que (6)

LO QUE DEBES SABER

 

 

 

El modo como la “ciencia del vih-sida” detecta los supuestos contagios, sea por la vía que sea (sanguínea, sexual…), es el mal llamado test de vih (en referencia al test ELISA, llamado de exploración y al W. Blot, llamado de confirmación).

 

Pues bien, hay una cosa, mejor dicho varias, que todo el mundo, en especial aquellas personas que han dado positivo en este fraude de test llamado de vih, deberían saber:

 

- 1 Estos tests no detectan, ni pueden detectar, al ente (todo parece indicar que imaginario), llamado vih. Más adelante se explica por qué.

 

- 2 Se trata, como se explica también más adelante, de un test totalmente inespecífico, que detecta aumentos de anticuerpos en sangre, anticuerpos que al parecer son de todo tipo o de muchos tipos.

 

- 3 Lo anterior echa por tierra el cuento chino de los llamados “grupos con prácticas de riesgo”, pues al final, la única práctica de riesgo aquí, sea voluntaria o no, es hacerse el test, según se explicará.

 

- 4 Resultar positivo en esos tests es más fácil de lo que se pueda pensar, sin necesidad de práctica de riesgo ninguna: sólo tienes que tener un sistema inmune sano, es decir, un sistema inmune que reaccione normalmente produciendo anticuerpos ante situaciones que lo estresen o estimulen y hacerse ese test veinte días o un mes después de haber pasado por una situación que estrese o estimule el sistema inmune, como un contacto infeccioso del tipo que sea o una vacunación, bastando para ello una simple gripe semanas antes de hacerse el test.

 

- 5 Un ejemplo que tira irremediablemente por tierra el mito de los grupos de prácticas de riesgo (homosexuales, adictos drogas vía iv, relaciones sexuales…), es lo que pasa con los niños hijos de madres seronegativas, (por supuesto, niños que no hubieran recibido transfusiones). Según la teoría del virus del sida, se trata del grupo poblacional donde no cabría esperar ningún resultado positivo, lo que no es el caso, ya que hemos visto casos de niños donde se dan estas circunstancias de no tener nada que ver con ninguna de las consabidas situaciones de riesgo y sin embargo resultar positivos en el test, en unos casos tras una infección (puedes ver aquí uno de estos casos) y en otros posiblemente debido a una de las múltiples vacunaciones que se llevan a cabo en estas edades. La razón de que estos casos no sean más frecuentes, o más conocidos, es porque en los niños no se suelen pedir estos tests, al contrario de lo que sucede con los llamados grupos con prácticas de riesgo, homosexuales, adictos drogas vía iv...donde hay más casos de resultados positivos sencillamente porque son grupos donde el test se pide más. En resumen, que si ahora nos diera por hacerle el test de vih a cualquier niño un mes después de una infección o de una vacunación, nos íbamos a quedar asustados con la cantidad de positivos.

 

En cuanto al supuesto aumento en el llamado sida heterosexual no hace más que traducir el hecho de la generalización de ese test, a más tests, más resultados positivos y si no eres homosexaual o adicto a drogas iv... se supondrá que te has contagiado por relaciones sexuales.

 

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EL TEST NO DETECTA EL CONTACTO CON EL VIRUS

 

 

Profundizando un poco más en este tema de los tests mal llamados de vih, mal llamados porque si algo no detectan estos tests, independientemente de cuál sea su modalidad, (sean test de antígenos, de anticuerpos, como el ELISA y el W. Blot, tests de carga viral con PCR, o tests de últimísima generación), es el contacto con el ente al que han dado en llamar “virus VIH”.

 

Que los tests no sirven para detectar ese “virus” lo reconocen las propias casas farmacéuticas que comercializan esos tests en los folletos de instrucciones, ahora bien, no lo dicen claramente pues los tests no se venderían, pero al mismo tiempo se ven obligadas a decirlo para precaverse de demandas judiciales. ¿Solución? Pues decirlo, pero de un modo oscuro, muy técnico, que pocos entiendan. Así, este es el aviso que hacen en los folletos de instrucciones de los tests (si bien esto se refiere a los tests ELISA, como se verá más adelante, esto que se dice para los tests ELISA es extensible a absolutamente todos los tests relacionados con el supuesto virus): “De momento no hay estándard reconocido para establecer la presencia de anticuerpos vih en sangre humana”.

 

Es importante entender qué es el estándar y lo que implica la frase “de momento no hay estándar reconocido para establecer la presencia de anticuerpos anti vih en sangre humana”.

 

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Cuando se diseña un test que nos va a servir para la detección de un virus (de tal modo que si da positivo se va a considerar a la persona como infectada y con capacidad de contagiar), tenemos que comprobar, antes de usar ese test en la población, que en las personas que dan positivo se encuentra el virus en su sangre. Eso quiere decir que el estándar de un test, aquello con lo que el test se valida, es el propio virus. Al decir que no existe estándar lo que se nos está diciendo es que los tests no se han validado, antes de usarlos en la gente, con la propia detección del virus en la sangre de quienes dan positivo, en una palabra que los tests no sirven para la finalidad que se nos dice. La respuesta a este enorme absurdo hace referencia a otro hecho clave y fundamental: que el mentado virus nunca se ha visto en la sangre humana, es decir, nadie hasta la fecha ha aportado ninguna prueba sólida de su existencia.

 

Pero, como lo que dice la compañía Abbot, en referencia al test ELISA, es algo que sucede con todos los tipos de tests, sean de anticuerpos, de antígenos o de carga viral con PCR, de primera o de muy última generación, no existe ningún test que pueda decirte si estás infectado por el ente que llaman VIH, como declara el Dr Rodney Richards, que trabajó en la elaboración de los primeros tests de vih que se comercializaron. 

 

 

 

SI NO DETECTA EL VIRUS, ¿QUÉ DETECTA ENTONCES EL TEST DE VIH?

 

 

En la misma entrevista citada el Dr Rodney Richards explica qué es lo que el test detecta (aquí nos referimos a los más usados, que son los tests de anticuerpos ELISA y W Blot), y lo que detectan estos tests, según él, es un aumento en sangre de unas proteínas llamadas gammaglobulinas, ¿Y qué son las gammaglobulinas? Pues muy sencillo: los anticuerpos son gammaglobulinas, así que estos tests detectan aumentos en sangre de la tasa de anticuerpos.

