moderna (4)

9288846861?profile=originalTomado de: http://cna-spain.blogspot.com.es/2015/05/el-engano-de-la-medicina-moderna-las.html

El engaño de la medicina moderna: 

las siete razones que debes saber

 POR JOSE MIGUEL GONZÁLEZ ALLER

 

El engaño de la medicina moderna: las siete razones que debes saber

Cada vez más parece que la única verdadera enfermedad es la de creer en la medicina farmacéutica. Es como una especie de locura. 

Pensar que un producto químico sintético puede resolver todos tus problemas y poner tu vida en perfecto orden como aquellos actores que se muestra en los anuncios de televisión de las farmacéuticas. 

Cuando se trata de la salud, nuestro mundo moderno ha perdido su mente, y la así llamada ciencia respaldándolo ha perdido todo tacto con la realidad científica. 

La medicina moderna es un engaño. La ciencia ha sido abandonada para su comercialización. La seguridad se ha tirado por la ventana y ha sido reemplazado con potenciales ganancias – ganancias que van a parar a las arcas de la élite.

Aquí están los sietes motivos sobre el engaño en la medicina moderna:

 

1: El 90 % de todas las enfermedades (cáncer, diabetes, depresión, enfermedades del corazón, etc.) son fácilmente prevenibles a través de la dieta, la alimentación, la luz solar y el ejercicio. 

Ninguna de estas soluciones es promovida nunca porque no generan ningún dinero.

 

2: Casi todo el consumo de productos farmacéuticos de hoy es un resultado directo de la comercialización al público y sobornan clandestinamente a los médicos para que escriban más prescripciones

Existe muy poco consumo de medicamentos basado en el mérito científico.

 

3: No hay productos farmacéuticos que en realidad curen o resuelvan las causas subyacentes de la enfermedad. Incluso los “exitosos” medicamentos sólo controlan los síntomas, generalmente a expensas de interferir con otras funciones fisiológicas que provocan efectos secundarios en el proceso. 

No hay ninguna cosa tal como un medicamento sin efectos secundarios.

 

4: No existe ningún incentivo financiero para nadie en el sistema médico actual (compañías farmacéuticas, hospitales, médicos, etc.) para hacer que realmente las personas estén bien. 

Los beneficios se encuentran en la continua enfermedad, no el bienestar o la prevención.

 

5: Prácticamente todos los programas de “prevención” que vemos hoy en día (como las mamografías gratuitas u otros programas de detección) son poco más que planes hábilmente disfrazados de reclutamiento de pacientes. Utilizan detecciones gratuitas para asustar a la gente para aceptar tratamientos costosos y a menudo innecesarios que enriquecen a las compañías farmacéuticas

Las mamografías de cáncer de mama es una completa estafa: ¡las máquinas realmente causan cáncer!

 

6: Los médicos no saben casi nada acerca de nutrición y todavía no les enseñan nutrición en las escuelas de medicina. 

Esperar que un médico te enseñe acerca de cómo prevenir la enfermedad es algo parecido a esperando que un mecánico de automóviles te muestre cómo realizar una cirugía cerebral. 

Aunque hay algunas excepciones (médicos que ellos mismos han aprendido nutrición), la mayoría de los médicos siguen siendo analfabetos nutricionalmente ya que no tienen ninguna familiaridad con los medicamentos basados en plantas naturales encontrados en las frutas y verduras.

 

7: Nadie tiene ningún interés en tu salud excepto tú mismo. Ninguna corporación, ningún médico y ningún gobierno tienen algún deseo de que estés realmente bien. 

De hecho ellos te mantienen enfermo para que les seas más fácil de controlar y explotar económicamente. 

 

Los individuos sanos y conscientes son percibidos como una amenaza a las instituciones tiránicas de los poderes facticos, y han descubierto que la mejor manera de mantener a una nación controlada y sometida es medicarlas en todo y mantener al pueblo en un estado constante de niebla cerebral con fluoruro y diversos químicos. 

Los únicos individuos que son sanos, conscientes, de pensamiento crítico son los que están 100% libres de productos farmacéuticos y de alimentos procesados.

