
Y acuerdo con usted, solo esperaba una derrota. No son tantos ni tan poderosos: son apenas un puñado de médicos y jueces o abogados de pueblo con mucho menos que convicción y más que nada la obligación de defender un protocolo en el que nadie cree ni tampoco le importa creer. 
Reconozco el afecto en sus palabras, doctor: creo que hay una lucha de toda la vida detrás del peso específico de cada recomendación, de cada imagen y de cada palabra. 
Ocurre que la pelea por mi hijo supera a todas las demás: no intento ganar yo solo la pelea contra el HIV, ni pretendo suplantar a la masa crítica mundial, pero no tengo tiempo para esperar todo ese avance, porque el que está siendo inoculado es mi hijo, mi pequeño niño al que tanto me ha costado mantener apartado de estos salvajes, al que con tanto amor y solo, sin la madre, he tenido que cuidar para que él mismo no crea una mentira que mató a su madre más que la TBC, más que la candidiasis, más que el mismo SIDA.
Son once años de discriminación y marginalización, de violación de nuestra intimidad, de actos de fascismo. Son once años de intromisiones y arbitrariedades que estoy tolerando en mi propio país, un país que amo y cultivo con militancia amorosa desde siempre.
No puedo tolerar que me quiten a mi hijo, simplemente porque nadie quiere escuchar las declaraciones recientes de Luc Montagnier, quién más allá de cualquier responsabilidad de los sucesos trágicos y lamentables en la trama de construcción del HIV, ha debido ser acallado con un Nobel para evitar que haga un acto acrobático de constricción y termine recomendando la homeopatía a todos.
Cuando un protocolo médico supera los efectos de la aplicación de todas las demás leyes, incluyendo pactos internacionales y a la propia Constitución, no hay garantías para nadie. No soy un creyente en el sistema democrático, pero entiendo que todo sistema tiene reglas y que la garantía de su aceptación es la sumisión, especialmente por sus defensores, a las reglas establecidas.
Mi forma de lucha no pretende demostrar al mundo las verdades del SIDA, sino evitar que la opinión pública quede indiferente ante mi problema: la falta de abogados que busquen justicia, la falta de jueces que la administren, la falta de comités de bioética que analicen los casos presentados y la total y completa pérdida de vocación y amor por el ser humano en el mundo médico.
Nadie tiene, en realidad, inconvenientes en ver la factibilidad y coherencia de mis razonamientos y planteos, que no solo se resumen en los argumentos ya conocidos sobre la inoperancia y nocividad de los antiretrovirales, sino en toda una descripción en detalle de como la realidad supera a la ficción y se construye sobre mi hijo y sobre mi una irreversible trampa que culmina con la mayor iniquidad: mi supuesta "negligencia médica" y nuestra separación.
Un padre negligente jamás habría logrado trasponer los límites de un paradigma que solo hoy hace agua por toda su superficie, pero no tanto hace diez años; ni hubiera logrado conocer los detalles de una verdadera construcción colectiva de mitos y mentiras como las que rodean mi caso.
Claro que puedo unirme a la lucha POSIBLE del SIDA, pero ¿puede esa lucha salvar a mi hijo? A veces, salvar el mundo equivale a salvar a un solo niño. Y a mi me interesa salvar al mundo, pero a nadie parece interesar salvar a mi niño, quien producto de la ignorancia y el autoritarismo debe soportar en silencio y contra un mundo de adultos las vejaciones que se le han de imponer.
Pero él me tiene a mi, que voy a dar la vida por él, no por el SIDA ni por un instinto suicida. Agradezco de corazón que tenga usted la amabilidad de haber respondido a mi pedido de ayuda, le reitero mi respeto y admiración por su trabajo y le confieso que en sus palabras encuentro, a pesar de todo, mayor inspiración y estímulo, no porque acuerde usted conmigo, sino precisamente porque no lo hace, porque me advierte usted de los peligros que enfrento. No soy un superhombre, pero si un hombre, y como tal, libre en dignidad y derechos, solo tengo la vida.
Cuando hace muchos años le pedí a la misma pediatra que me ha procesado ahora que me firme un papel asumiendo responsabilidad legal en caso de que el HIV, su diagnóstico o tratamiento resultaran falsos o perjudiciales, ella me dijo que no lo haría; lo que marcó una clara diferencia entre ambos. Mientras ella no está dispuesta a poner ni siquiera su matrícula en riesgo por la vida de mi hijo, yo doy la propia con gusto, quizás para que nadie más deba sufrir lo que ha sufrido mi niño -o incluso yo mismo-, en el futuro. Quizás así aparezca la masa crítica que -por el momento- solo veo aparecer tímidamente, como detrás de un velo, Pocos advierten que es la vida humana lo que se pone en juego y la libertad lo que se arriesga a cada paso, inexorablemente, mientras creemos que preparamos otra cosa, otras estrategias. La libertad no se conquista, se ejerce; incluso la libertad de morir cuando no hay más opciones que la esclavitud o la muerte. 
Suyo,
Pablo Hualpa.