 

A nosotros siempre nos dijeron que el test detectaba anticuerpos contra el vih con un altísimo grado de fiabilidad y ahora resulta que el test no sólo no detecta anticuerpos contra el vih sino que es un test totalmente inespecífico que detecta aumentos en sangre de anticuerpos de todo tipo o de muchos tipos.

 

Esto se corresponde con la relación de causas, documentadas en la literatura médica, que pueden dar resultados positivos en esos tests de anticuerpos. Cuando uno echa un vistazo por encima a esas causas una cosa salta a la vista, que en general (aunque no son las únicas) se trata de situaciones donde cabe esperar un aumento en la tasa de anticuerpos en sangre (contactos infecciosos varios, vacunaciones, enfermedades autoinmunes, contacto con proteínas extrañas…).

 

 

 

EL EXPERIMENTO DEL DR GIRALDO

 

 

El Dr Roberto Giraldo (q. e. p. d.), eminente médico colombiano experto en inmunodeficiencias, llevó a cabo un interesantísimo experimento de laboratorio que corrobora parte de lo expuesto hasta aquí con respecto al test (http://www.free-news.org/rgiral01.htm).

 

El Dr Giraldo se fijó en que los tests de anticuerpos para las distintas enfermedades (hepatitis, herpes, CMV…), que consisten en poner en contacto el suero que queremos analizar con las proteínas antigénicas o material del virus, se llevan a cabo con suero sin diluir o con diluciones muy bajas, mientras que en el caso de los tests de anticuerpos para el vih, como es el caso del test ELISA, se realizan con el suero muy diluido en soluciones muy altas. Giraldo se preguntó qué pasaría si, en vez de usar el suero muy diluido en disoluciones muy altas, como se hace habitualmente en el test de vih, se usara el suero sin diluir, así que llevó a cabo el experimento y resultó que absolutamente todas las muestras daban positivo, lo que implica que el test detecta algo que todos tenemos, (¿Anticuerpos de todo tipo o de muchos tipos?). Ahora bien, si llevamos a cabo el análisis como se hace habitualmente con estos tests, es decir, con diluciones muy altas, y resulta que sólo unos pocos dan positivo, ¿Qué significa eso? Pues significa que las personas que dan positivo en los tests de vih tienen en su sangre lo mismo que todo el mundo (posiblemente, como se ha dicho, anticuerpos de todo tipo o de muchos tipos), sólo que en mayor cantidad.

 

 

 

TODA PERSONA QUE HA SIDO ETIQUETADA COMO VIH+ DEBERÍA REPETIRSE EL TEST

 

 

De todo lo expuesto hasta aquí con relación a lo que llaman test de vih se deduce que si a todo el mundo se nos hiciera el test de vih a lo largo de la vida (en especial si se nos hiciera tras contactos infeccioso o tras vacunaciónes), es muy posible que en un momento dado todos resultáramos positivos en ese fraude de test.

 

Decir también que cabe la posibilidad de que ese test, que detecta aumentos en la tasa sanguínea de anticuerpos, pueda volverse negativo con el tiempo, si esa tasa de anticuerpos desciende, lo que significa que si bien desde el punto de vista de la salud no tiene mayor relevancia (sobre todo para quien está debidamente informado), sí que puede tener una gran trascendencia porque, además de abrir la posibilidad de plantar una denuncia por los daños ocasionados por esa etiqueta, va a suponer que los médicos te dejen de considerar como una persona “infectada por el vih”, con todo lo que eso implica, no hay que olvidar que la principal causa de muerte en las personas etiquetadas como vih+ son los errores y malas prácticas médicas que se llevan a cabo con ellas, en base a diagnósticos y tratamientos equivocados.

 

Aclarar que no se suelen aceptar las solicitudes para repetirse el test, bien sea porque ese test es considerado como muy fiable, o por temor a que pueda resultar negativo con las demandas que supondría, que creo es la principal razón, de ahí que, como dice el Dr Rasnick, una vez pasado un tiempo (mínimo ocho meses o un año), es buena práctica repetir el test en sitio distinto al de la primera vez.

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El SIDA no tiene nada que ver con el sexo (Dr Rasnick)

Carta del Dr. David Rasnick al editor del British Medical Journal el 20 de enero de 2003

Fuente https://www.bmj.com/rapid-response/2011/10/29/sex-has-nothing-do-aids?fbclid=IwAR3Gc9bLfmSyibfwT-7_JI31TOU9ALJq79yrR2NbqLYJABtFnTmd0eQMqNQ

                                                                                                    (Traducción Superando el sida)

                                                                                    9288858075?profile=original

Estimado editor,


Reto al Dr. Gareth Lloyd a que
aporte los nombres de las personas que han documentado la demostración de que el SIDA (o incluso el VIH) se transmite sexualmente. No conozco tal estudio. De hecho, la literatura científica y médica está plagada de evidencias de que ni el SIDA ni el VIH se transmiten sexualmente. Sólo se supone.


Los resultados del mejor estudio científico del mundo que intentó medir la eficacia de la transmisión heterosexual de anticuerpos contra el VIH fueron constatados por Nancy Padian y sus colegas
(Padian NS, et al. 1997: transmisión heterosexual del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en el norte de California: resultados de un estudio de diez años. Soy J Epidemiol 146: 350-7).


El resultado más sorprendente del estudio de diez años es que Padian et al. n
o observaron ninguna pareja sexual VIH negativa que se volviera VIH positiva en años de relaciones sexuales sin protección con sus parejas VIH positivas.


Repito: NINGUNA pareja sexual VIH negativa se volvió positiva durante
los 10 año de estudio. Por lo tanto, la eficiencia de transmisión observada fue CERO.


Sin embargo, para evitar reportar una eficiencia cero para
la transmisión sexual del VIH, Padian y sus colegas asumieron que los compañeros sexuales VIH+ en su estudio deben haberse vuelto positivas a través de las relaciones sexuales antes de ingresar al estudio. Basándose en esa suposición, calcularon que una mujer VIH negativa tendría que tener 1000 relaciones sexuales con hombres VIH positivos para de volverse VIH positiva.


Aún más sorprendente, los hombres VIH negativos tendrían que tener 8000 contactos
sexuales para volverse VIH positivos.

