antirretrovirales (7)

 

Sobre los llamados antirretrovirales, ni son buenos, ni los necesitas y debes saber por qué:

 

Veamos para empezar dos aspectos claves de los antirretrovirales, como son su toxicidad y su eficacia o utilidad, aspectos que nunca debemos perder de vista.

 

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- 1) Su toxicidad

 

 

La toxicidad de los arvs es algo que se deriva de su naturaleza química y farmacológica y, aunque la composición de los distintos combinados antirretrovirales ha ido cambiando con el tiempo, ha habido una constante que se ha mantenido hasta hoy en día, en referencia en especial a los combinados que se ponen en marcha a partir de 1995-96, pues hasta ese momento se usó, como único fármaco, el AZT.

Esa constante, que se ha mantenido a lo largo del tiempo es que, de los tres componentes que acostumbran llevar esos combinados, uno o dos (generalmente dos), son de la familia química llamada “análogos nucleósidos” o “análogos nucleótidos”, que a su vez entran dentro de los llamados antimetabolitos, un subtipo dentro de la clasificación de los fármacos de quimioterapia del cáncer, la cual es inmunodepresora por definición (Farmacología, Manuel Litter, Ed EL ATENEO, Buenos Aires, en el capítulo de los Antineoplásicos). Decir que el tercero de esos componentes, por lo general, suele ser o bien un inhibidor de proteasas o un inhibidor de la integrasa.

Estamos por lo tanto ante una especie de quimioterapia light, pero quimioterapia al fin y al cabo, la cual es tóxica, de hecho, el nombre con el que fueron conocidos estos fármacos desde hace décadas es el de “citotóxicos”, es decir, tóxicos o venenos celulares. Hay que tener también en cuenta que la quimioterapia del cáncer, cuando se lleva a cabo en los enfermos de cáncer, se hace por períodos cortos a dosis altas, generalmente por vía intravenosa, cuando se usa en las personas vih+ en cambio, se hace con menos dosis pero de modo indefinido, durante días, semanas, meses, años.

Básicamente la quimioterapia del cáncer, aunque en el caso de los arvs sea una quimioterapia ligth, va a producir una reducción de la actividad celular normal, esto quiere decir que de algún modo van a estar disminuidas todas las funciones celulares, además de la reducción en las funciones del sistema inmune, desde los procesos de división celular a otros procesos, como es el caso de los procesos de renovación celular, procesos de reparación celular, de excreción y eliminación de residuos, etc. Destacar entre sus efectos adversos, aparte de sus efectos tóxicos sobre hígado, riñón, sistema vascular, etc., la depresión del sistema inmune, cosa que no conviene olvidar.

Dediquemos ahora unas palabras al análogo nucleósido más conocido de todos, el tristemente célebre AZT o Zidovudina, se trata de un fármaco que se investigó en los años 60 del pasado siglo para ver su posible utilidad en el cáncer, siendo desechado rápidamente por su elevada toxicidad.

Pues bien, resulta que unos 20 años más tarde, aquello que no era adecuado para su uso por períodos cortos en los enfermos de cáncer, debido a su gran toxicidad, resultó ser “útil” en cambio para su uso indefinido en los enfermos de sida (!). El AZT se usó durante la década entre 1985-86 y 1995-96 (casualmente la década de mayor mortalidad “por sida”en el mundo occidental), en régimen de monoterapia, es decir como único fármaco, no dejando prácticamente supervivientes.

Señalar, como un detalle anecdótico y porque una imagen vale más que cien palabras, que cuando Sigma, que es una compañía líder en el mundo en el suministro de sustancias químicas para los laboratorios, envía AZT con fines de investigación, lo hace en unos envases que portan la etiqueta de la imagen, todo ello para envases cuyo contenido es entre 10 y 15 veces menor que la dosis que consumía en un sólo día un paciente a quien se le prescribía. Este es el fármaco que todavía hoy se indica su administración por vía intravenosa, en el protocolo del parto en toda embarazada vih+.

 

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Es conveniente aclarar aquí que los arvs usados hoy en día no son tan tóxicos como el AZT, el primer fármaco usado en el SIDA, que se dio masivamente y a dosis muy altas en la década entre 1985-86 y 1995-96, no dejando prácticamente supervivientes.

 

 

 

- 2) Su utilidad

 

El modo objetivo en ciencia de comprobar la utilidad o eficacia de un fármaco son los llamados estudios “a doble ciego con placebo”, donde se compara la evolución en el tiempo de un número de personas que lo toman, comparado con otras tantas que no lo toman.

Pues bien, sorprendentemente, a pesar de todo lo que los médicos, o los medios, puedan decirnos sobre la bondad o utilidad de los arvs, lo cierto es que ningún fármaco de esos cuenta con estudios controlados “a doble ciego con placebo”, es decir, estudios que demuestren su utilidad o, dicho de otra manera, estudios que demuestren que son mejores que no tomar nada.

Por lo de pronto la prestigiosa revista The Lancet ya dijo en 2005 que “por razones éticas, no ha habido ningún ensayo placebo controlado a doble ciego en la TARGA o Terapia Anti Retroviral de Gran Actividad” (*), no habiendo variado la situación, que nosotros sepamos, en el tiempo transcurrido, existiendo sólidas razones para pensar que tampoco es probable que esta situación cambie en el futuro.

Una de las principales razones por las que no es probable que cambie esta situación es porque la no necesidad de estudios a doble ciego con placebo para los fármacos que se usan en el SIDA ya era una directriz o recomendación que se hacía en Confronting AIDS, que es el documento redactado a mediados de los 80 por la Comisión Nacional de SIDA de los EE UU. Ese documento, que por su extensión parece más un libro, fue calificado por el científico Peter Duesberg, como la “Biblia del Estamento del SIDA” y en él se contenía la práctica totalidad de las normas o directrices sobre el SIDA-VIH en las distintas áreas que se impusieron luego en todo el mundo.

Pues bien en ese documento se señalaba expresamente que “los fármacos que se iban a usar en el SIDA no iban a precisar de estudios a doble ciego con placebo”, señalándose también que los fármacos que se iban a usar en el SIDA iban a ir en la línea del AZT, cuyo fabricante, la empresa Wellcome, gozaba de una influyente posición el la Comisión.

Como se dijo anteriormente, los arvs usados hoy en día no son tan tóxicos como el AZT, el primer fármaco usado en el SIDA, que se dio masivamente y a dosis muy altas en la década entre 1985-86 y 1995-96, no dejando prácticamente supervivientes.

Es innegable también que a partir de la introducción del llamado “cóctel antiviral”, en 1996-97, se produce una reducción en la incidencia de problemas infecciosos, lo que no se tradujo al final en una disminución de las muertes ya que, si bien las muertes por enfermedades infecciosas disminuyeron de modo ostensible, aumentaron en cambio las muertes por problemas crónicos debidos a la medicación, como problemas de hígado, riñón, cardiovasculares…si bien para ello son precisos años de consumo.

En resumidas cuentas, están dándole a la gente unos fármacos que son muy tóxicos a medio-largo plazo y la razón por la que se les dan a las personas no es porque se haya comprobado su utilidad de un modo objetivo mediante algún tipo de estudio, sino pura y simplemente porque se ha presionado a los médicos con dinero para que los recomienden.

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(*) “Respuesta y Pronóstico en Europa y Norte América en la primera década de la terapia antirretroviral altamente activa (HAART): Un análisis de colaboración”, The Lancet 368:451-458.

 

 

AVISO IMPORTANTE:

 

 

El hecho de que los ARVS sean toxicos y que carezcan de estudios objetivos que avalen su utilidad no quiere decir que sea aconsejable dejarlos de la noche a la mañana, en especial cuando se han venido consumiendo durante años, si esa es tu situación, por favor, antes de tomar la decisión de abandonarlos ponte en contacto con personas que puedan orientarte en este tema.

 

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Fuente: http://www.aliveandwell.org/html/mothers_babies/poisoning_our_babies.html

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De: "Informe Especial: VIH, Familias & Justicia Médica", Mothering Magazine, September/October 2001

(Traducción Superando el Sida)


Envenenando a nuestros bebés - Los peligros letales del AZT
Por Neville Hodgkinson

¿Puede la droga antiviral AZT, administrada a las madres VIH-positivas en el embarazo y a sus bebés recién nacidos, protegerlos contra la transmisión vertical –de madre a hijo- del SIDA? La afirmación de que el AZT evita esta transmisión es puramente especulativa. En cambio está ampliamente documentado el daño causado por esta droga. [AZT significa azidotimidina. También conocido como zidovudina por el fabricante y se comercializa bajo el nombre de Retrovir.]

La estrategia del tratamiento con AZT se basa en una serie de creencias. Una, que ciertas señales biológicas, tales como una elevada "carga viral" y la presencia de “anticuerpos del VIH", significan  infección por VIH. Otra, que la infección por VIH es la causa del SIDA. Si una o ambas de estas suposiciones fuera falsa, como argumentan una serie de científicos [ver artículo adjunto "Aborto Involuntario molecular: ¿Es la teoría del VIH un trágico error?"], todas las madres y bebés tratados de esta manera estarían siendo expuestas inútilmente a un peligroso agente químico sin lugar a dudas.