 

Mi derrota fue completa, aunque siempre breve: un estimulo que mueve la vocación de mi guerra.

Gracias por este espacio. 

Leer más…

“La salud no es una receta; es una disciplina”.

Tratamiento alternativo en 200 pacientes VIH positivos de diferentes países.

Juan José Flores. M.D., Ph.D.

Mohamed Al-Bayati Ph.D., D.A.B.T.

Christine Maggiore, Directora Alive and Well, Los Angeles, USA.

Alejandro Flores, Cofundador Vivo y Sano México.

Introducción.

Este trabajo NO fue escrito con la intención de solo presentar resultados obtenidos a nivel de laboratorio o a nivel de tratamiento clínico. Éste fue escrito con la intención específica de que el paciente diagnosticado como “cero-positivo” tenga un arma con la cual defenderse del ataque que día a día sufre por parte de las compañías farmacéuticas, por parte del 'establishment' médico mundial y por parte de todos aquellos farsantes que quieren hacer pasar sus balbuceos y tartamudeos por discurso científico.

Si hay una lección que he aprendido desde que el “Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida” fue prácticamente inventado hace ya 20 años, es que los días en los que el paciente esperaba de forma pasiva las órdenes del médico todo poderoso se han ido para siempre. Me ha sucedido a mí, a mi familia y le sucede día a día a mis pacientes: creer con fe ciega en tu médico te puede llevar a la muerte.

Tampoco yo soy el único autor de este trabajo. Este documento fue escrito por todos mis pacientes y todos los activistas y científicos que a nivel mundial han colaborado con sus historias y su labor desinteresada. Es por esta razón que Christine Maggiore y Alejandro Flores figuran como coautores de esta investigación; el trabajo de divulgación y coordinación de pacientes que ellos han realizado ha sido de crucial importancia para esta investigación. Por primera vez en mi vida como investigador, las opiniones de gente completamente fuera del campo de la medicina eran tan importantes o más, que las de mis colegas y por primera vez en mi vida profesional como médico, lo que decidía el paciente era mucho más importante de lo que yo podía decidir por ella o por él.

Es de gran importancia que el paciente asuma un rol activo en el manejo de su salud. No basta con señalar a los supuestos culpables de este inmenso malentendido. Este acto de flacitud intelectual nos libera de asumir la responsabilidad sobre todo lo concerniente a nuestra salud. Digo esto basándome en mi experiencia como médico tratando a pacientes “cero-positivos” desde el año de 1987: aquellos que entendieron que la salud no es sólo una receta sino una disciplina sobrevivieron; los que sustituyeron el AZT y los famosos “cokteles” con rituales y otro tipo de pastillas por lo general mueren o viven en un estado de perpetua enfermedad. En lo que se refiere a nuestra salud no hay salidas fáciles.