- Idénticos resultados ha sido reportados por otros (Gisselquist, D., et al., Las Infecciones por VIH en África Subsahariana no se explican por transmisión sexual o vertical. Int J STD SIDA, 2002. 13: p. 657-666; Jacquez, J.A., et al., Papel de la infección primaria en epidemias de infección por VIH en cohortes homosexuales. J adquirir inmune Defic Syndr, 1994. 7: p. 1169-1184).


Vistas estas cifras y, dado que los Centros para el Control de Enfermedades estiman que un millón de estadounidenses tienen anticuerpos contra el VIH, se plantea un serio problema para la transmisión sexual del VIH. Ya que hay alrededor de 280 millones de hombres y mujeres en los Estados Unidos, eso significa que en promedio una mujer negativa tendría que tener relaciones sexuales al azar 140,000 veces (y un hombre ocho veces ese número) para volverse VIH positiva (suponiendo una distribución equitativa del VIH entre los sexos).

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A continuación hay ejemplos adicionales en la literatura de que ni el SIDA ni el VIH se transmite sexualmente:


- Ninguno de los esposos de mujeres VIH positivas se volvió positivo para anticuerpos
al VIH durante un período de tres años. (Lancet ii: 581 (1985), Stewart et al.}


- No se observó transmisión del VIH entre parejas en las que tod
as las mujeres eran VIH positivas y en las cuales tuvieron lugar al menos 100 contactos sexuales. (JAMA 259: 3037 (1988), Padian et al.).


- Después de una media de 3-1/2 años de relaciones sexuales sin protección, con un promedio de 50 encuentros sexuales por año, solo una esposa hemofílica se convirtió
en VIH positiva (American Journal of Medicine 85: 472 (1988), Kim et al.)


- No hay transmisión de anormalidades
en las células T de hemofílicos con SIDA a sus esposas. (JAMA 251: 1450 (1984), Kreiss et al.)


- "El número de heterosexuales estadounidenses y europeos que han tenido relaciones sexuales con una prostituta, que no tiene
n ningún otro factor de riesgo reconocido otro riesgo admitido (como el abuso de drogas), y que posteriormente han desarrollado anticuerpos al VIH se puede contar con los dedos de una mano. El sexo con una prostituta ni siquiera figura en la categoría de riesgo de los CDC estadounidenses "(Rethinking AIDS, Root-Bernstein (1993) "Las prostitutas que no abusan de drogas no tienen mayor riesgo de SIDA que otras mujeres "(SIDA: la segunda década, informe de la Academia Nacional de Ciencias USA (1990)


- Lo mismo se cumple en el caso de las prostitutas en Alemania, Zurich, Viena, Londres, París, Pardenone (Italia) y Atenas. (Klinische Wochenschrift 65: 287 (1987), Luthy et al .; Wiener Klinische Wochenschrift 98: 697 (1986), Kopp & Dangl-Erlach; Lancet ii: 1424 (1985), Brenky-Fandeux y Fribourg- Blanc; British Medical Journal 297: 1585 (1988), Day y col .; Scand J Infect Dis 21: 353 (1988), Hyams et al.)

- La aparición repetida de SIDA (anticuerpos contra el VIH) en usuarios de drogas de todo el mundo no es una casualidad (Duesberg, P.H. y D. Rasnick. El dilema del SIDA: Enfermedades causadas por las drogas atribuidas a un virus pasajero. Genética 1998. 104: p. 85-132).


David Rasnick, PhD

Miembro del Panel Asesor sobre el SIDA de Mbeki
Departamento de Biología Molecular y Celular,
Universidad de California en Berkeley,
Berkeley, CA 94720


Conflicto de intereses: Ninguno

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La carta que Luc Montagnier nunca escribió

Esta es la carta que Luc Montagnier debería haber escrito pero nunca escribió, donde se exponen las contradicciones existentes en el aislamiento del ente llamado VIH.

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Carta abierta de Luc Montagnier a la Fundación Nobel

Fuente: https://www.lahaine.org/mundo.php/entrevista_a_rash_madrid

9288854658?profile=originalx Luc Montagnier / Agencias

                                                                                             Traducción: Jesús García Blanca*.

La más elemental ética científica nos impide aceptar el honor que nos hacen

 

6 de octubre de 2008.

Apreciados señores:

Acabamos de enterarnos de que esa institución ha decidido concedernos la mitad del Premio Nobel de Medicina 2008 a la Dra. Françoise Barré-Sinoussi y a mí “por el descubrimiento del virus de inmunodeficiencia humana”[1].

Ante todo, queremos trasladarles nuestro agradecimiento por el honor que nos hacen y decirles que entendemos este galardón como un intento por parte de la Fundación de contribuir a la lucha contra una de las más graves pesadillas de nuestro tiempo: el SIDA. No obstante, en nombre de la Dra. Barré-Sinoussi y en el mío propio debo comunicarles que no vamos a aceptar el premio por las razones que paso a exponerles.

En 1983, el equipo que yo lideraba en el Instituto Pasteur realizó efectivamente los experimentos a los que ustedes se refieren en su nota de prensa[2], en los cuales detectamos determinadas partículas y actividad de Retrotranscriptasa.

Llevados por nuestro entusiasmo, por el afán de hacer una contribución esperanzadora a tantos enfermos y –debo confesar ahora- por nuestros prejuicios profesionales como Virólogos, quizá nos precipitamos al atribuir esos dos indicios a la actividad de un retrovirus.

No tuvimos en cuenta que desde 1972 se sabe que la Retrotranscriptasa es una enzima que aparece habitualmente en determinados procesos de células normales[3], por ejemplo si se ven sometidas a situación de stress; y esas eran precisamente las condiciones que nosotros habíamos creado en nuestro laboratorio[4].

En cuanto a las partículas, es probable que en realidad observáramos “vesículas de transporte”. Existe suficiente literatura científica que documenta la presencia de estas partículas en procesos celulares relacionados también con el stress. Los trabajos de los equipos de Gluschankof y Bess publicados en 1997 confirmaron de alguna manera nuestra distracción. En efecto, lo que obtuvieron los dos equipos tratando de purificar VIH no fueron retrovirus, sino vesículas celulares humanas[5].