 

Fuente: http://www.conspiracionesocultas.es/

 

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Os presentamos el artículo del Dr. Miller, publicado en el número de primavera de este año de la revista "Journal of American Physicians and Surgeons" (http://www.jpands.org/vol20no1/miller.pdf)

 

FALACIAS DE LA MEDICINA MODERNA: La Hipótesis VIH/SIDA.

Dr. Donald W. Miller, Jr (*)

(Traducción Superando el sida)

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            La medicina moderna ha generado grandes cosas, como los antibióticos, la cirugía a corazón abierto o los trasplantes de córnea. Más tarde aparecerá la terapia antirretroviral para VIH/SIDA.

            Un ciudadano concienciado se presenta voluntario para donar sangre, pero una vez realizada la prueba del VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), resulta que es VIH-positivo. Este donante potencial será puesto bajo el tratamiento indicado en las Directrices para el Uso de Agentes Antirretrovirales en Adultos y Adolescentes Infectados con VIH-1 (1) y arrojado en un mundo médico salpicado con acrónimos del tipo CD4, ART, HIV RNA, HIV Ag/Ab, NRTI, NNRT, PI, INSTI, PrEP, y P4P4P.

            Siguiendo estas directrices del gobierno, un “proveedor de servicios médicos” pondrá a este donante de sangre sano bajo terapia antirretroviral (ART). Durante las últimas dos décadas, el tratamiento estándar para la infección VIH viene siendo un protocolo de tres medicamentos: “dos nucleósidos y otro medicamento”. Los “dos nucleósidos” (nukes) son nucleósidos inhibidores de la transcriptasa inversa (NRTI) y destructores de la cadena de ADN, como el AZT (azidotimidina-Retrovir, que también es un NRTI). El “tercer medicamento” es un no-NRTI (NNRTI), un inhibidor de la proteasa (PI) o un inhibidor de la transferencia de la cadena de integrasa (INSTI) (2).

            Estos medicamentos son tóxicos. Su uso prolongado puede causar enfermedad cardiovascular, daño hepático, envejecimiento prematuro (debido al daño que producen a las mitocondrias), acidosis láctica, cálculos biliares (particularmente con los inhibidores de la proteasa), deficiencia cognitiva y cáncer. La mayoría de la gente que los toma experimenta desagradables efectos secundarios como náusea, vómitos y diarrea.

            El AZT, el nucleósido más potente (“nuke”) en el arsenal de la ART (terapia antirretroviral), en realidad mató a unas 150.000 personas VIH-positivas desde 1987 hasta mediados de la década de 1990, después de lo cual, si se usa este medicamento se hace con dosis más bajas (3). Cuando una persona VIH-positivo que lleva mucho tiempo con la terapia antirretroviral (ART) adquiere una enfermedad cardiovascular o cáncer, los médicos culpan al virus de facilitar, o ayudar a causar, las enfermedades. Sin embargo, abundantes evidencias apoyan la conclusión opuesta: es el tratamiento antirretroviral mismo el que causa cáncer, daño hepático, cardiovascular y otras enfermedades en esos pacientes (4). Son enfermedades iatrogénicas.

            El punto de vista ortodoxo sostiene que el VIH causa SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) –una o más de un conjunto de, ahora, 26 enfermedades. Para reforzar este supuesto hecho en la mente del público, el virus de la inmunodeficiencia humana ya no se llama simplemente VIH; ahora es “VIH/SIDA”.

            La profilaxis pre-exposición (PrEP), una novedad en el control del VIH, promociona la cobertura universal con medicamentos antirretrovirales para prevenir infecciones con VIH, sobre la base de que la prevención es el mejor “tratamiento”. Sin embargo, debido a sus desagradables efectos secundarios, mucha gente deja de tomar su medicación antirretroviral. El mundo de la atención al VIH/SIDA responde a ello con el acrónimo P4P4P (pay for performance for patients). Con el P4P4P, actualmente en estudio, los pacientes reciben incentivos económicos para animarlos a seguir tomando la medicación (5).