La toxicidad probada del AZT incluye: dolor muscular severo, debilidad y atrofia; cambios y disfunción a nivel del músculo cardíaco, supresión de la médula ósea, con la consiguiente anemia y pérdida de todos los tipos de células sanguíneas; insuficiencia hepática; y de amplio alcance y a veces pérdida irreversible y el envenenamiento de las mitocondrias, las "fábricas" de energía dentro de las células. La droga también conduce al daño permanente del ADN, y los estudios en ratones y monos han suscitado preocupación en tanto que los bebés expuestos a AZT en el útero se enfrentan a un mayor riesgo de cáncer cuando sean mayores. (1)

Una minoría de los niños nacidos de madres VIH-positivas muestra niveles elevados de anticuerpos contra el VIH. Entre esa minoría, muchos pierden su condición de VIH positivo al cabo de unos 18 meses y se considera que no han sido infectados, sino simplemente han heredado los niveles elevados de anticuerpos de sus madres. Un estudio europeo de colaboración de investigadores del Departamento de Epidemiología en Pediatría del Instituto de Salud Infantil de Londres encontró una tasa de transmisión natural de sólo 12,9 por ciento en 372 niños, declarando los investigadores: "Las estimaciones (de transmisión) en muchos estudios anteriores pueden haber sigo sesgadas al alza." (2)

9288841284?profile=originalAsí que, incluso manejando las cifras convencionales, casi nueve de cada diez bebés nacidos de madres VIH-positivas no obtienen ningún beneficio con la exposición al AZT.
La investigación de las madres en relación al VIH y el tratamiento de la madre y el bebé con AZT y otros antivirales, reduce la proporción de bebés que dan positivo - a un nivel tan bajo como 1 o 2 por ciento en algunos estudios en los que se ha utilizado más de un medicamento. Pero esto puede ser simplemente un resultado de la supresión general del sistema inmunológico por las drogas, con la consiguiente reducción de las señales que se cree representan positividad al VIH. Puesto que hay grandes interrogantes sobre la validez de los tests, a lo que se añade el sesgo en la interpretación de los resultados, y sobre lo que significa un resultado positivo, la pregunta crucial es: ¿Qué pasa después con los bebés? ¿Los medicamentos antivirales ayudan realmente a los niños a vivir una vida más larga y saludable?

La respuesta parece ser que no. El científico estadounidense David Rasnick, miembro del Grupo Asesor del Gobierno de Sudáfrica sobre el SIDA, dijo a la investigación en julio de 2000 que había "revisado la literatura" para encontrar evidencias de tal beneficio, pero no pudo encontrar ninguna. Por el contrario, la evidencia apunta en la dirección opuesta. En junio de 2000, los investigadores informaron de que "la progresión rápida de la enfermedad" (definida como la aparición de una enfermedad definitoria de SIDA o muerte relacionada con el SIDA antes de los 18 meses de edad) tenía tres veces más probabilidades de ocurrir en los bebés nacidos de madres tratadas con AZT en relación con las madres que no habían sido tratadas. Y esto a pesar de haberse producido una reducción a la mitad de la tasa de presunta infección en los bebés expuestos al AZT. (3)

Del mismo modo, un estudio italiano en el que participaron más de 200 niños con VIH encontró que a los tres años de edad, los nacidos de madres tratadas con AZT durante el embarazo fueron significativamente más propensos a desarrollar una enfermedad grave que los niños cuyas madres no fueron tratados. También tenían una mayor tasa de mortalidad. (4)

En Francia, los investigadores encontraron daño mitocondrial en ocho niños expuestos a AZT en el útero y después del nacimiento. Dos de los ocho muertos y los otros tenían anormalidades biológicas y neurológicas graves (5). Cuatro de los ocho habían sido expuestos al AZT y otro fármaco antiviral, lamivudina, y cuatro sólo al AZT; ninguno fue considerado "infectado por el VIH." Los hallazgos llevaron Comité de Seguridad de Medicamentos del Reino Unido a emitir una advertencia sobre los riesgos para los bebés, antes de la publicación del estudio francés. (6)

El estudio también impulsó la formación del Grupo de Trabajo de Revisión de Seguridad Perinatal de Estados Unidos en febrero de 1999. El grupo revisó 353 muertes en más de 20.000 niños con y sin exposición al fármaco antiviral, y en septiembre del mismo año informó que no había identificado ninguna muerte similar a las informadas en Francia, (7) lo cual sería tranquilizador, si no fuera por la existencia de una clara evidencia en otros estudios en animales y humanos de que el AZT y otros medicamentos similares son tóxicos para las mitocondrias. (8) Por otra parte, los investigadores franceses declararon que los síntomas en los niños en su estudio sólo fueron identificados a través de una búsqueda específica de daño mitocondrial ", y puede ser por tanto que no hayan sido identificados como efectos tóxicos de los tratamientos. Los estudios prospectivos diseñados para investigar este efecto son esenciales."

Se desconocen las consecuencias a largo plazo de la exposición de los bebés al AZT. En un estudio de 1999, los investigadores estadounidenses encontraron que este agente químico se incorpora al ADN de la mayoría de los pacientes ", incluyendo los niños expuestos a la droga en el útero." (9) Los investigadores comentaron que la importancia biológica de los daños inmediatos al ADN ", y los potenciales sucesos posteriores, como la mutagenicidad, deben ser investigados en grandes grupos de personas con VIH ". Los mismos autores informaron que el AZT es "un moderado-fuerte agente cancerígeno transplacentario en ratones", que conduce a tumores en los pulmones, hígado y órganos reproductores femeninos; que se incorpora fácilmente en la placenta humana; y que "los bebés expuestos al AZT incluso por períodos cortos de tiempo durante la gestación pueden sufrir daño genotóxico." (10)9288841681?profile=originalAumentar el número de fármacos utilizados en el embarazo aumenta el riesgo para el bebé. En Nueva York, un bebé VIH negativo, cuya madre positiva recibió AZT y otros dos antivirales, nació con insuficiencia cardiaca congestiva de secundaria a profunda, con anemia que amenazó su vida. Los médicos dijeron que la causa fue la supresión de la médula ósea del bebé "por uno o más de los agentes antirretrovirales administrados a la madre." (11) Los daños por AZT a la médula ósea pueden ser también de larga duración. (12)

 En diciembre de 1998, investigadores suizos informaron: "Después de la terapia antirretroviral combinada, administrada durante el embarazo, la mayoría de las madres VIH-positivas y cerca de la mitad de sus hijos tuvieron uno o más eventos adversos." De los 30 bebés, “el evento adverso más común fue la prematuridad (diez infantes), seguida de la anemia (ocho)." Dos bebés tenían tumores de piel, dos desarrollaron hemorragia cerebral, uno tenía una anormalidad a nivel del conducto biliar, y otro hepatitis transitoria. (13)

Algunos estudios han mostrado altas tasas de anomalías en los bebés expuestos a AZT solo. De los 80 niños nacidos vivos de madres tratadas con AZT en un hospital en la India, el 10 por ciento tenía defectos de nacimiento, incluyendo agujeros en el pecho, hendiduras anormales en la base de la columna vertebral,  orejas fuera de lugar, rostros deformes, defectos cardíacos, dedos adicionales, y albinismo. (14) Eran probablemente pobres, bebés desnutridos que ya tenían riesgo de desarrollo anormal. Pero un estudio de Nueva York mostró un riesgo mayor de anomalías congénitas en los bebés expuestos al AZT que en los nacidos de madres VIH-positivas que no se les prescribió AZT. (15)

Para completar todo esto, una revisión de 30.000 palabras de la farmacología molecular del AZT, publicado en junio de 1999, aporta evidencia de que el pretendido modo como el AZT ejerce su acción antiviral no puede ser como los fabricantes han propuesto, siendo incapaz de ejercer efectos anti-VIH. Por otro lado, los autores concluyen que "una serie de mecanismos bioquímicos pronostican una generalizada probabilidad de toxicidad grave por el uso de este fármaco" (16). Según el abogado sudafricano Anthony Brink, esta "acusación fulminante" contra el AZT "debe hacer sonar su sentencia de muerte en la práctica clínica. Ningún médico, cuyo paciente adulto o infantil haya enferme o muera por el AZT estará a salvo de acciones por daños basadas en negligencia médica después de esto." (17)

 

NOTAS

1. A. Brink, "Debating AZT: Mbeki and the AIDS Drug Controversy" (Pietermaritzburg, South Africa: Open Books, 2000), 42-45. This is an extensive, up-to-date critical review of AZT by a South African advocate (abrink@iafrica.com).

2. "Children Born to Women with HIV-1 Infection: Natural History and Risk of Transmission," European Collaborative Study, The Lancet 337 (1991): 253-260.

3. R. S. De Souza et al., "Effect of Prenatal Zidovudine on Disease Progression in Perinatally HIV-1 Infected Infants," Journal of Acquired Immune Deficiency Syndrome and Human Retrovirology 24, no. 2 (June 1, 2000): 154-161.

4. Italian Register for HIV Infection in Children, "Rapid Disease Progression in HIV-1 Perinatally Infected Children Born to Mothers Receiving Zidovudine [AZT] Monotherapy During Pregnancy," AIDS 13 (May 28, 1999): 927-933.

5. S. Blanche et al., "Persistent Mitochondrial Dysfunction and Perinatal Exposure to Antiretroviral Nucleoside Analogues," The Lancet 354 (September 25, 1999): 1084-1089.

6. "Perinatal AZT: New Warning on Potential Risk to Infants,"www.aidsmap.com (July 21, 1999).

7. L. Mofenson and J. McIntyre, "Advances and Research Directions in the Prevention of Mother-to-Child HIV-1 Transmission," The Lancet 355 (June 24, 2000): WA27-WA34.

8. K. Brinkman et al., "Adverse Effects of Reverse Transcriptase Inhibitors: Mitochondrial Toxicity as Common Pathway," AIDS 12 (1998): 1735-1744; M. C. Dalakas et al., "Mitochondrial Myopathy Caused by Long-Term Zidovudine Toxicity," New England Journal of Medicine 322 (1990): 1098-1105.

9. O. A. Olivero et al., "Incorporation of Zidovudine into Leukocyte DNA from HIV-1 Positive Adults and Pregnant Women, and Cord Blood from Infants Exposed in Utero," AIDS 13 (May 28, 1999): 919-925.