II. Antecedentes Históricos de Vivo y Sano México.

En el año de 1987, en el estado de Veracruz México, se fundo “El Patronato Veracruzano de Lucha Contra el SIDA”. Esta organización no gubernamental fue creada con la intención de monitorear las acciones que los gobiernos a nivel estatal y federal, desplegaban para resolver el problema del SIDA. En aquél entonces trabajábamos utilizando la información que nos era suministrada por la Organización Mundial de la Salud. Este organismo pronosticaba que para finales de siglo XX el SIDA alcanzaría el grado de pandemia. Obviamente nuestro estado era de alarma. Pero curiosamente, la cifra de gente que había muerto a causa de este supuesto retrovirus VIH se mantuvo estable durante años. La discrepancia entre los pronósticos estadísticos que nos ofrecía la OMS y la cifra real de muertos por el VIH que nos brindaba el gobierno veracruzano era inmensa. Irónicamente, la Secretaría de Salud del Estado de Veracruz, a la cual se supone debíamos monitorear, estaba manejando las cifras correctas. Desde el comienzo debimos monitorear a la Organización Mundial de la Salud, a la CDC (Center for Disease Control) y al NIH (National Institute of Health); fueron estas instituciones las que desde el principio se dedicaron a manipular las estadísticas con el fin de hacer que estas coincidieran con sus predicciones apocalípticas.

Mi desasosiego crecía al ver como mis pacientes iban muriendo, uno a una, al ser estos introducidos al tratamiento con el AZT. Pero entre tanta muerte comencé a observar que mis pacientes con los recursos económicos para comprar los anti-retrovirales morían, mientras que los pacientes que provenían de zonas rurales paupérrimas de manera misteriosa, sobrevivían: 2+2 siempre me daba 5 y poco a poco mi escepticismo también crecía. En 1997 mi hijo Alejandro me mando desde Los Ángeles “Inventing the AIDS Virus” del Dr. Peter Duesberg: “Por favor estúdialo y dime que piensas” me dijo con tono preocupado. No me tomó mucho tiempo comprobar de manera retrospectiva los resultados en las investigaciones del Dr. Duesberg. Observé que en efecto, en la mayoría de los casos, los pacientes expuestos a la toxicidad de los anti-retrovirales morían. A finales de ese mismo año di una conferencia de prensa en El Diario de Xalapa del Estado de Veracruz en donde de manera definitiva me distanciaba de la teoría de que el síndrome de inmunodeficiencia es adquirido mediante el supuesto retrovirus VIH. En 1997 se estableció contacto con Christine Maggiore en Los Ángeles y con el Dr. Roberto Giraldo en Nueva York y se fundó HEAL México, que en el año 2000 se convertiría en Vivo y Sano México.

Esta investigación es el resultado de ese contacto inicial. Christine Maggiore me comenzó a referir cientos de pacientes diagnosticados como “cero-positivos”. Todos ellos y ellas pensaban que iban a morir. Al observar cuanto dolor y muerte una hipótesis científica equivocada había causado, no pude evitar sino sentir rabia. Del año de 1998 al 2001 traté a docenas de pacientes en México, provenientes de todo el mundo, sin tomar en consideración su estatus como “cero-positivos”. Regresé a la medicina que mi padre practicaba; una medicina que se concentra en los síntomas específicos del paciente: si los síntomas indicaban malaria trataba la malaria, si los síntomas indicaban desnutrición, trataba desnutrición. De manera sorpresiva, observé como la mayoría de mis pacientes se recuperaban. No pasó mucho tiempo para que nos diéramos cuenta en Vivo y Sano México y en Alive and Well Los Ángeles, que un estudio sistemático que se basara en estos resultados clínicos era absolutamente necesario.