            Podría estar equivocada la hipótesis sobre la que el multimillonario establishment médico-farmacéutico del VIH/SIDA fundamenta sus acciones? En 1987, Peter Duesberg, el profesor de la Universidad de California en Berkely que aisló el primer gen del cáncer, y quien en 1970 creó el mapa genético de la estructura de los retrovirus, publicó un artículo en Cancer Research cuestionando el papel de los retrovirus en las enfermedades y la hipótesis del VIH/SIDA en particular (6). Más tarde, en 1988, publicó otro artículo en Science titulado “HIV is not the cause of AIDS” (7). Como consecuencia, el Dr. Duesberg se convirtió en un paria para el establishment VIH/SIDA, el cual lo etiquetó de “rebelde” e “inconformista”. El colega David Baltimore lo tildó de “irresponsable y pernicioso” y Robert Gallo, codescubridor del VIH, declaró que su artículo era una “total y absoluta tontería”.

            A los escépticos de la hipótesis VIH/SIDA se les castiga y son objeto de ataques “ad-hominen”. Ahora, a cualquiera que cuestione dicha hipótesis se le etiqueta de “negacionista”, lo que se asimila a “negador del Holocausto”. Sin embargo, investigadores no-ortodoxos han venido cuestionando el paradigma VIH/SIDA desde hace 30 años; y ahora, en el siglo XXI, como dice Rebbeca Culshaw “existe sólida evidencia de que el fundamento de esta teoría es erróneo” (8).

            Una característica clave de la hipótesis VIH/SIDA es que el virus se transmite sexualmente, pero esto ocurre únicamente en 1 de cada 1.000 actos sexuales sin protección; y solamente uno de cada 275 americanos es VIH-positivo! Las prostitutas que no consumen drogas no se convierten en VIH-positivas, a pesar de su ocupación (notas 9 y 10).

            Se dice que el VIH causa inmunodeficiencia porque elimina a las células T linfocitarias. Pero las células T cultivadas en tubos de ensayo infectados con VIH, no mueren, sino que crecen y producen grandes cantidades de virus que los laboratorios usan para detectar anticuerpos al VIH en la sangre de las personas. El VIH infecta a menos de 1 de cada 500 células T del cuerpo, siendo por ello difícil de encontrar. El test VIH lo que detecta son anticuerpos al VIH, no al virus mismo. Por estas y otras razones, una creciente acumulación de evidencias demuestra que la teoría VIH del SIDA es insostenible (11).

            Un test positivo al VIH no significa necesariamente que uno esté infectado con este virus. Las vacunas de la gripe, la de la hepatitis B y la tuberculosis son sólo una muestra de las más de 70 condiciones que pueden causar un falso positivo al test de VIH. En individuos sanos, el embarazo y la descendencia africana producen tests VIH positivos. En algunas personas un test positivo puede indicar, simplemente, sin la necesidad de ningún virus, que el sistema inmune está dañado, sea por el uso de drogas recreacionales, la desnutrición o alguna otra razón (12).

            Si el VIH no causa SIDA, cuál es su causa? El artículo clásico sobre la causa del SIDA, publicado en 2003 por Duesberg et al., implica a las drogas recreacionales, la quimioterapia anti-viral y la desnutrición (13).

            Si la teoría es errónea, cómo puede persistir?  En un comentario sobre “The Origin, Persistence, and Failings of the HIV/AIDS Theory”, de Henry Bauer, el difunto Joel Kauffman escribe:

Una de las cosas más difíciles de escribir, ante los cárteles de la investigación, el control de los medios y el monopolio del conocimiento por parte de los motores financieros, es la refutación de un fraude masivo, especialmente la de un fraude relativo a la salud… Los obstáculos para abandonar el dogma quedan destacados con claridad, cuando el Dr. Bauer habla de lo casi imposible que es que tantas organizaciones se desdigan, en parte por el número récord de demandas que se producirían (14).

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            Henry Bauer, profesor emérito de química y estudios de la ciencia, y antiguo decano del Virgina Tech College of Arts and Sciences, presenta asimismo una refutación concisamente razonada de la hipótesis VIH/SIDA en un estudio online de 28 páginas, “The Case Against HIV”, con 51 páginas de referencias –que ahora mismo contienen 896 registros y que son actualizadas continuamente (15).

