estudio (3)

Fuente: http://tonyfdez.blogspot.com.es/2015/09/denuncian-al-cdc-sobre-estudio-de-la.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed:+ConjugandoAdjetivos+%28Conjugando+Adjetivos%29

 

Por Sally Painter

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Es una historia que estalló hace ya casi un año, sin embargo, obtuvo muy poca cobertura de los medios. De hecho, ha tomado un año y un libro (agosto de 2015) para conseguir la atención de un representante de Estados Unidos. Incluso ese tipo de reconocimiento no ha encendido las pantallas de televisión o medios de comunicación convencionales.

 

Rep Bill Posey (R-FL) habló ante la Cámara solicitando una investigación sobre las denuncias hechas por el empleado del CDC (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades) Dr. William Thompson.

 

Thompson afirma que él y sus colegas del CDC optó por omitir información vital que conecta la vacuna MMR/SPR (Sarampión – Paperas - Rubéola) con el autismo en los niños varones afroamericanos. El "científico senior en la división de seguridad de vacunas en el CDC", como denunciante se ha declarado bajo la Ley Federal de Protección de Denunciantes para poder proteger su trabajo en el CDC.

 

Sin embargo, incluso en la estela de admitir que el grupo de estudio de los CDC omitió deliberadamente y destruyó documentación que vinculaba la vacuna triple vírica y el autismo, el doctor Thompson no parece estar en el radar de nadie.

 

Eso es porque no ha habido una minúscula cantidad de cobertura de los medios para una historia que debería haber puesto a la comunidad médica y a Merck, el fabricante de la vacuna triple vírica, a la defensiva.

 

Una posible explicación sobre por qué no se puso de relieve esta confesión es que la credibilidad de la CDC habría sido objeto de duras críticas. De hecho, todos los estudios sobre la seguridad de la vacuna realizados por el CDC podrían ponerse en cuestión. Y, la sospecha no se detendría aquí. Podría abrir literalmente, una lata de gusanos y  cambiar la opinión pública y cuestionar todos los estudios realizados por el CDC.

 

Poca cobertura por parte de los medios

 

La cobertura más reciente por parte de los medios viene de Forbes y de blog de la CNN "iReport" advirtiendo que la CNN no verifica los artículos del blog (1).

 

El 6 de agosto de 2015, apareció un artículo en Forbes que examina las demandas hechas por Thompson. En respuesta a la pregunta del reportero, el CDC señaló que el "CDC es consciente de que el empleado Dr. William Thompson ha expresado su preocupación en relación con un artículo que fue co-autor  publicado en 2004 en la revista Pediatrics. En consonancia con las políticas de la CDC existentes y procedimientos, la agencia, a través de su Oficina del Director Asociado para la Ciencia (ADS), y en coordinación con el HHS (Salud y Servicios Humanos), está revisando estas preocupaciones. La agencia proporcionará más información una vez que se complete la revisión "(2).

 

El artículo de Forbes cita a David Gorski que describe a Thompson como un “antivacuna” de larga data; sin embargo, de acuerdo con Age of Autims, Gorski  está trabajando en "Sanofi-Aventis – el mayor fabricante de vacunas del mundo" investigación patrocinada través de "su patrón la Universidad Estatal de Wayne." Age of Autism informa que Gorski está trabajando actualmente en una "clínica juicio de uno de los fármacos de la compañía [Sanofi-Aventis]. "Esa droga, irónicamente, se está probando para ver si también se puede utilizar para el tratamiento del autismo (3).

 

Según el Dr. Thompson, el grupo de estudio del CDC para la seguridad del MMR/SPR se formó después de que el Dr. Daniel Wakefield publicara sus hallazgos que vinculaban la vacuna MMR/SPR y el autismo en los niños vacunados. La misión del grupo es investigar si el estudio del Dr. Wakefield de 1998 (4).

 

En 1998, el estudio de Wakefield que establecia una conexión entre las vacunas MMR/SPR y el desarrollo de autismo en los niños vacunados fue publicado en la revista médica británica The Lancet, pero en 2010, el estudio de Wakefield se retiró de la revista (5).

 

Esto se produjo después de un artículo de 2004 en el Sunday Times cuestionó la integridad y la validez del estudio de Wakefield. El informe provocó una investigación por el Consejo Británico de Medicina General (GMC) y, posteriormente, el GMC revocó la licencia médica de Wakefield (6).