10. O. A. Olivero et al., "[AZT] Transplacental Perfusion Kinetics and DNA Incorporation in Normal Human Placentas Perfused with AZT," Third Conference on Environmental Mutagens in Human Populations, February 18, 1999.

11. Watson et al., Pediatric Infectious Diseases Journal (May 1998), as quoted in Brink (See Note 1), 21.

12. Mir and Costello, The Lancet (1998). Study quoted in Brink (See Note 1), 21.

13. Brink (See Note 1), 33-34.

14. R. M. Kumar et al., "Zidovudine Use in Pregnancy: A Report on 104 Cases and the Occurrence of Birth Defects," Journal of Acquired Immune Deficiency Syndrome and Human Retrovirology 7 (1994): 1034-1039.

15. C. J. Newschaffer et al., "Prenatal Zidovudine Use and Congenital Anomalies in a Medicaid Population," Journal of Acquired Immune Deficiency Syndrome and Human Retrovirology 24, no. 3 (2000): 249-256.

16. E. Papadopulos et al., "A Critical Analysis of the Pharmacology of AZT and Its Use in AIDS," Current Medical Research and Opinion 15, Supplement 1, (1999).

17. Brink (See Note 1), 97.

 

Para más información:

 

- El libro de Christine Maggiore "¿Qué tal si todo lo que creías sobre el SIDA fuera falso?" es una introducción accesible a los problemas de la ciencia y la política sobre el SIDA. Mayor es el fundador / director de Alive & Well SIDA Alternativas, una organización de educación sin fines de lucro, acción, y apoyo de investigación fundado por un grupo de personas diagnosticadas con VIH que viven sanas sin medicamentos contra el SIDA y sin miedo a la enfermedad. Teléfono y Fax: 1-877-92-ALIVE. Web: www.aliveandwell.org  

- Educación para la Salud SIDA, (HEAL) es una organización sin fines de lucro que informa a la gente sobre la evidencia que contradice muchas creencias comunes en torno al VIH y el SIDA. Presidente: Michael Ellner. Contacto: HEAL-NY, Chelsea Station Viejo, P.O. Box 1103, New York, NY 10113. Teléfono: (212) 873-0780. Fax: (212) 873-0891. Ver también www.healtoronto.com.

- Revista Continuum comenzó en 1992 como un boletín de autoayuda radicado en el Reino Unido, cuestionando el dogma del VIH / SIDA y se convirtió en una revista internacional de la cultura, la ciencia y la salud alternativa. Ahora es una publicación de Internet: www.continuum-magazine.org . Editor: Huw Christie.

- "Rethinking AIDS" es la publicación mensual del Grupo para la Reevaluación del SIDA, una red de cientos de científicos y analistas del SIDA que han hecho presión durante diez años para que se de una investigación sobre la ciencia del SIDA. Editor de Contacto Paul Philpott, 1354 East Avenue, Suite R-120, Chico, CA 95926 hasta 7.385. Web: www.rethinkingaids.com.

- Robert Laarhoven, co-organizador de la primera conferencia internacional sobre perspectivas alternativas sobre el SIDA (Amsterdam, 1992), ha desarrollado un sitio web que ofrece más de 250 artículos sobre la controversia del VIH / SIDA, incluyendo los innovadores trabajos de Peter Duesberg y del grupo de científicos de Perth. Web: www.virusmyth.net/aids/.

- "SIDA y agentes estresantes" (Medellín, Colombia: Fundación Arte y Ciencia), por el médico de Nueva York e investigador independiente SIDA Roberto Giraldo, argumenta que el SIDA pone de manifiesto el aumento a nivel mundial de factores estresantes inmunológicos, incluyendo toxinas en los alimentos y el medio ambiente, drogas recreativas y médicas, y el estrés mental y emocional. El libro se puede pedir en sitio web de HEAL deToronto: www.healtoronto.com

 

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Arsénico, Talidomida y los ARVs. Analogías.

El empleo de fármacos-veneno tiene su triste historia. Y también su triste actualidad. Tal vez el modo de acabar con ellos sea la crisis (vean la información sobre la supresión del Plan Nacional sobre el Sida), o tal vez las denuncias como la impuesta en el Tribunal Penal Internacional, en el año 2007 por Anthony Brink, abogado sudafricano. Brink impuso la demanda criminal contra Abdurrazack Achmat "Zackie", acusándolo de genocidio (Zackie es el máximo dirigente de TAC - una organización que presiona el gobierno sudafricano para que proporcione a la población los antirretrovirales)

En la conferencia que dio Brink en la sede del Plural-21, contó:

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"Arsénico - una hazaña de la industria farmacéutica menos publicitada. Entre los ñoas 1910 hasta mediados de los años 50, fua administrado como medicamento hasta a mujeres embarazadas, con tal de "prevenir" la sífilis en el bebé. Cuando los bebés morían en el vientre materno, o nacían con graves malformaciones físicos, ciegos o/y severos daños cerebrales, el argumento de los médicos era que "el germen es demasiado potente y nuestro medicamento demasiado débil". Cuando tras semejante medicación de la madre, los niños nacían severamente malformados, los médicos acuñaron el concepto de "la sífilis congénita". Nunca dijeron: "lo siento, el medicamento era veneno puro". 

Talidomida - un fármaco "calmante de las nausias" administrado a mujeres embarazadas en los años 50-60 del s.XX. Provocó la denominada "catástrofe de la talidomida". Fue retirado del mercado en los países occidentales por haber provocado graves daños y malformaciones irreversibles en los fetos. Sin embargo se sigue suministrando en los países "en vías de desarrollo" (con el apoyo de la OMS). En el año 2001 Talidomida fue reintroducida en los mercados occidentales para el tratamiento de los pacientes "vih+", también mujeres, ya que "se sobreentiende" que una mujer diagnosticada seropositiva, no planificará ser madre, por lo tanto "el riesgo es mínimo".

9288821486?profile=originalAZT - un producto que fue inventado en el 1961 expresamente para matar células blancas (linfocitos). Fueron años preparando la "bala" para matar esas células de forma más perfecta posible. En la etiqueta presente sobre el producto "para investigación" (que no en los frascos que se prescriben a alguien diagnosticado "seropositivo"), un frasco de 25 mlg encontramos la advertencia: "tóxico por inhalación, en contacto con la piel y tragándolo. Use ropa protectora adecuada" - en 6 idiomas. Ese mensaje lo lleva lo que es la cuarta parte de la cantidad contenida en una cápsula del medicamento (100 mlg). A las mujeres embarazadas "seropositivas" (en Sudáfrica) se les administra 600 mlg diarios del AZT - 25 veces el contenido de la botellita que tan claro aviso lleva en su etiqueta.

En el año 1999 Thabo Mbeki ordenó a que se llevara una investigación sobre este producto. El consejo, en su increíble incompetencia, constató que "no había ningún problema". Los fabricantes dijeron que esta investigación era totalmente innecesaria y que Mbeki "ha sido maliformado". E impulsaron el "Retrovir".
En el año 2007 Anthony Brink impuso en el Tribunal Internacional de La Haya, la denuncia contra Zackie Achmat - máximo dirigente de la organización sudafricana TAC, acusándolo de genocidio por promover y presionar al Gobierno de Sudáfrica para que proporcione a la población antirretrovirales, considerándolo una acción criminal, que ha causado la muerte de decenas de miles de personas, la mayoría pobres y de raza negra". (más aquí)

Aquí La demanda criminal de genocidio contra Abdurrazack Achmat "Zackie".

Como pena, pide la cadena perpétua con la administración rigurosa de los antirretrovirales (3 veces al día), con la dosis que se suscribe a los pacientes en los centros médicos de Sudáfrica.

(Zackie fue diagnosticado "seropositivo")

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Reuters 27/06/2011 15:58 Actualizado: 27/06/2011 18:05

Por Kate Kelland

Una clase de medicamentos genéricos contra el sida usados para tratar el VIH en Africa y otras regiones pobres puede causar envejecimiento prematuro y disparar enfermedades relacionadas con la edad, como cardiopatías y demencia, señalaron científicos.

En un estudio publicado en la revista Nature Genetics, investigadores británicos hallaron que los fármacos, conocidos como inhibidores análogos de los nucleósidos de transcriptasa reversa -o NRTI por su sigla en inglés- dañan el ADN en la mitocondria de los pacientes, que es la "batería" que brinda energía a las células.

…..

http://www.publico.es/384147/farmacos-contra-el-sida-pueden-causar-envejecimiento-prematuro

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Mensaje del Dr. Carlos Moya

Encontré este mensaje de Carlos Moya  y me pareció tan bonito, que he decidido rescatarlo y ponerlo en un lugar bien visible, ya que, como dice la Biblia: "no guardéis la luz bajo una campana opaca" (o algo por el estilo...) :

Hola a todos (gente sana en incertidumbre)   Me da mucho gusto entrar nuevamente y ver que hay muchos más que se interesan en cambiar, en buscar la salud y en tener una vida de calidad. 

Los que han dejado los ARVs, van por buen camino, los que continúan con temor, sigan aprendiendo y posteriormente enseñen a otros la buena vida. arriesguense a cambiar porque como decimos en mi tierra "el que no arriesga un huevo, no tiene un pollo".

La salud es disciplina y como tal es difícil. No dejen de disfrutar de lo que hay, claro que todo con medida. Eso si las toxicomanias dejenlas, cámbienlas por ejercicio moderado, alimentaciòn razonada y control de estres, asi el sistema inmunologico estara fuerte. 

Olvídense de los noticieros, vean peliculas divertidas, perdonen, toleren y pa'lante que lo de atras ya no existe, sin embargo no lo olviden o estarán condenados a repetir. Concentrense en ustedes, en como quieren vivir para que cuando nos llame el creador echemos un vistazo atrás y digamos "si valiò la pena".