            En un comentario sobre el libro de Harvey Bialy “Review of Oncogenes, Aneuploidy, and AIDS: a Scientific Life and Times of Peter Duesberg”, mi colega Gerald Pollack, professor de bioingeniería en la Universidad de Washington, escribe:

El libro me recuerda que, aunque se han gastado más de cien mil millones de dólares en la investigación del SIDA, no ha sido curado ni un solo paciente –un fracaso colosal de consecuencias trágicas. En él, se explica con claridad meridiana las razones por las que la investigación del SIDA se centra tan decididamente en esta única hipótesis, excluyendo todas las demás: egos, prestigio y dinero. Los virólogos de la corriente mayoritaria han asumido el poder de la cartera, y sus intereses particulares (a veces financieros), los impulsan a suprimir cualquier objeción. Esta no es una historia inusual: las objeciones a las opiniones de la corriente mayoritaria se suprimen radicalmente por parte de los científicos de la misma que tienen interés en mantener el statu quo. No es que les haya sucedido a Semmelweis y Galileo, es que claramente está ocurriendo en la arena científica de hoy día (16).

Al adherirse a la hipótesis errónea de que el VIH causa SIDA, el gobierno de EE.UU. gasta miles de millones de dólares, anualmente, en investigación y programas sobre el VIH/SIDA -29.7 mil millones en el año fiscal de 2014. Es un derroche de dinero. Despluma al contribuyente y enriquece al establishment médico del VIH/SIDA y a las empresas farmacéuticas que fabrican los antirretrovirales. El coste anual de la atención por VIH se sitúa, de media, entre los 25.000 y los 30.000 dólares por paciente, de los cuales entre el 67 y el 70% corresponde al gasto en medicamentos antirretrovirales (17).

            Como se demuestra en la publicación de Patricia Goodson, del Departamento de Salud y Quinesiología de la Texas A&M University, con fecha 24 de septiembre de 2014, la marea está empezando a cambiar. En ella la Dra. Goodson apunta que “el establishment científico en todo el mundo rechaza reiteradamente reexaminar la hipótesis VIH-SIDA”, incluso cuando ésta se está convirtiendo en algo cada vez “más difícil de aceptar”.  Y dice:

Este artículo representa un llamamiento a la reflexión sobre la práctica de salud pública en relación con el VIH-SIDA… El debate entre científicos ortodoxos y heterodoxos abarca mucho más que una búsqueda intelectual o una escaramuza científica: es un asunto de vida o muerte. Es un problema de justicia. Millones de vidas en todo el mundo se han visto y se verán afectadas de manera significativa por un diagnóstico de HIV o SIDA. Si nosotros –los empleados de salud pública- perdemos de vista la implicación de la justicia social y la magnitud del efecto, perderemos “el propósito mismo de nuestra misión” (18).

A pesar de su amplia y prolongada aceptación, la hipótesis del VIH/SIDA está demostrando ser una falacia sustancial de la medicina moderna.

 

 

(*) Donald W. Miller, Jr. M.D. es profesor emérito de cirugía y antiguo Jefe de la División de Cirugía Cardiotorácica de la University of Washington School of Medicine. Contacto: donaldwmiller@gmail.com.

 

 

REFERENCIAS:

 

1  HHS Panel on Antiretroviral Guidelines for Adults and Adolescents—A Working Group of the Office of AIDSResearch Advisory Council (OARAC). Guidelines for the Use of Antiretroviral Agents in HIV1 Infected Adults and Adolescents. National Institutes of Health; updated Nov 14, 2014. Available at: http://aidsinfo.nih.gov/contentfiles/lvguidelines/adultandadolescentgl.pdf. Accessed Dec 15, 2014.

 

2  Bartlett JG. 10 changes in HIV care that are revolutionizing the field. Medscape HIV/AIDS; Dec 2, 2013. Available at: http://www.medscape.com/viewarticle/814712. Accessed Dec 15, 2014.