Permítanme señalar en nuestro descargo que cerrábamos nuestro artículo publicado en la revista Science en mayo de 1983 diciendo: “el papel de este virus en la etiología del SIDA queda por determinar”[6]. Hasta donde sabemos, el reto continúa pendiente. En este sentido, yo mismo he venido apuntando desde 1992[7] la posibilidad de que el stress oxidativo u otros factores podrían incidir en el desarrollo de la enfermedad[8].

De hecho, tanto Robert Gallo como yo mismo realizamos entre 1985 y 1991 una serie de experimentos de los que se desprendía que el VIH por si mismo no destruye las células T4, que el VIH sumado a agentes oxidantes sí destruye los T4, y que los agentes oxidantes sin el VIH destruyen asimismo los T4. Sin embargo, por una u otra razón, no llegamos a sistematizar estos hallazgos y obtener conclusiones definitivas[9].

Es muy posible que el desagradable affaire del Dr. Gallo y las complejas consecuencias que tuvo, junto con las presiones de alto nivel político y económico que suscitaron, fueran determinantes a la hora de mantener una causa vírica más allá de lo científicamente recomendable.

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No obstante, en 1997, en una entrevista[10] que concedí al periodista francés Djamel Tahí en el Instituto Pasteur, expliqué que “el análisis de las proteínas del virus requiere producción masiva y purificación”. Y reconocí que no habíamos purificado. Ante la insistencia del periodista en precisar nuestros trabajos de 1983, le dije: “Repito, no purificamos”. Y le expliqué que no habíamos publicado microfotografías electrónicas del VIH, porque “incluso después de un esfuerzo de romanos” no habíamos podido ver partículas con “morfología de retrovirus”.

La más elemental ética científica nos impide por tanto aceptar el honor que nos hacen. No obstante, y con el fin de mantener el propósito que entendemos los llevó a tomar esta decisión, es decir, contribuir a la lucha contra un terrible problema de salud, nos permitimos sugerirle que concedan el premio a todos aquellos científicos, médicos, abogados, periodistas y activistas en general que vienen planteando alternativas críticas al problema[11], y que la parte económica la destinen a sufragar estudios clínicos con los tratamientos que de estas alternativas se derivan.

Sin otro particular, reciban un cordial saludo.

L.M. Md.

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* El pasado 6 de octubre una nota de prensa de la Fundación Nobel informaba de que la mitad del Premio Nobel de Medicina 2008 se concedía a la Dra. François Barré-Sinoussi y al Dr. Luc Montagnier por “el descubrimiento del virus de inmunodeficiencia humana”. Puesto que ninguno de los dos ha reunido hasta ahora las fuerzas suficientes para escribir una carta de rechazo del premio, me he visto en la obligación de hacer un trabajo que excede las labores de un traductor. Ironías aparte, es importante saber que se están preparando iniciativas a nivel internacional con el objetivo de impedir que este premio se entregue y de abrir un debate definitivo sobre el asunto VIH/SIDA que permita esclarecer la verdad tras 27 años de engaños y manipulaciones[12].

Notas

[1] http://www.nobelprize.org/nobel_prize/medicine/laureates/2008/.

[2]http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/medicine/laureates/2008/press.html.

[3] Entre otros estudios: LAUERMANN, V. DNA repair by recycling revers transcripts. Nature, vol. 386, 6 march 1997. Ver también las referencias 2-4 del artículo citado en la nota siguiente.

[4] Para un análisis detallado y riguroso de lo que hizo el equipo de Montagnier en 1983 y otros equipos que posteriormente afirmaron haber aislado o cultivado el VIH, ver: http://www.theperthgroup.com/Nobel/Montagnier1983Paper.pdf.

[5] Gluschankof, P., Mondor, I., Gelderblom, H.R., Sattentau, Q.J. Cell membrane vesicles are a major contaminant of gradient-enriched human immunodeficiency virus type-1 preparations.Virology. 1997; 230:125-133. Bess, J.W., Gorelick, R.J., Bosche, W.J., Henderson, L.E. et al. Microvesicles are a source of contaminating cellular proteins found in purified HIV-1 preparations.Virology. 1997; 230:134-144.

[6] BARRÉ-SINOUSSI, F., CHERMAN, J.C., et al. Isolation of a T-lymphotropic retrovirus from a patient at risk for acquired inmune deficency síndrome (AIDS). Science, 1983; 220:868-71.

[7] “Casualmente”, Montagnier recibió en 1991 una comunicación personal de la Dra. Eleni Papadopulos que incluía los trabajos que ella y posteriormente el Grupo de Perth (www.theperthgroup.com) que dirige venían publicando en diversas revistas científicas refutando la teoría viral y planteando –desde 1988- el stress oxidativo como causa de los problemas de salud metidos en la etiqueta SIDA (junto muchos otros) y como explicación racional de lo que pasó en los experimentos de Montagnier, Gallo y otros. Montagnier prometió responder pero jamás lo hizo (http://www.theperthgroup.com/Nobel/Montagnier1983Paper.pdf).

[8] “Creo que ahora deberíamos centrarnos en los cofactores igual que lo hemos hecho en el VIH”. Intervención de Luc Montagnier en la Octava Conferencia Internacional sobre el SIDA, Ámsterdam, julio 1992. Publicado en Replantear el SIDA, monográfico de la Revista de Medicina Holística, num. 33-34, Madrid, AMC, 1993. “[la causa de] enfermedades oportunistas y cánceres […] es debida principalmente al descenso de células T4 [y este descenso a] potente stress oxidativo [el cual] existe incluso en individuos no infectados a causa de la malnutrición”. Intervención de Luc Montagnier ante el Parlamento Europeo, 8 de diciembre de 2004, recogido en PIETTEUR, M. (editor). Le SIDA en Afrique, Belgique: Collection Resurgence, 2004, p. 179.

[9] Quien sí ha sistematizado esos hallazgos y ha sacado las conclusiones definitivas es el Equipo de la Dra. Papadopulos: son los agentes oxidantes los que provocan la caída de T4. Ver: PAPADOPULOS-ELEOPULOS, E., TURNER, V.F., PAPADIMITRIOU, J.M., PAGE, B.A.P., CAUSER, D. Montagnier, T4 cells (acquired immune defficiency) and our oxidative theory of “HIV/AIDS” (www.theperthgroup.com/Nobel/Montagnier).