Fue entonces cuando Vivo y Sano México estableció contacto con el Dr. Mohamed Al-Bayati. Junto con él, Christine Maggiore y la Dra. Lisa M. Hosbein en Sacramento California, se elaboró un protocolo de investigación al cual se tituló: Clinical Trials in AIDS Patients. Los antecedentes y la metodología que establece este protocolo son la base de Tratamiento Alternativo de 200 Pacientes VIH Positivos de Distintos Países. Como mencioné al principio de este escrito: esta investigación se realiza con el objetivo principal de unir los resultados a nivel de laboratorio obtenidos por el Dr. Peter Duesberg, el Dr. Roberto Giraldo, el Dr. Mohamed Al-Bayati et al, con los resultados a nivel de tratamiento clínico que he venido obteniendo desde 1998, para que el paciente tenga un documento en sus manos que fundamente su posición como disidente y para poder establecer precedentes que puedan ser utilizados en corte en caso de que el paciente se vea en la necesidad de defenderse a nivel judicial. Este documento debe ser visto como un arma que aquella persona diagnosticada como “cero-positiva” podría utilizar para defender su derecho inalienable de decidir por si misma todo aquello que concierne a su salud.

III. Protocolo de Investigación.

Antes de introducir los casos clínicos más relevantes para este estudio, quisiera incluir la traducción de una síntesis del protocolo de investigación Clinical Trials in AIDS Patients. Hago esto con la intención de que se entienda la relación directa que existe entre este protocolo, terminado en el mes de marzo del 2000 y Tratamiento Alternativo de 200 Pacientes VIH Positivos de Distintos Países. En el primero se establecen los antecedentes teóricos y la metodología que se siguieron en el segundo. Tanto en el protocolo como en esta investigación, el Dr. Juan José Flores M.D., Ph.D. y el Dr. Mohamed Al-Bayati Ph.D, D.A.B.T. figuran como autores.

Antecedentes y Planteamiento del Problema.

La hipótesis-VIH establece que el VIH causa el SIDA por el hecho de que mata las células CD4+T directamente o indirectamente después de un largo periodo de incubación (aproximadamente 10 años). El número de estas células puede alcanzar niveles muy bajos que pueden llevar a originar una severa deficiencia inmunológica. Pacientes con una severa deficiencia inmunológica (CD4 + Células T <>

Al-Bayati, 1999 y Duesberg, 1992 revisaron la epidemiología y patogénesis del SIDA a nivel mundial y no encontraron ningún hecho médico que estableciera al VIH como la causa del SIDA. Aproximadamente el 90% de los casos de SIDA en los Estados Unidos y Europa se observaban en hombres homosexuales y personas adictas a las drogas. Los usos crónicos de alcohol, heroína, cocaína, metamfetaminas y nitratos de akyl causan problemas crónicos de salud en el sistema nervioso, en el sistema respiratorio, en el sistema cardiovascular, en los riñones y otros tejidos. La mayoría de estos problemas de salud son diagnosticados como idiopáticos, y son tratados con altas dosis de glucocorticoides y/o drogas cytóxicas. Hombres homosexuales con vida sexual activa por lo general usan drogas ilícitas, alcohol y glucocorticoides rectales. El tratamiento de un paciente con prednisone a 60 mg al día puede desarrollar SIDA en un periodo de 3 meses. Esta dosis regularmente se le administra a pacientes con fibrosis en el pulmón, thrombocyptopenia y otras enfermedades crónicas inducidas químicamente.

Fauci et al, en su libro nos provee con evidencia médica extensiva que indica que el SIDA en Europa y Estados Unidos es causado por: 1) el uso de drogas ilícitas y el abuso de alcohol y 2) por el uso extensivo de medicamentos (especialmente glucocorticoides) para tratar estas enfermedades que resultan del abuso de estas drogas. También en este mismo estudio, Fauci et al, nos otorgan la evidencia de que el SIDA en África es causado por hambruna y desnutrición. Aún así, no mencionaron una sola palabra en su extenso capítulo sobre el SIDA (pp. 1791 – 1856) o en alguna otra página de este libro, que muestre que el VIH puede matar una célula. Tampoco pudieron explicar las razones que causan los síntomas de los pacientes con SIDA.