 

En un comunicado, el Dr. Thompson dijo, "Lamento que mis coautores y yo omitiéramos información estadísticamente significativa en nuestro artículo de 2004 publicado en la revista Pediatrics. Los datos omitidos sugerían que los hombres afroamericanos que recibieron la vacuna triple vírica antes de los 36 meses estaban en mayor riesgo de autismo. Se tomaron decisiones respecto a qué conclusiones se informarían después de la recogida de los datos, y creo que el protocolo del estudio final no fue seguido". (7)

 

En aquel entonces "La mala conducta del Dr. Thompson llamó la atención de la doctora Julie Gerberding, directora del CDC en el momento de los hechos, a pesar de la mala conducta se le permitió continuar y continuó hasta nuestros días".

 

Gerberding dimitió del CDC en 2009 para convertirse en "la presidenta de la división de vacunas de Merck" (8). En 2014, fue promovida a vicepresidenta ejecutiva de Merck para la Comunicación Estratégica, Política y Salud Pública Global (9).

 

Brian S Hooker recrea el ensayo de Thompson con el conjunto de datos del CDC

 

El Dr. Brian S Hooker realizó su propio estudio indicando que "propósito de este estudio es investigar el efecto de la edad en que los niños obtuvieron su primera vacuna contra el sarampión-paperas-rubéola (MMR/SPR) en la incidencia del autismo. Se trata de un nuevo análisis del conjunto de datos, obtenidos del Centro para el Control y Protección de Enfermedades (CDC), utilizados por Destefano et al.  en 2004 sobre diagnósticos sobre cuándo se realiza la primera vacunación con MMR/SPR y el autismo".

 

La conclusión de Hooker fue que, "El presente estudio proporciona nueva evidencia epidemiológica que muestra que los varones afroamericanos que recibieron la vacuna triple viral antes de 24 meses de edad o 36 meses de edad son más propensos a recibir un diagnóstico de autismo”.

 

Aunque el Traslacional Neurodegeneration (de acceso abierto, revista de revisión por pares o arbitraje – método usado para validar trabajos con el fin de avaluar su calidad) se retractó del  artículo sobre el Dr. Brian S Hooker y el estudio que llevó a cabo (10),  aún se conserva el artículo completo en su página web para que cualquiera pueda leerlo (11).

 

En octubre de 2014, una denuncia formal fue presentada ante el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Salud (HHS) del CDC y  el Departamento de Salud los Estados Unidos por el Dr. Thompson, el Dr. Brian Hooker Ph.D y el Dr. Andrew Wakefield MB.BS relativa al estudio del CDC de 2004.

 

En el libro, "Vaccine Whistleblower", publicado en agosto de 2015, Thompson cita, "Expertos que simplemente hacen cosas viles completamente contrarias a la ética y nadie les hace responsables" (12).

 

El sitio web del CDC afirma: "No hay ninguna relación entre las vacunas y el autismo" (13). A raíz de las afirmaciones de Thompson, la revisión del CDC está en marcha y los medios de comunicación parecen ignorar las acusaciones de Thompson.

 

Referencias: 

 

(1) iReport

(2) Forbes

(3) Age of Autism

(4) TSW: Will Stringent State Vaccination Laws Trample Freedoms

(5) The Lancet

(6) Wikipedia: Andrew Wakefield

(7) Rescue Post

(8) Julie Gerberding

(9) Merck Newsroom

(10) Translational Neurodegeneration

(11) Translational Neurodegeneration

(12) Vaccine Whistleblower

(13) CDC

 

 

Más sobre el tema:

https://noticiasdeabajo.wordpress.com/2015/02/28/se-reaviva-la-polemica-en-torno-a-la-vacuna-triple-virica-spr/

 

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PETICIÓN DE PEDRIATICS, REVISTA OFICIAL DE LA ACADEMIA AMERICANA DE PEDIATRÍA, PIDIENDO A LOS AUTORES DE UN ESTUDIO SOBRE LAS VACUNAS QUE SE RETRACTEN PÚBLICAMENTE

Petición de Pedriatics, revista oficial de la Academia Americana de Pediatría, para que los doctores Dres. DeStefano, Bhasin, Thompson, Yeargin-Allsopp, y Boyle´s, autores del estudio de 2004, "Age at first measles-mumps-rubella vaccination in children with autism and school-matched control subjects: a population-based study in metropolitan Atlanta.", (estudio cuyas conclusiones fueron totalmente manipuladas), se retracten públicamente de sus conclusiones.