[10] Continuum, vol. 5, núm. 2, invierno, 1997/98 pp. 30-34 (http://www.virusmyth.com/aids/continuum/v5n2.pdf).

[11] Ver: http://www.theperthgroup.com/index.shtml, www.virusmyth.comwww.robertogiraldo.com, www.plural-21.org, http://replantearelsida.blogspot.com y http://saludypoder.blogspot.com, entre otras.

[12] Para más información o contribuciones, ver: http://hivskeptic.wordpress.com/.

keffet@gmail.com

Texto completo en: https://www.lahaine.org/entrevista_a_rash_madrid

 

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Fuente: http://www.aldeaviral.com/los-pensamientos-curan-mas-que-los-medicamentos/

Reclama una nueva medicina, la que tenga en cuenta la capacidad de curar de la energía, mucho más eficaz que los medicamentos. Bruce Lipton (Estados Unidos, 1944) ha conseguido aunar ciencia y espíritu. No es poco mérito el suyo si tenemos en cuenta lo “alérgicos” que son los científicos a los temas trascendentales. Es doctor en Biología Celular y fue pionero en la investigación con células madre. Sus estudios sobre la membrana celular y las modificaciones de las células según el entorno sentaron las bases de la nueva epigenética. Sus descubrimientos (que iban en contra de la opinión científica establecida de que la vida es controlada por los genes) y el estudio de la física cuántica le han llevado a criticar duramente la medicina convencional. Es autor de libros como La biología de la creencia y La biología de la transformación.

 

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Usted asegura que la medicina convencional va por muy mal camino. ¿Tan peligrosos son los medicamentos que nos recetan?

Nos dan medicamentos para la enfermedad, pero esto causa muchos problemas en el cuerpo. Porque esta medicina basada en la farmacología no entiende cómo está interrelacionada toda la bioquímica del organismo. Cuando tomo una pastilla química y la introduzco en mi cuerpo, no solo afecta a aquel lugar donde tengo el problema, sino que afecta a muchas otras cosas a la vez. Son los llamados “efectos secundarios”. Pero, en realidad, no son secundarios sino directos. No entienden que el efecto de las drogas no solo crea un efecto sino múltiples. Según las estadísticas en EEUU, ¡los fármacos matan allí a más de 300.000 personas cada año! Y esas personas son muchas más que las que mueren por tomar drogas ilegales. Hay algo que no funciona en la ciencia médica. Hace algunas cosas bien, como la traumatología, pero está matando a mucha más gente de la que ayuda. Tiene que aprender cómo funcionan las células.

¿Y qué ha descubierto sobre las células pero que no tiene en cuenta la medicina?

Yo ya trabajaba con ellas en los años 60. Fui un pionero porque en esa época había muy poca gente trabajando en ello. Y un experimento que hice en esa época cambió la idea que tenía del mundo. Puse una célula madre en un plato petri y, como cada diez horas se divide en dos, al cabo de dos semanas, tenía miles de células, todas idénticas. Luego cogí algunas de ellas, las coloqué en otro plato y cambié el entorno celular (son más como peces porque viven en un entorno fluido). Cambié la química en ese plato y ahí formaron músculo. Después, cogí otras del primer plato y las puse en un entorno diferente, y se formó hueso, y otras se convirtieron en grasa al volver a cambiar el entorno. Entonces, la pregunta es muy sencilla, ¿qué controla el destino de las células? Todas eran idénticas, lo único que era diferente era el entorno. Cuando cojo células sanas y las coloco en un entorno nocivo, la células enferman y mueren. Si un médico las mirara, diría: “¿Qué medicina hay que darles?” ¡Pero no hace falta ninguna medicina! Les cambias el entorno nocivo, las colocas en uno sano y saludable y las células sanan. Los humanos somos una comunidad de 50 trillones de células, por tanto, la célula es el ser viviente y la persona es una comunidad. ¡El humano es un plato petri cubierto de piel!

¿Cuál es el entorno de la célula que hay que cuidar?

Dentro de mí hay 50 trillones de células y el entorno celular para nosotros es la sangre, por ello la composición de la sangre cambia el destino de la célula. ¿Y qué controla la sangre? Pues el sistema nervioso, que crea una química diferente según el sistema exterior. La célula y el ser humano son la misma cosa. Por ello, si pongo al ser humano en un entorno nocivo, igual que la célula, también enferma. Si lo trasladas a un entorno sano, entonces sana. Por tanto, la medicina culpa a las células por la enfermedad y trata de cambiar la química de las células, pero ese no es el problema, el problema es el entorno. Y si cambias a la persona de entorno, sin medicamentos, el cerebro cambia la química. El cerebro de la célula y el de la persona leen y entienden el entorno.

En un entorno sano, ¿nos curamos automáticamente? ¿Así de fácil?

No es tan fácil, porque la mente interpreta. Puede suceder que estemos en un entorno muy sano y que la mente lo lea como un entorno negativo o perjudicial. Entonces crea una química que hará a mi cuerpo enfermar. La diferencia entre la célula y el ser humano es que este tiene una mente que hace una interpretación y la célula lee el entorno directamente. Si metes un programa con errores en la mente, entonces la química que genera no está en armonía con la vida. Y esto nos sirve para entender cómo funciona un placebo. Cambio mi creencia y pienso que esto me va a sanar, tomo una píldora porque creo que esto me va a traer salud, y me mejora y me sana, pero la píldora podría ser de azúcar, en realidad no ha hecho nada, han sido mis creencias. Y a eso lo llamamos pensamientos positivos y efecto placebo.

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¿Está diciendo que el efecto placebo –creer que algo nos sanará– es más curativo que un medicamento? Pero no hay casi investigaciones sobre eso.

Sí, tienes razón. ¿Eres consciente de que hay más de una manera de hacer energía sin tener que depender del petróleo? Pero seguimos dependiendo del petróleo porque no interesa el cambio a los que controlan la energía. Lo mismo pasa con las empresas farmacéuticas. Venden fármacos y ¿poder sanar sin fármacos es bueno o malo para la industria farmacéutica? No quieren que sanes sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner energía en una cápsula? Si fuera así, las farmacéuticas intentarían vendértela. Si puedo sanar sin usar medicamentos, la industria que los produce no gana dinero. Deberíamos poder decir que la ciencia está separada de la industria farmacéutica, pero no es así, porque con el dinero de esta se paga el desarrollo de la ciencia, y ese dinero solo va esos estudios que dicen que las drogas funcionan. El dinero controla la ciencia.