 

Seguimos al pendiente

Un abrazo Gente Sana 

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fuente http://www.plusnews.org/report.aspx?ReportID=85757

"Los pacientes VIH-positivos afectados por la sequía en el este de Uganda
están abandonando los tratamientos anti-retrovirales en masa, los líderes
temen que a menos que se disponga de más alimento, pronto tendrán que
lidiar con la resistencia a las medicaciones y la muerte."


Una prolongada sequía ha malogrado los cultivos tradicionales de esta

región, dejando a cientos de miles de personas sin alimentos, sobreviven

con una dieta de harina de maíz, como único alimento.

"Nunca he visto una hambruna como esta, la gente no puede permitirse hacer una comida durante varios días", dijo OMAX Omeda Hebrón, el Comisionado Residente de Amuria Uganda oriental del distrito. "Las personas más afectadas son las relativas a los ARV. Muy pronto, si el gobierno no interviene en la ampliación de la oferta de alimentos, la gente va a morir".

Julio Ochen, un residente de Amuria, dijo a IRIN / PlusNews que había dejado de tomar su medicación para el VIH. "Cuando usted toma estos medicamentos sin comer, te hacen sentir agotado, sin fuerza y provocan unas enormes ganas de vomitar"

Beatrice Okware, gerente de la sucursal de la Organización de Apoyo contra el SIDA en el distrito de Soroti, declaró: "Es cierto que los medicamentos para la tuberculosis y los ARV son muy fuertes, si se toma sin alimentos, provocan somnolencia y debilidad, pero alentamos a nuestros pacientes a tomarlos".

“La mala nutrición debilita las defensas del organismo, acelera el progreso del VIH a SIDA, y hace difícil tomar los ARV, que a veces pueden aumentar el apetito de un paciente. Una alimentación suficiente puede ayudar a reducir algunos efectos secundarios de los ARV y promover la adhesión a los regímenes de medicamentos.

Zainabu Akol, director del programa de VIH / SIDA en el Ministerio de Salud, explicó que fueron los

trabajadores de la salud de los centros médicos estatales los que alertaron del peligro en la interrupción

del tratamiento antirretroviral.

El gobierno de EE.UU. ha gastado $ 10 millones en alimentos para la sub-región de Teso, algunos especialmente designados para las personas que viven con el VIH, pero los líderes locales dicen que se necesita mucho más; los medios de comunicación locales han informaron que más de 40 personas en

la región han muerto de hambre desde el pasado mayo.

 

"La comida que se proporciona a nuestro pueblo es sólo una gota en el océano", dijo Patrick Amuriat, presidente del Grupo Parlamentario Teso. "¿Una taza de frijoles y dos de posho [harina de maíz] pueden considerarse una comida?"

 

Un total de 17 distritos en Uganda han sido catalogados como las zonas más afectadas por la sequía a nivel nacional;otros 31 distritos están experimentando una "escasez aguda de alimentos" y cuatro distritos han sido evaluadas como "moderadamente afectados".

Fuente :

http://www.plusnews.org/report.aspx?ReportID=85757

PD: ¿Qué tal un ensayo controlado comparando los resultados de una buena alimentación con la de los antirretrovirales? ...

 