 

Haz clic aquí

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(Esta petición estaba incluída en el artículo publicado en nuestra página sobre la actuación frudulenta del CDC en relación a las vacunas MMR, pero dada su relevancia, la hemos puesto aparte)

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Introducción

Usamos la palabra “supervivientes” a falta de una expresión mejor para referirnos a las personas que llevan muchos años vivas y sanas después de haber tenido alguna enfermedad incluida en la lista de enfermedades que atribuyen al virus VIH.

Pero es preciso advertir que la misma palabra “superviviente” es muy engañosa, porque lleva en sí la idea de que superar el Sida es algo que sólo consiguen unas cuantas personas, muy pocas, cuando la realidad nos muestra que si bien las personas que llevan por ejemplo 24 ó más años, (que las hay desde luego), pudieran ser pocas, todo parece indicar que el número de personas que, o bien se
mantienen vivas y sanas después de haber pasado cinco años o más tras pasar por alguna de estas enfermedades, o bien se mantienen un mínimo de 15-20 años vivas y sin mayores problemas de salud, sin tomar fármacos, no sólo son muchísimas sino que es posible que incluso sean la mayoría, o en todo caso más de la mitad del total de las personas que se etiquetan como "seropositivas".
Los médicos no suelen hablar de estas personas, porque no suelen ser personas que vayan mucho al médico o al hospital, entre otras razones.

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El estudio de Michael Callen

Hacia el año 1990, el “enfermo de Sida” Michael Callen, él mismo superviviente de más de 5 años de Sida, realizó un interesantísimo estudio en “supervivientes de Sida de larga duración”, es decir, personas que sobrevivían 5 años o más después de haber sido diagnosticados como enfermos de Sida. Las conclusiones de este estudio fueron publicadas en el libro “Surviving AIDS” (Harper Collins, 1990, N. York).
El estudio tiene un indudable valor, pues no estamos hablando de personas a las que simplemente el test dio positivo, sino de personas que habían sobrevivido como mínimo 5 años tras haber tenido cualquiera de las enfermedades definitorias de Sida. ¿Qué mejor referencia, a la hora de extraer unas pautas que nos orienten, que el ejemplo de los que sobreviven más tiempo después de pasar por situaciones de lo más crítico?
Michael Callen entrevistó de modo intensivo a 48 supervivientes de Sida, como él, de más de 5 años, preguntándoles por un lado a qué atribuían ellos el hecho de mantenerse vivos y por otro lado indagando acerca de una serie de aspectos que a él le parecían importantes, consumo de fármacos o de drogas, alimentación, relaciones afectivas, familiares, relación con sus médicos e incluso aspectos espirituales.
Michael Callen no es evidentemente un médico, su libro tampoco es un estudio “científico”, pero sus conclusiones tienen un enorme valor, máxime cuando coinciden a grandes rasgos con ciertos datos epidemiológicos, hechos médicos contrastados e incluso con las conclusiones de algunos estudios científicos. Personalmente he de decir que el estudio de Callen fue para mí algo fundamental a la hora de elaborar unas pautas para aconsejar a las personas.
Se intenta aquí recoger, de un modo práctico, el espíritu de esas conclusiones, con una finalidad por así decirlo informativa o educativa, tanto para las personas consideradas erróneamente como “portadoras” como para sus familias.

Rasgos más destacados de los supervivientes a largo plazo.

Como dice Michael Callen “cada persona con Sida es única, diferente, probablemente llega a esta situación de una forma distinta, cada persona es bioquímica, biológica y genéticamente única, por eso no espero que una aproximación sirva para todas las personas con Sida, pero las pautas que encuentro me parecen en verdad sugerentes y os las comunicaré”.
Existe una “personalidad o perfil del superviviente”, según Callen, con una serie de rasgos comunes, aunque para cada uno de estos rasgos existan excepciones. Hagamos un recorrido por estos rasgos:

1) Si se tuviera que resumir con una sola palabra la característica común de estos “supervivientes”, esta sería “coraje”. ¿Nos dice esto algo nuevo? No, como todos sabemos el coraje, llámesele valor, valentía, determinación, amor por la vida, etc., es prácticamente el rasgo común en los supervivientes de cualquier situación imaginable, desde los náufragos a los supervivientes de los campos de concentración. El coraje implica una actitud positiva de esperanza, de apuesta por la vida, de creencia firme en que si bien sabemos que hemos de morir inevitablemente un día, la supervivencia a largo plazo es posible, en abierta oposición con las actitudes fatalistas, de resignación, de asumir la muerte como un hecho inevitable a corto plazo.