Explíquenos cómo funciona ese poder que dice que tiene la mente para la autocuración.

He hablado de que la mente controla: si piensa de una manera, se va en una dirección y, si piensa de otra, se va en otra. Por ejemplo, cierro los ojos, los abro y veo a alguien a quien amo. Entonces mi cerebro segrega dopamina, oxitocina, etc. Lo puedo sentir en mi cuerpo, puedo sentir el amor, y esa química trae salud a las células. Por eso, quien se enamora se siente tan bien. Pero si abro los ojos y veo algo que me asusta, segrego hormonas del estrés. Y estas hacen dos cosas. La primera es que frenan el crecimiento del cuerpo. Porque si me está persiguiendo un león, necesito toda la energía para poder escaparme, y mi organismo apaga todo lo que no sea imprescindible para correr más rápido, así que se paraliza todo lo que tiene que ver con el crecimiento. La gente no lo sabe, pero tienes que crecer todos los días, porque, si no, te mueres. Cada día cientos de billones de células mueren y tienes que ir produciendo nuevas. Cada tres días, el sistema digestivo renueva sus células, pero si se intefiere con ese crecimiento, entonces no puedo estar sano porque estoy perdiendo demasiadas células al día, por eso la quimioterapia hace que se caiga el pelo y crea problemas de digestión, porque mata todas las células, no solo las del cáncer. La segunda consecuencia de las hormonas del estrés es que se cierra todo aquello que usa energía, y el sistema inmunitario usa muchísima energía: cuando estás enfermo, te sientes muy cansado porque tu energía la está usando el sistema inmunitario.

Eso significa que el estrés nos hace enfermar, ¿no?

Las hormonas del estrés apagan el sistema inmunitario, incluso la medicina usa este efecto en algunas ocasiones. Por ejemplo, si me trasplantaran un corazón, mi sistema inmunitario lo rechazaría. En esos casos, los médicos dan hormonas del estrés y eso impide que funcione el sistema inmunitario. Es tan claro que suprime el sistema inmunitario que lo usamos como un medicamento. Cuando la persona está bajo estrés, afecta de dos maneras: la primera es que deja de haber crecimiento y la segunda es que se apaga el sistema inmunitario. De esta forma, virus nocivos pueden atacarme fácilmente. Cuando estás bajo mucho estrés, te enfermas. Y debo decir que, si tomamos una muestra de sangre de cada persona, descubrimos que todos tenemos células cancerígenas. Las tenemos siempre, pero si está funcionando el sistema inmunitario, no pueden crecer. Una vez que se apaga el sistema  inmunitario, proliferan. Es como el catarro: no tienes que coger el virus, ya lo tienes dentro. Son organismos oportunistas. El 90 por ciento de la gente que va al médico es debido al estrés, y también el cáncer funciona igual.

Explíquenos qué es la medicina cuántica o medicina de la energía.

Como decía, la primera razón por la que la medicina de hoy es cuestionable es porque los médicos no saben cómo funcionan las células. La segunda es que la medicina está basada en la física de Newton. No reconoce la energía, esa parte invisible, las señales electromagnéticas. Pero, a principios del siglo XX, apareció la física cuántica, que dice que todo es energía, lo que podemos ver y también lo invisible. Si miras dentro del átomo, hay electrones, protones, neutrones. ¿Y qué hay dentro? Energía. La ciencia más reciente indica que el cuerpo responde a la física cuántica, no a la newtoniania. La medicina dice que quiere cambiar la química del organismo con drogas y la nueva medicina dice que hay que cambiar la energía. Y esta nueva medicina, la cuántica, es mucho más poderosa, porque responde primero el campo energético que el físico.

Si todo es energía, ¿los pensamientos también? ¿Cómo influyen en nuestra salud?

La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química. Así que esto es peor para las empresas farmacéuticas porque no lo pueden vender. Por tanto, no les interesa una conexión entre la mente y el cuerpo. Pero es cierto que las propias creencias se convierten en un campo energético, una transmisión, y esta se transforma en una señal que es capaz de cambiar el organismo. Y así es como funcionaba la sanación antes del desarrollo de la medicina. La gente sanaba con los chamanes, con las manos… pero eso no puede vender y por eso la medicina no quiere ir por ese camino. Y es la razón por la que yo cambié mi carrera. Estaba enseñando en la universidad que hay que seguir con drogas y sabía que eso no era verdad. La medicina lo conoce, pero no habla de ello. Sabe que el pensamiento positivo, el placebo, puede sanar, y también que el pensamiento negativo puede matar. Uno se llama placebo y el otro nocevo. En realidad, no es que sea positivo o negativo, es la manera de pensar. Si el médico te dice que tienes cáncer, aunque no tengas cáncer, si lo crees, crearás la química que generará cáncer. Por tanto, el problema no es tanto el entorno real sino el que tú interpretas.

Y eso enlaza con la física cuántica.

Totalmente. Por eso no funciona la medicina, porque no reconoce la ciencia cuántica. No mira hacia ahí porque el dinero está en otro lado.

Usted ha explicado que, en la mente, quien realmente tiene el poder es el subconsciente, ¿por eso es tan difícil cambiar hábitos de pensamiento?

Es millones de veces más poderoso y más importante que la mente consciente. Utilizamos el subconsciente el 95 por ciento del tiempo.

Pero no lo podemos controlar.

Lo puedes reprogramar. La información del subconsciente se recibe en los primeros seis años de vida. Eso que aprendiste en esos años se convierte en el conocimiento fundamental de tu vida. Por tanto, hay muchos estudios que demuestran que las enfermedades que tenemos de adultos, como el cáncer, tienen que ver con la programación y el entorno que vivimos en los primeros seis años de vida.

Es decir, los niños absorben también sus enfermedades o sus actitudes negativas, y así se ‘programa’ su subconsciente. ¡Qué gran responsabilidad para los padres!