 

3  Bauer H. The Case against HIV. Available at: http://thecaseagainsthiv.net/. Accessed Dec 15, 2014.

 

4  Bauer H. The Case against HIV. Available at: http://thecaseagainsthiv.net/. Accessed Dec 15, 2014.

 

5  Bartlett JG. 10 changes in HIV care that are revolutionizing the field. Medscape HIV/AIDS; Dec 2, 2013.

 

6  Duesberg PH. Retroviruses as carcinogens and pathogens: expectations and reality. Cancer Research 1987; 47:1199-1220.

 

7  Duesberg PH. HIV is not the cause of AIDS. Science 1988;241:514-517. Available at: http://www.duesberg.com/papers/ch2.html. Accessed Dec 15, 2014.

 

8  Culshaw R. Science Sold Out: Does HIV Really Cause AIDS? Berkeley, Calif.: North Atlantic Books; 2007.

 

9  Bauer H. The Case against HIV. Available at: http://thecaseagainsthiv.net/. Accessed Dec 15, 2014.

 

10 Bauer H. The Origin, Persistence and Failings of HIV/AIDS Theory. Jefferson, N.C.: McFarland; 2007.

 

11 Bauer H. The Origin, Persistence and Failings of HIV/AIDS Theory. Jefferson, N.C.: McFarland; 2007.

 

12 Duesberg PH. Inventing the AIDS Virus. Washington, D.C.; Regnery Publishing; 1996.

 

13 Duesberg PH, Koehnlein C, Rasnick D. The chemical basis of the various AIDS epidemics: recreational drugs, anti-viral chemotherapy, and malnutrition. J Biosci 2003;28:384-412. Available at http://www.duesberg.com/papers/chemical-bases.html.

 

14 Kauffman JM. Review of The Origin, Persistence, and Failings of the HIV/ AIDS Theory by Henry H. Bauer. J Am Phys Surg 2007;12:121-122.

 

15 Bauer H. The Case against HIV. Available at: http://thecaseagainsthiv.net/. Accessed Dec 15, 2014

 

16 Pollack G. Statement on HIV/AIDS. Available at: http://www.aras.ab.ca/aidsquotes.htm. Accessed Dec 15, 2014.

 

17 Bartlett JG. 10 changes in HIV care that are revolutionizing the field. Medscape HIV/AIDS; Dec 2, 2013. Available at: http://www.medscape.com/viewarticle/814712. Accessed Dec 15, 2014.

 

18 Goodson P. Questioning the HIV-AIDS hypothesis: 30 years of dissent. Frontiers in Public Health 2014;2[Article 154]:1-11. Available at: http://journal.frontiersin.org/Journal/10.3389/fpubh.2014.00154/full. Accessed Dec 15, 2014.

 

 

 

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Fuente: http://www.naturalnews.com/053088_modern_medicine_ignorant_doctors_nutritional_illiteracy.html

 

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Miércoles 24 de febrero de 2016
por Mike Adams, the Health Ranger                                                             (Traducción: Superando el sida)


(NaturalNews) La medicina convencional es tan incompetente y destructiva que ha transformado a toda una generación de médicos de alto coeficiente intelectual en imbéciles totales cuando se trata de los principios básicos de la salud.

¿Cómo un neurocirujano altamente calificado puede morir de cáncer por carencia de vitamina D?

¿Por qué los oncólogos no tienen ni idea de los hongos medicinales (y muchos súper alimentos) que pueden ayudar incluso a prevenir y tratar el cáncer?

¿Cómo es que toda una industria ha crecido alrededor del modelo de la rentabilidad de la enfermedad prolongada en vez de la salud espontánea y la auto curación?

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En este podcast, explico por qué la medicina convencional es tan absolutamente incompetente, ignorante, arrogante y autodestructiva. La respuesta real para la salud se encuentra en la medicina holística, la nutrición y la curación de uno mismo-autorizada!