Los resultados de los casos clínicos en los cuatro estudios mas importantes sobre el AZT que llevaron a la aprobación de esta droga por la FDA de los Estados Unidos para tratar pacientes infectados con el VIH, muestran que al menos el 77% de los 2, 349 pacientes que participaron en estos estudios eran VIH – negativos antes de haber sido tratados con AZT. Los resultados de estos estudios claramente demuestran que la hipótesis – VIH es completamente falsa porque el SIDA en el 77% de estos pacientes fue causado por agentes y procesos distintos del VIH. Los pacientes con SIDA que son VIH – negativos y que son considerados por Fauci et al como pacientes que sufren de “lymphocyptopenia Idiopática en las células CD4+ T” son un ejemplo más del porqué el VIH no es la causa del SIDA.

Sumando a esto, hasta el primero de enero de 1997, existían 28, 690 casos de gente infectada con el VIH viviendo en los Estados Unidos, sin que ninguno de ellos sufriera de problemas de salud, algunos de ellos con mas de 10 años de haber sido diagnosticados como VIH - positivos. Este grupo es llamado por Fauci y sus colegas como “long-term nonprogressors” (no-progresores a largo plazo). Esto también es evidencia directa de que el VIH es un virus inofensivo.

Al-Bayati menciona que la aparición del SIDA en los Estados Unidos y Europa entre adictos a las drogas y homosexuales a finales de los años setenta y principios de los 80 coincide con otros varios factores. Estos factores incluyen la epidemia en el uso de drogas ilícitas, principalmente por medio de la cocaína crack y de la heroína en los años setenta; la aprobación de los glucorticoides en aerosol por la FDA de E.U. en 1976; el amplio uso de inhalantes con glucocorticoides recetados para tratar enfermedades respiratorias crónicas que resultaban de la inhalación de la cocaína y la heroína; el uso extensivo de los nitratos de akyl por homosexuales para facilitar el sexo anal (1970’s); y el amplio uso de esteroides para tratar enfermedades crónicas en el ducto gastrointestinal en homosexuales. La aprobación por parte de la FDA en E.U. de los esteroides y de las drogas antivirales (AZT e inhibidores de proteasas) para tratar a pacientes con SIDA y a pacientes asintomáticos infectados con el VIH solo ha empeorado esta situación.

El estudio de Fauci et al en Tanzania demostró que el daño causado al sistema inmunológico de 1, 075 mujeres infectadas con el VIH fue posible revertirlo cuando ellas fueron puestas bajo un régimen dietético balanceado. El estudio que el Dr. Flores viene realizando desde 1998 en México, muestra como pacientes VIH – positivos se recuperan cuando se les somete a un régimen de dieta balanceada con complementos de ácido lipóico y se les retira del tratamiento con antivirales.

Objetivos del Estudio.

Los objetivos principales de este estudio son:

1. Salvar las vidas de pacientes con SIDA quienes se verían involucrados en este estudio y a los cuales se les daría tratamiento médico basado en hechos científicos y no en asunciones e hipótesis no comprobadas. La evidencia médica presentada anteriormente y la literatura ya publicada al respecto, demuestran claramente que la hipótesis – VIH es falsa y que las drogas antivirales y los corticoesteroides que son actualmente utilizados para el tratamiento de pacientes VIH – positivos y de pacientes con SIDA están causando la muerte y enfermedades muy serias. Esta perspectiva clínica debe ser suspendida de una vez por todas. El tratamiento correcto que se debe de aplicar para curar el SIDA y otros problemas médicos complicados es el de evaluar la evidencia médica que concierne a cada grupo de riesgo. Se planea utilizar esta metodología para tratar cada caso futuro y así identificar las causas de la depresión inmunológica en cada paciente y cada paciente será tratado basándose en un protocolo científico que se concentre en revertir la enfermedad.

2. Proveer evidencia de que el SIDA no es causado por el VIH. Esto se logrará mediante el hecho de revertir el daño al sistema inmunológico en los pacientes VIH – positivos con el uso de una dieta adecuada, vitaminas, antioxidantes y otras terapias de soporte al paciente, pero sobre todo con el abandono total de toda medicina antiviral.