La gente, cuando oye esto, se preocupa, se culpa. Pero no eres culpable si tú no sabes que el subconsciente funciona así. No lo sabían nuestros padres, ni nuestros abuelos ni bisabuelos. Ahora bien, cuando lo entiendes, tienes que cambiar tu manera de vivir, porque entonces sí eres responsable. Está demostrado que si un niño adoptado vive en su familia casos de cáncer, en su madurez puede padecer cáncer aunque su genética sea diferente. Sería algo así como conducir un coche: si te enseñaron a conducir mal y has automatizado esa forma de conducir, pues lo más probable es que tengas accidentes. Si te enseñaron a maltratar tu cuerpo con mala información, destruirás el vehículo de tu cuerpo, cuyo conductor es la mente. El futuro es una mejor educación para los niños, incluso en la etapa prenatal.

¿Podemos reprogramar el subconsciente para estar más sanos o ser más felices con nuestra vida?

Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote daño. Quizás te sientes enfermo y echas la culpa a otra cosa. Al cambiar estos programas erróneos en el subconsciente, puedes recrear toda tu vida. Hay varias maneras de hacerlo. Se piensa que, cuando la mente consciente registra algo, la subconsciente también filtra esa informacion, pero no es así. La mente consciente es creativa y la subconsciente trata de todos los hábitos. Si le enseñas al subconsciente algo diferente, se lo enseñas también a la consciente, pero no al revés. Por ello, la manera de reprogramar es repetir y repetir hasta que se crea un hábito. Si leo un libro de autoayuda, mi mente consciente dice: “Sé todo lo que hay en el libro y lo aplico”, pero la subconsciente no se entera de nada. Entonces, piensas: “¿Por que sé tanto y todavía mi cuerpo no funciona?”. Los pensamientos positivos, el conocimiento… solo funcionan el 5% del tiempo, pero el 95% son los hábitos que tengo desde mi niñez. Y esa es la razón por la que los pensamientos positivos no son suficientes. Ayudan, pero no ves muchos resultados. Todo sigue igual hasta que no cambias el subconsciente. Técnicas de psicología basadas en la energía como la hipnosis o el Psych-K son una manera de cambiar el subconsciente, es como un aprendizaje rápido.

Con su investigación, ha aunado ciencia y creencia, un binomio que evita la mayoría de los científicos. ¿Usted cree en la eternidad?

Absolutamente, sí. No hay dos personas iguales, y lo digo desde el punto vista biológico. Si cojo mis celulas y las tralado a tu cuerpo, no soy yo, el sistema inmunitario las rechaza. En las células hay como una especie de antenas en miniatura. Son receptores y algunos son autorreceptores. Tú tienes diferentes autorreceptores a los míos. Pero los receptores reciben las señales del entorno. Si corto esos receptores, la célula no tiene ninguna identidad, porque no le viene de dentro sino de fuera. Para explicarlo de forma gráfica, diría que el cuerpo es como un televisor: mis antenas captan y reproducen el programa televisivo de Bruce. Esos receptores recogen esa transmisión. Si estoy viendo la tele y se estropea el tubo de la imagen, ha muerto el televisor, pero sigue la transmisión. Así que cojo otra, la enciendo, conecto el canal y vuelvo a ver el programa de Bruce, pero en otra tele, o lo que es lo mismo, en otro ser. Si ese ser tiene los mismos receptores que tienes tú, volverás a estar trasmitiendo lo mismo, pero en otro cuerpo. Esto explica la reencarnación y quiere decir que el cuerpo puede ir y venir, pero la transmisión siempre está ahí.

¿Eso le hizo creer que tenemos espíritu?

Nunca había creído en el espíritu, pero cuando comprobé esto en la célula, me cambió la vida entera. La pregunta que me planteé es: ¿por qué esa duplicidad?, ¿por qué tener un espíritu y un cuerpo? Y la respuesta vino de mis células: si solo existiera el espíritu, ¿a qué sabe el chocolate?  Solo con la parte espiritual, ¿cómo vivir una puesta de sol? ¿Qué se siente cuando se está enamorado? Todas esas sensaciones vienen de las células del cuerpo, que puede oler, sentir, tener experiencias. Recoge todo eso, lo transmite al cerebro. Se convierte en vibraciones y lo transmite a la fuente del ser. Si se muere mi cuerpo, mi fuente de ser y mi espíritu tienen la memoria hasta que tenga otro cuerpo. La lección más importante es que estar vivo es un regalo, una alegría por todo lo que podemos sentir. Cuando hagamos eso, todo el mundo estará sano.

 

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"La mayor parte de los beneficios de la industria farmacéutica proviene de medicar a personas que estarían mucho mejor si no tomaran ningún medicamento". Estas duras palabras son pronunciadas por el biólogo y químico danés Peter C. Gotzsche, el cual ha escrito un libro titulado "Medicamentos que matan y crimen organizado", cuya lectura hará que no veas los consejos de los profesionales de la salud de la misma forma.

Y es que con una serie de datos y testimonios claros, este biólogo prácticamente tacha a las empresas farmacéuticas de criminales, y a los gobiernos de cómplices de crímenes masivos, donde únicamente importa el beneficio económico, aunque sea a costa de provocar muertes en los pacientes que a menudo no son conocidas por el público, pero que son muy conocidas y ocultadas dentro de la industria farmacéutica.

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Gotzsche habla de un sistema de salud corrompido por el interés y beneficio económico de las farmacéuticas, así como cuestiona la validez de los ensayos clínicos, la seguridad de ciertos medicamentos que han sido aprobados, la profesionalidad de los comités examinadores y la eficacia de los psicofármacos.