Haga clic aquí para escuchar el podcast completo

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¿Qué salió mal? Una acusación a la industria del cáncer con fines de lucro

 

 

 

 

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Publicado en LewRockwell.com - http://www.lewrockwell.com/2014/05/donald-w-miller-jr-md/hiv-is-harmless/

(Traducción: Superando el sida)

Autor: Donald W. Miller, Jr. – MD

15 de mayo de 2014

                                                  FALACIAS DE LA MEDICINA MODERNA: EL VIH/SIDA

Dr. Donald W. Miller

15 de mayo 2014

La medicina moderna ha generado grandes cosas, como la cirugía a corazón abierto y los trasplantes de córnea, pero también perjudica a la gente cuando los que la practican siguen directrices de tratamiento basadas en teorías falaces. Mi nieto se puso gravemente enfermo a los dos años de edad, cuando su corazón y riñones empezaron a fallar. Los estudios dijeron que tenía un arco aórtico infradesarrollado, denominado exactamente como hipoplasia del arco transversal de la aorta, que restringía el flujo sanguíneo en casi todo su cuerpo. Lo operó un cirujano colega mío de la Universidad de Washington, que puso a esta criatura de 10 libras de peso en la máquina de corazón-pulmón artificial, llevándolo a baja temperatura para a continuación drenarle la sangre. Con la máquina apagada y sin sangre circulando por el cuerpo durante 10 minutos –para ‘obscurecer’ lo que necesitaba hacer, el cirujano alargó el arco aórtico poniéndolo un parche pericárdico. Hoy, tres años después, este afortunado niño está sano, activo y se desarrolla con normalidad.

9288825491?profile=originalPor el contrario, para una persona que haya dado positivo a un test de VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), como puede suceder cuando un socialmente concienciado ciudadano se presenta voluntario a donar sangre y se descubre que ‘es VIH positivo’, el resultado médico será totalmente diferente. Con el resultado de este test en la mano, el médico empujará a este estupefacto individuo hacia una madriguera de conejos dentro de un mundo médico alternativo, festoneado con acrónimos como CD4, ART, HIV RNA, HIV Ag/Ab, NRTI, NNRTI, PI, INSTI, PrEP y P4P4P; un mundo adherido a los tratamientos establecidos en las 285 páginas de Directrices para el Uso de Agentes Antirretrovirales en Adultos y Adolescentes Infectados con el VIH-1. (1)

Siguiendo las directrices publicadas por el gobierno, el médico pondrá a este donante de sangre, sano, a tratamiento con terapia antirretroviral (ART), incluso si su conteo de CD4 (el número de células linfocitarias CD4-T por milímetro cúbico de sangre –una medida de inmunidad) es normal (>500). En las últimas dos décadas el tratamiento estándar para tratar la ‘infección por VIH’ consiste en un protocolo de tres medicamentos –‘dos nukes más un tercero’. Los ‘nukes’ son nucleósidos inhibidores de la transcriptasa inversa (NRTI),  destructores de la cadena de ADN, como el AZT. El ‘tercer medicamento’ un no-NRTI, un inhibidor de la proteasa, o un inhibidor de la cadena de transferencia de la integrasa (INSTI). (2)

Estos medicamentos antirretrovirales son tóxicos. Su uso prolongado puede causar enfermedad cardiovascular, daño hepático, envejecimiento prematuro (debido al daño a las mitoconcrias), acidosis láctica, cálculos biliares (especialmente con los inhibidores de la proteasa), disfunción cognitiva y cáncer. La mayoría de la gente que los toma experimenta desagradables efectos secundarios como náuseas, vómitos y diarrea. El AZT (retrovir), el más poderoso “nuke” del arsenal antirretroviral, ha matado en realidad a unas 150.000 personas ‘VIH-positivo’ desde que se empezó a usar, en 1987, hasta que se paró, a mediados de la década de 1990.(3) Cuando una persona VIH-positivo a tratamiento de largo plazo con antirretrovirales, desarrolla una enfermedad cardiovascular o cáncer, los médicos le echan la culpa al virus por ayudar a causar estas enfermedades. Sin embargo, la evidencia sustancial está de parte de la conclusión opuesta: es el mismo tratamiento antirretroviral el que causa cáncer, daño hepático, enfermedades cardiovasculares y otras en estos pacientes. En ellos se dan enfermedades iatrogénicas . (Iatro significa médico en griego y iatrogénico es el sutil término que le gusta usar a la profesión médica cuando se trata de admitir que el tratamiento prescrito por un médico, o su procedimiento diagnóstico, es el causante de la enfermedad en cuestión.)