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El Tribunal Penal Internacional -más conocido como Tribunal Internacional de La Haya- no va a tener más remedio que valorar el papel real de los antirretrovirales en el tratamiento del Sida ya que el pasado 4 de enero el abogado sudafricano Anthony Brink presentó en él un escrito de 59 páginas acusando de genocidio a Zackie Achmat -máximo dirigente de la organización sudafricana TAC (Treatment Action Campaign)- por promover su consumo para afrontar el Sida. Brink, vinculado a la Fundación Rath, afirma que los antirretrovirales que la medicina convencional considera la única posibilidad válida para tratar el Sida lo que en realidad hacen es contribuir a la muerte de quienes los toman al ser tóxicos y envenenar sus organismos. Anthony Brink -la persona que ha acusado de genocidio a Zackie Achmat, máximo dirigente de la organización sudafricana Treatment Action Campaign (TAC)- es un abogado que preside el también sudafricano Grupo de Información del Tratamiento (GIT) y basa su denuncia en la argumentación de que promover y presionar al Gobierno de ese país para que proporcione a la población antirretrovirales es una acción criminal porque su eficacia es discutible y en cambio se sabe perfectamente que han causado ya la muerte de decenas de miles de personas, la mayoría pobres y de raza negra. Muchos piensan que más que una sentencia ejemplar lo que Brink pretende con su denuncia es reactivar el debate sobre los efectos tóxicos de los antirretrovirales y lo que está ocurriendo en Sudáfrica. Y es que allí, a diferencia de nuestro país, el debate sobre el Sida y los antirretrovirales aún se mantiene vivo desde que el presidente Thabo Mbeki llamara en 1999 la atención pública internacional al advertir que el AZT, medicamento antirretroviral que organizaciones como la de Achmat exigían fuera distribuido a través de la Sanidad pública, era y es gravemente tóxico. Dirigiéndose al Parlamento el 28 de octubre de ese año Mbeki declaró: "Preocupados por responder apropiadamente al problema del Sida en Sudáfrica muchos en nuestro país han instado al Gobierno a que permitiera que la droga AZT estuviera disponible en el sistema público de salud. (…) Existe sin embargo un enorme volumen de literatura científica que advierte, entre otras cosas, que la toxicidad de esa droga es tal que constituye un peligro para la salud. Se trata pues de un asunto preocupante para el Gobierno y sería una irresponsabilidad no considerar las horribles advertencias que tantos investigadores y médicos están haciendo". A partir de ese momento Mbeki y su ministra de Sanidad, la doctora Tshabalala-Msimang, fueron denigrados y presentados a nivel internacional como políticos irracionales, enemigos de la civilización, poco menos que defensores del ajo para tratar cualquier dolencia grave cuando no meros brujos y como si en lugar de personas altamente preparadas vivieran aún en chozas en medio de la sabana. Estrategia de las compañías farmacéuticas -conducida en gran parte en Sudáfrica por organizaciones como la Treatment Action Campaign (TAC) que dirige Zackie Achmat- cuya presión consiguió que finalmente los antirretrovirales fueran distribuidos por el Gobierno. Lo que, por supuesto, no hizo que el debate finalizara. ANTHONY BRINK-ZACKIE ACHMAT Obviamente, aunque haya quien pueda plantearlo, Anthony Brink no es un iluminado en busca de protagonismo. Se interesó por la controversia VIH-Sida en 1996 cuando tras una experiencia personal descubrió que dos de los científicos más eminentes de la Biología contemporánea, Walter Gilbert -Premio Nobel en 1980- y Kary Mullis -Premio Nobel en 1993-, no subscribían el modelo ortodoxo sobre el Sida. Además, aunque era abogado su abuelo le había introducido de pequeño en los secretos de la Microbiología y de ahí que decidiera investigar la controversia a fondo. Pues bien, merced a ello Brink ha reunido en los últimos años una importante biblioteca con documentos científicos, libros y otros materiales sobre el Sida. Y como producto de sus investigaciones escribió Debating AZT: Mbeki and the AIDS drug controversy (véalo en www.whale.to/a/brink_b.html), una extensa crítica del AZT que contribuiría a la toma de posición del presidente Mbeki del que se convirtió en asesor en esta materia. En la misma línea que Matthias Rath -creador de la Medicina Celular (vea en nuestra web -www.dsalud.com- los reportajes que le dedicamos en los números 54, 55 y 64) y quien ha mostrado públicamente en numerosas ocasiones su apoyo a Mbeki- Brink y su organización -el Treatment Action Group (TIG)- defienden el tratamiento nutricional como solución al desarrollo y expansión del Sida, enfermedad que consideran tiene que ver más con la pobreza y desnutrición que con el VIH. Al mismo tiempo se oponen a la distribución entre la población de antirretrovirales por su tremenda toxicidad lo que le mantiene permanentemente enfrentado al grupo de Achmat. Su denuncia por genocidio ante el Tribunal Penal Internacional de La Haya no es, pues, sino el penúltimo capítulo de este enfrentamiento. Por su parte, Achmat es presentado por los defensores de las tesis oficiales con expresiones como "el hombre que plantó cara al Sida". El diario El País, por ejemplo, le dedicaba el 26 de noviembre del 2006 un artículo laudatorio con este subtítulo: "Gay, ex prostituto y enfermo, Zackie Achmat se ha convertido en una leyenda en la lucha contra la pandemia". Afirmando en el interior con desparpajo que Sudáfrica "ofrece el ejemplo más deplorable de cómo reaccionar ante la epidemia" y comparando a Achmat nada menos que con Nelson Mandela. "Achmat -afirma el periodista- lleva ocho años dirigiendo una organización llamada Campaña de Acción para el Tratamiento (en inglés, TAC) que se ha dedicado en gran medida a presionar a su Gobierno, a la industria farmacéutica y a la opinión internacional para que se acabe con la desigualdad en el acceso al tratamiento para el Sida en países ricos y pobres". Afirmación que es, precisamente, la base de la acusación de Brink: la presión sobre el Gobierno. Una acusación que enfrenta dos maneras distintas de ver no sólo la solución sino también el origen del problema en un país donde las diferencias raciales no son sólo cosa del pasado. Para Achmat el origen del problema en Sudáfrica está en la promiscuidad sexual de los africanos. "Lo que quiero decir -señala Achmat en El País comparando las situaciones de Brasil y Sudáfrica- es que a Brasil no le acompleja que sus habitantes practiquen mucho el sexo. A diferencia de Sudáfrica donde también hay mucho sexo pero se ve la hipocresía y el rechazo desde las alturas". Brink, sudafricano blanco, se rebela ante estos argumentos. "Para Achmat -señala Brink en la demanda- los pobres negros desnutridos atrapados en favelas suburbanas y áridos basureros rurales son los culpables de que su salud colapse. El profesor Jerry Coovadia, de la Nelson R Mandela Medical School, es también un entusiasta de la distribución de antirretrovirales para los africanos y expresó el mismo punto de vista racista en un discurso en la Universidad de Witwatersrand el 24 de junio del 2003: 'Cuando nosotros nos tambaleamos bajo el peso masivo del Sida es la sexualidad desenfrenada (...) de personas recientemente independientes (...) sobre todo la promiscuidad de los hombres lo que ha llevado al Sida'. Según este experto en Sida la causa principal de la susceptibilidad de las masas africanas a la tuberculosis y otras enfermedades endémicas no es la desnutrición ni otros factores concomitantes de la pobreza sino sus instintos orgiásticos que andan sueltos y corriendo de forma salvaje desde el advenimiento de su propio gobierno democrático". ¿SIRVEN LOS ANTIRRETROVIRALES PARA COMBATIR EL SIDA? Al final ésta es la verdadera pregunta que plantea Brink en su demanda. Y su respuesta es NO. Y porque no son eficaces -los considera responsables de miles de muertes como consecuencia de la toxicidad de sus graves efectos secundarios- y por la presión que ha hecho hasta conseguir su distribución es por lo que acusa a Achmat ante el Tribunal Penal Internacional. "Desde sus comienzos en 1998 -podemos leer en la demanda- el TAC se ha comprometido en una intensa campaña política coercitiva y subversiva contra el Gobierno democrático de Sudáfrica para obligarle a entrar en acuerdos comerciales con la industria farmacéutica para la compra de antirretrovirales y para proporcionar esas drogas en los hospitales públicos y clínicas a los pobres, abrumadoramente negros. En este proyecto el TAC ha conseguido un completo éxito. Entrevistado por el Mail & Guardian online el 30 de noviembre de 2006 Achmat afirmó: 'Indiscutiblemente, nuestro mayor éxito es haber llevado al Gobierno a aceptar nuestro plan de tratamiento'. La referencia de Achmat a su mayor 'éxito' fue lograr la capitulación del Gobierno de Sudáfrica el 17 de abril del 2002 a su demanda para la provisión de antirretrovirales en el sistema de salud público (…) Según el propio Achmat la provisión de antirretrovirales a través del sistema público de salud es su logro personal por lo que las consecuencias para sus víctimas, detalladas más abajo, le hacen responsable pleno. La droga de la que Achmat comenzó haciendo campaña públicamente en 1998 y qué él continúa abanderando es el AZT (zidovudine), entonces bajo la patente de GlaxoWellcome (la patente expiró en 2005) y todavía comercializada por la empresa (ahora GlaxoSmithKline) bajo la marca de fábrica 'Retrovir' ". En cualquier caso la demanda, más allá de su resultado final, permite repasar algunos datos científicos y opiniones que normalmente los consumidores de antirretrovirales y la gente en general ignoran. Para empezar Brink recuerda que mucho antes de las palabras de Mbeki ante el Parlamento la comunidad científica había resaltado ya la alta toxicidad del AZT. "Cuando la Dra. Tshabalala-Msimang -se lee en la demanda- hizo estos anuncios en Octubre/Noviembre de 1999 ya había sido publicado un sustancial cuerpo de literatura médica y científica apoyando la súplica hecha ya en 1991 por Hayakawa y otros en Biochemical and Biophysical Research Communications de que para los pacientes de Sida 'es urgentemente necesario desarrollar un remedio para sustituir esta sustancia tóxica, el AZT'. En 1994 Lenderking y otros informaron en el New England Journal of Medicine que incluso a la dosis diaria más baja entonces, 500 mg, todavía recomendada por GlaxoSmithKline, AZT es tan sumamente tóxico que los 'efectos laterales severos que causaba a pacientes asintomáticos' ponían en peligro en algunos casos sus vidas". De hecho, recuerda Brink, el AZT es tan tóxico que de acuerdo con las convenciones industriales internacionales para el etiquetado de venenos la compañía de suministros químicos Sigma-Aldrich Chemie Gmbh etiqueta minúsculas cantidades de 25 mg del producto para el uso de investigación en laboratorio, con un cráneo y el icono de las dos tibias sobre una banda ancha anaranjada para remarcar el potencial riesgo tóxico-químico, fatal en caso de exposición accidental, con una advertencia en seis idiomas: "Giftig-Toxique-Tóxico-Toxico-Tossico-Vergiftig". Pero el AZT sólo era la punta del iceberg. Brink recuerda cómo desde entonces son decenas los estudios científicos que va citando que han ido señalando la toxicidad del AZT y del resto de los antirretrovirales que han ido apareciendo en el mercado. Así, Brink recuerda que en el 2003 el Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes publicó Grade 4 events are as important as AIDS events in the era of HAART. El estudio se ocupaba de revisar el estado de 2.947 pacientes tratados con antirretrovirales entre 1996 