En el libro aparece el testimonio de un visitador médico, el cual recuerda el discurso de motivación de ventas de un directivo de una farmacéutica:
"Debemos estar ahí susurrándole a los médicos en la oreja para que receten Neurotin para los dolores, neurotin para el tratamiento con monoterapia, Neurotin para tratar el trastorno Bipolar, Neurotin para todo. Y no quiero oír ni una sola palabra sobre esa mierda de la seguridad".
Y este mensaje, en la industria farmacéutica, no es una excepción, sino lo más habitual.
Los científicos han intentado alertar (sin éxito) a los Gobiernos de algunos países sobre el peligro de ciertos medicamentos, cuyos efectos adversos han sido probados y ocultados para que el medicamento pudiera comercializarse.
Fármacos antiarrítmicos han provocado más de 50.000 muertes al año en Estados Unidos. El Rofecoxib podría haber sido el responsable de la muerte de al menos 120.000 personas en el mundo, mientras que ciertos antiinflamatorios no esteroideos podrían estar causando la muerte de más de 20.000 pacientes anuales por úlcera.
Casi 200.000 personas han muerto en Europa por los efectos adversos de algunos medicamentos de los que gran parte, podrían no haber sido necesarios para el paciente.
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Asimismo, numerosos daños de la medicación que surge un tiempo después, cuando es demasiado tarde para achacar el problema a un medicamento que tomamos meses o años atrás.
Gotzsche define sin tapujos esta actuación de las farmacéuticas como "mafiosa", pues la historia, según el biólogo, está llena de ocultación de datos sobre efectos adversos de medicamentos, y esta industria, como cualquier otra empresa, únicamente quiere masificar sus beneficios económicos, aunque sea a costa de sobremedicar a la población, pues realmente, cuantos más medicamentos tome una persona, más medicamentos deberá tomar en un futuro.
Gotzsche habla de cómo las farmacéuticas extorsionan a los gobiernos, hablando del caso del Prozac y su comercialización en Suecia, un lugar donde este fármaco no estaba aprobado, y donde la compañía farmacéutica tenía interés en comercializar.
Finalmente, como en la mafia, el responsable de la farmacéutica consiguió averiguar a qué persona se debía dirigir para que este medicamento fuera aprobado y, a base de sobornos, hoy día el Prozac se comercializa en Suecia, al igual que en otras partes del mundo.
Como mucha gente ya sabe, el Prozac es un medicamento que se toma para la depresión, y que está en el punto de mira, al ser un antidepresivo que ha mostrado en algunos casos un efecto secundario muy particular: el suicidio.
Y para protegernos de estas actuaciones similares a la mafia, tenemos la Agencia Europea del Medicamento.
Esta agencia es la encargada de proteger a los pacientes de las prácticas dudosas de las farmacéuticas, es decir, es la responsable de proteger a los pacientes de ciertos medicamentos. Pero para Gotzsche, esta agencia no está haciendo su trabajo, pues es testigo de cómo la agencia ha aprobado un número considerable de medicamentos peligrosos y cuando son alertados del peligro, no se molestan en estudiar el caso en cuestión de forma seria, lo cual indica falta de interés o soborno.

(Ver: Nobel de Medicina: He visto cómo han parado la investigación de un antibiótico porque curaba del todo.)
Finalmente, Gotzsche dice que hay documentación concreta de corrupción y sobornos en la Agencia Americana e Italiana, por lo que es probable que exista en prácticamente todos los países del mundo, pues así funciona esta industria.
En el libro se nombran varias compañías y llama la atención el hecho de que algunos de los responsables de estas farmacéuticas mostraron estar dentro de la sociopatía al ser interrogados por criminólogos, pues son capaces de vender algo inservible que mata a miles de personas con tal de tener un beneficio económico.

Fuente:http://www.negocios1000.com/2016/01/medicamentos-que-matan-y-crimen-organizado-farmaceuticas-dirigidas-sociopatas.html

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“Hay una cosa que los médicos no quieren que nosotros sepamos -dice Michael Ellner en el video Terror hipnóptico inducido por el diagnóstico- y es que, lo sepamos o no, la vida está de nuestra parte”.

He visto a menudo, al intentar explicar este fraude a las personas etiquetadas vih+, o a sus familias, que de la misma forma que son precisamente los médicos las personas más reacias a aceptar otras explicaciones sobre el SIDA, quienes las aceptan más rápidamente, como si fuera la cosa más natural del mundo, suelen ser las madres de las personas etiquetadas.

No sé si es porque las madres traen la vida, o si es por el amor que tienen a sus hijos, en virtud del cual tienden a abrazar todo aquello que signifique vida y esperanza, pero siempre me ha llamado la atención este hecho, que personas a menudo con muy pocos estudios sean las primeras en entender y aceptar algo nuevo, (que en realidad no tiene nada de nuevo), mientras que entre las personas que más estudios tienen, como los médicos, sucede todo lo contrario.

¿Por qué sucede así? ¿Será porque el sentido común no se enseña en las facultades de medicina? ¿Será porque las mujeres, en especial las madres, son más intuitivas? ¿Es por el amor a sus hijos, como dije, que hace que aceptan a la primera algo que, aunque es de sentido común, va contra las creencias generalizadas? Cuando digo madres, digo también a personas que en un momento dado ejercen esa función, pueden ser muy bien las abuelas, como ya he visto.

Vaya para ellas todo nuestro respeto y reconocimiento por el amor que demuestran y por ser tan despiertas de mente.

Por cierto, antes de conocer las argumentaciones de los científicos disidentes, ¿Nunca habíais presentido que en todo esto del SIDA había como algo raro? A mí me pusieron esa etiqueta en 1987, seis años más tarde, si bien intentaba no pensar en ello y desconectaba cada vez que oía algo en los medios sobre el tema, todavía seguía creyendo todo eso del virus, (lo que no hice en cambio, en seis años, fue acudir a esas unidades que, ahora lo sé, habría que llamarlas Servicios de Perseguimiento y Acoso para el Fomento del Sentimiento de Enfermedad y del Consumo de Fármacos Experimentales, y no con otro nombre). Debo admitir que, a pesar de creer esa patraña a un nivel racional (tampoco tenía mayores elementos para no creerla), siempre tuve un sentimiento en el fondo de mi ser que me llevaba a rechazar toda esta visión, todo era bastante oscuro y rodeado de misterio, la verdad, y si he de ser sincero no me olía nada bien todo esto, por eso, cuando empecé a leer obre otras explicaciones al SIDA, fue como si me volviera a encontrar con algo que ya estaba dentro de mí, oculto bajo el manto de la mente racional, la desinformación y el miedo.

Es posible que algunos vean en ese sentimiento genuino de rechazo una especie de empeño en negar una realidad que a uno no le gusta, pero por si quedaran dudas, una vez se empiezan a conocer los aspectos básicos de este fraude, las cosas acaban de caer por su propio peso.

Nos alegra pensar que haya personas que no necesitan leer demasiado para entenderlo, aunque alguna de estas madres, o abuelas en algún caso, saben más de la disidencia que cualquier disidente.

 

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