3. Los resultados de esta investigación deberán ser publicados en los periódicos científicos apropiados.

4. Terminar de una vez por todas con el mito de la hipótesis - VIH, salvar millones de vidas y billones de dólares, que bien pueden ser utilizados en realmente resolver los problemas de salud que afligen a la mayor parte de la población mundial.

5. La utilización de este documento como un arma legal en caso de que el paciente lo quiera utilizar para defenderse del acoso que sufre por parte de las compañías farmacéuticas, las instituciones de salud internacionales y su médico personal.

Métodos y Diseño del Estudio.

El Dr. Flores ha tratado a más de 200 pacientes que sufren de SIDA. La mayoría de estos pacientes han sido cero-positivos. En todos estos casos se consideraron los aspectos de record médico, historia de la enfermedad, historia de uso de alcohol y drogas, historia de uso de medicamentos, toxicidad en los medicamentos e historia de usos de químicos en el lugar de trabajo. Para el tratamiento del paciente se hizo de manera individualizada una descripción del caso, una descripción de la enfermedad y del órgano que se ve afectado y recomendaciones para pruebas clínicas y tratamiento.

IV. Casos Clínicos.

Para llegar a este momento histórico en el cual es posible tratar a pacientes diagnosticados como “cero-positivos” sin tomar en consideración la hipótesis - VIH, se tuvo que haber realizado mucha investigación y vivir en un país en donde el médico que lo hiciera no corriera el riesgo de perder su licencia. La metodología clínica y la terapia aplicada a cada paciente se basan en los resultados obtenidos por estos investigadores. En este trabajo sobre todo se aplican los resultados obtenidos por el Dr. Roberto Giraldo con su investigación que explica la función inmunodepresora de los distintos tipos de estresores inmunológicos (químicos, físicos, biológicos, mentales y nutricionales) y de las causas multifactoriales del Síndrome de Inmunodeficiencia. También se aplican los resultados obtenidos por el Dr. Mohamed Al-Bayati en su estudio sobre las propiedades inmunodepresoras de los glucocorticoesteroides y de las drogas ilícitas. Está de mas mencionar que los resultados obtenidos por el Dr. Peter Duesberg son también de crucial importancia para este trabajo con su investigación sobre los altos grados de toxicidad y facultades inmunodepresoras en los medicamentos anti-retrovirales y en las drogas ilícitas.

Antecedentes. De enero de 1998 a agosto del 2001 se trataron a poco más de 200 pacientes provenientes de Estados Unidos, Canadá, México, Ecuador, Colombia, Venezuela, Argentina, Brasil, Puerto Rico, España, Francia, Inglaterra, Italia, Nigeria, India y Japón. Correspondió al continente americano el 84% de los pacientes, a Europa el 10%, a África el 4% y a Asia el 2%. El 95% correspondió al sexo masculino y el 5% al femenino. Las edades de los pacientes abarcaron de recién nacidos a 50 años, con el mayor porcentaje de pacientes concentrándose de los 30 a los 40 años. En lo que se refiere a tendencia sexual, el 60% de mis pacientes son homosexuales, el 30% bisexuales y el 10% heterosexuales. La comunicación con los pacientes se dio 70% a través del internet, 25% a nivel personal y 5% por vía telefónica.

Durante el primer contacto, los pacientes por lo general preguntaban las consecuencias que sufrirían por el hecho de estar infectados por el VIH, si en realidad el VIH produce SIDA, si las pruebas de ELISA y Western Blot tienen alguna validez, también preguntaban sobre la relación que existe entre el VIH y la carga viral, CD4/CD8, sobre las consecuencias de tomar medicamentos anti-retroviarales, que sucede si se suspenden estos medicamentos, si en realidad existe el retrovirus VIH, que beneficios podría tener la medicina alternativa en un paciente VIH – positivo asintomático, que beneficios puede tener esta misma en un paciente VIH – positivo sintomático sometido a tratamiento con anti-retrovirales, cual es la relación entre el uso de drogas recreativas y el VIH, cual es la relación entre las relaciones sexuales y el VIH y por último, los pacientes por lo general preguntaban como podrían ampliar su conocimiento sobre la hipótesis de que las causas del Síndrome de Inmunodeficiencia no son virales.