y 2001 para estimar la incidencia de eventos graves para la supervivencia que no están definidos como parte del Sida y eventos con resultado de muerte entre los pacientes tratados con Terapia Antirretroviral Altamente Activa (HAART, es decir un antirretroviral) en 5 grandes multicentros de Estados Unidos. Los autores del estudio señalaron que las 4 clases de antirretrovirales y los 19 antirretrovirales aprobados por la FDA han sido relacionados, directa o indirectamente, con eventos peligrosos para la vida e incluso con la muerte y con un número mayor de episodios graves (grado 4) que los provocados por eventos derivados del Sida. Las causas de los eventos más comunes de toxicidad grado 4 de la droga estaban "relacionados con el hígado" y los "eventos cardiovasculares" fueron los que en el caso de los HAART se asociaron con un mayor riesgo de muerte. "Los investigadores -afirma Brink en la demanda- concluyeron: 'Nuestro hallazgo es que la proporción de eventos grado 4 es mayor que la de proporción de eventos derivados del Sida y que el riesgo de muerte asociada con estos eventos grado 4 es muy alta para muchos eventos' (…) En suma -continua el escrito- Reisler y otros encuentran la cura más mortal que la enfermedad y la deficiencia cardiaca inducida por los antirretrovirales la causa principal de muerte entre las personas tratadas con estas drogas". En este punto, y aunque no esté incluido en la demanda, es preciso señalar que en la presentación de la XIV Conferencia Internacional sobre el Sida en Barcelona hace cuatro años (vea lo publicado en nuestra web: www.dsalud.com) la doctora Amy Justice -de la Universidad de Pittsburg (Estados Unidos)- reveló que la "causa más común de muerte entre las personas positivas VIH es el fracaso hepático". Justice basó sus conclusiones en un estudio de casi 6.000 seropositivos en cuatro lugares de Estados Unidos y afirmó entonces que su estudio era el único que se había preocupado hasta ese momento de conocer la causa real de muerte en los pacientes de Sida. En la demanda se citan incluso las palabras de Anthony Faucci, director del National Institute for Allergies and Infectious Diseases en EEUU, que ya en febrero del 2001 -tan sólo un año después de que el Presidente Mbeki llamara la atención del mundo sobre la toxicidad del AZT- declaró: "Estamos muy interesados en varias toxicidades asociadas con el uso a largo plazo de drogas antirretrovirales… Estamos asistiendo a un número creciente de pacientes con niveles gravemente altos de colesterol y triglicéridos (...) Las malas noticias son que ahora debemos encontrar maneras de tratar con toxicidades no previstas, incluyendo el potencial para la enfermedad coronaria prematura". Lo que une perfectamente las conclusiones de Reisler y Justice. Incluye también Brink en su escrito los datos del estudio Antiretroviral Therapy publicado en Agosto del 2006 en The Lancet: "Los resultados de este estudio -señala la demanda- que involucró a más de 20.000 pacientes con VIH-1 de Europa y Norteamérica muestran que la contestación virológica después de empezar con HAART ha mejorado firmemente desde 1996. Sin embargo no ha habido ninguna disminución en las ratios de Sida o muerte a partir del primer año de seguimiento. 'Nosotros -indican los autores- notamos una discrepancia entre la mejora clara que registramos para la contestación virológica y las proporciones de empeoramiento de la progresión clínica'. Un editorial en The Lancet que comentó estas tendencias 'paradójicas' resumió: 'Los resultados principales son que, más allá de la mejora inicial del control virológico inicial del VIH… no hubo mejoras significativas en la contestación inmunológica temprana tales como la medición de los linfocitos CD4, ninguna reducción en las causas de fallecimiento y un aumento significativo en el riesgo de muerte relacionado con el Sida' ". Otra de las investigaciones citadas es la de Fellay y otros titulada Predominio de eventos adversos asociado con el tratamiento de antirretrovirales potentes, solos, dobles, y triples publicado en The Lancet en octubre del 2001. Los investigadores informaron de "una alta prevalencia de efectos tóxicos" en un estudio de 1.160 pacientes. Más de dos tercios de los mismos sufrieron efectos adversos severos, suficientes para afectar la adhesión a los tratamientos. El 47% informó de problemas clínicos como vómitos, diarrea, náuseas, obesidad, cambios de humor, insomnio y fatiga. Los análisis de sangre revelaron "potencialmente anormalidades serias" en el 27%. Los investigadores clasificaron una significativa proporción de estos eventos adversos como serios o severos. Y otro dato aportado en la demanda resulta especialmente significativo: el informe Guía de los U.S. Public Health Service para el manejo de exposiciones profesionales al VIH y recomendaciones para la profilaxis posterior publicado por el US Centers for Disease Control (CDC) en Septiembre del 2005 citaba numerosos estudios según los cuales como resultado de la toxicidad y los efectos secundarios una proporción sustancial del personal sanitario (17-47%) había sido incapaz de completar un ciclo de 4 semanas de tratamiento con agentes antirretrovirales después de exposiciones profesionales a fuentes del VIH. En la demanda se recogen también multitud de estudios que rebaten tanto la idea de la eficacia de la medición de la carga viral como de la eficacia clínica del conteo de CD4. Centrándose en lo que está ocurriendo en su país Brink cita datos ofrecidos por el Departamento de Salud del Gobierno sudafricano de Octubre del 2005 según los cuales de un total de 4.251 pacientes tratados con antirretrovirales estudiados durante 3 meses 207 (4.8%) murieron. De un total de 2.715 pacientes estudiados en 6 meses 196 (7.2%) murieron. De 914 pacientes estudiados en 12 meses 114 (12.2%) pacientes murieron. "Trazado en un gráfico como valores X e Y -se indica en la demanda- estos datos revelan una perfecta relación lineal entre la mortalidad de las personas que toman antirretrovirales y la duración de su tratamiento; y predicen que antes de siete años todos los que tomen antirretrovirales estarán muertos". Citando otros datos oficiales Brink establece en un 3% la cifra de muertos causados por los efectos de los antirretrovirales, porcentaje que cree irá en aumento hasta igualar en no mucho tiempo el 11% de mortalidad entre pacientes tratados con antirretrovirales en los hospitales públicos de Malawi, según datos aportados por Stephen Lewis, Enviado Especial de las Naciones Unidas para el VIH/Sida en África. NI LOS LABORATORIOS CREEN EN LOS ANTIRRETROVIRALES Brink acusa a Achmat de ignorar todos estos datos y seguir presentando en sus campañas los antirretrovirales como garantía de vida. "Achmat -señala- ha desatendido esta información y ha persistido haciendo campaña en nombre de GlaxoSmithKline y otras corporaciones farmacéuticas sobre la base de considerar que antirretrovirales como el AZT son medicamentos salvadores de vida. Sin embargo, ni siquiera los laboratorios hacen esas afirmaciones en las inserciones informativas de sus medicamentos, ni en la información sobre el producto porque no hay evidencias para ello. No obstante, Achmat pretende falsamente en su propaganda a través del TAC que esas drogas salvan vidas y que ayudan al enfermo a mejorar cuando se apilan informes publicados que demuestran lo contrario, es decir que inducen enfermedades serias en personas saludables". Brink recuerda que GlaxoSmithKline avisa en su Prescribing Information -es decir, en el prospecto informativo- para el AZT que se debe informar a los pacientes de que las principales toxicidades del Retrovir son neutropenia y/o anemia (recordemos que la neutropenia es la disminución patológica de neutrófilos en sangre, uno de los principales elementos del sistema inmune de nuestro organismo). Y es que resulta especialmente significativo leer en la demanda lo que los propios laboratorios afirman sobre la utilidad de sus productos. "Por ejemplo, GlaxoSmithKline, fabricante de AZT, dice sobre su nuevo antirretroviral Ziagen en su Prescribing Information: 'Ziagen no se ha estudiado el tiempo suficiente para saber si le ayudará a vivir mucho más tiempo o a tener menos problemas médicos asociados con infecciones de VIH o Sida'. Sobre Combivir, una combinación de sus drogas AZT y el compuesto químicamente similar 3TC, GlaxoSmithKline señala: 'Combivir no es una cura para la infección por VIH y los pacientes pueden continuar experimentando las enfermedades asociadas con la infección por VIH, incluyendo infecciones oportunistas'. Boehringer Ingelheim afirma por su parte sobre la nevirapina: 'Viramune no cura el VIH o el Sida y no se sabe si le ayudará a vivir mucho más tiempo con el VIH. Las personas que toman Viramune pueden contraer infecciones comunes en personas con VIH (infecciones oportunistas)'. Merck no es más optimista sobre su droga inhibidora de proteasa en la información sobre el producto: 'No se sabe si Crixivan alargará su vida o reducirá las oportunidades de contraer otras enfermedades asociadas con el VIH'. Y Gilead Sciences es igualmente pesimista sobre su droga Tenofovir que el grupo de Achmat está intentando que se apruebe presionando sobre el Medicines Control Council donde actualmente está en proceso de aprobación; su 'Prescribing Information' dice: 'Viread no cura la infección por VIH-1 o el Sida. Los efectos a largo plazo de Viread no se conocen en este momento. Las personas que toman Viread pueden contraer infecciones oportunistas u otras condiciones como consecuencia de la infección por VIH-1". Es decir, los propios laboratorios, a fin de protegerse de posibles demandas en el futuro, desvelan la realidad de lo que cabe esperar de sus productos: prácticamente nada bueno. Es difícil que la demanda de Brink prospere pero al menos habrá servido para recordar que gente como Matthias Rath y él mismo sostienen la necesidad de modificar el acercamiento al Sida. "El Sida -ha escrito Rath- es un negocio multi-mil millonario pero sólo con tal de que esta epidemia se extienda y sólo con tal de que la industria farmacéutica pueda proteger su 'monopolio' sobre el mercado del Sida, basado en medicamentos tóxicos patentados. Cualquier desafío a este monopolio farmacéutico de los antirretrovirales llevará inevitablemente al derrumbamiento de este multi-mil millonario negocio. El hecho es que la Ciencia basada en los micronutrientes -establecida desde hace muchas décadas en los libros de texto de Biología como factores importantes biológicos para mejorar las deficiencias inmunes- es la mayor amenaza a la supervivencia del negocio de los medicamentos anti-Sida. Cualquier información de los medios de comunicación que desacredite a los micronutrientes, ni sirve a la verdad científica ni a los pacientes afectados por el Sida". Terminamos recordando lo que muchos no quieren oír: alguien tan fuera de toda sospecha para los oficialistas como Luc Montagnier escribió en The Journal Of Infectious Diseases: "En el Sida el estrés oxidativo se propone como una alteración metabólica que favorece la progresión de la enfermedad induciendo la replicación viral y la muerte apoptótica celular (…) Tenemos evidencias de que el estrés oxidativo induce, mientras los antioxidantes inhiben, la replicación del VIH y la muerte apoptótica". ¿Alguien duda a estas alturas de los poderes antioxidantes de los micronutrientes naturales? ¿Alguien puede dudar de que determinadas condiciones relacionadas con la pobreza, el hambre o la sed causan un estrés oxidativo brutal? ¿Alguien puede dudar a estas alturas no ya en qué lado está el dinero sino en qué lado está la salud? Publicado el 6 de mayo de 2009 en,