2) Prácticamente todos los supervivientes a largo plazo mencionaron la frase “cambios importantes en el estilo de vida”. Lo que esto quiere decir está bastante claro e implica empezar a ver, de un modo realista, el papel que uno mismo puede haber jugado en el origen de los problemas de salud que uno tiene y consecuentemente el papel que uno puede jugar en su solución. Pero especifiquemos más eso “cambios en el estilo de vida”:
- a) La mayoría dejaron las drogas, sobre todo aquellas llamadas “duras” o que crean fuerte adicción, aunque algunos no lo hicieran completamente. Es sabido por otro lado que drogas como la heroína, cocaína, abuso de alcohol y consumo de “poppers” son drogas que socavan la inmunidad.
- b) Entre los cambios en el estilo de vida, muchos supervivientes se interesaron también por los aspectos dietéticos, llevando a cabo cambios importantes en su alimentación. Hay que decir que, según el estudio, si bien estos cambios fueron importantes, en la mayoría de los entrevistados no fueron cambios demasiado radicales.

3) En el terreno de las relaciones humanas y afectivas, todos mencionan la necesidad de rodearse de personas que apoyen tu esperanza en la supervivencia, cortando si es preciso con aquellas personas que no te apoyan. Es muy interesante el hecho de que la mitad más o menos de los entrevistados mantuvieran relaciones amorosas, atribuyendo en parte su supervivencia al apoyo de sus parejas. En todo caso, las personas con Sida que no mantenían relaciones estaban dispuestas a tenerlas, de hecho las buscaban. Dada la importancia de la sexualidad en el ser humano, sobre todo en los más jóvenes, sobran comentarios. Otro detalle significativo que todos mencionan es que el hecho de conocer a otro superviviente prolongado resultó esencial para afianzar su confianza. Si nos paramos a pensarlo esto no tiene nada de misterio, no es lo mismo que te propongas hacer algo que nadie ha hecho, que hacer algo que otros ya hicieron antes, es por esta razón que los supervivientes prolongados calificaron como muy importante el conocimiento de la existencia de otros supervivientes. Esto último no es fácil a veces, visto el anonimato con que las personas llevan el estatus VIH, nadie gana nada, salvo problemas, diciéndolo.

4) Otro punto interesante es que casi todos se habían interesado por otro tipo de medicinas alternativas,
sin dejar de lado la medicina convencional. Es preciso decir que jamás se debería poner ninguna objeción a que las personas hagan aquello que les hace sentirse mejor, tanto si se considera “científico” como si no, después de todo las terapias llamadas alternativas son inocuas, es decir, no entrañan efectos adversos.

5) Decir también que la mayoría mantenía buena relación con su médico, siendo en general personas informadas, que no hacían las cosas sólo porque se lo decían, es decir, querían saber el porqué y en todos los casos querían conocer las opciones de que disponían, así como los inconvenientes y los efectos colaterales.

6) La mayoría eran personas implicadas en la lucha política para acabar con el Sida, es decir, que no se encerraban en su vida y si bien algunas personas pensamos que el mejor activismo es mantenerse sano, nadie duda de la utilidad de implicarse en la búsqueda de soluciones a los problemas, siempre que esa actividad se realice de modo responsable, sin descuidar la propia salud.

7) Michael Callen, ferviente opositor al AZT, como cualquiera que tenga dos dedos de frente y sepa un mínimo sobre esta droga, el fármaco más usado en aquellos tiempos como monoterapia o único fármaco, no esperaba encontrar una oposición semejante en los supervivientes prolongados, pero sucedió. De los 48 supervivientes, sólo cuatro habían tomado AZT alguna vez. En lo tocante a los nuevos fármacos que iban apareciendo, la mayoría mantenían una actitud de esperar y ver. Con los nuevos fármacos el panorama ha cambiado, aunque no demasiado.

8) El resultado más sorprendente para Callen fue un claro resurgimiento de la espiritualidad, con la excepción de dos casos, bien con una vuelta a la religión de su infancia en la mitad de los casos, aunque no fuese de un modo fundamentalista, o bien intentando encontrar un sentido a la vida y al sufrimiento. En todo caso estas creencias o actitudes les proporcionaban mucha tranquilidad.

 

Manuel Garrido,

para Superando el Sida

 

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