Si se daba un segundo contacto, se le preguntaba al paciente si estaría interesado en participar en esta investigación, también se le hacían preguntas relativas a su perfil psicológico, a su tendencia sexual, preguntas relativas a su situación familiar y laboral, a su situación de pareja y por último, se le preguntaba al paciente cual era su actitud hacia la muerte y si había habido intentos de suicidio (no en todos los casos).

Metodología Clínica.

Para esta parte del estudio se formaron dos grupos de pacientes:

<!--[if !vml]--><!--[endif]-->

Grupo A: Pacientes VIH – positivos y sintomáticos recibiendo tratamiento anti-retroviral

<!--[if !vml]--><!--[endif]-->

Grupo B: Pacientes VIH – positivos asintomáticos sin recibir tratamiento anti-retroviral.

En ambos grupos se efectuó:

1. Historia clínica.

2. Exámenes de laboratorio clínico y exámenes radiológicos.

3. Investigación sobre el agente o los agentes inmunodepresores.

4. Valoración de estilo de vida, condiciones de la vivienda y del área laboral y de las rutinas diarias del paciente.

5. Análisis de los medicamentos prescritos previamente y en uso actual, tipo de medicamento, dosis y duración del tratamiento así como los efectos colaterales ocasionados por este.

6. Historia de vacunas y análisis de si el paciente había recurrido a la herbolaria o la medicina homeopática.

7. Valoración de los hábitos alimenticios del paciente.

8. Valoración del perfil psicológico del paciente.

La mayor parte de los poco más de 200 casos considerados para este estudio cumplieron con las propuestas y demandas que esta nueva alternativa de tratamiento les exigía:

1. Cambio en el régimen alimenticio del paciente.

2. Cambio hacia una actitud psicológica positiva ante las posibilidades de recuperación ofrecidas por el nuevo tratamiento.

3. Suspensión del tratamiento con anti-retrovirales.

4. El paciente VIH – positivo aclaraba sus dudas acerca de la alta toxicidad y facultades inmunodepresoras de los medicamentos anti-retrovirales.

5. Inicio en el uso diario de antioxidantes (ácido lipoico).

6. Acondicionamiento físico.

7. Sugerencia de un reordenamiento de la vida sexual del paciente (sin hacer ninguna valoración moral de la misma).

8. Reincorporación a las áreas laborales y vida familiar.

9. En el caso de ser detectadas, tratamiento específico de enfermedades infecciosas.

Durante el estudio a ningún paciente se le solicitó la prueba de ELISA o el Western Blot. Las pruebas de CD4, CD8 y Carga Viral se solicitaron en algunos casos pero en relación al estudio de enfermedades infecciosas y en ningún caso en relación con el VIH. El Perfil Torch se le solicitó al 80% de los pacientes. Uno de los hallazgos más significativos obtenido en este estudio es que se encontró que en el 60% de los casos, los pacientes estaban infectados por algún tipo de Herpes, factor que tal vez haya influido en el resultado positivo que el paciente obtuvo por medio de las pruebas de ELISA y el Western Blot.

También es importante señalar la diferencia en las perspectivas clínicas y de tratamiento entre la teoría viral y la no viral. En esencia, la diferencia es esta: Si el médico considera que el Síndrome de Inmunodeficiencia se adquiere mediante el retrovirus VIH, entonces este seguirá un protocolo de tratamiento definido por esta supuesta infección; este tipo de perspectiva no toma en cuenta la historia clínica del paciente, su sintomatología, su perfil psicológico, etc. En el caso de que el médico considere que el Síndrome de inmunodeficiencia NO es adquirido mediante el supuesto retrovirus VIH, entonces al paciente se le trata de manera individualizada, considerando todos los factores arriba mencionados y sin tomar en cuenta para nada su estatus como cero-positivo.

Leer más…