El Tribunal Penal Internacional -más conocido como Tribunal Internacional de La Haya- no va a tener más remedio que valorar el papel real de los antirretrovirales en el tratamiento del Sida ya que el pasado 4 de enero el abogado sudafricano Anthony Brink presentó en él un escrito de 59 páginas acusando de genocidio a Zackie Achmat -máximo dirigente de la organización sudafricana TAC (Treatment Action Campaign)- por promover su consumo para afrontar el Sida. Brink, vinculado a la Fundación Rath, afirma que los antirretrovirales que la medicina convencional considera la única posibilidad válida para tratar el Sida lo que en realidad hacen es contribuir a la muerte de quienes los toman al ser tóxicos y envenenar sus organismos. Anthony Brink -la persona que ha acusado de genocidio a Zackie Achmat, máximo dirigente de la organización sudafricana Treatment Action Campaign (TAC)- es un abogado que preside el también sudafricano Grupo de Información del Tratamiento (GIT) y basa su denuncia en la argumentación de que promover y presionar al Gobierno de ese país para que proporcione a la población antirretrovirales es una acción criminal porque su eficacia es discutible y en cambio se sabe perfectamente que han causado ya la muerte de decenas de miles de personas, la mayoría pobres y de raza negra. Muchos piensan que más que una sentencia ejemplar lo que Brink pretende con su denuncia es reactivar el debate sobre los efectos tóxicos de los antirretrovirales y lo que está ocurriendo en Sudáfrica. Y es que allí, a diferencia de nuestro país, el debate sobre el Sida y los antirretrovirales aún se mantiene vivo desde que el presidente Thabo Mbeki llamara en 1999 la atención pública internacional al advertir que el AZT, medicamento antirretroviral que organizaciones como la de Achmat exigían fuera distribuido a través de la Sanidad pública, era y es gravemente tóxico. Dirigiéndose al Parlamento el 28 de octubre de ese año Mbeki declaró: "Preocupados por responder apropiadamente al problema del Sida en Sudáfrica muchos en nuestro país han instado al Gobierno a que permitiera que la droga AZT estuviera disponible en el sistema público de salud. (…) Existe sin embargo un enorme volumen de literatura científica que advierte, entre otras cosas, que la toxicidad de esa droga es tal que constituye un peligro para la salud. Se trata pues de un asunto preocupante para el Gobierno y sería una irresponsabilidad no considerar las horribles advertencias que tantos investigadores y médicos están haciendo". A partir de ese momento Mbeki y su ministra de Sanidad, la doctora Tshabalala-Msimang, fueron denigrados y presentados a nivel internacional como políticos irracionales, enemigos de la civilización, poco menos que defensores del ajo para tratar cualquier dolencia grave cuando no meros brujos y como si en lugar de personas altamente preparadas vivieran aún en chozas en medio de la sabana. Estrategia de las compañías farmacéuticas -conducida en gran parte en Sudáfrica por organizaciones como la Treatment Action Campaign (TAC) que dirige Zackie Achmat- cuya presión consiguió que finalmente los antirretrovirales fueran distribuidos por el Gobierno. Lo que, por supuesto, no hizo que el debate finalizara. ANTHONY BRINK-ZACKIE ACHMAT Obviamente, aunque haya quien pueda plantearlo, Anthony Brink no es un iluminado en busca de protagonismo. Se interesó por la controversia VIH-Sida en 1996 cuando tras una experiencia personal descubrió que dos de los científicos más eminentes de la Biología contemporánea, Walter Gilbert -Premio Nobel en 1980- y Kary Mullis -Premio Nobel en 1993-, no subscribían el modelo ortodoxo sobre el Sida. Además, aunque era abogado su abuelo le había introducido de pequeño en los secretos de la Microbiología y de ahí que decidiera investigar la controversia a fondo. Pues bien, merced a ello Brink ha reunido en los últimos años una importante biblioteca con documentos científicos, libros y otros materiales sobre el Sida. Y como producto de sus investigaciones escribió Debating AZT: Mbeki and the AIDS drug controversy (véalo en www.whale.to/a/brink_b.html), una extensa crítica del AZT que contribuiría a la toma de posición del presidente Mbeki del que se convirtió en asesor en esta materia. En la misma línea que Matthias Rath -creador de la Medicina Celular (vea en nuestra web -www.dsalud.com- los reportajes que le dedicamos en los números 54, 55 y 64) y quien ha mostrado públicamente en numerosas ocasiones su apoyo a Mbeki- Brink y su organización -el Treatment Action Group (TIG)- defienden el tratamiento nutricional como solución al desarrollo y expansión del Sida, enfermedad que consideran tiene que ver más con la pobreza y desnutrición que con el VIH. Al mismo tiempo se oponen a la distribución entre la población de antirretrovirales por su tremenda toxicidad lo que le mantiene permanentemente enfrentado al grupo de Achmat. Su denuncia por genocidio ante el Tribunal Penal Internacional de La Haya no es, pues, sino el penúltimo capítulo de este enfrentamiento. Por su parte, Achmat es presentado por los defensores de las tesis oficiales con expresiones como "el hombre que plantó cara al Sida". El diario El País, por ejemplo, le dedicaba el 26 de noviembre del 2006 un artículo laudatorio con este subtítulo: "Gay, ex prostituto y enfermo, Zackie Achmat se ha convertido en una leyenda en la lucha contra la pandemia". Afirmando en el interior con desparpajo que Sudáfrica "ofrece el ejemplo más deplorable de cómo reaccionar ante la epidemia" y comparando a Achmat nada menos que con Nelson Mandela. "Achmat -afirma el periodista- lleva ocho años dirigiendo una organización llamada Campaña de Acción para el Tratamiento (en inglés, TAC) que se ha dedicado en gran medida a presionar a su Gobierno, a la industria farmacéutica y a la opinión internacional para que se acabe con la desigualdad en el acceso al tratamiento para el Sida en países ricos y pobres". Afirmación que es, precisamente, la base de la acusación de Brink: la presión sobre el Gobierno. Una acusación que enfrenta dos maneras distintas de ver no sólo la solución sino también el origen del problema en un país donde las diferencias raciales no son sólo cosa del pasado. Para Achmat el origen del problema en Sudáfrica está en la promiscuidad sexual de los africanos. "Lo que quiero decir -señala Achmat en El País comparando las situaciones de Brasil y Sudáfrica- es que a Brasil no le acompleja que sus habitantes practiquen mucho el sexo. A diferencia de Sudáfrica donde también hay mucho sexo pero se ve la hipocresía y el rechazo desde las alturas". Brink, sudafricano blanco, se rebela ante estos argumentos. "Para Achmat -señala Brink en la demanda- los pobres negros desnutridos atrapados en favelas suburbanas y áridos basureros rurales son los culpables de que su salud colapse. El profesor Jerry Coovadia, de la Nelson R Mandela Medical School, es también un entusiasta de la distribución de antirretrovirales para los africanos y expresó el mismo punto de vista racista en un discurso en la Universidad de Witwatersrand el 24 de junio del 2003: 'Cuando nosotros nos tambaleamos bajo el peso masivo del Sida es la sexualidad desenfrenada (...) de personas recientemente independientes (...) sobre todo la promiscuidad de los hombres lo que ha llevado al Sida'. Según este experto en Sida la causa principal de la susceptibilidad de las masas africanas a la tuberculosis y otras enfermedades endémicas no es la desnutrición ni otros factores concomitantes de la pobreza sino sus instintos orgiásticos que andan sueltos y corriendo de forma salvaje desde el advenimiento de su propio gobierno democrático". ¿SIRVEN LOS ANTIRRETROVIRALES PARA COMBATIR EL SIDA? Al final ésta es la verdadera pregunta que plantea Brink en su demanda. Y su respuesta es NO. Y porque no son eficaces -los considera responsables de miles de muertes como consecuencia de la toxicidad de sus graves efectos secundarios- y por la presión que ha hecho hasta conseguir su distribución es por lo que acusa a Achmat ante el Tribunal Penal Internacional. "Desde sus comienzos en 1998 -podemos leer en la demanda- el TAC se ha comprometido en una intensa campaña política coercitiva y subversiva contra el Gobierno democrático de Sudáfrica para obligarle a entrar en acuerdos comerciales con la industria farmacéutica para la compra de antirretrovirales y para proporcionar esas drogas en los hospitales públicos y clínicas a los pobres, abrumadoramente negros. En este proyecto el TAC ha conseguido un completo éxito. Entrevistado por el Mail & Guardian online el 30 de noviembre de 2006 Achmat afirmó: 'Indiscutiblemente, nuestro mayor éxito es haber llevado al Gobierno a aceptar nuestro plan de tratamiento'. La referencia de Achmat a su mayor 'éxito' fue lograr la capitulación del Gobierno de Sudáfrica el 17 de abril del 2002 a su demanda para la provisión de antirretrovirales en el sistema de salud público (…) Según el propio Achmat la provisión de antirretrovirales a través del sistema público de salud es su logro personal por lo que las consecuencias para sus víctimas, detalladas más abajo, le hacen responsable pleno. La droga de la que Achmat comenzó haciendo campaña públicamente en 1998 y qué él continúa abanderando es el AZT (zidovudine), entonces bajo la patente de GlaxoWellcome (la patente expiró en 2005) y todavía comercializada por la empresa (ahora GlaxoSmithKline) bajo la marca de fábrica 'Retrovir' ". En cualquier caso la demanda, más allá de su resultado final, permite repasar algunos datos científicos y opiniones que normalmente los consumidores de antirretrovirales y la gente en general ignoran. Para empezar Brink recuerda que mucho antes de las palabras de Mbeki ante el Parlamento la comunidad científica había resaltado ya la alta toxicidad del AZT. "Cuando la Dra. Tshabalala-Msimang -se lee en la demanda- hizo estos anuncios en Octubre/Noviembre de 1999 ya había sido publicado un sustancial cuerpo de literatura médica y científica apoyando la súplica hecha ya en 1991 por Hayakawa y otros en Biochemical and Biophysical Research Communications de que para los pacientes de Sida 'es urgentemente necesario desarrollar un remedio para sustituir esta sustancia tóxica, el AZT'. En 1994 Lenderking y otros informaron en el New England Journal of Medicine que incluso a la dosis diaria más baja entonces, 500 mg, todavía recomendada por GlaxoSmithKline, AZT es tan sumamente tóxico que los 'efectos laterales severos que causaba a pacientes asintomáticos' ponían en peligro en algunos casos sus vidas". De hecho, recuerda Brink, el AZT es tan tóxico que de acuerdo con las convenciones industriales internacionales para el etiquetado de venenos la compañía de suministros químicos Sigma-Aldrich Chemie Gmbh etiqueta minúsculas cantidades de 25 mg del producto para el uso de investigación en laboratorio, con un cráneo y el icono de las dos tibias sobre una banda ancha anaranjada para remarcar el potencial riesgo tóxico-químico, fatal en caso de exposición accidental, con una advertencia en seis idiomas: "Giftig-Toxique-Tóxico-Toxico-Tossico-Vergiftig". Pero el AZT sólo era la punta del iceberg. Brink recuerda cómo desde entonces son decenas los estudios científicos que va citando que han ido señalando la toxicidad del AZT y del resto de los antirretrovirales que han ido apareciendo en el mercado. Así, Brink recuerda que en el 2003 el Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes publicó Grade 4 events are as important as AIDS events in the era of HAART. El estudio se ocupaba de revisar el estado de 2.947 pacientes tratados con antirretrovirales entre 1996 y 2001 para estimar la incidencia de eventos graves para la supervivencia