Las autoridades médicas aseguran que el VIH causa SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), con su constelación de 26 enfermedades. Para cimentar esta verdad en la mente del público, el virus de la inmunodeficiencia humana ya no se llama ‘VIH’,  a secas. Ahora se le denomina “VIH/SIDA”. Si la teoría VIH del SIDA es verdad, un régimen de tres medicamentos antirretrovirales sería el tratamiento correcto para una persona VIH-positivo, incluso con sus efectos secundarios y toxicidad. De hecho, un nuevo avance en el tratamiento del VIH llamado profilaxis pre-exposición (PrEP), promueve una cobertura universal con medicamentos antirretrovirales para prevenir las infecciones con VIH, basado en el principio de que “tratamiento es prevención”. Sin embargo, dados sus desagradables efectos secundarios, la gente deja de tomar sus antirretrovirales. Una respuesta para esto en el mundo del tratamiento VIH, es lo que se conoce por su acrónimo P4P4P (pay for performance for patients). Con el P4P4P, actualmente en estudio, se les da a los pacientes un incentivo económico para animarlos a que tomen su tratamiento. (2)

Saliendo de este mundo y examinando la teoría VIH del SIDA con una mente abierta, se ve que esta teoría tiene numerosos fallos.

Entre ellos, una característica clave en la teoría VIH/SIDA es que el virus se transmite sexualmente. Resulta, sin embargo, que lo hace únicamente en 1 de 1.000 contactos sexuales sin protección. Las prostitutas no producen un “VIH-positivo”, a pesar de su tipo de trabajo, en la medida en que se mantengan alejadas de las drogas. Uno de cada 275 americanos es “VIH-positivo”. Por lo tanto, con esta prevalencia del VIH entre la población, la media de ciudadanos USA que no están actualmente infectados necesitaría tener 275.000 “contactos sexuales” aleatorios y sin protección para contraer el VIH.

De acuerdo con la teoría, el VIH causa inmunodeficiencia al matar a las células T linfocitarias (un tipo de célula blanca sanguínea que juega un papel clave en la inmunidad mediada por células). Pero las células T cultivadas en tubos de ensayo infectados con VIH no se mueren. Crecen muy bien y producen grandes cantidades del virus que los laboratorios usan para detectar anticuerpos VIH en la sangre de una persona. Este virus infecta menos de 1 de cada 500 células T del cuerpo, por lo que es difícil de encontrar. El test VIH detecta anticuerpos al VIH, no el virus mismo. Por ésta y otras razones hay una creciente cantidad de pruebas que demuestran que la teoría VIH del SIDA es insostenible.

Un test VIH positivo no significa necesariamente que uno esté infectado con este virus. La vacuna de la hepatitis B y la de la gripe no son sino dos de unas70 condiciones que no-constituyen-amenaza-para-la-salud, que pueden causar un resultado falso positivo en el test de VIH. Un test positivo puede simplemente indicar que el sistema inmune se ha dañado, por cualquier motivo, como por ejemplo por malnutrición o por el uso de drogas recreativas.

Henry Bauer, Profesor Emérito de Química y Estudios de la Ciencia, antiguo Dean del College of Arts and Sciences at Virginia Tech, presenta una refutación concisamente razonada de la teoría del VIH/SIDA en un trabajo online de 28 páginas, titulado  “The Case Against HIV”, con 51 páginas de referencias (896). Actualizada continuamente. (3) Un artículo clásico sobre el SIDA es “Bases Químicas de las Diferentes Epidemias de SIDA: Drogas Recreativas, Quimioterapia Anti-Viral y Desnutrición” (The Chemical Bases of the Various AIDS Epidemics: Recreational Drugas, Anti-viral Chemotherapy, and Malnutrition”) de Peter Duesberg, Claus Koehnlein y David Rasnick, publicada en el Journal of Biosciences en 2003. (4) Libros que recomiento leer sobre este tema se relacionan más abajo, en la “Lista de Lectura”.