que no están definidos como parte del Sida y eventos con resultado de muerte entre los pacientes tratados con Terapia Antirretroviral Altamente Activa (HAART, es decir un antirretroviral) en 5 grandes multicentros de Estados Unidos. Los autores del estudio señalaron que las 4 clases de antirretrovirales y los 19 antirretrovirales aprobados por la FDA han sido relacionados, directa o indirectamente, con eventos peligrosos para la vida e incluso con la muerte y con un número mayor de episodios graves (grado 4) que los provocados por eventos derivados del Sida. Las causas de los eventos más comunes de toxicidad grado 4 de la droga estaban "relacionados con el hígado" y los "eventos cardiovasculares" fueron los que en el caso de los HAART se asociaron con un mayor riesgo de muerte. "Los investigadores -afirma Brink en la demanda- concluyeron: 'Nuestro hallazgo es que la proporción de eventos grado 4 es mayor que la de proporción de eventos derivados del Sida y que el riesgo de muerte asociada con estos eventos grado 4 es muy alta para muchos eventos' (…) En suma -continua el escrito- Reisler y otros encuentran la cura más mortal que la enfermedad y la deficiencia cardiaca inducida por los antirretrovirales la causa principal de muerte entre las personas tratadas con estas drogas". En este punto, y aunque no esté incluido en la demanda, es preciso señalar que en la presentación de la XIV Conferencia Internacional sobre el Sida en Barcelona hace cuatro años (vea lo publicado en nuestra web: www.dsalud.com) la doctora Amy Justice -de la Universidad de Pittsburg (Estados Unidos)- reveló que la "causa más común de muerte entre las personas positivas VIH es el fracaso hepático". Justice basó sus conclusiones en un estudio de casi 6.000 seropositivos en cuatro lugares de Estados Unidos y afirmó entonces que su estudio era el único que se había preocupado hasta ese momento de conocer la causa real de muerte en los pacientes de Sida. En la demanda se citan incluso las palabras de Anthony Faucci, director del National Institute for Allergies and Infectious Diseases en EEUU, que ya en febrero del 2001 -tan sólo un año después de que el Presidente Mbeki llamara la atención del mundo sobre la toxicidad del AZT- declaró: "Estamos muy interesados en varias toxicidades asociadas con el uso a largo plazo de drogas antirretrovirales… Estamos asistiendo a un número creciente de pacientes con niveles gravemente altos de colesterol y triglicéridos (...) Las malas noticias son que ahora debemos encontrar maneras de tratar con toxicidades no previstas, incluyendo el potencial para la enfermedad coronaria prematura". Lo que une perfectamente las conclusiones de Reisler y Justice. Incluye también Brink en su escrito los datos del estudio Antiretroviral Therapy publicado en Agosto del 2006 en The Lancet: "Los resultados de este estudio -señala la demanda- que involucró a más de 20.000 pacientes con VIH-1 de Europa y Norteamérica muestran que la contestación virológica después de empezar con HAART ha mejorado firmemente desde 1996. Sin embargo no ha habido ninguna disminución en las ratios de Sida o muerte a partir del primer año de seguimiento. 'Nosotros -indican los autores- notamos una discrepancia entre la mejora clara que registramos para la contestación virológica y las proporciones de empeoramiento de la progresión clínica'. Un editorial en The Lancet que comentó estas tendencias 'paradójicas' resumió: 'Los resultados principales son que, más allá de la mejora inicial del control virológico inicial del VIH… no hubo mejoras significativas en la contestación inmunológica temprana tales como la medición de los linfocitos CD4, ninguna reducción en las causas de fallecimiento y un aumento significativo en el riesgo de muerte relacionado con el Sida' ". Otra de las investigaciones citadas es la de Fellay y otros titulada Predominio de eventos adversos asociado con el tratamiento de antirretrovirales potentes, solos, dobles, y triples publicado en The Lancet en octubre del 2001. Los investigadores informaron de "una alta prevalencia de efectos tóxicos" en un estudio de 1.160 pacientes. Más de dos tercios de los mismos sufrieron efectos adversos severos, suficientes para afectar la adhesión a los tratamientos. El 47% informó de problemas clínicos como vómitos, diarrea, náuseas, obesidad, cambios de humor, insomnio y fatiga. Los análisis de sangre revelaron "potencialmente anormalidades serias" en el 27%. Los investigadores clasificaron una significativa proporción de estos eventos adversos como serios o severos. Y otro dato aportado en la demanda resulta especialmente significativo: el informe Guía de los U.S. Public Health Service para el manejo de exposiciones profesionales al VIH y recomendaciones para la profilaxis posterior publicado por el US Centers for Disease Control (CDC) en Septiembre del 2005 citaba numerosos estudios según los cuales como resultado de la toxicidad y los efectos secundarios una proporción sustancial del personal sanitario (17-47%) había sido incapaz de completar un ciclo de 4 semanas de tratamiento con agentes antirretrovirales después de exposiciones profesionales a fuentes del VIH. En la demanda se recogen también multitud de estudios que rebaten tanto la idea de la eficacia de la medición de la carga viral como de la eficacia clínica del conteo de CD4. Centrándose en lo que está ocurriendo en su país Brink cita datos ofrecidos por el Departamento de Salud del Gobierno sudafricano de Octubre del 2005 según los cuales de un total de 4.251 pacientes tratados con antirretrovirales estudiados durante 3 meses 207 (4.8%) murieron. De un total de 2.715 pacientes estudiados en 6 meses 196 (7.2%) murieron. De 914 pacientes estudiados en 12 meses 114 (12.2%) pacientes murieron. "Trazado en un gráfico como valores X e Y -se indica en la demanda- estos datos revelan una perfecta relación lineal entre la mortalidad de las personas que toman antirretrovirales y la duración de su tratamiento; y predicen que antes de siete años todos los que tomen antirretrovirales estarán muertos". Citando otros datos oficiales Brink establece en un 3% la cifra de muertos causados por los efectos de los antirretrovirales, porcentaje que cree irá en aumento hasta igualar en no mucho tiempo el 11% de mortalidad entre pacientes tratados con antirretrovirales en los hospitales públicos de Malawi, según datos aportados por Stephen Lewis, Enviado Especial de las Naciones Unidas para el VIH/Sida en África. NI LOS LABORATORIOS CREEN EN LOS ANTIRRETROVIRALES Brink acusa a Achmat de ignorar todos estos datos y seguir presentando en sus campañas los antirretrovirales como garantía de vida. "Achmat -señala- ha desatendido esta información y ha persistido haciendo campaña en nombre de GlaxoSmithKline y otras corporaciones farmacéuticas sobre la base de considerar que antirretrovirales como el AZT son medicamentos salvadores de vida. Sin embargo, ni siquiera los laboratorios hacen esas afirmaciones en las inserciones informativas de sus medicamentos, ni en la información sobre el producto porque no hay evidencias para ello. No obstante, Achmat pretende falsamente en su propaganda a través del TAC que esas drogas salvan vidas y que ayudan al enfermo a mejorar cuando se apilan informes publicados que demuestran lo contrario, es decir que inducen enfermedades serias en personas saludables". Brink recuerda que GlaxoSmithKline avisa en su Prescribing Information -es decir, en el prospecto informativo- para el AZT que se debe informar a los pacientes de que las principales toxicidades del Retrovir son neutropenia y/o anemia (recordemos que la neutropenia es la disminución patológica de neutrófilos en sangre, uno de los principales elementos del sistema inmune de nuestro organismo). Y es que resulta especialmente significativo leer en la demanda lo que los propios laboratorios afirman sobre la utilidad de sus productos. "Por ejemplo, GlaxoSmithKline, fabricante de AZT, dice sobre su nuevo antirretroviral Ziagen en su Prescribing Information: 'Ziagen no se ha estudiado el tiempo suficiente para saber si le ayudará a vivir mucho más tiempo o a tener menos problemas médicos asociados con infecciones de VIH o Sida'. Sobre Combivir, una combinación de sus drogas AZT y el compuesto químicamente similar 3TC, GlaxoSmithKline señala: 'Combivir no es una cura para la infección por VIH y los pacientes pueden continuar experimentando las enfermedades asociadas con la infección por VIH, incluyendo infecciones oportunistas'. Boehringer Ingelheim afirma por su parte sobre la nevirapina: 'Viramune no cura el VIH o el Sida y no se sabe si le ayudará a vivir mucho más tiempo con el VIH. Las personas que toman Viramune pueden contraer infecciones comunes en personas con VIH (infecciones oportunistas)'. Merck no es más optimista sobre su droga inhibidora de proteasa en la información sobre el producto: 'No se sabe si Crixivan alargará su vida o reducirá las oportunidades de contraer otras enfermedades asociadas con el VIH'. Y Gilead Sciences es igualmente pesimista sobre su droga Tenofovir que el grupo de Achmat está intentando que se apruebe presionando sobre el Medicines Control Council donde actualmente está en proceso de aprobación; su 'Prescribing Information' dice: 'Viread no cura la infección por VIH-1 o el Sida. Los efectos a largo plazo de Viread no se conocen en este momento. Las personas que toman Viread pueden contraer infecciones oportunistas u otras condiciones como consecuencia de la infección por VIH-1". Es decir, los propios laboratorios, a fin de protegerse de posibles demandas en el futuro, desvelan la realidad de lo que cabe esperar de sus productos: prácticamente nada bueno. Es difícil que la demanda de Brink prospere pero al menos habrá servido para recordar que gente como Matthias Rath y él mismo sostienen la necesidad de modificar el acercamiento al Sida. "El Sida -ha escrito Rath- es un negocio multi-mil millonario pero sólo con tal de que esta epidemia se extienda y sólo con tal de que la industria farmacéutica pueda proteger su 'monopolio' sobre el mercado del Sida, basado en medicamentos tóxicos patentados. Cualquier desafío a este monopolio farmacéutico de los antirretrovirales llevará inevitablemente al derrumbamiento de este multi-mil millonario negocio. El hecho es que la Ciencia basada en los micronutrientes -establecida desde hace muchas décadas en los libros de texto de Biología como factores importantes biológicos para mejorar las deficiencias inmunes- es la mayor amenaza a la supervivencia del negocio de los medicamentos anti-Sida. Cualquier información de los medios de comunicación que desacredite a los micronutrientes, ni sirve a la verdad científica ni a los pacientes afectados por el Sida". Terminamos recordando lo que muchos no quieren oír: alguien tan fuera de toda sospecha para los oficialistas como Luc Montagnier escribió en The Journal Of Infectious Diseases: "En el Sida el estrés oxidativo se propone como una alteración metabólica que favorece la progresión de la enfermedad induciendo la replicación viral y la muerte apoptótica celular (…) Tenemos evidencias de que el estrés oxidativo induce, mientras los antioxidantes inhiben, la replicación del VIH y la muerte apoptótica". ¿Alguien duda a estas alturas de los poderes antioxidantes de los micronutrientes naturales? ¿Alguien puede dudar de que determinadas condiciones relacionadas con la pobreza, el hambre o la sed causan un estrés oxidativo brutal? ¿Alguien puede dudar a estas alturas no ya en qué lado está el dinero sino en qué lado está la salud? Publicado el 6 de mayo de 2009 en,  www.replantearsida.blogspot.com

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