En 40 años como cirujano cardíaco y después de practicar unas 7.000 operaciones a corazón abierto, he usado una gran cantidad de sangre procedente del banco de sangre. Retirado hace poco, me he apuntado en la Cruz Roja para donar sangre cada dos meses. En el caso improbable de que resultara “VIH-positivo” en el test, nunca dejaría que nadie me empujara dentro de la madriguera del VIH/SIDA. De ninguna manera. Sabiendo, más allá de toda duda razonable, que la teoría del VIH es falaz y que el VIH no causa SIDA, nunca consentiría ser “tratado” con medicamentos antirretrovirales.

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El VIH es un virus-pasajero. Es un inofensivo autoestopista que se apuntó al viaje. El tratamiento antirretroviral hace daño a la gente. Adhiriéndose a la teoría errónea de que el VIH causa SIDA, los miles de millones de dólares que el gobierno de los Estados Unidos gasta anualmente en programas VIH/SIDA e investigación (29.7 mil millones de dólares para el año fiscal 2014) no son más que un derroche de dinero. Despluma al contribuyente y enriquece a las empresas de medicamentos que hacen los antirretrovirales, y al “establishment” médico del VIH/SIDA. El coste anual para el tratamiento del VIH oscila entre 25.000-30.000 dólares por paciente, de los cuales entre el 67-70% se gastan en medicamentos antirretrovirales. (2)

El Dr. Ignaz Semmelweis (1818-1865), llamado el “salvador de las madres”, se empeñó en reducir la alta incidencia de mortalidad materna, producida por septicemia puerperal, consiguiendo que sus colegas se lavaran las manos, especialmente al salir del laboratorio de autopsias, antes de atender el parto. Defendió esta práctica antes de que se conociera la importancia de la antisepsia. La comunidad médica de entonces se sintió agraviada, rechazó su consejo y él sufrió el desprecio. Decirle a los médicos del VIH/SIDA que deberían parar de dar antirretrovirales a sus pacientes “VIH-POSITIVO” y que esto les permitiría llevar una vida más sana, es como decirle a los médicos del siglo XIX que, con que únicamente se lavaran las manos antes de atender un parto, la mortalidad materna caería sustancialmente (de más de un 10% sin lavado de manos, a menos del 1%, lavándolas).

El Ignaz Semmelweis del VIH/SIDA es Peter Duesberg (1936-). En 1970 fue loado por definir bioquímicamente el primer oncogene retroviral (junto con su compañero Peter Vogt), en pájaros. Fue una estrella en alza con potencial de premio Nobel en investigación virológica, hasta que publicó un artículo en Science, en 1987, titulado “El VIH No Es la Causa del SIDA” (“HIV is Not the Cause of AIDS). Después se convirtió en un paria para el “establishment” del VIH/SIDA, no obstante siguió realizando su influyente trabajo, tanto en la investigación del SIDA como del cáncer. (Más sobre el Dr. Duesberg en mi artículo en LRC (Lewrockwell) sobre él, titulado “Un Copérnico Contemporáneo: Peter H. Duesberg” (“A Modern-Day Copernicus: Peter H. Duesberg.” (6)

Llegará un momento que el “establishment” del VIH/SIDA ya no podrá ser capaz de tapar el hecho de que la teoría VIH está equivocada. Kary Mullis, ganador del Premio Nobel por inventar la reacción en cadena de la polimerasa, usada para medir la “carga viral de VIH”, lo dice así: “Dentro de unos años, la gente verá nuestra aceptación de la teoría VIH del SIDA tan estúpida como vemos nosotros ahora a los que excomulgaron a Galileo”. Y la profesión médica mirará al pasado, lamentándose de haber prescrito medicamentos antirretrovirales tóxicos a la gente que era “HIV-positivo”.

(Seguirán más falacias de la medicina moderna)

Nota de Superando El SIDA: Las REFERENCIAS y la LISTA DE LECTURA en internet:

http://www.lewrockwell.com/2014/05/donald-w-miller-jr-md/hiv-is-harmless/

 

 

 

 

 

 

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